01 noviembre 2012

Universo Star Wars en expansión

3.125 millones de euros. Ese ha sido el precio por el que Lucasfilm ha pasado a manos del cada vez más poderoso Disney, que ya pagó 6.000 millones por Pixar en 2006 y 2.800 millones por Marvel en 2009. Disney se convierte así en el rey indiscutible del entretenimiento. La venta conlleva miles de elementos, con lo que me atrevería a afirmar que el precio ha sido barato. Pero el resumen para millones de fans de todo el mundo es que Disney ha comprado Star Wars y ahora puede hacer con ello lo que quiera. Así, George Lucas se convierte en una de las personas más ricas del mundo, aunque ya ha sido anunciado que gran parte del dinero irá a labores benéficas.

Los adorables C-3PO y R2-D2 son los únicos personajes
que sobreviven a las seis películas. Quizá vuelvan en 2015
Amante de las secuelas y el dinero fácil, Disney no ha tardado en anunciar la creación de una nueva trilogía cuya primera entrega verá la luz en 2015. Lucas formará parte del equipo creativo, con lo que confío en que la esencia de la saga no desaparecerá del todo. Sorprende no obstante esta decisión por parte de Lucas tras negar una y otra vez la posibilidad de una nueva trilogía, pero quizá trate así de desquitarse del recibimiento de su bochornosa búsqueda de dinero fácil mediante el reestreno de la saga en el 3D más cutre imaginable. De todos modos, la colaboración entre Disney y Lucasfilms ya ha triunfado con anterioridad gracias a la creación de la atracción Star Tours, una de las más populares de Disneyland.

Pero que mis amargas palabras no nublen la verdad. George Lucas es y será siempre una de las figuras más relevantes de la historia del cine. Sin nadie que apostara por él pero miles de ideas en su cabeza, un Lucas de treinta años empezó a recorrer Hollywood en busca de productores, pero la ciencia ficción estaba de capa caída y nadie quería apostar por su mezcla de leyendas mitológicas, historias de aventuras y cuentos de hadas. Por suerte, 20th Century Fox le dio un pequeño adelanto que le permitió aislarse durante meses para plasmar sus ideas en papel.

El peinado de Leia es ya histórico.
Fuerte y decidida, ella es toda una heroína
Mientras tanto, Lucas, que ya era amigo de personalidades de la talla de Steven Spielberg, Brian de Palma y Francis Ford Coppola, conoció a Ralph McQuarrie y John Williams. El primero sería responsable de diseñar la estética de la galaxia; el segundo aportaría su inolvidable banda sonora. Sin ellos, todo habría sido muy diferente. En cuanto al casting, Lucas quería actores desconocidos que no quitaran protagonismo al universo en sí y eligió a los prometedores Marc Hamill, Harrison Ford y Carrie Fisher. Empezó entonces el rodaje en Túnez, donde los decorados fueron destruidos por la primera tormenta que sufría la zona en cincuenta años y los actores azotados por un calor insoportable (especialmente molesto para Anthony Daniels y Kenny Baker, que deberían introducirse en trajes de metal para encarnar a los memorables C-3PO y R2-D2). Por suerte, los interiores se rodaron en Inglaterra.

Con la idea de obtener unos efectos especiales nunca vistos, Lucas fundó, junto a un grupo de jóvenes profesionales de la imagen, la compañía Industrial light & magic. El sueño se iba haciendo realidad. Sin embargo, cuando los amigos de Lucas vieron la primera versión, De Palma la consideró un sinsentido y reinó el silencio: sólo el visionario Spielberg supo ver la gallina de los huevos de oro. El propio estudio no confiaba en el proyecto y permitió que Lucas conservara todos los derechos en merchandising. Estos estudios…

Han Solo saltó a la fama y Harrison Ford con él.
Chewbacca es símbolo de la importancia de la lealtad
La guerra de las galaxias se estrenó en 1977 y fue un éxito rotundo. Nadie había visto nada igual, y todo el mundo quería verlo. En sólo dos años, recolectó 164 millones de dólares en EE.UU., convirtiéndose en el film más taquillero de la historia. La trama es a menudo reducida a un simple enfrentamiento entre el bien y el mal, pero son muchos los temas extraíbles de ella. En la primera entrega, Luke Skywalker descubría los caminos de la Fuerza de manos del maestro Jedi Obi-Wan Kenobi (Alec Guinness, único miembro prestigioso del reparto, quien sabiamente se aseguró un 2,25% de los beneficios). Esa Fuerza es la materia que mueve todo el Universo, una fuerza que puede ser utilizada con las debidas habilidades pero que también puede volverse contra el que trata de dominarla para beneficio propio. No es por tanto una simple lucha entre buenos y malos, sino una oposición entre los dos caminos de la vida: el camino fácil ofrece poder sustentado en el sufrimiento ajeno; el camino difícil no garantiza el éxito, pero sí la oportunidad de dirigir las acciones hacia el bien común.

Darth Vader fue interpretado por David Browse pero
su acento no gustó y fue doblado por James Earl Jones
sin avisar (en España, por Constantino Romero)
La película obtuvo nueve nominaciones a los Oscars en las categorías de película, director, guión original, actor secundario, dirección artística, vestuario, montaje, banda sonora y sonido y triunfó en todas las categorías técnicas con pleno merecimiento. La Academia le honró además con dos estatuillas especiales por sus impresionantes efectos sonoros y visuales. Sin embargo, los premios en las categorías principales (película, director y guión) fueron a parar a la Annie Hall de Woody Allen, quien ni siquiera se presentó a la gala, mientras que Alec Guinness perdía el premio a mejor secundario frente a Jason Robards, quien obtenía así un exagerado segundo premio consecutivo. La Academia demostró una vez más su ceguera ante la innovación cinematográfica, al igual que hicieron el resto de asociaciones y festivales.

La memorable batalla de Hoth nos recordaba el poder
del mal. Fue grabada en una Noruega congeladora
De todos modos, el éxito del film permitió a Lucas rodar una segunda parte que partía de conflictos de reparto: Hamill tenía la cara desfigurada por un accidente y Ford quería que su protagonista muriera para abandonar la saga. Pese a ello y los problemas de presupuesto, El imperio contraataca (1980) se convertiría en la cinta más aclamada de la saga. En esta ocasión Lucas cedió la dirección al desconocido Irvin Kerhsner, al que admiraba por su trabajo en Brigada anti secuestro (1977), para centrarse en las no pocas labores de producción. La nueva película presentaba algunas de las escenas más impactantes de la trilogía, como el asalto a Hoth o el primer encuentro entre Darth Vader y Luke (con el spoiler más conocido de la galaxia) e introducía interesantes personajes como el amigo traidor Lando Calrissian, el misterioso Boba Fett, el terrible Emperador Palpatine (cuya ascensión al poder sería reflejada en la nueva trilogía) o el mítico Yoda, una marioneta impresionante manejada por el experto Frank Oz, con su “Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes”. El film era más sombrío y melancólico que su predecesor y se adentraba con acierto en la personalidad de los personajes. Aún así, los Oscar solo premiaron su sonido, aunque volvieron a entregarle una estatuilla honorífica por los impresionantes efectos visuales, premio que ganarían las tres entregas clásicas, hazaña solo repetida por la trilogía de El señor de los anillos.

Los Ewoks eran perfectos para los niños y la muestra de
que la fuerza interior puede suplir a la exterior
Mientras ambos films eran re-estrenados para que nadie se quedara sin verlos, Lucas buscaba un director para cerrar la trilogía. En un arrebato de enfado hacia la industria, se había dado de baja en el sindicato de actores, con lo que debía escoger a un realizador que no formara parte de él. El elegido fue el galés Richard Marquand, quien se enfrentó a un guión menos original que los anteriores en el que parte de la trama parecía calcada de la primera película. Aún así, El retorno del Jedi (1983) fue un emotivo y digno final de la saga, con nuevos mundos y personajes, entre los que destacaban el elenco de curiosas criaturas del palacio de Jabba el hutt y los adorables Ewoks del bosque de Endor, que serían los protagonistas de los únicos spin-offs de la saga hasta el momento: la infantiloide La aventura de los Ewoks (John Korty, 1984) y la bochornosa La batalla del planeta de los Ewoks (Jim Wheat y Ken Wheat, 1985), ambas con unos efectos visuales a años luz de la trilogía. Estos protagonizarían incluso una serie animada (Star Wars: Los Ewoks, 1985), al igual que los adorables R2-D2 y C3PO tendrían la suya (Star Wars Droids, 1985), ambos entretenimientos infantiles de escasa calidad.

No todo son pegas a los excesivos efectos de la nueva
trilogía: Yoda dejó de ser una marioneta y pasó a la acción
El título original de El retorno del Jedi fue La venganza del Jedi hasta que un fan recordó a Lucas que la venganza no está en la naturaleza de los caballeros Jedis. De hecho, ser Jedi supone dejar de lado la vida personal para dedicarse por completo al bienestar ajeno, todo un acto de valentía y generosidad. Además, el film humanizaba a uno de los mayores villanos de la historia del cine, una muestra más de la profundidad de la saga.

El universo Star Wars existente en la mente de Lucas era inmenso, pero los efectos visuales de los ochenta no permitían que su visión se hiciera realidad. Por eso, Lucas decidió dedicarse a su familia y ser paciente. Finalmente, el estreno de la increíble Parque Jurásico de su amigo Spielberg en 1993 demostró que la hora había llegado. Lucas volvió a encerrarse para preparar el guión de la nueva trilogía, que no sería posterior a la primera sino anterior en el tiempo: el objetivo era explicar el porqué de los hechos de la saga clásica y saciar así la curiosidad de millones de personas.

El paso de los años debía pasar por los personajes con realismo. Para 
el joven Obi-Wan se requirió un actor parecido al Ben Kenobi original
En 1999 se estrenó la película más esperada de la historia: La amenaza fantasma. El film contaba con un reparto de lujo encabezado por los maravillosos Liam Neeson, Ewan McGregor y Natalie Portman, estaba dirigida de nuevo por Lucas y narraba la historia de cómo el pequeño Anakin Skywalker se convirtió en Jedi. No quedó un solo plano sin retoques digitales y decenas de nuevos escenarios y personajes inimaginables fueron creados. Se daba más protagonismo a los caballeros Jedi y a su lucha con los temibles Sith y se profundizaba en temas políticos mediante el Senado Galáctico. El film fue bien recibido por la taquilla, pero no por la crítica y, en cuanto a premios, solo triunfó en los Razzie, que la nominaron a 9 galardones incluidos los de peor película y peor director y le otorgaron el de peor actor secundario a Ahmed Best por la voz del molesto Jar Jar Binks. Fue este un trato sin duda exagerado, considerando que por ejemplo Sofía Coppola fue nominada a peor actriz secundaria por encarnar a una de las doncellas de la reina Amidala (entre las que, por cierto, también se encontraba Keira Knightley) pese a apenas aparecer en pantalla y carecer de diálogo. Lo que sí hay que reconocer es que el guión cuenta con bastantes agujeros y la batalla final resulta bastante tonta por el sinsentido de las estratagemas, pero sigue siendo un entretenido espectáculo.

Maquillaje, peluquería y vestuario jugaron un gran papel.
El de Amidala ayuda a la reina a transmitir serenidad
De todos modos, Lucas era consciente de que la primera parte tenía que ser infantil por fuerza y no se rindió. En 2002 vio la luz la primera película rodada con cámara digital de alta definición. Se trataba de El ataque de los clones, que se centraba en la historia de amor imposible entre Anakin (un aburrido Hayden Christensen que ganaría dos Razzies por su papel) y Padmé, uno de los puntos más criticados de la nueva trilogía, ya que era la relación de amistad entre Obi-Wan y Anakin la que debería haberse potenciado. El amor no forma parte de la vida de un Jedi, pero Anakin no lo acepta, lo que convierte al film en una interesante exploración de los problemas del odio y la imposibilidad de negarse al amor. La conexión con la trilogía clásica se hacía más obvia a través de la aparición de un pequeño Boba Fett y al desarrollo de las Guerras Clon, que, nombradas en la película de 1977, eran por fin explicadas: en su necesidad por defender la Galaxia del mal, la República recurre a un ejército de clones (Fett incluido) con las dudas morales que esto conlleva. Se contó con Christopher Lee para encarnar al Conde Dooku, un Jedi traidor que representa aquello en lo que Anakin podría convertirse. El film era emocionante y divertido, pero los fans seguían descontentos y los Razzie “premiaron” su guión como el peor del año. Y, aunque me pese, debo admitir que este premio era merecido, ya que apenas hay diálogos con sentido.

Decepcionados por la diferencia de estilo entre trilogías y el descuido en la calidad del guión de las nuevas películas, los críticos pasaron por alto la bella y completa creación de un universo increíble creado en 1977 y desarrollado ahora con todo lujo de detalles. Cada personaje, criatura, planeta, nave y arma había sido diseñada de forma personificada para dotar a los films de una galaxia propia. Y eso es algo de lo que nadie más puede presumir.

La micro-serie Clone Wars profundiza en los clones,
creados para matar, pero con personalidad propia
Mientras se preparaba la tercera entrega, Lucas satisfizo la curiosidad por las Guerras Clon en la interesante micro-serie Star Wars: The Clone Wars (Genndy Tartakovsky, 2003). Finalmente, la segunda trilogía fue cerrada con La venganza de los Sith (2005), la película más oscura de la saga. Todos sabían el final, pero la clave estaba en cómo se llegaría a él. Por eso Lucas y sus creativos tuvieron que usar toda su imaginación para que la conexión entre las dos trilogías fuera perfecta. Por supuesto, no lo fue, y miles de fans se han dedicado a detectar errores que no repetiré, pero el film fue mejor recibido que sus predecesoras y los Razzie lo dejaron en paz; Christensen obtuvo el galardón a peor actor secundario, pero eso no puede considerarse del todo injusto dado el poco jugo que sacó a tan interesante personaje, cuyo ascenso al Lado Oscuro no termina de ser creíble (a lo que ayuda poco el bochornoso guion). Pese a la falta de coherencia de sus situaciones y diálogos, el film hablaba del triste final de una era y exploraba temas universales como la injusticia del mundo (los Jedi, dedicados por completo a la paz, son asesinados), los conflictos morales como enemigos de la amistad y el amor (“Si no estás conmigo, estás contra mí”), la traición (el conde Dooku descubre que solo era un títere en manos del malvado Darth Sidious) o el abuso de poder, la crisis de la política, la importancia de la democracia y la ignorancia del pueblo ante ello (“Así es como muere la libertad, con un estruendoso aplauso”). No se trataba de un simple film de aventuras, sino de una obra de gran trasfondo que, como sus predecesoras, ofrece nuevos detalles (bien para contemplar una criatura del fondo a la que nunca habíamos prestado atención, bien para comprobar que la diferencia entre la política de esa galaxia muy, muy lejana y la nuestra no es tan grande como pensábamos) con cada visionado.

Las Guerra Clon profundiza en temas como la vergüenza
 que sufre Grievous por haber renacido como máquina
Tras el éxito de ambas trilogías, Lucas fue interrogado una y otra vez sobre la posibilidad de crear una tercera. Ésta ya había sido desarrollado con antelación como parte del universo expandido (en el que personajes de diminuta o incluso nula presencia en las películas se vuelven protagonistas de sus propias historias sin perder nunca de vista la esencia de la saga) y consistía en la historia de los hijos de Luke y Leia, el regreso de la escuela Jedi y un nuevo ataque del mal. Pero Lucas daba la saga por terminada y prefirió dedicarse al merchandising y a explorar las Guerras Clon con una película de animación mediocre llamada Star Wars: The Clone Wars (Dave Filoni, 2008) y la serie Las Guerras Clon (2008) que continuaba la trama de ésta. Si bien esta última comenzó con un carácter bastante infantil, poco a poco fue evolucionando hacia temas más profundos e interesantes.

Una triste historia de amor fue clave de la nueva trilogía:
Anakin y Padmé lo dan todo por él, pero no es suficiente
Es por esto por lo que la noticia de una nueva trilogía nos pilla a todos por sorpresa. Que Disney busque el dinero fácil ya no sorprende a nadie, pero que Lucas haya anunciado su colaboración en el proyecto me produce opiniones enfrentadas. Ahora mismo no sé si hay en mí más miedo o emoción, pero solo el tiempo dirá si la tercera trilogía es aquello con lo que tantos hemos soñado. Además, parece que las futuras películas no saldrán del material expandido, sino que se elaboraran desde cero, con lo que cualquier cosa puede pasar.

Durante años, Star Wars ha cumplido con la labor de entretener a millones de personas de todos los rincones del planeta. Para algunos ha supuesto mucho más que eso, porque, entre droides futuristas y batallas galácticas, algunos hemos encontrado una fuente inagotable de mensajes que aplicar al día a día. Y no hablo solo del mítico “Que la fuerza te acompañe”, sino de la lección de amistad, amor, compañerismo, superación, libertad, perdón, justicia y comprensión que cada uno de los films de esta impresionante saga ha transmitido. Star Wars es como el cielo: debes fijarte bien para admirar la luz de las estrellas.



Para terminar, una muestra de la riqueza de la saga: aparentemente, esta imagen muestra a Mace Windu (Samuel L. Jackson, fan incondicional de la saga que pidió cualquier papel) hablando con Palpatine (fuera de plano). Pero hay mucho más que eso. Windu se rodea de Yoda y el cereano Ki-Adi-Mundi, los dos miembros más antiguos del Consejo Jedi. Detrás se encuentra Luminara Unduli con su aprendiz Barriss Offee (colocadas según su rango), de una especie semi-humana. Ambas acaban de volver de la misma misión de la que se habla (que han compartido con Kenobi y Skywalker) pese a que nadie las mencione. Al fondo, se observa la futura guardia imperial, muestra del poder creciente del Canciller y futuro Emperador. La decoración es sencilla como estrategia de disimulo, pero el rojo resulta amenazante. Y, sí, cualquier escena admite un análisis similar a éste.

© El copyright del texto pertenece exclusivamente a Juan Roures
© El copyright de las imágenes pertenece a sus respectivos autores y/o productoras/distribuidoras

14 comentarios:

  1. Oh! Qué genial publicación, me has aclarado muchas dudas. Me sorprende que Disney comprara a Lucas... y otra trilogía? Desde luego quiero ver los efectos especiales jajaja
    Gracias por "obligarme" a ver por segunda vez las películas de Star Wars, mi odio -que más bien era ignorancia- se transformó en amor -que más bien es admiración-

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    1. Me alegro de que el artículo ayude a comprender mejor este rico universo. La verdad es que fue muy difícil elegir qué poner y qué no.
      Y sobre tu "odio", es algo tristemente común. La mayoría de los detractores de Star Wars no le han prestado la debida atención. Y muchos (como tú y yo mismo de pequeño) terminan maravillados por la saga en cuanto abren un poco la mente.

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    2. Eso mismo esos HDP no se dan cuenta que lucas creo un gran universo, se la pasan defenestrando la saga en blogs, a haber si abrams logra que mas gente se sume a star wars, es un fanboy de star wars el mismo lo dijo.

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    3. Dejen a esos tontos hablar por hablar, que cuando la nueva consiga fans nuevos, va a hacer un peliculón. Sabes lo que es mejor en varios fandom hay que no pueden ver las caras, otakus, comiqueros, gamers, lectores hay en nuestro grupo, lucas fue inteligente consiguio ser recordado por crear este universo. Mi personaje favorito es Yoda y gracias por incluirlo en tu top, incluso tengo un amigo que ama a jar jar binks jeje, asi como ven hay algo que escoger

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  2. Cada vez que leo críticas sobre Star Wars me siento más inculto,XD: a mi las que más me gustan son las películas 1 y 2.

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    1. No te preocupes. Es muy normal: los episodios I y II son muy entretenidos y ofrecen gran variedad de planetas y criaturas que las convierten en un espectáculo visual impresionante. La pena son algunos errores de concepción. Por ejemplo, en "La amenaza fantasma" asistimos a una batalla que parece de juguete. Aún así, son películas de aventuras y fantasía como pocas hay.

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    2. Juan, me gustaria invitarte a este grupo https://www.facebook.com/groups/swfanaticosarg/

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  3. Me atrevo a decir que la segunda trilogía de Star Wars, con sus defectos, se encuentra entre los títulos más infravalorados del cine contemporáneo. Me alegra seguir encontrando nuevos seguidores de este tipo de cine tan habitualmente denostado (y, por lo que dice Laura un poco más arriba, gente que es capaz de hacer entender a los demás algunos detalles de esta maravillosa saga). Siempre me ha sorprendido la ligereza con la que se desprecia Star Wars. Por supuesto, yo soy fan. Pero eso que no quiere decir que esté ciego. Sé que tiene defectos (como, por cierto, también los tenía la trilogía clásica, tan adorada en contraposición a la nueva), pero no son tantas las películas perfectas en toda su extensión como para que esos errores destrocen un trabajo tan maravilloso.

    Yo he crecido con estas películas, y a partir de ellas con esta universo, en televisión, en cómic o en videojuegos. No creo que haya muchos acordes musicales cinematográficos que me despierten sensaciones más hermosas que el potentísimo arranque de la sinfonía de seis películas que construyó John Williams. Y hay tantos momentos memorables que considero Star Wars como una parte esencial de mi formación cultural e incluso personal. Sí, para el cine llega así de lejos.

    ¿La tercera trilogía? Estoy un poco como tú, muy expectante. Creo que es porque la anterior sabíamos que, para bien o para mal, la hacía George Lucas. La ilusión o el temor se disparará en función de quién escojan para dirigir.

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    1. Muchas gracias por el comentario y por demostrar que hay más gente que ve la profundidad de esta maravillosa saga. Tienes razón, no hay película sin fallos y no es justo que todo el mundo se desquite tanto con Star Wars. He visto que tienes un blog de cine: me lo añado a la lista ;)

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  4. Siento una gran curiosidad por conocer nuevos detalles de la tercera saga, espero que la impronta Disney (tan codiciada para alguna cosas) no se note en estas películas.

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  5. Leyendo tu artículo me puse a pensar en un Han Solo y Luke Skywalker (ya de edad mayor) dando lecciones acerca de la fuerza. ¿Te imaginas?
    A ver que nos trae Disney.
    Saludos
    David de observandocine.com

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  6. Pedazo de post... te has ganado un nuevo seguidor...

    Gracias por comentar en "De Fan a Fan"

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  7. Bastante interesante es tu blog y creo que está entrada es bastante espectacular. Al igual que tú siempre he estado en defensa de Star Wars, de todas y cada uno de sus episodios como la serie animada. La verdad me gustan mucho las precuelas porque su contenido es bastante original y diferente a lo que se suele ver. Espero con ansias la nueva trilogía.

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  8. Bueno es sabido que star wars bebe de otras obras, pero yo no le veo el problema, que saga, serie o pelicula no se basa en otras.
    Lucas creo un universo unico, si se obvian los errores de las precuelas son entretenidas y disfrutables

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