Tras sorprender a todo el país con el díptico
conformado por la interesante Carmina o revienta. (2012) —que
granjeó candidaturas al Goya a la familia León al completo: mejor actriz
revelación para Carmina Barrios, mejor actriz secundaria para María León y
mejor dirección novel para él mismo— y
la absolutamente maravillosa Carmina y amén. (2014) [más al respecto en: 'Carmina o revienta y amén. El triunfo de la familia León'], Paco León ha confirmado sus dotes de
director con su tercer largometraje, la alocada comedia sexual KIKI,
el amor se hace (2016), cuyo visionado escandalizará a más de uno. Y es
que su temática no es otra que la dacrifilia, la somnofilia, la elifilia,
la harpaxofilia y otras curiosas filias sexuales difíciles de integrar en la
vida que la sociedad actual ha establecido como normal. Y es que, si la
sexualidad es de por sí un tema tabú, ¿qué decir del deseo provocado por contemplar a
alguien llorar, dormir, llevar determinado tipo de tela… o incluso asaltarnos
violentamente?
Paco León en el rodaje de Kiki, el amor se hace (en el fondo: Álex García y Natalia de Molina) |
Natalia de Molina —ganadora de sendos premios Goya por Vivir es fácil con los ojos cerrados (David Trueba, 2011) y Techo y comida (Juan Miguel del Castillo, 2015)—, Álex
García (candidato al Goya revelación por La novia, Paula Ortiz, 2015), Alexandra
Jiménez (genial protagonista de Embarazados, de Juana Macías, este año junto al propio Paco León), Candela Peña —flamante ganadora de tres premios Goya por grandes trabajos en Te doy mis ojos (Icíar Bollaín, 2003), Princesas (Fernando León de
Aranoa, 2006) y Una pistola en cada mano (Cesc Gay, 2011)—, Luis Callejo (Mi gran noche, de Álex de la Iglesia,
2015), Luis Bermejo —candidato al
Goya por Una palabra tuya (Ángeles
González-Sinde, 2008) y Magical Girl (Carlos Vermut, 2014), Belén Cuesta (una de las pocas novedades de Ocho apellidos catalanes, de Emilio
Martínez-Lázaro, 2015), Ana Katz (protagonista
y directora de Mi amiga del parque,
2015), el adorable descubrimiento David Mora (Los amigos raros, de Roberto Pérez
Toledo, 2014) y el propio Paco León son los valientes integrantes de un genial
reparto coral cuyo talento cómico resulta imprescindible precisamente para
tomarse el film en serio.