Cuando todo puede suceder en los Oscars, suele suceder lo peor. Así, el cineasta más pretencioso del momento, Alejandro González Iñárritu, ha hecho historia al recoger dos estatuillas consecutivas por su impresionante —más por las dificultades enfrentadas que por el resultado en sí— labor el año pasado en Birdman y este en El renacido. La primera se la arrebató a Richard Linklater por Boyhood; la segunda, a George Miller por Mad Max: Furia en la carretera. Es el primer cineasta no estadounidense que lo logra, pues sólo John Ford —Las uvas de la ira (1940), Qué verde era mi valle (1941)— y Joseph L. Mankievicz —Carta a tres esposas (1949), Eva al desnudo (1950)— lo consiguieron con anterioridad. ¿Está Iñárritu a la altura de dichos maestros?
Rylance, Larson, DiCaprio y Vikander conforman un genial cuarteto de intérpretes debutantes en los Oscars |
Más absurdo si cabe resulta el premio concerniente a mejor película, recibido por Spotlight pese a contar sólo con un entorchado más —algo que no sucedía desde el inesperado triunfo de El mayor espectáculo del mundo (Cecil B. DeMille, 1952), considerada como la peor ganadora de la historia—, el relativo a mejor guion original para Josh Singer y el director Tom McCarthy, principales artífices de un drama periodístico contra la pederastia eclesial que, quizá, llega algo tarde. Michael Sugar, Steve Golin, Nicole Rocklin y Blye Pagon Faust aprovecharon el galardón para la necesaria reivindicación: “esta película da voz a los supervivientes, y este Óscar amplifica esta voz que esperamos ver convertida en un coro que resuene hasta el Vaticano; Papa Francisco, es hora de proteger a los niños y restaurar la fe”. Sólo por el discurso, vale la pena el premio, pero, si la Academia no pensaba encumbrar a El renacido, ¿para qué diablos laurearon de nuevo a Iñárritu? En cualquier caso, como ya es tradición, una película tan notable como olvidable —e inferior a clásicos periodísticos como Todos los hombres del presidente (Alan J. Pakula, 1976)— se ha llevado el gato al agua. Y es que… ¿cuántas obras maestras han ganado el Óscar a mejor película últimamente…?
Cate Blanchett, premiada por el gremio de diseñadores por su elegante porte, entregó el Óscar correspondiente |
De atreverse a premiar el riesgo y la innovación más allá de los prejuicios del género, Mad Max: furia en la carretera habría vencido en las dos categorías principales. Pero esta obra maestra habrá de conformarse con seis merecidísimos premios técnicos que reconocen la evocadora atmósfera del film: montaje (para la trepidante labor de Margaret Sixel, esposa de Miller), diseño de producción (para las decenas de impresionantes vehículos diseñados por Colin Gibson y Lisa Thompson), vestuario (para las originales costuras de Jenny Beaven, quien afirmó que la película podría ser profética si dejamos de ser amables los unos con los otros y seguimos contaminando el planeta), maquillaje & peluquería (para Lesley Vanderwalt, Elka Wardega y Damian Martin, imprescindibles para dar vida a los personajes), mezcla de sonido (para Chris Jenkins, Gregg Rudloff y Ben Osmo) y montaje de sonido (para Mark Mangini y David White, quienes afirmaron que los artistas de sonido son contadores de historias, siendo ciertamente el plano sonoro fundamental para esta película).
Spotlight ha vivido una carrera peculiar: empezó como "dark horse", pasó a "frontrunner" y terminó ganando por los pelos justo cuando pocos daban un duro por ella |
La cuarta entrega de la saga Mad Max se convierte así en la segunda cinta más laureada que no recibe ningún premio de los considerados principales tras La guerra de las galaxias (George Lucas, 1977), otro clásico de la ciencia-ficción (sí, ese género que nunca es lo suficientemente bueno para la Academia). Y, hablando de esa galaxia muy, muy lejana, Star Wars. El despertar de la Fuerza, de J. J. Abrams, pese a contar con sus simpáticos droides en el escenario, terminó yéndose de vacío al perder los mejores efectos visuales nada más y nada menos que frente a Ex Machina, la última alternativa de todas las apuestas. El equipo ganador (Andrew Whitehurst, Paul Norris, Mark Ardingon y Sara Bennett) fue el principal sorprendido. De presupuesto muy inferior al resto de nominadas, la maravillosa ópera prima del británico Alex Garland ha protagonizado así la gran sorpresa de la noche, demostrando que la Academia no es inmune a la sutileza después de todo.
El productor Quincy Jones y el cantante Pharrell Williams entregaron el Óscar a Morricone |
Sin embargo, la película más sutil y elegante de la noche, la deliciosa Carol de Todd Haynes (que ya salió mal parada de las nominaciones), no rascó premio alguno, al ir el guion adaptado a manos de Charles Randolph y Adam McKay por la compleja —y prácticamente imposible de seguir— comedia económica La gran apuesta (“Si no queréis que el dinero controle vuestro gobierno, no votéis a candidatos que toman dinero de bancos, petróleo y billonarios raritos”, expresó McKay, también realizador del film) y la mejor música original para Ennio Morricone por Los odiosos ocho, la peor creación hasta la fecha de Quentin Tarantino. A sus 87 primaveras, el extraordinario compositor italiano ha obtenido por fin el galardón que se le escapó por Días del cielo (Terrence Malick, 1978), La misión (Roland Joffé, 1986), Los intocables de Elliot Ness (Brian De Palma, 1987), Bugsy (Barry Levinson, 1991) y Malèna (Giuseppe Tornatore, 2000), sumándolo, eso sí, al Óscar honorífico recibido en el año 2006. “No hay una gran banda sonora sin una gran película que la inspire”, expresó el agradecido maestro.
Leonardo DiCaprio y Kate Winslet, ambos nominados, posaron juntos en la Alfombra Roja para deleite de los fans de Titanic (1997) y Revolutionary Road (2008) |
Y, hablando de viejas glorias, Sylvester Stallone no repitió el triunfo de los Globos de Oro por su Rocky maduro de Creed (Ryan Coogler, 2015), aunque en su caso el Razzie redentor debería ser más que suficiente. Y es que Mark Ruffalo, Christian Bale, Tom Hardy y el final ganador Mark Rylance eran una dura competencia, superiores en muchos casos de no apelar a la nostalgia. Tal y como hizo en los BAFTA, este último venció limpiamente por El puente de los espías, convencional drama de Steven Spielberg del que era la principal baza. “Es un momento maravilloso para ser actor y me siento orgulloso de formar parte de él”, afirmó humildemente un sorprendente intérprete al que lloverán los papeles interesantes a partir de ahora. La cinta evitó así el triste destino de la intrépida Marte, de Ridley Scott —sí, la mejor comedia/musical de los Globos de Oro—, y la deliciosa Brooklyn, de John Crowley, las dos candidatas al Óscar principal que se marcharon de la ceremonia tal y como llegaron.
Charlize Theron (Mad Max) y Emily Blunt (Sicario) son las necesarias heroínas de acción del año |
Reñida estaba también la categoría femenina, sobre todo porque dos de las contrincantes —Rooney Mara y Alicia Vikander— no eran en absoluto secundarias. Finalmente, la segunda repitió la siempre significativa victoria en el Sindicato de Actores gracias a su bello trabajo en La chica danesa, de Tom Hooper (película que contaba con la única nominación española: el mimado vestuario de Paco Delgado), confirmándose así que postular a intérpretes protagonistas poco conocidos para la categoría secundaria es una gran estrategia. Como suele suceder con los debutantes, su principal dedicatoria fue para sus padres: “gracias por hacerme creer que cualquier cosa puede pasar, aunque jamás habría creído esto”. En cualquier caso, la actriz sueca revelada al mundo por Un asunto real (Nikolaj Arcel, 2012) nos ha regalado un trabajo absolutamente maravilloso, en perfecta sincronía con su compañero de reparto Eddie Redmayne, cuya emotiva encarnación de la primera mujer transexual le habría convertido en un serio aspirante al podio de no haber ganado ya el año pasado por La teoría del todo, de James Marsh. Bueno, y de no competir con Leonardo DiCaprio, claro, pues tras cinco candidaturas fallidas el mundo pedía a gritos el Óscar para él aun cuando su carnal labor en El renacido no está precisamente entre sus creaciones más sutiles. Concienciado como está con el medio ambiente, el actor dedicó la mitad de su discurso a advertir sobre los peligros del cambio climático: “El cambio climático es real y está ocurriendo ahora mismo; es la amenaza más urgente que afronta nuestra especie. Debemos apoyar a los líderes de todo el mundo y luchar por los indígenas, la gente sin privilegios y la gente sin voz. No demos el planeta por sentado; yo desde luego no lo hago”. Bravo por él.
Emmanuel Lubezki, Leonardo DiCaprio y Alejandro G. Iñárritu recibieron los 3 premios de El renacido |
El relativamente reducido palmarés de El renacido se completó con el mexicano Emmanuel Lubezki, quien se ha confirmado como el mejor director de fotografía del momento al vencer por tercer año consecutivo tras hacerlo con la impresionante cinta espacial Gravity (Alfonso Cuarón, 2014) y la mencionada Birdman, siendo además las tres cintas obra de realizadores mexicanos a su vez oscarizados. Su majestuosa labor, capaz de captar la poesía de los elementos con naturalista fuerza, es innegablemente lo mejor de una película que trata en balde de imitar la grandeza de Terrence Malick y Andréi Tarkovsky sin darse cuenta de que la odisea de un hombre tras ser atacado por una osa, sencillamente, no da tanto de sí como Iñárritu y su ego se creen. Por cierto, ¿por qué no se premió a Lubezki por El árbol de la vida (2011) si resulta que ahora toda excusa es buena para hacerlo?
Jacob Tremblay (La habitación) y Abraham Attah (Beasts of No Nation) son las pequeñas estrellas del año |
El genial cuarteto de intérpretes vencedores —lo mejor de la noche, junto a los premios técnicos— se completa con la maravillosa Brie Larson, otra actriz lanzada al estrellato de la noche a la mañana gracias a su labor en Las vidas de Grace (Destin Cretton, 2013) y, sobre todo, La habitación, grata sorpresa de Lenny Abrahamson por la que ha recogido casi todos los premios de la temporada con el permiso de Saoirse Ronan, Cate Blanchett, Charlotte Rampling (premiada en la Berlinale y los Premios de Cine Europeo por 45 años, de Andrew Haigh) y Jennifer Lawrence (única superviviente de la relativa debacle de Joy, la cinta menos aplaudida de David O. Russell), que formaban junto a ella un extraordinario quinteto. Curiosamente, esta pequeña cinta canadiense-irlandesa es la que más unanimidad ha despertado de todas las nominadas del año, siendo especialmente aclamada la labor del jovencísimo Jacob Tremblay, a quien muchos echaban de menos en las nominaciones. “Aprendí mucho más de él que él de mí”, exclamó Larson.
Daisy Ridley, protagonista de Star Wars, entregó el Óscar a mejor documental a los creadores de Amy |
Por lo demás, Del revés, de Peter Docter y Ronnie del Carmen; El hijo de Saúl, Laszlo Nemes, y Amy, de Asif Kapadia, se confirmaron como la película de animación, el film extranjero y el documental del año, respectivamente, con pleno merecimiento: las tres constituyen cantos de amor por la vida expresados de formas tan dispares como son las personificadas emociones de una niña, la supervivencia de un prisionero judío en un campo de concentración o la dura carrera de una estrella torturada. “Esta película nace de ver a nuestros hijos crecer”, agradecieron Docter y el productor Jonas Rivera, mientras que Kapadia se centró en la figura central de su obra: “esta película es todo sobre Amy, sobre mostrar al mundo quién era realmente, no la “persona tabloide”, sino la bella chica, la increíble alma”. Pero Nemes fue el más revelador: “Incluso en los tiempos más oscuros de la humanidad, hay una voz en nuestro interior que nos permite mantenernos humanos. Esa es la esperanza del film”.
Lady Gaga protagonizó el momento más emotivo de la noche, confirmándose como una estrella con mayúsculas |
En el terreno del cortometraje, Tartamudo, de Benjamin Cleary; el documental A Girl in the River: The Price of Forgiveness, de Sharmeen Obaid-Chinoy, y el animado Historia de un oso, de Gabriel Osorio Vargas, han destacado en sus respectivos campos, siendo especialmente grata la victoria de este último por ser el primer triunfo de Chile en los Oscars. Por último, la estatuilla concerniente a mejor canción fue a manos de Jimmy Napes y Sam Smith por “Writing’s On The Wall”, de la decepcionante Spectre. Curiosamente, la anterior incursión de Sam Mendes en el universo de James Bond también se zanjó con esta misma estatuilla (para Adèle y el “Skyfall” de Skyfall, 2012). En uno de los momentos más emotivos de la noche, Smith dedicó el galardón a toda la comunidad LGTB justo unos instantes después de que Lady Gaga conquistara la gala con su imponente interpretación del “Till It Happens To You” del documental The Hunting Ground, de Kirby Dick, al que muchos daban como ganador en la categoría. ¿Y qué decir de Chris Rock como maestro de ceremonias? Que suya es gran parte de la responsabilidad de que la 88ª entrega de los Oscars sea recordada como una de las más aburridas de la historia. Eso sí, de la ausencia de nominados negros se habló… y mucho. Probablemente, la Academia no vuelva a atreverse a dejarles de lado, lo merezcan o no. (Si os ha gustado el artículo, os insto a seguir informados sobre el séptimo arte siguiendo La estación del fotograma perdido en Facebook y Twitter.)
Algunos triunfos de la sosa Alfombra Roja de los Oscars 2016: Rooney Mara, Charlize Theron, Saoirse Ronan, Jennifer Lawrence y Rachel McAdams |
| Palmarés |
-Mad Max: furia en la carretera, de George Miller: 6 premios (montaje, diseño de producción, vestuario, maquillaje, mezcla de sonido y montaje de sonido)
-El renacido, de Alejandro G. Iñárritu: 3 premios (dirección, actor y fotografía)
-La habitación, de Lenny Abrahamson: 1 premio (actriz)
-El puente de los espías, de Steven Spielberg: 1 premio (actor secundario)
-La chica danesa, de Tom Hooper: 1 premio (actriz secundaria)
-Spotlight, de Tom McCarthy: 2 premios (película y guion original)
-La gran apuesta, de Adam McKay: 1 premio (guion adaptado)
-El hijo de Saúl, de László Nemes: 1 premio (película extranjera)
-Ex Machina, de Alex Garland: 1 premio (efectos visuales)
-Los odiosos ocho, de Quentin Tarantino: 1 premio (música original)
-Del revés, de Peter Docter y Ronnie del Carmen: 1 premio (película de animación)
-Amy, de Asif Kapadia: 1 premio (documental)
-Spectre, de Sam Mendes: 1 premio (canción)
Han sido unos premios desastrosos: siento que no se ha hecho justicia de ninguna manera.
ResponderEliminarEn Spotlight se pasan toda la película moviendo papeles de una habitación a otra ¿eso es memorable? xD Por suerte la historia no siempre recuerda las películas ganadoras sino las buenas y no me cabe duda que Mad Max será recordada por mucho tiempo.
Con todo lo desastrosa que fue esta entrega, de todas formas en Chile estamos felices con el triunfo de "Bear Story". Des pues de todo sus realizadores pueden decir que lograron lo que no pudieron Hitchcock, Kubrick ni Chaplin, jaja
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