El 70º Festival de San Sebastián ha llegado a su fin y, como siempre, aquí va mi ranking de todas las películas que he podido ver.
50. Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades es la película más pretenciosa que cabe imaginar. Alejandro G. Iñárritu parte de una idea interesante, pero tiene tamaña necesidad de impresionar con cada plano que termina saturando, y haciendo el ridículo. Insufrible.
49. Historias para no contar es una payasada sin gracia y todo un desperdicio de talento (el del reparto, que el de Cesc Gay caducó hace tiempo). Imposible decidir si lo peor es el guion o el montaje. Para colmo es tránsfoba y banaliza el consumo de cocaína. Un insulto.
48. Blonde sexualiza a Marilyn Monroe hasta la saciedad y ni se molesta en intentar entenderla. Para colmo, la puesta en escena de Andrew Dominik es tan pretenciosa que cae en el ridículo. Aun así, hay momentos de lucidez gracias al extraordinario trabajo de Ana de Armas.
47. Nagisa, ópera prima de Takeshi Kogahara, es lenta y confusa. Suerte que dura muy poco.
46. Marlowe es cine negro de corte clásico a todo color, con un atractivo diseño de producción y un repartazo. Pero el guion tiene demasiada palabrería y Neil Jordan solo se curra la puesta en escena de un par de escenas. Olvidable.
45. Mikel Gurrea no filma mal, pero el guion de Suro es demasiado previsible. Toda la evolución de los protagonistas se entrevé literalmente desde el primer plano. Y, claro, aburre.
44. A Woman palidece en comparación a las grandes películas chinas feministas sobre la Revolución Cultural. Wang Chao ofrece un trabajo correcto que parece haber sufrido algún que otro tijeretazo en su tramo final. El reparto está bien, pero peca de excesiva frialdad.
43. Los renglones torcidos de Dios es el típico thriller comercial de Oriol Paulo, colmado de subrayados, giros inverosímiles e interpretaciones de cartón piedra. Tópico tras tópico sobre los centros psiquiátricos, además. Mucho presupuesto y muy poca inspiración.
42. La portuguesa Great Yarmouth: Provisional Figures, de Marco Martins, es poética y bienintencionada, pero también gris, desagradable y muy aburrida.
41. La propuesta de la debutante Natalia Lopez en Manto de gemas es interesante, pero demasiado antipática, críptica y desalentadora.
40. El suplente no sorprende en su retrato de los estragos del narcotráfico y menos aún en el retrato educativo, pero, como todo lo que firma Diego Lerman, es moderadamente entretenida. Juan Minujín no está mal; los grandes Alfredo Castro y Bárbara Lennie solo adornan.
39. Rainbow parte de El mago de Oz (más o menos) y desemboca en un absurdo. Paco León ofrece sorpresas divertidas, pero se queda a medio camino en el plano visual y solo borda los momentos musicales. Carmen Maura y Carmen Machi, juntas, deberían ser una fantasía, deberían…
38. Con Pornomelancolía, Manuel Abramovich profundiza en la salud mental de la industria del porno y otros temas tabú. Es algo reiterante, pero relativamente interesante. Lalo Santos lo da todo, pero es lamentable que, durante el rodaje, se sintiera tan expuesto como su personaje.
37. Frelle Petersen retrata el duelo en toda su crudeza en Forever. Las interpretaciones son poco carismáticas, pero muy realistas, acordes a una fría puesta en escena que solo momentáneamente da lugar a la esperanza.
36. Il Boemo recrea muy bien la Venecia operística del siglo XVIII, tanto visualmente como a nivel interpretativo. Petr Vaclav no arriesga nada y se toma demasiado tiempo, pero cumple, sobre todo en los momentos musicales.
35. Luis De Filippis explora la identidad trans con realismo en Something You Said Last Night y ofrece alguna que otra instancia simpática de vida familiar, pero los personajes son poco atractivos y nada llega a sorprender.
34. El triángulo de la tristeza es original y tiene detalles interesantes, pero se repite demasiado y se pasa de lista. Aunque reírse de los pijos está muy bien, hay algo en la mirada de Ruben Östlund que resulta repulsivo. ¿Lo mejor? Charlbi Dean (DEP) y Harris Dickinson.
33. La música de Mathew Herbert, la fotografía de Ari Wegner y la interpretación de Florence Pugh valen la pena, pero la crítica al fanatismo de El prodigio se diluye en un guion sin demasiada sustancia. No es desestimable, pero sí la película más floja de Sebastián Lelio.
32. Anna Castillo brilla en Girasoles silvestres en un personaje nada fácil. Jaime Rosales ofrece un retrato realista y angustiante de una madre soltera y sus complicadas relaciones con los hombres, pero cae en algún que otro tópico y emite un mensaje cuestionable. A destacar un hipnótico Oriol Pla y dos niños que no crecen.
31. Con Dos estaciones, Juan Pablo González deconstruye sutilmente la identidad de género en el cruel y solitario pero bello México rural. No es apta para impacientes, pero algunos planos son sobrecogedores. Soberbia Teresa Sánchez.
30. Carbide utiliza un conflicto entre vecinos croatas de metáfora de la triste historia de los Balcanes. El debut de Josip Zuvan es algo reiterante, pero razonablemente entretenido.
29. Cerdita tiene un guion inverosímil y dan ganas de matar a todos sus personajes. Pero Carlota Martínez Pereda maneja de maravilla los códigos del thriller y el terror, lanzando además un potente mensaje antibullying. El contrapunto cómico de Carmen Machi es impagable.
28. El infravalorado Christophe Honoré tiene en Winter Boy un proyecto curioso, encantador y muy personal en torno al duelo. Paul Kircher encarna al protagonista con honestidad, bien secundado por Vincent Lacoste y Juliette Binoche. Ojo al vibrante tratamiento musical.
27. David Cronenberg arriesga y por momentos hipnotiza con Crímenes del futuro, pero el resultado es bastante difuso y, al final, más simple de lo que debería. Sus ideas darían para una interesante miniserie.
26. La turbia Sparta retrata la pedofilia, que no necesariamente la pederastia, y lo hace con inteligencia y valentía. Bien por la obra, mal por Ulrich Seidl, que no informó en detalle a los padres de los menores implicados y ahora pone excusas. Perfecto Georg Friedrich.
25. El agua, primer largometraje de Elena López Riera, es mágico y sincero, aunque algunos momentos se antojan impostados. Luna Pamies, Bárbara Lennie y Nieve de Medina ponen rostro a un universo femenino y muy sensitivo.
24. Sublime es demasiado sencilla, pero muy bonita. Mariano Biasin firma una luminosa obra de autodescubrimiento y extrae bellas interpretaciones de los jovencísimos Martín Miller y Teo Inama Chiabrando. La música de Emilio Cervini pone la guinda al pastel.
23. El cine del surcoreano Hong Sang-soo siempre se antoja agradable y más complejo de lo que aparenta. Walk Up no es una excepción, pero se enreda un poco en su juego y, a pesar de la naturalidad del reparto, termina perdiendo interés.
22. En Peter von Kant, François Ozon aporta su personal estilo a Las amargas lágrimas de Petra von Kant, clásico de Rainer Werner Fassbinder. Irónica, elegante, ágil y muy gay.
21. Siete años después de debutar con A cambio de nada, Miguel Herrán ofrece un trabajo descomunal en Modelo 77, de Alberto Rodríguez, un thriller previsible pero muy entretenido. Debería ser un éxito, así como un recordatorio de otro cruel capítulo de nuestra historia.
20. Itchan and Satchan es un mediometraje muy acogedor y sin embargo inquietante. Estupendas Marina Yoshimi y Tomo Kasajima, y buen trabajo de Takayuki Fukata tras la cámara. Deja ganas de más.
19. Que As Bestas está muy bien realizada y sobre todo interpretada es innegable, pero su barbárico retrato de la Galicia rural es prejuicioso y peligroso, por mucha crítica del capitalismo que haya de por medio. En fin, Rodrigo Sorogoyen y su discurso. Al menos esta vez no hay machismo.
18. A Hundred Flowers, ópera prima del escritor y productor Genki Kawamura, se acerca al Alzheimer con sensibilidad, sin aspavientos. No es especialmente memorable, pero tiene detalles preciosos (ay, esos fuegos artificiales por la mitad…).
17. Una bonita mañana es agridulce pero encantadora. Mia Hansen-Løve tiene una sensibilidad ideal para los retratos románticos y familiares. Y qué gusto, ver a Léa Seydoux en un papel tan cálido.
16. Broker es cálida y honesta, al más puro estilo Koreeda Hirozaku, quizá demasiado conciliadora para el crudo tema que aborda. Esta vez el espacio no es el Japón natal del maestro, sino una Corea descarnada. Notable reparto encabezado por el Song Kang-ho de «Parásitos».
15. En Carbón, Carolina Markowicz ofrece un inesperadamente simpático retrato del Brasil rural con toques de thriller. Interesante.
14. Qué difícil es hacer una película de época diferente y cómo sale del paso La emperatriz rebelde. Los aspectos visuales son exquisitos, pero la clave reside en Vicky Krieps, la música de Camille y la reinterpretación moderna de Marie Kreutzer. El final es… inolvidable.
13. Aunque no sorprende, Argentina, 1985 es el drama judicial respetuoso y honesto que su importantísimo caso real pedía. Y tiene momentos sorprendentemente hilarantes. Un “no” rotundo al fascismo que la mayoría de los países aún tienen pendiente. Bravo por Santiago Mitre y el creíble reparto.
12. En Living, Kazuo Ishiguro y Oliver Hermanus revisan la clásica Vivir de Akira Kurosawa con respeto y suma sensibilidad. Bill Nighy en el mejor papel de su carrera y mucho aroma a cine clásico. Una joya.
11. Tori y Lokita suma los códigos del thriller al inconfundible estilo de los hermanos Dardenne. Realista y desoladora.
10. Fernando Franco siempre aborda realidades marginadas por el cine y la sociedad con valiente naturalidad. Tras La herida y Morir, llega la tragicómica La consagración de la primavera, con unos tiernos Valèria Sorolla, Telmo Irureta y Emma Suárez. Rompedora, aunque el desenlace es algo cruel.
09. Con A Short Story, el chino Bi Gan, artífice de la inmensa Largo viaje hacia la noche, propone un viaje onírico e hipnótico, un cuento de hadas.
08. Con Un año, una noche, Isaki Lacuesta aborda el incomparable trauma de un atentado terrorista con suma sensibilidad y elabora una dolorosa historia de amor. Nahuel Pérez Biscayart y Noémie Merlant conforman una pareja creíble y preciosa. Y el montaje es arrebatador.
07. La Montagne parece un drama realista en torno al alpinismo, pero Thomas Salvador se reserva un as en la manga que va mucho más allá del espectacular paisaje… Película sorprendente, sugerente e inolvidable.
06. La tradicional sorpresa española del Zinemaldia es Secaderos, sensible primer largo de ficción de Rocío Mesa. Realismo mágico y suma autenticidad para acercarse a la Vega de Granada a través de una familia realmente maravillosa. Ojalá no pase desapercibida.
05. La trama de Runner es muy sencilla, casi inexistente, pero no carece de profundidad. Y el trabajo visual y sonoro es brillante, inusual para tratarse de una ópera prima. Marian Mathias promete, y mucho.
04. Cristian Mungiu ofrece con R.M.N. una mordaz crítica a la xenofobia. Drama potente y pesimista, pero extrañamente acogedor.
03. Qué preciosa, poética y pacifista es A los libros y a las mujeres canto. Casi mágica. Ganas de más cine de María Elorza.
02. Si «Las niñas» era una ópera prima prodigiosa, La maternal confirma que Pilar Palomero es uno de los nombres más importantes del cine español contemporáneo. Bellísimo universo femenino, dura y sutil crítica al patriarcado e increíble Carla Quílez. Muy emocionante.
01. Laura Mora deslumbró con su ópera prima, Matar a Jesús, y ha confirmado con Los reyes del mundo que es una de las cineastas latinoamericanas más potentes del presente. Qué viaje tan vibrante y devastador, crítico retrato de una juventud, y un país, sin esperanza.