Aunque Birdman y Boyhood son las grandes favoritas de la temporada de premios, The
Imitation Game (espantosamente subtitulada en castellano como Descifrando Enigma) está decidida a
luchar hasta el final. En la línea de Una mente maravillosa (Ron Howard,
2001), esta cinta lo tiene todo para triunfar: biopic sobre una personalidad
(Alan Turing) tristemente desconocida, bien orquestado y repleto de intérpretes
de moda. Pese a ello, la falta de riesgo de la realización la convierten, en mi
opinión, en una obra bastante convencional que, si bien resulta intensamente
entretenida, está lejos de cumplir los requisitos mínimos de una ganadora del
Óscar (los cuales, eso sí, tampoco cumple la cinta de Howard). Pero, antes de
dar un fácil veredicto, analicemos con cautela sus pros (que son muchos) y sus
contras.
Keira Knightley y Benedict Cumberbatch son dos de los actores más nominados del año |
La historia de
la creación del film se remite a 2011, cuando el guion del mismo, del escritor Graham Moore, encabezó la llamada Black List, que incluye a los
mejores guiones de Hollywood no producidos. Warner Bros. compró el libreto
por una suma de siete cifras debido al interés de Leonardo DiCaprio en
interpretar a Turing, pero, cuando la estrella se apartó del proyecto, los
derechos fueron devueltos al guionista y adquiridos por Black Bear Pictures. La
película recibió el apoyo del Fondo Cineasta Sloan del Festival de Tribeca,
destinado a cintas relacionadas con la ciencia y las matemáticas. Tanto David
Yates (director de las últimas cintas de la saga Harry Potter) como el
mencionado Ron Howard fueron considerados para dirigirlo, pero en diciembre de
2012 se anunció que el noruego Morten
Tyldum, realizador de Headhunters
(2011), había sido el elegido. The
Imitation Game es, por tanto, su primera cinta en inglés. ¿Habrá afectado
eso a la capacidad inventiva del cineasta?
Morten Tyldym dirige a Benedict Cumberbatch en el cuidado set de The Imitation Game |
El rodaje tuvo
lugar entre el 15 de septiembre y el 11 de noviembre de 2013 en las
localizaciones reales de Inglaterra, lo que sin duda ayuda al realismo del
resultado. Tras un proceso de licitación contra otros cinco estudios, The
Weinstein Company adquirió los derechos de la película por una cifra
récord de siete millones de dólares en febrero de 2014, la cantidad más alta
jamás pagada por los derechos de distribución en Estados Unidos en el European
Film Market. Pero la cinta se ganó su precio, obteniendo el prestigioso Premio del Público en el Festival
de Toronto e innumerables nominaciones a los principales premios de la
industria desde entonces, siempre acompañado de otro film británico
relativamente similar: La teoría del todo, biopic de Stephen
Hawking dirigido por James Marsh y protagonizado por un sorprendente Eddie
Redmayne.
Keira Knightley, Matthew Beard, Matthew Goode, Benedict Cumberbatch y Allen Leech |
Especialmente
aclamado ha sido el trabajo del protagonista Benedict Cumberbatch, lanzado a la fama por la serie Sherlock, en la que interpreta un papel
curiosamente parecido. Aunque el año pasado ya vimos al intérprete británico en
la oscarizada 12 años de esclavitud,
de Steve McQueen, The Imitation Game
supone, sin duda, la consolidación definitiva de uno de los actores más
prometedores del panorama actual. Curiosamente, todo el reparto es bastante
televisivo, pues, junto Cumberbatch, encontramos a Allen Leech (Downton Abbey),
Matthew Goode (The Good Wife), Charles
Dance (Juego de Tronos), Matthew Beard (Rogue) y Mark Strong (The Long Firm). La excepción que confirma la regla es la siempre encantadora Keira Knightley, quien está recibiendo
por fin la atención que merece sin hacer nada que no haya hecho antes. Tanto
ella como Cumberbatch tienen prácticamente asegurada la presencia en los
Oscars, que, si no quieren contradecir la unanimidad de los Globos de Oro, los
Critic’s Choice Awards, los Satellite Awards, los BAFTA y los galardones de los
Sindicatos, también nominarán al film en las categorías de mejor película,
guion adaptado y banda sonora (compuesta por el gran Alexander Desplat, quien, probablemente, se irá de vacío por
séptima vez).
Entre las
candidaturas menos seguras está la del propio Tyldum, ya que su realización
resulta demasiado plana, previsible y convencional. De hecho, el proyecto
podría haber sido mucho más interesante en las experimentadas manos de —por
ejemplo— David Fincher, quien sí debería optar al Óscar este año por Perdida. Tampoco las tiene todas consigo
el director de fotografía español Óscar
Faura, quien obtuvo el puesto gracias a su llamativo trabajo en las cintas
de J.A. Bayona: El orfanato (2007) y Lo imposible (2011). Si bien sería
agradable contar con su presencia en los premios con los que comparte nombre,
objetivamente no creo que lo merezca (no porque no cumple su labor con creces,
sino porque, al igual que la obra en su conjunto, carece de la personalidad
requerida para dejar huella). Aun así, el Sindicato de Directores de Fotografía
sí le ha nominado, con lo que sus posibilidades son más que razonables.
Benedict Cumberbatch y Keira Knightley en el lluvioso estreno del film en el BFI London Film Festival |
Las carencias
de la cinta se perciben tanto visual como narrativamente. Y ambas se resumen en
escasa capacidad de sorprender. Al igual que no hay artificios estilísticos que lleguen
a maravillarnos, tampoco hay apenas detalle alguno en el guion que no veamos venir tiempo antes de que se nos presente. No
es que todo salga bien, sino que todo sale tal y como esperamos que salga en
este tipo de producciones. Los hechos se entrelazan con una facilidad pasmosa,
casi queriendo seguir la rigidez matemática que los origina. Los propios
personajes jamás sorprenden, pues, incluso cuando alguno resulta ser lo
contrario de lo que aparentaba, lo aceptamos con más pasividad que estupor. Y
eso que todo el reparto está correcto —que no sobresaliente—, al igual que el
resto de elementos de la cinta. Pero quizá sea precisamente la corrección lo
que impide a The Imitation Game volar
por sí misma y asombrar al —eso sí— entretenido espectador.
La máquina ideada por Alan Turing se denomina 'Christopher' en el film; en realidad se llamó 'The Bombe' |
Empero, hay
que reconocer que la cinta sabe tratar temas diametralmente opuestos e
indudablemente difíciles con gran habilidad. Alan Turing, famoso por haber descifrado los códigos secretos nazis
de la máquina Enigma (lo que, según
los historiadores, acortó la II Guerra Mundial en un par de años) es una figura
compleja que, lejos de ser idolatrado, es constantemente juzgado, tanto por su
apariencia insensible, como por su condición homosexual (dos características
que no solemos ver representadas de la mano). Nos encontramos por tanto
ante un héroe poco común, cuyas acciones resultan difíciles de entender
pero son, poco a poco, explicadas por el cuidado —aunque, de nuevo,
convencional— montaje entre las tres etapas principales de su vida: la infancia
de marginación, descubrimiento y primeras decepciones, la juventud de
genialidad y la madurez de decadencia. Tanto su impenetrabilidad como su homosexualidad
son retratadas con cuidado y detalle, tanto en lo que concierne a su desarrollo
personal, como en sus relaciones con el resto de personajes. Destaca a este
respecto el personaje —real, como la mayoría de ellos— de Joan Clarke, quien,
al igual que él, está acostumbrada al ostracismo (en su caso, por tratarse de
una inteligente mujer decidida a ser más que hija, esposa y madre). Su
complicada relación da lugar a algunos de los mejores momentos de la obra,
gracias a la magia desprendida por Cumberbatch y Knightley.
Todas las imágenes promocionales del film potencian el protagonismo del popular Benedict Cumberbatch |
Al margen de
la perfecta pareja protagonista, la gran baza de la obra es la extraordinaria historia real que la origina. The Imitation Game tiene en su poder
sucesos verdaderamente interesantes, dotados de un fuerte carácter
cinematográfico gracias al poco conocimiento que tenemos de los mismos
(principalmente, porque fueron secreto
de estado durante 50 años). Sin embargo, ahí es donde, nuevamente, la cinta
falla. No es que hoy en día esperemos auténtico realismo de un biopic, pero es
que las modificaciones de la historia (realizadas con el propósito de
simplificar la narración y fomentar el carácter cinematográfico) nos hacen
desconfiar de los hechos originales. La película nos muestra un pequeño grupo
de criptógrafos liderados por Turing que, de la noche a la mañana, descifran
Enigma, pero los historiadores hablan de miles de personas avanzando poco a
poco durante años. Y sí: es una gran diferencia. Ni la inteligencia del
protagonista ni la importancia de su labor están exageradas, pero sí sus
dificultades sociales; así es como un par de excentricidades terminan
acercándose al Síndrome de Asperger. Pese a ello, los familiares vivos de
Turing han quedado satisfechos y honrados con la representación del film.
The Imitation Game es un homenaje a un héroe homosexual injustamente desconocido: Alan Turing |
La homosexualidad de Turing también fue
fruto de controversia, sin duda por la vergüenza que supone para el patriótico
pueblo británico que alguien tan importante para toda la nación fuese
despreciado en su tiempo por el mero hecho de ser gay. Recordemos que la
homosexualidad fue ilegal en Reino Unido hasta 1967. El problema por supuesto,
no radica solo en el agua pasada, sino en que la mentalidad de muchos ingleses
modernos no es demasiado diferente a la de los años sesenta. Por tanto, resulta
muy satisfactorio que la comedida cinta arriesgue —¡por fin!— en este ámbito e
inste a reflexionar sobre el trato que la comunidad homosexual ha sufrido a lo
largo de la historia. Por desgracia, esto es lo único que distingue a la cinta
del típico biopic anclado en el pasado, definición que también recibió hace un
año El mayordomo, de Lee Daniels.
The Imitation Game es,
en definitiva, un filme de planteamiento y temática complejos, pero excesiva
simplicidad estilística y narrativa. Puedo perdonar la falta de singularidad en
la realización, pero no la excesiva modificación sufrida por la historia
original, que vuelve poco creíbles acontecimientos cuya relevancia no requería
florituras, atentando contra el propio discurso. Pese a ello, todo el equipo ha
realizado un trabajo notable que, si bien rara vez alcanza la excelencia
exigida a los protagonistas de la temporada de premios, confecciona
conjuntamente una interesante obra que conjuga bien tres de los cuatro pilares
del séptimo arte: el entretenimiento, el interés y la crítica social. Tan sólo
falta la innovación.
© El copyright del texto pertenece exclusivamente a Juan Roures
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Lo cierto es que a mí la película me mantuvo entretenido todo el rato, cuando terminó fue una sorpresa! Pero no descarto que parte de la culpa de que mantuviera mi atención tanto tiempo no fueran los protagonistas que siempre están fabulosos, aunque preferiría que se le prestase más atención a Keira por 'Begin Again', donde a mi juicio despliega su potencial mucho más que aquí (aunque su última escena en esta película me hizo dudar un segundo).
ResponderEliminarUn saludo!
No he visto aún la película, por lo tanto me ha resultado muy interesante tu reseña. Últimamente las películas que van a los Oscar están siendo bastante discutibles, creo que la estatuilla está perdiendo mucho de su brillo original. Cuando tenga la oportunidad de verla podre darte con mayor precisión mi opinión, en Argentina estamos sufriendo una crisis con la llegada de las películas y encima muchas están dobladas, para una amante del cine como yo desde hace largo tiempo, es muy difícil poder conseguir ver buenas películas en la actualidad.
ResponderEliminarAgradezco tu información porque me será muy útil a la hora de ir a verla.
Saludos.
Buena crítica aunque creo que has sido demasiado bueno con la peli. A mí me pareció fallida ya que no consigue narrar en toda su complejidad la fascinante vida de Turing y se excede en contar detalles superfluos.
ResponderEliminarEn mi blog http://35mmlumiere.blogspot.com.es he hecho una comparación entre TIG y Mr Turner y he defensado por qué, en mi opinion, la segunda es mucho más estimulante que la primera.
A mi me ha gustado mucho la peli pero es verdad que lo de que cambien la historia así ha sido bastante desastre. Pero bueno, hay cosas peores...
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