Cuando un profesor de filosofía parisino es
trasladado a Arrás por un año, el tiempo se convierte en un vacío difícil de
llenar. Acostumbrado a respirar cultura de día y aventura de noche, él se
aburre irremediablemente hasta que una bella peluquera comienza a aderezar su
vida con la complejidad escondida tras su risueña sonrisa. Sin embargo, como ya
augura el título del film, sus diferencias son abismales: él idolatra a Kant y
Proust y ella prefiere los libros “con historias que contar”, él disfruta de
veladas selectas y ella de fiesta alocada micrófono en mano, él conoce la
historia pasada y ella controla la prensa amarilla y, lo que es peor: aun
cuando él aparente mayor madurez que ella, es él quien tiene miedo al
compromiso y ella quien cuenta con un hijo a su cargo. ¿Puede el amor unir dos
mundos diametralmente opuestos? Tendréis que ver No es mi tipo (Pas son genre, 2014) para
averiguarlo.
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No es mi tipo optó a dos premios César: mejor actriz y mejor guion adaptado |
El francés Loïc Corbery y la belga Émile
Dequenne protagonizan esta agradable coproducción franco-belga, conformando
una pareja carismática pero algo descompensada dado que, frente al debut de él
en el largometraje, ella ya cuenta con dos premios de Cannes, gracias a las
intensas Rosetta (Jean-Pierre
Dardenne y Luc Dardenne, 1999) y Perder
la razón (Joachim Lafosse, 2012). Aun así, Corbery aguanta, nunca mejor
dicho, el tipo, conformando un protagonista que se gana al espectador con
rapidez pese a no siempre hacer lo que consideraríamos correcto. A ello ayuda
enormemente un realizador tan versado como el belga Lucas Belvaux (La raison du
plus faible, 2006),
quien sabe tratar a sus personajes como se merecen. Así lo explica él: “jamás
juzgo a un personaje. Me esfuerzo por estar en buena sintonía con la naturaleza
de todos, incluso con los que mienten o peor aún. Renoir dice que cada uno
tiene sus motivos. Es cierto, con independencia de que sean buenos o malos. Si
juzgas a los personajes, estos se acaban: devienen entidades puramente
ficticias que pueden instrumentalizarse enteramente y dejan de interesar. Trato
de compartir mi punto de vista mediante el modo en que establezco las escenas y
su dirección”.