En 1959
Clyde Geronimi dirigió para Walt Disney la versión animada de La
bella durmiente, popularizando a nivel mundial este cuento de la
tradición oral europea. Son muchas las versiones de esta historia —entre otras,
destacan las versiones del italiano Giambattista Basiel (Sol, Luna y Talía, 1634), Charles
Perrault (La bella del bosque
durmiente, 1697, versión en la que se basa el clásico Disney) y los
alemanes Jacob y Wilhelm Grimm (Rosita de
Espino, 1812)—, pero, hasta ahora, ninguna había indagado en uno de los
personajes más intrigantes: la malvada Maléfica, a la que situé en sexta
posición en mi top de los mejores villanos Disney.
La escena de la maldición es la más esperada del film y una de las más poderosas del mismo |
Este es
precisamente el propósito de la nueva producción de acción real del estudio
Disney, Maléfica (2014), la cual, al igual que las recientes Blancanieves y la leyenda del cazador (Rupert Sanders, 2012) y Oz: un mundo de fantasía
(Sam Raimi, 2013), crea más devoción por las antagonistas de los cuentos que por
sus heroína. Sin embargo, Maléfica es
la primera que se atreve a convertir a la villana en la indiscutible
protagonista, aunque, tal y como explicaré a continuación, lo hace con trampa
(aprovecho para mencionar que, al contrario que la mayoría de mis artículos,
éste destapará la trama del film por completo, así que desaconsejo su lectura a
quienes todavía no hayan visto la obra).
Maléfica es uno de los personajes más populares del universo de los clásicos Disney |
A la
hora de crear una película en torno a un personaje tan mítico, era
imprescindible contar con una intérprete a su altura. Ya desde 2011, cuando Tim
Burton estuvo a punto de dirigir el film, quedó claro que sólo había una
persona perfecta para convertirse en Maléfica: Angelina Jolie. Por suerte, no fue difícil contar con la actriz,
quien se declaró fan del film de Disney y se emocionó con la nueva historia. En
Maléfica, la fascinante actriz de El intercambio (Clint Eastwood, 2008) ha
vuelto a demostrar que su Oscar por Inocencia
interrumpida (James Mangold, 1999) es por completo merecido. Su carismática
interpretación es tan poderosa como emotiva y supone el regreso de la actriz
tras cuatro años alejados de la interpretación en los que se ha dedicado a su
familia, a la labor humanitaria y a afrontar con valentía el cáncer de mama, además de adentrarse en la
dirección con la interesante En tierra de sangre y miel
(2011) y la esperada Invencible
(2014).
Las tres hadas son ridiculizadas hasta límites insospechados, conformando gags sólo aptos para niños |
El
resto del reparto ni siquiera intenta evitar ser eclipsado por la gran Jolie.
Da la impresión de que Elle Fanning
(deliciosa en Phoebe in Wonderland,
de Daniel Barnz, 2008) hace lo posible por que deseemos la muerte de Aurora,
mientras que Sharlto Coopley (Distrito 9, de Neill Blomkamp, 2009) hace
lo propio con el desagradable rey Stefan y, aunque Imelda Staunton (nominada al Oscar por la fantástica El secreto de Vera Drake, de Mike Leigh, 2004; pero más conocida por interpretar a Dolores Umbridge en Harry Potter y la Orden del Fénix, de David Yates, 2007), Juno Temple (una de los jóvenes promesas de Expiación, de Joe Wright, 2007) y Lesley Manville (genial en Another year,
de Mike Leigh, 2010) son expertas en personajes molestos, en esta ocasión se
han pasado de la raya con su insufrible personificación de tres hadas tan irritantes
como inútiles (¿a qué se dedicaban mientras Aurora paseaba por el bosque junto
a la única persona de la que la debían mantener alejada…?). Como curiosidad, el
breve papel de la reina es interpretado por Hannah New, popular en España por encarnar a Rosalinda Fox en la
serie El tiempo entre costuras
(2012), mientras que la hija de Jolie y Brad Pitt, Vivienne Jolie-Pitt es la Aurora de cinco años. Más acertado que
cualquiera de ellos (aunque ayudado, sin duda, por su papel) está Sam Riley, quien recientemente
protagonizó la decepcionante On the road
(Walter Salles, 2012) y encarna aquí al cuervo compañero de Maléfica en su
versión humana.
El cuervo Diaval es humanizado y convertido en el personaje secundario más atractivo del film |
Y es
que en esta película descubrimos que Maléfica salvó la vida del cuervo convirtiéndolo en humano y, a cambio, éste se
convirtió en su siervo, alternando entre diversas formas animales según los
propósitos de su ama. Su principal propósito es ser las alas perdidas de
Maléfica, personaje al que Jolie aporta una fragilidad muy humana bajo la conocida porte inexpugnable, cambiando por completo nuestra concepción del mismo. De hecho, la obra nos enseña que la supuestamente cruel villana fue
en su día una pacífica hada a la que la traición del hombre que amaba (quien le arrebató las alas
para convertirse en rey) sumió en la oscuridad.
Por
cierto, muchos críticos y la propia Angelina han afirmado que el robo de las
alas constituye una metáfora de una violación, pero yo no comparto tal
afirmación: considerando que Maléfica amaba a Stefan en el momento del engaño,
creo que es más correcto afirmar que éste la engatusó para obtener lo que
buscaba y, una vez conseguido, la dejó de lado como tantos hombres han hecho
con mujeres ingenuas con anterioridad. No obstante, si las alas son símbolo de
la virginidad, ¿cómo se explica que Maléfica termine recuperándolas?
Personalmente, creo que ésta no es una película para realizar ese tipo de
forzados análisis. Puestos a debatir, los críticos deberían preguntarse por qué
la protagonista se llama ‘Maléfica’ antes incluso de volverse malvada… O por
qué su forma y tamaño no se parecen nada al de las demás hadas… O por qué tiene
el poder de convertir a un cuervo en humano pero es impotente ante la pérdida
de sus propias alas…
Los pósters de Maléfica tienen claro el único interés del film |
A
propósito de esto último, el hecho de que Maléfica recupere finalmente sus alas
es un ejemplo más de lo tramposo que resulta el guión de Linda Woolverton
—autora de uno de los peores libretos de los últimos años (Alicia en el País de las Maravillas, de Tim Burton, 2010), pero
también de dos de los mejores guiones de clásicos Disney: La bella y la bestia (Gary Trousdale y Kirk Wise, 1991) y El rey león (Roger Allers y Rob Minkoff,
1994)—, quien, sin disimulo alguno, termina convirtiendo a Maléfica en
“Benéfica”, tirando por tierra la poderosa imagen del personaje.
Si no
fuera porque el tráiler lo destripa todo, el visionado de la película estaría
plagado de sorpresas: Maléfica es en realidad un hada bondadosa que, en un momento de depresión, maldice a la hija
de su amado traidor pero termina arrepintiéndose y convertida en su protectora
hada-madrina, siendo incluso la causante de su salvación final. Así, la película
demuestra que no fue el príncipe Phillip (debidamente insustancial Brenton Thwaites, al que pronto veremos junto a Meryl Streep en la esperada cinta de ciencia-ficción The Giver, de Phyllio Noyce, 2014), sino la propia
Maléfica quien, con su beso,
despertó a Aurora de su mortal sueño. Y es que la irrompible maldición sólo
podía romperse mediante un beso de amor, precisamente porque la despechada
Maléfica estaba segura de que no existía tal cosa. Si bien tal resolución
resulta perfecta para dar la vuelta al cuento y modernizarlo, la similitud con
el final de la reciente Frozen (Chris Buck y Jennifer Lee,
2013) hace trizas su supuesta originalidad. Por cierto, la conversión al mal
por parte de una mujer bondadosa ya la vimos con la Bruja del Oeste en la
mencionada Oz, un mundo fantasía…
¿Escribió Wooverlton por sí sola alguna parte del guión o se limitó a hacer
corta-pega de las producciones Disney recientes?
El único logro de Oz, un mundo de fantasía era explicar la maldad de la villana sin poner fin a la misma |
De
todos modos, el principal problema de esta película —y uno de los principales
motivos de su irregular recibimiento crítico pese a su éxito de público— es que
cambia tanto el cuento original que termina perdiendo la credibilidad. Si bien
resulta emocionante empatizar con un villano tan aparentemente despiadado como
Maléfica, esta versión se aleja demasiado de la original para aceptarla ciegamente
porque las partes que sí conocemos no encajan. Sin duda se trataba de un
trabajo complicado, pero el logro del guión habría sido cambiar nuestra
percepción de la historia rellenando los huecos que desconocemos, no cambiando
por completo los hechos que sí hemos “visto con nuestros propios ojos”.
Especialmente pastoso resulta el forzado y cursi final, que desaprovecha la
oportunidad de trasmitir lástima y respeto por la mítica villana.
La escena de la aguja es sospechosamente diferente a la original, lo que le resta credibilidad |
Quizá
en manos de un director más experimentado, la obra habría resultado más
redonda. De hecho, el director novel Robert
Stromberg terminó necesitando la ayuda de John Lee Hancock (experto en hacernos ver cuentos populares con
otros ojos gracias a Al encuentro de Mr.
Banks, 2013), quien le asistió en el re-rodaje de algunas escenas. Y es que
la especialidad de Stromberg no es la dirección, sino el diseño de producción, como demuestran sus dos merecidos premios
Oscar por la bella ambientación de Avatar
(James Cameron, 2009) y la mencionada Alicia
en el País de las Maravillas (donde la ambientación era lo único salvable).
Gracias a ello, la película es fascinante a nivel visual, aunque, tal y como
sucedió con Avatar, son los efectos especiales los que se hacen con el protagonismo (y, probablemente, constituirán
la única representación del film en los próximos Oscar, pese a que el diseño de
vestuario, el maquillaje y la dirección artística también cumplen con creces su
cometido).
Robert Stromberg dirige a Elle Fanning, sonriente hermana pequeña de Dakota Fanning |
Por su
parte, la banda sonora corre a cargo del gran James Newton Howard, nominado a ocho premios Oscar y artífice de la
bella música de tres clásicos Disney de principios de siglo: Dinosaurio (Eric Leighton y Ralph
Zondag, 2000), Atlantis (Gary
Trousdale y Kirk Wise, 2001) y El planeta
del tesoro (John Musker y Ron Clements, 2002). Su trabajo es correcto pero
poco destacable dentro de su magnífica filmografía, siendo una pena que no haya
sacado partido de la versión oscura de “Once
upon a dream”, tema central de La
bella durmiente que hace poco incluí en el top de las 50 mejores canciones Disney en 31ª posición. Dicha canción sólo aparece en los créditos de la obra, donde es interpretada con
fuerza por Lana del Rey.
Aunque
Angelina Jolie y el plano visual son los únicos elementos verdaderamente
perfectos de un film lastrado por un guión que recibió tantas revisiones que
terminó perdido en sí mismo, Maléfica
es una obra muy entretenida que nos permite ver los cuentos desde una
perspectiva distinta. En un mundo en el que cada vez son menos quienes se
identifica con los héroes y heroínas del pasado, resulta necesario dotar de voz
a quienes hasta ahora han carecido de ella, y sin duda Maléfica ha aprovechado
bien su oportunidad, aunque parece que no ha sido muy objetiva contando su
parte de la historia… Quizá lo peor a este respecto sea que no es ella, sino la
propia Aurora, quien narra los acontecimientos, una estrategia con la que el
film parece proclamar su verdad como la única verdad.
¿Es mucho pedir la nominación al Oscar para Angelina Jolie? |
Personalmente,
prefiero ver a La bella durmiente y Maléfica como las dos versiones de un
fascinante relato, así como un recordatorio de que siempre debemos escuchar a
todas las partes involucradas en un suceso antes de emitir juicios de valor (tal vez hacerlo no
sirva para descubrir la verdad, pero sí para evitar convertir verdades a medias
en verdades absolutas). Aunque lastrada por la crisis de rumbo de sus creadores,
Maléfica es una cinta de fantasía sorprendente y muy entretenida que nos enamora definitivamente de la gran Angelina Jolie y nos
recuerda que siempre hay otra historia detrás de la historia.
© El copyright del texto pertenece exclusivamente a Juan Roures
© El copyright de las imágenes pertenece a sus respectivos autores y/o productoras/distribuidoras
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Totalmente de acuerdo! Mi Jolie es una de las mejores actrices de su generación, aunque lastarda por una belleza imposible de enmascarar y una vida demasiado mediática
ResponderEliminarEl sábado por la noche fui a verla. Me gustó y sorprendió muy gratamente. Yo no soy fan de Angelina, pero he dedicir que su personaje, me fascinó. La escena de la maldición, me encantó. Es una maravilla. Las hadas, a mí personalmente, me sobraban. El personaje del cuervo Diaval, me pareció muy interesante, aunque el uso que hacía Maléfica de él.. ays, por un lado bien, pero por otro.. pobrecillo. Tenía sentimientos y le usaba a su antojo. El hecho de que le quite las alas y usa una metáfora así... no estoy de acuerdo. Aunque cada uno le puede dar su propia interpretación, claro! Lo que me dio rabia cuando fui al cine, es encontrarme con padres llevando a sus hijos demasiado pequeños. Así que el matrimonio que tenía delante con su hijo de 5 años o así, era que todo el rato les preguntaba cosas porque no entendía bien la trama. Además, de que se asustó en alguna escena. En fin... a mí me desde luego, me gusto mucho más de lo que pensaba!
ResponderEliminarSaludos!
Muchas gracias; a mí la película también me gusto, pero los fallos de guion son graves y entorpecen el resultado final. Aun así, disfruté mucho con el visionado. Un saludo.
EliminarMe ha sorprendido que Burton también contase con Angelina, yo esperaba que él escogiese antes a Boham Carter o a Johnny Depp, si me apuras (sabe acaso que existen otros actores?) xD
ResponderEliminarYo me esperaba algo como lo que Gregory Maguire hizo con Wicked: un libro en el que te metes en la piel de la Malvada Bruja del Oeste del Mundo de Oz y comprendes cuáles son sus motivaciones y por qué actúa de esa manera, siendo fiel a la historia original, sin transformar la protagonista en alguien buena, sólo explicándo por qué es mala.
De todas maneras, es una película recomendable!
Un saludo!
Estoy de acuerdo contigo en casi todo, y especialmente en lo de que eres muy bueno, en contar historias y contárnoslas a tus seguidores. Reconozco dos cosas a priori, dos limitaciones mías:me resistía a ver este film, aunque había algo en la caracterización del personaje de la villana que me atraía. No me arrepentí de hacerlo. La otra es que creo que el amor, y a lo mejor en eso no estamos de acuerdo, es una limitación, te quita las alas, te impide volar en libertad, al menos ese constructo que llamamos amor romántico, y me alegro de que la película se lo cargue y demuestre que el verdadero amor, el que te hace progresar, el que no te impide desarrollar tu personalidad en libertad, el que viene de otros seres queridos, que se sitúan en segundo plano. ¡Qué le vamos a hacer! Es lo que siento. ¡¡¡Sigue adelante deleitándonos con tus historias y con tus trabajos tan inteligentemente inspirados y llenos de sensibilidad !!!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu reflexión sobre el amor en esta cinta; realmente, admite muchas lecturas pues tiene más profundidad de la que aparenta. Un saludo y mil gracias.
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