Tras varios días de emocionantes jornadas del
festival de Cannes, son muchos los que se preguntan a qué viene tal admiración
hacia una entrega de premios cinematográficos más. La maravillosa cinta francesa La vie d´Adele (Abdel Kechiche,
2012), sobre una tierna aunque abiertamente sexual relación entre dos chicas
adolescentes, acaba de unirse a la lista de ochenta películas que pueden
presumir de tener en su haber una Palma de Oro de Cannes, quizá el premio más
prestigioso de la industria del cine, con perdón del Oscar.
Abdel Kechici sostiene la Palma de Oro por La vie d´Adele rodeado de sus jóvenes actrices |
Pero, ¿cómo se ha ganado Cannes su prestigio?
¿Qué lleva a millones de cinéfilos a esperar con ansia el palmarés de este
festival para abalanzarse sobre las películas premiadas? Cannes se ha ganado la
confianza de la comunidad cinéfila poco a poco, gracias a una historia muy
interesante que hoy me dispongo a analizar.
Antes de nada, debo decir que si alguien
esperaba un artículo sobre el último palmarés de Cannes, lo mejor es que visite
uno de los miles de blogs que ha hecho exactamente eso, ya que me niego a
comentar unos premios a películas que no he tenido la ocasión de ver. Y es que
una de las principales diferencias entre una ceremonia como los Oscar y un
festival como Cannes es que la primera premia películas que han pasado por los
cines, mientras que el segundo hace lo propio con películas que han sido estrenadas
en el mismo festival por elección de un estricto comité.
Cartel de la cuarta edición del Festival de Cannes |
El festival de Cannes inaugura la temporada
de premios en mayo, dos meses después de que los Oscar cierren la temporada
anterior, y lo hace con las premieres de las primeras joyas del año. No hay
nada más prestigioso que estrenar una película en Cannes, donde, durante unos
pocos días, se acumula la crème de la crème del panorama cinematográfico.
Pero, ¿cuál fue el origen de este prestigioso
encuentro? Pues, curiosamente, otro festival: el de Venecia, el más antiguo de
todos. Durante los años 30, la recién creada Mostra de Venecia parecía más un
enfrentamiento político que una competición cinematográfica. La objetividad
brillaba por su ausencia y el cine alemán e italiano recibía toda la atención.
La derrota del film francés La gran ilusión (Jean Renoir, 1937)
frente a la alemana Olympia, de Leni Riefensthal, y la italiana De
una misma sangre, de Goffredo Alessandrini, es decir, una película nazi
y otra que nadie recuerda, fue la gota que colmó el vaso.
Gus Van Sant ganó por Elephant la Palma de Oro y el premio a mejor dirección en 2003, hazaña solo antes conseguida por Joel Coen y su Barton Fink (1991) |
Fue entonces cuando un grupo de críticos y
cineastas franceses que incluía a Philippe
Erlanger, Robert Favre Le Bret y Louis Lumière pidió al gobierno francés que
sufragase los gastos de un festival internacional de cine en Francia. Aunque se
temía que Mussolini se tomará esto como una ofensa, el grupo fue persuasivo y
la ciudad de Cannes se comprometió a construir la sede. Allí se inauguró el 1
de septiembre de 1939 el Festival International du Film. Ese mismo día Alemania
invadió Polonia dando comienzo a la II Guerra Mundial y poniendo un rapidísimo
fin al festival, que tan sólo duró un día.
Wim Wenders agradece el premio a Paris, Texas rodeado de Faye Dunaway y Dirk Bogard en 1984 |
Marty es la única película con Oscar y Palma de Oro, premio creado en 1954 |
Pero sigamos con la historia, que es muy
interesante. Por motivos financieros, el festival no pudo celebrarse ni en 1947
ni en 1950, años en que el premio quedó desierto. En 1952, se decidió trasladar
la ceremonia a primavera, ya que las películas preferían presentar en Venecia o en el
recién creado Berlin a hacerlo en Cannes tan tarde. La nueva situación fue muy
positiva para el festival, que se convertía así en el primero del año y en uno
de los más prestigiosos, gracias a premiar a grandes películas como El
tercer hombre (Carol Reed, 1949) o Milagro en Milán (Vittorio de Sica,
1951).
Las fotos de Simone Silva dieron al festival su carácter sensual |
1954 fue clave para el festival, ya que la
orfebre parisina Suzanne Lazon propuso la palma como motivo para el galardón
principal (hasta entonces se hablaba tan sólo de “Grand Prix”) y Jean Cocteau
creó la mítica Palme d’Or (Palma de Oro). La primera en recibirla fue Marty (Delbert Mann, 1955), única película que puede presumir de poseer este premio y el Oscar (Días sin huella (Billy Wilder, 1946) también fue premiada por ambas entidades, pero la Palma de Oro no se había creado aun).
Además, una sesión fotográfica de Robert Mitchum a la actriz inglesa Simone Silva
en top less llevó la sensualidad al festival. Sin embargo, los asistentes al
festival, principalmente turistas de clase alta, todavía mostraban mayor
interés por las fiestas y el glamour que por las películas en sí.
Fue la creación del Marché du film (“Mercado de películas”) 1959 lo que convirtió a
Cannes en un punto de encuentro clave para cineastas. Desde entonces, Cannes ha
adquirido fuerza como lugar de distribución cinematográfica, hasta convertirse
en la principal plataforma internacional de comercio de películas. Para
fomentar el cine alternativo, en 1962 se creó la Semana Internacional de la Crítica (conocida hoy simplemente como “Semana
de la Crítica”), la primera sección paralela al festival.
El Marché du film es una ocasión perfecta para hacer contactos y negocios cinematográficos |
En mayo de 1968, con motivo de las protestas
de estudiantes liberales ante la sociedad de consumo por toda Francia (y gran
parte del mundo), Louis Malle, François Truffaut, Jean-Luc Godard y otros
cineastas pidieron la cancelación del festival como muestra de solidaridad y la
Palma de Oro quedó desierta. Fue esto lo que llevó en 1969 a la aparición de la
segunda sección paralela al festival: la Quincena
de Realizadores, creada sin afán de competición con la intención de que al
menos una parte del festival no dependiera en absoluto de la situación política.
En ocasiones, el premio de interpretación va a todo el reparto, como con las actrices de Volver (2006) |
Mientras tanto, el festival ganaba fama
gracias a excelentes Palmas de Oro como La dolce vita (Federico Fellini,
1960), Viridiana (Luis Buñuel, 1961) y El gatopardo (Luchino
Visconti, 1963), que se alternaban con ganadoras menos aparentes pero siempre
interesantes, como Orfeo negro (Marcel Camus, 1959) o Los paraguas de Cherburgo
(Jacques Demy, 1964). En 1978 se creó la sección Un Certain Regard (“Una cierta mirada”)
como condensación de tres secciones recién creadas: Les Yeux Fertiles (cines
sobre otras artes), L’Air du Temps (cine sobre hechos contemporáneos) y Le
Passé Composé (cine sobre el cine). Esta nueva sección fomentaba el visionado
de películas distintas y originales y a partir de 1998 da sus propios premios.
La primera premiada fue Killer, de Darezhan Omirbayev, la
primera película de Kazajstán que alcanza reconocimiento.
También en 1978 nació el premio
de la Caméra d’Or (Cámara de oro),
que recompensa la mejor película novel. La india Mira Nair (Salaam
Bombay!, 1988), el iraní Jafar Panahi (El globo blanco, 1995) y
el británico Steve McQueen (Hunger, 2008) son algunos de los
cineastas impulsados por este último premio, siendo Benh Zeitlin, director de Bestias
del sur salvaje (2012) el primero en conseguir el inaudito honor de
ganar este premio y ser nominado al Oscar a mejor director unos meses después.
Anthony Chen acaba de ganar la Cámara de Oro por Iloilo (Ilo Ilo), un drama sobre la inmigración |
Con el paso de los años Cannes se
convirtió en un festival cada vez más prestigioso y la Palma de Oro en el mayor
síntoma de calidad que una película puede poseer. No en vano, algunas de las
premiadas fueron las estadounidenses Taxi driver (Martin Scorsese, 1976),
Apocalypse
now (Francis Ford Coppola, 1982), Sexo, mentiras y cintas de video
(Steven Soderbergh, 1989) y Pulp Fiction (Quentin Tarantino,
1994), películas que precisamente los Oscar habían dejado de lado ante obras
mucho más comerciales y menos destacadas. Aunque EE.UU. es el país que más
Palmas de Oro acumula, lo cierto es que Cannes ha sido bastante equitativa en
su reparto, premiando a grandes obras internacionales como la iraní El sabor de las cerezas (Abbas
Kiarostami, 1997), la belga El niño (Luc y Jean-Pierre Dardenne, 2005) o la rumana 4 meses, 3 semanas, 2 días
(Christian Mungiu, 2007), todas ellas fieles pero duras representaciones de sus países de origen. Además, Cannes se adelantó dieciséis años a los Oscar para dar el máximo galardón a una mujer: Jane Campion por El piano (1993), aunque hubo de compartirlo con Chen Kaige y su Adiós a mi concubina (1993). Eso sí, tan importante como recibir premios es dejar una buena impresión como la alcanzada por El laberinto del fauno (Guillermo del Toro, 2007), que no obtuvo premio alguno pero recibió nada más y nada menos que ¡22 minutos de aplausos!
33 directores mostraron su amor hacia Cannes y el cine en A cada uno su cine |
En 1997 el festival cumplió medio
siglo y se decidió celebrarlo con una foto de todos los ganadores de la
Palma de Oro. Diez años después se optó por una celebración mucho más
cinematográfica: 33 cineastas de prestigio aportaron sus cortos sobre el tema
de la sala de cine para crear la película A cada uno su cine (2007). Los
hermanos Coen, Elia Suleiman, Ken Loach, Wong Kar-Wai, Walter Salles, Tsai
Ming-liang y Zhang Yimou fueron algunos de los participantes de este bello
homenaje al cine donde la cohesión brilló por su ausencia pero el amor por el
cine fue más importante.
De todos modos, si algo
caracteriza a Cannes es la falta total de interés por el carácter comercial de
las películas y su afán por el riesgo. De hecho, la mayoría de las películas
premiadas en este festival son poco conocidas por el gran público o
directamente denostadas, como sucedió con El árbol de la vida (Terrence
Malick, 2011), que incluso llevó a cientos de espectadores a abandonar las
salas antes de que finalizara pese a ser categorizada por muchos críticos
(entre los que me incluyo) como una de las mejores películas de la historia. No
obstante, a veces este carácter excesivamente “elitista” ha sido criticado
hasta por los fieles seguidores del festival, como sucedió en 2001 a causa de que
no se permitiera a la deliciosa Amelie, de Jean Pierre-Jeunet, la
entrada al festival por considerarse “falta de interés” por su presidente Gilles
Jacob, quien acababa de suceder a Pierre Viot (quien, a su vez, sustituyó a Robert
Favre-Le Bret, sustituto de Henri Genre, sustituto del mítico Louis Lumière). Para
el público medio, Cannes premia películas extrañas que se olvidan de la labor “principal”
del cine: entretener. Pero los cinéfilos lo ven de un modo muy distinto, porque
saben que el cine es un arte que tiene mucho que ofrecer, siempre preparado
para sorprender al espectador que quiera ser sorprendido.
Con solo 14 años, Yagira Yuuya fue el mejor actor de 2004 por Nadie sabe |
Aunque Cannes no presenta tantas categorías
como los Oscar, sí realiza un reparto mucho más equilibrado (como suele suceder
en los festivales), con lo que cada año se premia aproximadamente una decena de
películas. Los premios de mejor
director, actor y actriz son buenas formas de reconocer grandes películas
que no han podido obtener el máximo galardón y a la vez de premiar trabajos más
sutiles y originales que los reconocidos por los premios. Los directores Ingmar
Bergman (En el umbral de la vida, 1958), Wim Wenders (Las
alas del deseo, 1987) y Pedro Almodóvar (Todo sobre mi madre,
1999), los actores Marlon Brando (¡Viva Zapata!, de Elia Kazan,
1952), Tony Leung (Deseando amar, de Wong Kar Wai, 2000) y Javier Bardem (Biutiful,
de Alejandro González Iñárritu, 2010) y las actrices Bette Davies (Eva
al desnudo, de Joseph L. Mankievitz, 1950), Maggie Cheung (Clean,
de Olivier Assayas, 2004), Kirsten Dunst (Melancolía, de Lars von Trier, 2011)
son algunos de los muchos premiados. Como curiosidad, ningún director ha ganado
el Oscar y la Palma de Oro por la misma película, y tan solo una actriz y tres
actores han alcanzado este honor: Ray Milland por Días sin huella (Billy
Wilder, 1946), Sally Field por Norma Rae (Martin Ritt, 1979),
Christoph Waltz por Malditos bastardos (Quentin Tarantino, 2009) y Jean Dujardin
por The
Artist (Michel Hazanavicius, 2011).
El árbol de la vida llegó en 2011 a las salas de cine con gran fama, tras su polémico paso por Cannes |
Tampoco hay que olvidar los
premios concedidos por la organización de críticos y periodistas FIBRESCI, que acude a éste y otros
festivales con intención de dar sus propios premios a las mejores películas
presentadas y en ocasiones premian del mismo modo que el festival, como ha
sucedido este año con La vie d´Adele,
que ha puesto de acuerdo a todos. La película aun no ha sido vista por el
público, ya que una de las condiciones para ser presentadas en el festival es
no haber sido difundidas más allá de su país de origen. No podemos augurar
todavía el recibimiento que esta película tendrá en el público medio, pero lo
más probable es que sea relegada a cines alternativos en versión original.
Y es que Cannes no está hecho
para cualquiera. De hecho, ni siquiera existe crítico que aprecie todas las
Palmas de Oro de este festival, no tanto porque “para gustos colores”, sino
porque nuestra recepción ante el riesgo y la sorpresa depende mucho del momento
en que nos encontremos ante ellos y de nuestra propia situación personal. Lo
que sí es innegable es que películas como París, Texas (Wim Wenders, 1984), Bailando
en la oscuridad (Lars vin Trier, 2000) o Amor (Michael Haneke,
2012) sólo podrían ser premiadas en Cannes, donde han encontrado su lugar. Todo
cinéfilo dispuesto a mirar más allá del cine comercial estadounidense,
dispuesto a dejarse llevar por la verdadera magia del cine, tiene en el
palmarés de Cannes una cita obligada.
© El copyright de las imágenes pertenece a sus respectivos autores y/o productoras/distribuidoras
Es cierto que cuando en una película ves que ha ganado algún premio en el Festival de Cannes esperas que tenga un toque de frescura y originalidad que no abunda. Leyendo tu artículo me han entrado ganas de ver tantas películas! :)
ResponderEliminarLa verdad es que como poco son interesantes. Yo tengo ganas de verme todas la Palmas de Oro, aunque algunas son difíciles de encontrar.
EliminarIba a decir que "Investigación sobre un ciudadano libre de toda sospecha", de 1970, ganó también un premio importante en Cannes y el Oscar a mejor película extranjera, pero ese premio fué el Gran Premio del Jurado FIPRESCI, no la Palma de Oro. Fué nominada también al Oscar a mejor guión. Volonté está genial en ésta película. La aconsejo. Un saludo Juan.
ResponderEliminarGracias por el comentario. Efectivamente, la película que mencionas recibió premios por ambas entidades, pero solo Días sin huella y Marty recibieron el máximo premio por ambas y solo Marty tiene en su haber el Oscar a Mejor Película y la Palma de Oro de Cannes (ésta no existía todavía cuando ganó Días sin huella).
EliminarNo obstante, hay varias películas que han ganado la Palma de Oro y el Oscar a Mejor Película Extranjera: la dolce vitta, Orfeo negro, Un hombre y una mujer, El tambor de hojalata, Pelle el conquistador y Amour.
Me apunto la película que mencionas. ¡Un saludo!
Genial artículo!!!!!!!!!
ResponderEliminar¡Gracias! La verdad es que a mí mismo me resultó muy interesante investigar para escribirlo.
EliminarHe descubierto tu blog en Google Plus, he de decirte que está muy bien! Hay pocos blogs de cine buenos, la verdad, y el tuyo es uno de ellos. Te sigo por aquí.
ResponderEliminarSaludos.
http://humanidadesyalgomas.blogspot.com.es
Muchas gracias! Me alegro de que te haya gustado! Un saludo!
EliminarHola! mi blog "Club de Cinéfilos" ha sido agraciado con un premio virtual de esos de cadena, y para continuarla, he seleccionado tu blog entre los elegidos . Te dejo el enlace a la entrada:
ResponderEliminarhttp://clubcinefilos.blogspot.com.es/2013/05/premio-bloguero-liebster-award.html
Un saludo.
Desde luego Berlín es también muy interesante. En 2011 premiaron a una de la mejores películas del año: Nader y Simin, pero su elección de 2012 no me convence en absoluto (César debe morir). Confío más en Cannes, pero no te preocupes, porque dedicaré otra entrada al festival de Berlín (tengo pensado dedicar una a cada festival).
ResponderEliminarMuy interesante adentrarse más en el Festival de Cannes, el cual siempre sirve como gran punto de referencia a la hora de agendar películas para ver. Buen artículo! Saludos
ResponderEliminarA mí me encanta el Festival de Cannes, tiene una selección de películas magnífica. No diría que lo que más me interesa del cine sea que me entretenga, aunque no me sobra. Pero sí me basta con que una película sea buena. Al fin y al cabo el arte no tiene como finalidad la de entretener. Acabo de descubrir tu blog. Parece que está muy bien, pero tengo que seguir leyéndolo. Me vienen bien tus vacaciones, así tengo tiempo. Saludos. Pásalo bien
ResponderEliminar