24 octubre 2013

Baz Luhrmann y sus romances épicos de estética extravagante

Sólo Baz Luhrmann podría coger la novela clave de la decadencia del “sueño americano” y convertirla en un espectacular romance en 3D. Por supuesto, hablo de El Gran Gatsby (2013), una de las películas más sonadas del año, la cual no ha dejado a nadie indiferente. Y es que el director de éxitos como El amor está en el aire (1992) y Moulin Rouge (2001) se ha forjado un estilo cinematográfico tan único que es difícil de ignorar. Con sólo cinco títulos, Luhrmann se ha convertido en uno de los directores más inconfundibles del panorama cinematográfico actual. Aprovechando que nos encontramos en uno de los raros años en que estrena obra, hoy he decidido sumergirme en la trayectoria de este extravagante director.

Luhrmann dirige a Leonardo DiCaprio y Carey Mulligan en su peculiar versión de El Gran Gatsby
Luhrmann dirige a Leonardo DiCaprio y Carey Mulligan
en su peculiar versión de El Gran Gatsby
Luhrmann nació en el estado de Nueva Gales del Sur (Australia) el 17 de septiembre de 1962 y asistió al St. Joseph´s Hasting Regional School, al Port Macquarie y al Sydney Grammar School. Aunque su nombre de nacimiento es Mark Anthony, pronto adoptó el apodo de “Baz” a raíz de su parecido con Basil Brush, un zorrillo alocado protagonista de “El show de Basil Brush”. Los empleos de sus progenitores fueron clave en su vocación, ya que su madre era maestra de baile y su padre un granjero que, además de trabajar en una gasolinera, poseía un cine.

El futuro cineasta empezó probando suerte en el campo de la interpretación y entró en el National Institute of Dramatic Art (NIDA) de Sídney en 1983, tras haber sido rechazado tres años antes. Se graduó en 1985 junto a Sonia Todd, Justin Monjo y Catherine McClements, futuros actores de reparto de la cinematografía australiana.

Obra teatral Strictly Ballroom, de Baz Luhrmann
Luhrmann rodeado de los bailarines de la versión
teatral de Strictly Ballroom, éxito australiano
Trabajó entonces Luhrmann en el teatro, en la obra musical Strictly Ballroom que él y sus compañeros del NIDA habían desarrollado durante sus estudios a partir de sus propias vivencias. La trama de la misma se centraba en una pareja de bailarines, profesional él y primeriza ella, pero ambos muy talentosos. El éxito fue tal, que Luhrmann fue contratado para dirigir una producción expandida de la misma para el Czechoslovakian Youth Drama Festival en 1986. Para ello, él extendió el guión junto a su amigo Craig Pearce, quien ha co-escrito junto a él cuatro de sus cinco películas (la excepción es Australia, 2008). Tras triunfar en el festival, donde la obra obtuvo los premios a mejor dirección y mejor producción, Luhrmann siguió trabajando en el teatro.

En 1988, como parte de las celebraciones del bicentenario australiano, la Sydney Theatre Company le instó a crear el teatro experimental Six Years Old en el Teatro Wharf. La nueva compañía incluyó, además de a Luhrmann y su amigo Pearce, a la actriz Catherine McClements, la diseñadora de producción Catherine Martin y el diseñador de vestuario Angus Strathie. Todos ellos trabajaron en varias reposiciones de Strictly Ballroom y una de éstas llamó la atención del influyente productor musical Ted Albert, quien quedó apasionado por la energía, el color y la musicalidad de la obra. Decidió entonces Albert fundar la productora cinematográfica M&A Productions e instar a Luhrmann a trasladar su obra al cine. La participación del guionista Andre Bovell (escritor de Lantana, de Ray Lawrence, 2001) llevó la historia a un terreno más serio, pero Luhrmann se resistió a tal naturalismo y, junto a su amigo Criag Pearce, elaboró un guión fiel al original.

Poster original de Strictly Ballroom (El amor está en el aire)
El amor está en el aire
lanzó a Luhrmann a la fama
El presupuesto original de 5 millones de dólares hubo de ser reducido a 3,3 millones por carecerse de rostros conocidos entre el reparto (los protagonistas eran los bailarines Paul Mercurio y Tara Morice), ya que la exigencia de cambiar a Luhrmann por un director más experimentado no fue bien recibida. Un ataque al corazón puso fin a la vida de Ted Albert (a quien sería dedicado el film), pero la viuda de éste se hizo cargo de la producción. No obstante, la tragedia no abandonó a la película y la actriz Pat Thompson (madre del protagonista) murió de cáncer dos meses después de que ésta fuera estrenada en Cannes en la sección “Un Certain Regard”, donde fue premiada con el Premio de la Juventud después de que el equipo recibiera una ovación de quince minutos. Sólo así surgieron los distribuidores, ya que hasta entonces nadie había apostado por el film (Luhrmann incluso recuerda a un exhibidor que abandonó la película a la mitad afirmando que el director novel no volvería a trabajar).

Strictly Ballroom, traducida como El amor está en el aire (1992), se convirtió en uno de los mayores éxitos de la historia de Australia, donde fue premiada con ocho premios del Australian Film Institute, incluidos los de mejor película, dirección, guión (Luhrmann y Pearce) y diseño de producción para la futura esposa del cineasta Catherine Martin. Ésta última también obtendría uno de los tres premios BAFTA del film (los otros dos fueron en las categorías de banda sonora y vestuario) y, aunque los Oscars ignoraron la producción, los Globos de Oro la nominaron en la categoría de mejor comedia/musical del año.

Baz Luhrmann dirigiendo una de sus películas
Baz Luhrmann es un auténtico
auteur de éxitos de taquilla
La entretenida película es una perfecta ópera prima y su ritmo trepidante, sus colores extravagantes, su inclusión de temas pop conocidos y la pasión de sus interpretaciones establecieron las bases del estilo de Luhrmann. Su canción final, “Love is in the air”, remake del hit de John Paul Young, alcanzó un gran éxito y sentó la tradición de añadir canciones a todos los films de Luhrmann. El recuerdo de la obra perdura, ya que en mayo de 2011 se anunció una nueva adaptación musical de la misma prevista para principios de 2014.

A continuación, Luhrmann se tomó un tiempo para pensar en su segunda obra. Fue la duda de cómo sería una película creada por William Shakespeare lo que lo llevó a embarcarse en la creación de una Romeo y Julieta moderna. El cineasta consiguió que la 20th Century Fox financiara algunas tomas y el propio Leonardo DiCaprio pagó de su bolsillo su billete de avión a Sídney para participar en ellas. Tras ver las escenas filmadas, la Fox aceptó producir el proyecto, que sería pre-producido entre Canadá y Australia y rodado entre Miami, Ciudad de México y Veracruz.

Leonardo DiCaprio y Claire Danes son Romeo y Julieta en la versión de Baz Lurhmann
El agua juega un importante papel en muchos de los
planos del Romeo y Julieta de Luhrmann
Romeo + Julieta de William Shakespeare fue estrenada en 1996 y la química entre sus jóvenes protagonistas –DiCaprio fue acompañado de Claire Danes, ahora famosa por protagonizar la excelente serie Homeland (2011)– le dio un gran éxito entre el público joven. Aunque no todos los críticos apreciaron la combinación del lenguaje de Shakespeare (que apenas fue modificado) con los colores extravagantes y el ritmo vibrante de Luhrmann, que resultaba algo mareante, nadie pudo negar la innovación de la obra. El Festival de Berlín fue el más entusiasta al respecto, al premiar a la cinta con el Premio Alfred Bauer y a DiCaprio con el Oso de Plata a mejor actor. Aunque los Oscars tan sólo la nominaron en la categoría de dirección artística (de nuevo para Catherine Martin, con quien Luhrmann se casaría al año siguiente), los BAFTA volvieron a volcarse con Luhrmann y, pese a la extraña omisión en la categoría de mejor película, granjearon a ésta con siete nominaciones y cuatro premios: guión adaptado (Luhrmann y Pearce), banda sonora, diseño de producción y dirección (estos tres últimos por encima de James Cameron y su Titanic).

La joya de Kidman en Moulin Rouge está valorada en 1 millón de dólares
Valorado en 1 millón de dólares, el
collar  de diamantes que Kidman luce
en Moulin Rouge es la joya más
cara confeccionada para un film
Tras completar su segundo film con éxito, Luhrmann empezó a trabajar en una idea que rondaba su cabeza desde su viaje a la India, donde disfrutar de una producción musical de Bollywood le llevó a considerar la idea de reinsertar el género musical en occidente. Con un presupuesto de 52,5 millones de dólares y el protagonismo de Ewan McGregor (en lugar de opciones como Heath Ledger y Hugh Jackman) y Nicole Kidman (elegida por encima de Catherine Zeta-Jones y Renée Zellweger, quienes protagonizarían Chicago, de Rob Marshall, al año siguiente), dio comienzo el rodaje de Moulin Rouge (2001) que transcurrió sin problemas con la excepción de la fractura de costillas sufrida por Kidman durante una de las escenas de baile y el hecho de que debían trabajar contra-reloj para dejar libre el estudio de la Fox en Sidney para El ataque de los clones (George Lucas, 2002), lo que llevó a Luhrmann a rodar algunas escenas en Madrid.

La idea de Luhrmann era captar la emoción que la audiencia del famoso cabaret francés “Moulin Rouge” experimentó en 1899 y encontrar un modo de transmitírsela al público actual. De nuevo, la estrategia de Luhrmann consistía en transmitir emociones muy reales huyendo del realismo. Un maravilloso trabajo de diseño de producción y fotografía dio lugar a una moderna estética de contraposición entre el frío azul (apacible McGregor) y el pasional rojo (salvaje Kidman) sólo superada en grandiosidad por la banda sonora, que combinaba pop-rock moderno con música cabaretera clásica. Con la excepción del tema “Come what may” (que se quedó sin Oscar por haber sido originariamente compuesto para Romeo+Julieta), todas las canciones eran conocidas, aunque grandes muestras de creatividad fueron mostradas en el “Elephant Love Medley”, una magnífica mezcla de algunos de los temas más míticos de la historia. Los propios Kidman y McGregor mostraron grandes dotes interpretativas al cantar todas las canciones, a destacar el “Diamonds are a girl´s best friend” de ella y el “Your song” de él. El film fue dedicado al padre de Luhrmann, quien falleció el primer día de rodaje, y cerró la denominada “Trilogía de la Cortina Roja” (denominada así por el propio Luhrmann por tratarse de tres tragicomedias de estilo similar en las que el espectador es activo y siempre consciente de encontrarse ante una obra audiovisual).

Jim Broadbent, Nicole Kidman y Ewan McGregor en Moulin Rouge (2001)
Moulin Rouge marcó el renacer del género musical
La película constituyó uno de los romances más bellos de la historia del cine y marcó el comienzo de una nueva era del musical, marcada por el ritmo vibrante y la estética extravagante de este film pionero. Aunque fueron (y siguen siendo) muchos los que critican la estética de videoclip del film derivada del ágil montaje, lo cierto es que Luhrmann dio en el clavo a la hora de renovar el género (algo afirmado por el propio Robert Wise, director de West Side Story, 1961, y Sonrisas y lágrimas, 1965) y nos regaló una obra que aún no ha sido superada (ni siquiera por Chicago, que al año siguiente se llevó todos los Oscars que Moulin Rouge habría merecido). Así, la película obtuvo 8 nominaciones de la Academia, pero Luhrmann, máximo artífice de la misma, fue olvidado en una de las injusticias más grandes de la historia de estos premios. En compensación, su mujer fue doblemente premiada al participar, tanto en la dirección artística, como en el vestuario (curiosamente, los mismos premios que recibió el Moulin Rouge de John Huston en 1952), obteniendo los dos únicos Oscars de la cinta por encima de El Señor de los Anillos. La comunidad del anillo, de Peter Jackson (algo que, por cierto, tampoco es justo… ¡Qué poco acertada estuvo la Academia aquel año!).

Nicole Kidman en el spot publicitario para Chanel Nº5 de Baz Luhrmann
El spot publicitario que Luhrmann creó para el perfume
 Chanel Nº5 posee el estilo y la magia de Moulin Rouge
El visionario Luhrmann tan sólo fue premiado como mejor director por los Critic´s Choice Awards, pero fue nominado por los BAFTA (que premiaron al film en las categorías de música, sonido y actor secundario para Jim Broadbent, quien bordó al estridente dirigente del cabaret) y los Globos de Oro (donde la película se alzó con los premios a mejor música y mejor película y actriz en la categoría de comedia/musical). Además, la película fue declarada como la mejor del año por la Producer´s Guild of America y la National Board of Review. Donde algunos vieron un auténtico mareo, otros hallaron una absoluta obra maestra; personalmente, considero Moulin Rouge como un título clave del cine contemporáneo, así como la obra cumbre de este fascinante cineasta.

Luhrmann y Kidman, grandes amigos, unieron fuerzas de nuevo para el mítico anuncio publicitario de Chanel Nº5, el más caro de la historia, que protagonizó las Navidades del 2004. Mientras tanto, se embarcaron en otra superproducción cinematográfica: Australia (2008). En realidad Luhrmann había estado un tiempo preparando una película sobre Alejandro Magno que sería escrita por David Hare (guionista de Las horas, de Stephen Daldry, 2002) y protagonizada por Kidman y DiCaprio, pero el estreno de Alejandro Magno (Oliver Stone, 2004) le llevó a abandonar el proyecto. Una pena que un film tan mediocre sea el motivo de que Luhrmann estuviera siete años sin estrenar película.

Hugh Jackman y Nicole Kidman se besan en Australia, de Luhrmann
Hugh Jackman y Nicole Kidman protagonizan un
emocionante romance en Australia
Tras un extenso proceso de documentación sobre la historia de su país, Luhrmann decidió ambientar Australia en 1939 para explorar las relaciones entre Australia, Inglaterra y la población indígena. En aquellos años tuvo lugar la Generación Robada: cientos de niños aborígenes fueron extraídos de sus familias y reinsertados en la sociedad blanca. Sumado esto a la emocionante historia de amor entre una aristócrata frívola (Kidman en los inicios de su “etapa bótox”) y un ganadero tosco (un varonil  Hugh Jackman que sustituyó a Russell Crowe por los conflictos de disponibilidad de éste) que deben poner fin a sus diferencias para cuidar de un huérfano mestizo (Brandon Walters, seleccionado entre decenas de niños).

El rodaje estuvo marcado por las altas temperaturas –que incluso llevaron a una embarazada Kidman a desmayarse–, una terrible fiebre equina que afectó a los 1500 caballos que participaron en el proyecto y una sorprendente tormenta torrencial que destruyó varios decorados, pero Luhrmann consiguió terminar a tiempo. La vida del propio Jackman corrió peligro a causa de un escorpión venenoso, pero Kidman salvo al actor… y al arácnido, ya que se negó a matarlo. También el estreno estuvo marcado por el desastre, ya que un falso artículo del Daily Telegraph informó de que Luhrmann había cedido ante las presiones de los productores y cambiado el final de la obra ante su “desastroso recibimiento”.

Paisajes australianos en el cuarto film de Baz Luhrmann
Australia hace honor a su nombre con hermosos
planos de los parajes naturales australianos
Pese a la atractiva campaña publicitaria, Australia no obtuvo los ingresos esperados en EE.UU., pero la taquilla internacional le permitió recuperar su presupuesto de 130 millones de dólares e incluso obtener beneficios. Aunque la película resultaba entretenida y contaba con imágenes impresionantes de los parajes australianos, su interminable duración (cuando parece que la historia ha llegado a su fin, empieza otra nueva) y su aparatoso sentimentalismo granjearon a Luhrmann las peores críticas de su carrera. Sólo se salvó el vestuario, por el que Catherine Martin obtuvo la única nominación a los Oscars de la cinta como reconocimiento a su exhaustivo trabajo de investigación y confección, así como la emotiva canción final, “By the Boab Tree”, nominada al Satellite Award.

Y así es como llegamos a El gran Gatsby (2013), la última película de Luhrmann hasta la fecha y una de las más sonadas del año. Se trata de una nueva adaptación de la brillante novela de F. Scott Fitzgerald, la cual tan sólo ha dado lugar a obras audiovisuales mediocres (incluida la protagonizada por Robert Redford y dirigida por Jack Clayton en 1974). Una vez más, Luhrmann ha hecho honor a sus excesos, comenzando por la idea de rodar el film en 3D, pero esta vez gran parte de la crítica ha reaccionado con rechazo. Y es que los clásicos literarios deben tratarse con cuidado.

Póster original de El Gran Gatsby, de Baz Luhrmann
El bello póster de El gran Gatsby
transmite la lejana cercanía
entre sus protagonistas
Así, Luhrmann se ha centrado en el romance trágico entre Gatsby (un experimentado Leonardo DiCaprio, quince años después de Romeo+Julieta) y Daisy (maravillosa Carey Mulligan en un papel por el que hicieron audiciones Keira Knightley, Amanda Seyfried, Michelle Williams y Scarlett Johansson) y ha dejado de lado otros asuntos más sutiles de la trama. Si bien la profundidad de la novela original se pierde, la belleza con que Luhrmann y sus intérpretes han creado esta historia de amor convierte a ésta en la mejor adaptación del clásico de Fitzgerald hasta el momento. Además, el director australiano tiene excusa para su alarde de espectacularidad: “La novela no estaba ambientada en un periodo llamado `los mínimos años 20´, sino en los `rugientes años 20´. Por tanto, tenía que rugir”, afirma Luhrmann citando la descripción del libro.

Lo cierto es que gracias a un inmejorable uso del croma, el film es impresionante a nivel visual. La fotografía, la dirección artística y el vestuario recuerdan a Anna Karenina (Joe Wright, 2012) por el maravillosos modo en que se combinan para contar la historia y sin duda recibirán reconocimiento en la próxima temporada de premios pese a que los historiadores han afirmado que la verosimilitud histórica es escasa. Por lo demás, pese a tratarse del mayor éxito comercial de la carrera de Luhrmann, se esperan pocos Oscars, al margen del casi asegurado galardón a mejor canción original para la maravillosa “Young and beautiful” de Lana del Rey, que capta el espíritu de la novela mejor que el propio film: la hipocresía de la sociedad burguesa, la fugacidad de la vida y la importancia de disfrutar de la juventud.

Baz Luhrmann dirige a Carey Mulligan en El gran Gatsby
Luhrmann cuida hasta el mínimo detalle de cada uno de
sus films y pone su inconfundible sello en todos ellos
De todos modos, en defensa del film y del resto de adaptaciones de esta novela, hay que mencionar la dificultad de adaptarla al estar narrada por un personaje que, si bien es testigo de la acción, no es partícipe de ella. No obstante, la elección de Tobey Maguire para este importante papel fue sin duda desafortunada. Quizá su interpretación forme parte del 40% restante cuando Luhrmann afirma: “Cada uno de mis films es un 60% de lo que imaginaba que sería”.

Pese a que algunos críticos han caracterizado el cine de Luhrmann como “demasiado gay”, él ha roto con los tópicos al ser un hombre heterosexual felizmente casado y con dos hijos. Los films de Luhrmann levantan odios y pasiones a partes iguales, pero no suelen dejar indiferente a nadie. Un ritmo vibrante, colores chillones, montaje acelerado, interpretaciones llenas de pasión y espléndidos decorados han convertido cada una de sus cinco cuidadas obras en piezas únicas de la cinematografía moderna. Pero, más allá del estilo extravagante, hay un tema común al cine de Luhrmann: la interminable batalla entre los mandamientos de la mente y los impulsos del corazón. El amor no siempre triunfa, pero eso es lo que lo vuelve tan hermoso. 


© El copyright del texto pertenece exclusivamente a Juan Roures
© El copyright de las imágenes pertenece a sus respectivos autores y/o productoras/distribuidoras

10 comentarios:

  1. Me encantan Romeo y Julieta y Moulin Rouge por su estética, su ritmo y su música. El color y el montaje tan característico hacen que sean obras únicas.

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    1. Sin duda. Está claro que no son películas para cualquiera, pero su originalidad es innegable. Pocos directores tienen un sello tan marcado como Luhrmann.

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  2. Lo que una aprende leyendo este blog... quiero ver El gran Gatsby!

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    1. Me alegro! :) A ver qué te parece "El gran Gatsby", porque está siendo amada y odiada a partes iguales (como todos los films de Luhrmann, en realidad)

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  3. No es que me disguste el cine de Luhrman pero no creo que le acabe de pillar el punto, a excepción de Moulin Rouge, en el que creo que todos esos alardes desmesurados, camaras locas, colores llamativos y canciones que no pegan con la acción estarían más "justificados" que en el resto de sus films, y que carajo, no me gusta el musical y me parece un gran film y siempre lo he defendido. En cuanto al resto de sus films, puedo aprobarlos (hace poco hice la critica de romeo y de gatsby), puede que me gusten más o menos, pero no me acaba de cuajar, es un tipo excesivamente arriesgado, lo cual para mi le da mucho merito como cineasta, sobre todo cuando es un director que juega en primera división. En cuanto a lo de que se le tache de que haga un cine gay, pues la verdad es que la verdad por lo menos bajo mi punto de vista tiene algo de cierto, aunque esa no sea su intención en absoluto y aunque se entré en cierto tipo de tópicos homosexuales, pero la verdad es tan kitsch como lo pudiera ser una mezcla entre lo extravagante de John Waters y lo épico de Cecil B.Demille

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    1. Gracias por el comentario. Yo aprecio el estilo de Luhrmann, pero creo que "Moulin Rouge" es su única obra redonda y donde sus extravagancias kitch quedan mejor.

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  4. Aún no he visto "El Gran Gatsby", pero siento curiosidad por ver la interpretación de Carey Mulligan, ¡se impuso ante rivales de gran talento!
    Por lo demás, he de confesar que me gustan las películas de Luhrmann, ¿alguna idea cuales pueden ser sus próximos proyectos?

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    1. Desde luego Carey Mulligan despuntó al imponerse a actrices de mayor renombre y fama, pero debo admitir que la dirección de casting, si bien cometió un gran error con Tobey Maguire, acertó de pleno con Mulligan, quien está radiante (como siempre, en realidad... ¡esta actriz pide el Oscar!).
      Considerando el tiempo que suele transcurrir entre las obras de Luhrmann, me temo que tendremos que esperar para saber cuál será su próximo proyecto... Por ahora, él ha comentado que quizá ambiente su próximo film entre EE.UU. y China, lo que parece perfecto para una nueva obra de despampanantes decorados y vestuario, ¡pero no hay nada seguro!

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  5. Para mí, 'Romeo y Julieta' sigue siendo su mejor película. Las que vinieron después son técnicamente superiores, pero en ninguna se ha vuelto a repetir esa gran química entre la pareja protagonista.

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    1. ¡Gracias por el comentario! Sin duda DiCaprio y Danes forman una pareja maravillosa, aunque los mejores Romeo y Julieta serán siempre (en mi opinión) los de la versión de Franco Zeffirelli de 1968. De todos modos, creo que el romántico de Luhrmann siempre consigue gran química en sus parejas (Mercurio y Morice; Kidman y McGregor...).

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