El 98% de los críticos y el 89% del público aplaude a Mad Max: furia en la carretera en Rotten Tomatoes |
Sabes que te encuentras ante una
obra maestra cuando te expones a un film aparentemente opuesto a tus ideales y no
puedes despegar la mirada de la pantalla. La postapocalíptica Mad Max: furia en la carretera, que incluye casi todo lo que un servidor
detesta en el séptimo arte (mucha acción y poca conversación, más armas que
personajes, interminables persecuciones y una estética insaciablemente violenta),
es un perfecto ejemplo de ello. Tras dos décadas en el tintero (el 11-S y la
posterior Guerra de Irak no parecían el mejor momento para producirla), la esperada cuarta entrega de la saga Mad Max vio finalmente la luz en el pasado Festival de Cannes, donde recibió las
críticas más entusiastas del prestigioso certamen.
Rosie Huntington-Whiteley, Abbey Lee, Zoë Kravitz, Riley Keough y Courtney Eaton son 'Las Esposas' |
Estrenada treinta años después de
la última entrega de una saga que,
hasta ahora, incluía Mad Max. Salvajes de autopista (1979),
Mad
Max 2. El guerrero de la carretera (1981) y Mad Max 3. Más allá de la cúpula
del trueno (1985) —las tres dirigidas por George Miller y
protagonizadas por Mel Gibson—, Mad Max:
furia en la carretera (2015) mantiene el tema clave de la supervivencia en
un mundo hostil pero cambia al ya sexagenario Gibson por el actor de moda del
momento: un tierno pero vigoroso Tom Hardy al que conocemos por aclamadas cintas recientes como Warrior (Gavin O'Connor, 2011), Locke (Steven Knight, 2013) o La entrega (Michaël R. Roskam, 2014). El
que no se ha apartado del proyecto es un George
Miller en plena forma a sus setenta primaveras. Y eso que Las
brujas de Eastwood (1987), El aceite
de la vida (1992), Babe, el cerdito
en la ciudad (1998, año en que Miller tuvo la idea de continuar la saga de Mad Max mientras paseaba por Los Ángeles)
y Happy Feet (2006, Óscar regalado a
mejor película de animación), aunque notables y dotadas del buen rimo que lo caracteriza, daban a entender que su hipnótica agresividad se había
perdido para siempre.
La imagen de Theron recuerda a la protagonista de La pasión de Juana de Arco (Carl Theodor Dreyer, 1928) |
La experiencia de
Miller tras la cámara es clave de la maestría de esta película, mas la principal culpable de su éxito generalizado no es otra que Charlize Theron, quien ya demostró hace años con su oscarizado
papel en Monster (Patty Jenkins,
2003) que no es su belleza, sino su carisma, lo que la llevó al estrellato.
Su icónica Furiosa —sobre la que el director quería lanzar un anime previo
al film que nunca vio la luz— y el resto de féminas de la obra —compasivas princesas e intrépidas amazonas— propinan un certero puñetazo
en el estómago a un machismo tristemente adherido al concepto de taquillazo. Valientes
y altruistas, ellas ofrecen al régimen dictatorial establecido una alternativa
basada en la vida —la Madre (Tierra)—, debiendo recurrir, eso sí, a la propia
violencia para alcanzarla. De esta forma, lo
que podría ser una película más repleta de hombres valerosos y mujeres bellas
que proteger se torna en un audaz canto feminista que no ha sentado demasiado bien en
determinadas esferas.
A nivel visual, Mad Max juega con el contraste de fríos azules y agresivos rojos, símbolo de confrontación |
A la altura del reparto (que
también incluye a los jóvenes Nicholas
Hoult y Riley Keough) está un
excelente equipo técnico encabezado por el director de fotografía John Seale (Óscar por El paciente inglés, de Anthony Minghella,
1996), la montadora Margaret Sixel (colaboradora
de Miller en Babe, el cerdito en la
ciudad y Happy Feet), el
diseñador de producción Colin Gibson
(Babe, el cerdito valiente, escrita
por Miller pero dirigida por Chris Noonan, 1995) y la diseñadora de vestuario Jenny Beavan (Óscar por Una habitación con vistas, de James
Ivory, 1985, y nominada en otras ocho ocasiones). Excelentemente coordinados
por Miller, los cuatro confeccionan una evocadora atmósfera futurista que sume al espectador en un sueño turbadoramente atrayente desde el primer fotograma. Aún más importante es la labor del director de la
unidad de acción y coordinador de especialistas Guy Norris, quien da un paso de gigante tras su trabajo en Australia (Baz Luhrmann, 2008) y
demuestra que su puesto no acreditado como director de la segunda unidad en la
trilogía de El Señor de los Anillos
(Peter Jackson, 2001-2003) dejó una profunda huella en él.
A diferencia del desafortunado trailer, este cartel revela la grandeza del film |
La cuarta entrega de la saga Mad Max —secuela o reboot, según se mire— lleva la acción a niveles sin
precedentes gracias a la infatigable
originalidad de una puesta en escena que nunca deja de sorprendernos. Además, la cinta expande la
profundidad psicológica de la trilogía original al explorar la venganza, la
solidaridad, la redención y la búsqueda del propio hogar con un inusual
carácter poético que resulta particularmente conmovedor por surgir de tal
salvajismo. A este respecto, la clásica Bonnie & Clyde (Arthur Penn, 1967), paradigma del tratamiento
de la violencia por el séptimo arte, resulta un claro precedente. Ambas obras
comparten, incluso, un breve paréntesis en el que el ardor da paso a la introspección,
recordándonos que no es la ferocidad, sino el amor por la vida, lo que da
cuerda incluso a los relojes más incivilizados.
© El copyright del texto pertenece exclusivamente a Juan Roures
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Lo mismo me ocurrió a mí: al comenzar la película lo único que pasaba por mi cabeza era un "WTF" tras otro, pero al mismo tiempo me sentía hipnotizado.
ResponderEliminarA partir de ahora espero que cada persecución tenga su propio cantante de heavy metal!
Juan Roures,
ResponderEliminarno la he visto y de entrada,no es mi género predilecto(acción,violencia) ,sin embargo,precisamente por las críticas no cinematográficas despertadas en colectivos machistas y reaccionarios,me han entrado ganas de verla.
La han tildado de comunista y feminista....qué rápidos son algunos con las etiquetas,tras siglos de machismo solapado en tantas y tantas producciones y su cómplice beneplácito.En fin,que la veré,que Charlize Theron es una actriz solvente y polifacética y como tu bien dices,ya lo demostró con MOnster,así que otro motivo más para darle una oportunidad.
Saludos