Christian Bale ha optado a todos los premios de la temporada por su genial trabajo en La gran apuesta |
La crisis financiera de 2008, la peor desde
la debacle de la Gran Depresión, pilló a nuestro confiado mundo completamente
desprevenido. Pero no todos se vieron sorprendidos por ella: algunos, incluso,
la previeron con años de adelanto, lo que les dio la oportunidad, bien de
enriquecerse, bien de luchar por ponerle solución, conscientes todos ellos de
que no serían los peces gordos de Wall Street, sino la gente de a pie, quienes
saldrían peor parados del desastre económico que se avecinaba. Con occidente en
proceso de recuperación, La gran apuesta (The Big Short, 2015) ofrece una aguda
reflexión sobre tan desesperante situación, ganándose cinco de las nominaciones
al Óscar más importantes —película, dirección, guion adaptado, montaje y actor
secundario— que la convierten, a priori, en una de las favoritas de la
temporada, lo que acaba de confirmarse con su triunfo en los premios del Sindicato de Productores. [Más sobre las nominaciones al Óscar aquí.]
La gran apuesta triunfó en los Critics Choice: mejor comedia, actor cómico (Bale) y guion adaptado |
Christian Bale, Ryan Gosling, Steve Carell
y Brad Pitt encabezan el lujoso
reparto masculino-blanco-heterosexual de una película que, efectivamente, no
podría ser más masculina, blanca y heterosexual, algo que también comparten el
director Adam McKay y su coguionista
Charles Randolph —autor del polémico
libreto de La vida de David Gale
(Alan Parker, 2003)—, así como el escritor del libro en que se basa la cinta, Michael Lewis, a quien también debemos
la base de las películas Moneyball:
rompiendo las reglas (Bennett Miller, 2011) y The blind side (Un
sueño posible) (John Lee Hancock, 2009), ambas candidatas al Óscar inmerecidamente
(hasta el punto de que la inclusión de la segunda llevó a la Academia a
flexibilizar el número de candidatas anuales). Vamos, que la forma más sencilla
de conseguir una entrada para la noche más especial de Hollywood es adaptar
alguna novela de este popular periodista financiero de Nueva Orleans.
El peculiar cartel origina de La gran apuesta es bellamente irónico |
Graduado en economía en la London
School of Economics, Lewis
ofreció en The Big Short: Inside the Doomsday Machine (2010)
uno de sus mejores trabajos gracias a su amplio conocimiento del tema, el cual
se vuelve complicado de seguir en el guion de Randolph y McKay al sumarse la
exhaustiva colección de términos económicos al acelerado ritmo del montaje de Hank Corwin —quien da un giro brusco a su carrera tras participar en las
contemplativas cintas de Terrence Malick El
nuevo mundo (2005) y El árbol de la
vida (2011)— y la fotografía de Barry
Ackroyd —colaborador habitual de Paul Greengrass, a destacar las vibrantes United 93 (2006) y Capitán Philips (2012)—, siendo el resultado espinoso de abarcar
para el espectador medio. Y eso que, a modo de ayuda, la cinta recurre a Margot Robbie y Selena Gomez para explicar algunos de los conceptos más
complicados, una elección tan simpática como marcadamente machista. Por
desgracia, ese no es el único toque sexista de una película que, en la línea de
la excesiva El Lobo de Wall Street
(Martin Scorsese, 2013), sólo se interesa por los personajes femeninos cuando
escasea el vestuario. Que esta película sea candidata al Óscar por encima de la
elegante cinta de temática lésbica Carol,
de Todd Haynes, es toda una declaración de intenciones. [Más al respecto en '¿Es racista la Academia?'.]
Brad Pitt, coproductor e intérprete de La gran apuesta, también produjo y protagonizó Moneyball |
Reivindicación aparte, La gran apuesta es una apuesta segura
para aquellos interesados en explorar el contexto de la burbuja inmobiliaria
desde una perspectiva tan inteligentemente humorística como mordazmente
dolorosa. Además, el hasta ahora irregularmente recibido Adam McKay —Los otros dos (2010), Los amos de la noticia (2013)— se
confirma como un joven talento al que tener en cuenta, si bien es
indudablemente Christian Bale quien domina la función al ofrecer un trabajo tan
potente como entrañable encarnando el autista Michael Burry —caracterizado por
el ojo de cristal—, uno de los muchos personajes reales presentados por la
cinta. Y es que, por desgracia, el poder de La
gran apuesta se debe, precisamente, a la dura realidad que, como si de un
jarro de agua fría se tratase, derrama sobre nuestras exhaustas mentes. Que lo
logre a través del humor no hace sino maximizar la desconsoladora ironía.
© El copyright del texto pertenece exclusivamente a Juan Roures
© El copyright de las imágenes pertenece a sus respectivos autores y/o productoras/distribuidoras
Muy buen artículo.
ResponderEliminarte invitao que leas mi crítica en calve de comic a esta película:
http://webargas2.blogspot.com.co/2016/01/criticomic-la-gran-apuesta-big-short_25.html
Jajaja esto mas que un comentario parece publicidad para tu blog
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