A la hora
de seleccionar una actriz para el papel de la princesa elfa Arwen para la trilogía
de El Señor de los Anillos (2001-2003), los productores pensaron rápidamente
en la bellísima Liv Tyler, hija del
vocalista de Aerosmith Steven Tyler y la modelo Bebe Buell (quien, por cierto,
hizo creer a la chica que su padre era el músico Todd Rundgren). Por
aquel entonces, la actriz había protagonizado una docena de interesantes films
que, por unos motivos u otros, no le habían permitido brillar como ella podía.
El Señor de los Anillos. El retorno del rey obtuvo el premio a mejor reparto del Sindicato de Actores |
El
personaje de Arwen, la más hermosa de los habitantes de la Tierra Media, le
venía como anillo al dedo. Sin embargo, era un papel arriesgado: la belleza
debía ser acompañada de estilo y una gracia casi etérea que pocas actrices
podrían emular. Tyler encarnó al personaje con tal poderío que los productores
decidieron aumentar la importancia de su personaje en la saga y presentarla en
los pósteres promocionales de los tres filmes pese a que su relevancia en la
novela original era bastante escasa. Ciertamente, sus poéticas escenas se
encuentran entre los mejores momentos de tan maravillosa saga.
Belleza robada supuso el salto al estrellato de Liv Tyler |
Para
muchos, su rostro irá siempre ligado al de Arwen, pero Liv Tyler, no ha dejado
de trabajar desde su debut en la mediocre Un testigo en silencio (1994), donde
apareció poco después de acompañar a su recién conocido padre en el célebre
vídeo de la canción “Crazy” (junto a otro descubrimiento de los 90: Alicia
Silverstone). Entre variopintos papeles corales en filmes menores como Empire Records (Allan
Moyle, 1995), The Wonders (Tom Hanks,
1995) —que, pese a suponer el debut en la dirección de uno de los actores más
icónicos de los 90, tan sólo es recordada por la eterna repetición de la pegadiza
canción principal “That Thing You Do”— o la decepcionante El secreto de los Abbot (Pat O’Connor,
1997), Tyler obtuvo la atención de los críticos con Belleza robada (1996). En
ella, el italiano Bernardo Bertolucci dio a la joven el protagonismo que
necesitaba y ella supo aprovecharlo hallando el equilibrio entre ternura y
sensualidad que el papel requería. Como curiosidad, por aquel entonces la
actriz era pareja del actor Joaquin Phoenix, a quien sucederían Eder Lugo (con quien tuvo su primer
hijo) y su actual marido, Dave Gardner (con quien ha concebido dos hijos más,
otro niño y una niña).
El lirismo de Onegin debe mucho al bello rostro de Tyler |
A partir de
entonces, Liv Tyler se movió prácticamente por todos los estilos, con
apariciones en films tan distintos como el sentimentalista drama romántico Onegin
(1998) —coprotagonizado por Ralph Fiennes bajo la dirección debutante de la
hermana de este, Martha Fiennes—, el extraño film de aventuras Plunkett
y MacLeane (Jake Scott, 1999) o la destartalada comedia de Dr. T
y las mujeres (2000), posiblemente la peor película del gran Robert
Altman. Aunque todos ellos dejan bastante que desear, ninguno cae en la rutina,
pues, si algo ha demostrado Tyler a lo largo de su carrera, es que prefiere
arriesgar a convertirse en una actriz hollywoodiense más. Además, su trabajo
como actriz ha compartido espacio en su vida con las campañas de Givenchy y su
posición de embajadora de UNICEF.
Aunque irregular, la gamberra comedia Divina pero peligrosa presenta a una Liv Tyler tan sexy como desternillante |
Quizá el
papel en el que más se ha estancado Tyler sea el de apoyo de un protagonista
masculino perdido en el mundo hasta que ella hace su aparición. Este es el caso
de los agradables films Heavy (James Mangold, 1995), Una
chica de Jersey (Kevin Smith, 2004) y Conociendo a Jim (Steve
Buscemi, 2005). También es común verla como símbolo femenino de films
masculinos como Armageddon (Michael
Bay, 1998), El increíble Hulk (Louis Leterrier, 2008) o la ya mencionada
saga de El Señor de los Anillos
(donde los tres únicos personajes femeninos, Arwen, Éowyn (Miranda Otto) y
Galadriel (Cate Blanchett), no comparten un solo plano).
Sin
embargo, sus actuaciones más interesantes se han dado en dos comedias tan
divertidas como diferentes. Cookie’s Fortune (1999) es una de
las obras menos conocidas del ya mencionado Robert Altman, pero también una de
las mejores por su irónica a la par que melancólica descripción del típico
pueblo rural en el que nunca pasa nada… y a la vez pasa mucho constantemente. Por
su parte, su papel en Divina pero peligrosa (2001) es
sexy, intrigante, divertido… Vamos, perfecto para ella.
Pese a encontrarse entre sus trabajos menos conocidos, Cookie's Fortune sacó lo mejor de Liv Tyler |
Su carrera
ha sido siempre bastante irregular. Tras el emotivo drama En algún lugar de la memoria
(Mike Binder, 2007), llegaron las espantosas
La madre de él (Vince Di Meglio,
2008) y Los extraños (Bryan Bertino, 2008). Esta última, una de las
peores películas de terror que se recuerdan, inauguró su paseo por el cine de
género al más puro estilo Sitges: la original comedia de acción Super
(2010) —genial presentación de un héroe poco común donde lamentablemente la
intérprete tenía poco peso—, el intrigante thriller The Ledge (2011), la simpática comedia de ciencia-ficción Un amigo para Frank (Jake Schreier,
2012) y el extraño pastiche futurista Estación
espacial 76 (Jack Plotnick, 2014). Estos tres últimos títulos vuelven a quedarse a medio gas.
La compleja The Leftovers está reivindicada por muchos como una de las mejores series de la historia |
Y es que, pese a su evidente fotogenia y sus probadas dotes interpretativas, Liv
Tyler aún no ha dado ni la mitad de lo que hay dentro de ella debido en general
a direcciones mediocres y papeles que no están a su altura. Su breve pero
carismático paso por la aclamada serie sobrenatural The Leftovers (2014-2017),
donde el hipnotismo destilado por sus escenas es innegable, parece dar a
entender que la bella intérprete está enderezando su camino, pero habrá que
esperar al recibimiento de sus dos próximos proyectos —una película dirigida
por Fritz Böhm y
coprotagonizada por Brad Douriff, su compañero en El Señor de los Anillos: Wildling y una serie dirigida por J Blakeson y coprotagonizada por
Kit Harinton (Jon Snow en Juego de Tronos):
Gunpowder—,
ambos de imprevisible calidad, para que sus fans cantemos victoria.
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