28 septiembre 2025

Festival de San Sebastián 2025: mejores y peores películas

El 73 Festival de San Sebastián ha destacado por el cine español de la Sección Oficial y las joyitas internacionales de Perlas y Zabaltegi. Aquí va mi repaso a las películas que he podido disfrutar estos días, ordenadas de la peor (que tampoco es tan mala) y la mejor (magistral).

«El último arrebato» desaprovecha un material fascinante. Marta Medina y Enrique López Lavigne parecen tan centrados en sí mismos como en el propio Iván Zulueta. Entrevistan a numerosas figuras de renombre, sí, pero aportan poco a la leyenda del clásico de culto.


«Jay Kelly» es indigesta en el humor y aún peor en el drama. Tamaña sucesión de naderías solo se soporta gracias a las estrellas que se pasean por pantalla, aunque ninguna de ellas hace nada nuevo. Fallido homenaje de Noah Baumbach a George Clooney.


En «Hijo mayor», Cecilia Kang explora la llegada de su padre a Argentina desde Corea, y su propia experiencia como argentina de ojos rasgados, entre el racismo y las dudas existenciales. Tiene interés, pero, considerando lo que está contando, se antoja reiterante y fría.


Alice Winocour tiene claro lo que quiere contar en cada escena de «Couture», lo cual hace de manera subrayada y tópica, pero no hacia dónde va. Hay detalles realmente bochornosos. Sin embargo, cada vez que Angelina Jolie aparece en pantalla, la emoción aflora.


Ver a Jodie Foster actuar en francés y en registro cómico tiene su aquel, pero «Vida privada» es un desorden en todos los aspectos. ¡Y qué lágrimas tan extrañamente falsas! Regreso de Rebecca Zlotowski a la irregularidad tras la estupenda «Los hijos de otros».


Con «Aro berria», Irati Gorostidi recrea una experiencia catártica en la Donostia de 1978, entrelazando la conciencia social y la liberación sexual de manera descarnada. Creíble y vigorizante es, que atraiga o interese siquiera ya depende de cada espectador.


No queda claro qué interesaba a Agnieszka Holland y sus coguionistas sobre Franz Kafka a la hora de abordar «Franz», un biopic bien ambientado que no transmite en ningún momento la genialidad del escritor, y mucho menos su imaginario. Correcto Idan Weiss.


Con «Nighttime Sounds», Zhongchen Zhang retrata la infancia en la China rural, a través de apacibles espacios que filma con belleza. Realista pero soñadora, la película habla de madres y niñas perdidas en un universo machista. Pero falta desarrollo y un clímax potente.


«As We Breathe» alberga momentos emotivos y algún que otro golpe de efecto. Seyhmus Altun nos traslada a un pequeño pueblo de Anatolia, a principios de los 2000, desde los ojos de una niña, bien encarnada por Defne Zeynep Enci. Todo es creíble, pero falta algo.


Es imposible ver «Un fantasma en la batalla» sin pensar en «La infiltrada», que cuenta una historia muy parecida, solo que de manera más íntima, emocionante y feminista. Aun así, el thriller de Agustín Díaz Yanes es entretenido y probablemente funcione mejor a nivel internacional.


Colin Farrell se entrega por completo al alma autodestructiva de «Maldita suerte», y Tilda Swinton aporta su hipnótica extravagancia, pero el guion de Rowan Joffe y Lawrence Osborne no va más allá y la dirección de Edward Berger se apoya en exceso en la belleza moderna de Macao.


El «Frankenstein» de Guillermo del Toro es apabullante, pero pierde atmósfera al apoyarse demasiado en entornos digitales ultrapulidos. Pese a la cadavérica caracterización, Jacob Elordi insufla vida al icónico monstruo. Las demás interpretaciones se antojan distantes.


Una serie de apacibles postales se suceden en «The Love That Remains», agridulce álbum familiar del islandés Hlynur Pálmason. Es interesante, pero no termina de encontrar el tono, y los toques cómicos incomodan.


«Nuremberg» es entretenida y reflexiva, pero harto inferior a la clásica «¿Vencedores o vencidos?». James Vanderbilt y el estelar reparto se quedan en la superficie. Eso sí, no viene mal que el público se tope con las terroríficas imágenes de los campos de concentración.


Tras «Alba» y «La piel pulpo», Ana Cristina Barragán firma una historia de curación a través de la relación entre una mujer (Simone Bucio) y un adolescente (Francis Eddú Llumiquinga). Drama íntimo, crudo... y disperso.


Milagros Mumenthaler se deja llevar por la poesía en «Las corrientes», donde Isabel Aimé Gonzalez Sola atraviesa una crisis existencial. La apacible cotidianidad recuerda a su espléndida «Abrir puertas y ventanas», pero esta vez la parsimonia es excesiva.


«Bugonia» pretende ser superimpactante, pero los clichés la vuelven previsible, y muy inferior a «Salvar el planeta Tierra». Emma Stone y Jesse Plemons están bien, aunque ya los hemos visto en ese registro a las órdenes de Yorgos Lanthimos. El final es memorable, eso sí.

 

Con «Olmo», Fernando Eimbcke nos lleva al Nuevo México de 1979 para contarnos el tierno periplo de un adolescente con ganas de fiesta que debe cuidar de su padre enfermo. El humor absurdo y la tristeza cotidiana se entrelazan en pos de la luminosidad. Simpático elenco.


«Her Heart Beats in Its Cage», de Xiaoyu Qin, es humilde en su guion y en su puesta en escena, pero cuenta una historia desgarradora que resulta aún más potente gracias a estar interpretada por la mujer que la vivió: Xiaohong Zhao.


«Kota» utiliza la tragicómica aventura de una gallina negra como metáfora de las vicisitudes de los inmigrantes. A través de su huida, exclusión y explotación, György Pálfi denuncia con ironía un sistema cruel e indiferente. Curiosa fábula moral que recuerda a «Eo».


«La torre de hielo» es sugerente, confusa y onírica, como cabía esperar de la mirada de Lucile Hadzihalilovic a «La reina de las nieves». A Marion Cotillard le basta su carisma para destacar, aunque es en el hipnótico plano sonoro y visual donde reside el principal interés.


Con «Before the Bright Day», Shih-Han Tsao nos traslada de manera creíble al Taiwán de 1996 para explorar lo que supone desarrollarse como persona en un país en crisis económica y, ante todo, identitaria. Sólido y acogedor plano técnico, a destacar la música de Summer Lei.


«Un poeta», escrita y dirigida con suma personalidad por Simón Mesa Soto, es divertida y reflexiva, aunque también deprimente y agotadora. Una provocativa mirada a la cultura colombiana desde el cutrismo deliberado.


«Los Tigres» es un thriller intenso, singular y excelentemente ejecutado. La relación fraternal entre Antonio de la Torre y Bárbara Lennie emociona, y ellos brillan en todo momento, al igual que el elenco secundario. Lo mejor que ha hecho Alberto Rodríguez, sí, junto con «La isla mínima».

En «Blue Heron», la húngaro-canadiense Sophy Romvari fusiona la ficción, el documental y sus propios recuerdos de infancia, inevitablemente sesgados, ofreciendo un conmovedor drama familiar, con la belleza salvaje de la Isla de Vancouver de fondo. Un debut muy especial.

Qué falta hacía «Maspalomas», sentido homenaje a los gais mayores, con frecuencia condenados a silenciar su deseo y su identidad, retrocediendo sobre sus propios pasos. José Mari Goenaga firma un guion empático y honesto que dirige junto a Aitor Arregi. Y José Ramón Soroiz se abre en canal.


«Belén» rememora un caso muy dramático de la Argentina reciente, pero sabe aligerarlo con pequeñas dosis de humor inteligente y un tono esperanzador. Dolores Fonzi se entrega plenamente, delante y detrás de la cámara, reivindicando la sororidad y el derecho al aborto.


«Ungrateful Beings» es una cinta extraña donde muchos elementos parecen un error. Pero lo cierto es que Olmo Omerzu sabe lo que hace, logrando sorprenderte una y otra vez con los giros de guion y las reacciones de los personajes. Barry Ward encabeza un reparto singular.


Pausada y sencilla, pero llena de verdad, «Two Seasons, Two Strangers» ofrece una experiencia muy hermosa y acogedora. El japonés Shō Miyake nos invita a meditar sobre la necesidad de seguir adelante en un mundo cuyas múltiples preguntas y respuestas no siempre se complementan.


Una intrépida Jennifer Lawrence es el alma de «Die My Love», con la que Lynne Ramsay cuestiona, rabiosa y brillantemente, el papel social de la mujer como esposa y madre. Robert Pattinson y Sissy Spacek están estupendos también. Y el plano técnico resulta embriagador.

 

«Extraño río» es una preciosidad. Jaume Claret Muxart se mueve con soltura entre la poesía y la cotidianidad. Los soñadores ojos de Jan Monter albergan la fragancia del primer amor. Y qué emotiva es la naturalidad con que se abordan sus sentimientos y su identidad.


Escrita por Marianne Lentz y dirigida por Emilie Thalund, «Weightless» habla de gordofobia, machismo y violencia sexual con sensibilidad, rotundidad y la sororidad como única defensa. Fantásticas Marie Helweg Augustsen y Ella Paaske. Grata, y devastadora, sorpresa.


Théodore Pellerin se confirma como uno de los actores más interesantes de su generación en «Lurker», donde se infiltra en el círculo íntimo de un artista emergente. Alex Russell, que ganó el Emmy por «Bronca», firma una brillante ópera prima, inquietando y divirtiendo a partes iguales.


Qué conmovedora es «Flores para Antonio», pieza documental con la que Elena Molina, Isaki Lacuesta y toda la familia Flores rinden homenaje al emblemático artista y, de paso, a la música española, al poder de la estirpe y a la vida misma, al tiempo trágica y hermosa.


Qué poder tienen los ojos de Antonio Fernández Gabarre en «Ciudad sin sueño», poético drama con alma de neowéstern que retrata la vida en extinción de la Cañada Real, tan próxima como invisible. Guillermo Galoe y Víctor Alonso-Berbel invocan dignidad, pureza y resistencia.


Con «Nouvelle Vague», Richard Linklater homenajea a Jean-Luc Godard, «Al final de la escapada» y el propio cine con bellos encuadres, un humor exquisito, un reparto muy creíble e innumerables referencias que harán las delicias de los cinéfilos.


«La tarta del presidente» sigue a dos escolares durante el cumpleaños de Sadam Husein, mostrando lo más bello de Irak... y lo más terrible. Recuerda a odiseas infantiles de Oriente Medio tan relevantes como «La bicicleta verde» y «¿Dónde está la casa de mi amigo?». Y llega al corazón.

Harris Dickinson da el salto al guion y a la dirección con «Urchin», fascinante reflexión sobre las complicaciones de la reinserción y la necesidad de responsabilizarse de los propios actos. Su mirada al cuerpo evoca el que fuera su debut como actor, «Beach Rats». Brutal Frank Dillane.

Lleno de humor negro y dardos al sistema educativo, «Bad Apples» es un thriller imprevisible y muy divertido, tan absurdo como real. El guion de Jess O'Kane y la dirección de Jonatan Etzler ofrecen momentos de aplauso. Fantástica Saoirse Ronan.

 

«La voz de Hind» plasma el horror de Gaza a través de la llamada de auxilio de una niña de seis años. Kaouther Ben Hania y el magnífico reparto encarnan la impotencia del mundo e interpelan con rotundidad a quienes están a tiempo de actuar. Verdaderamente, devastadora.

«Historias del buen valle» nos sumerge en Vallbona, multicultural barrio barcelonés, con poesía y humanismo. José Luis Guerín capta las costumbres y los sueños de los vecinos, ofreciendo momentos muy simpáticos y otros que tocan la fibra. Buen complemento a «El 47».


Una niña belga criada en Japón descubre la complejidad de la vida humana en «Little Amélie», joyita animada de Liane-Cho Han Jin Kuang y Mailys Vallace. La estética es encantadora y el guion va directo al corazón.


Tras «La peor persona del mundo», Joachim Trier y Renate Reinsve vuelven a hacer magia con «Valor sentimental», un agudo drama en torno a los lazos familiares, insustituibles, por dañados que estén. Elle Fanning, Stellan Skarsgård e Inga Ibsdotter Lilleaas completan un reparto desgarrador.

 

Bellamente melancólica y aun así progresista en su exploración de temas complejos de viva actualidad, «La Grazia» es la mejor película de Paolo Sorrentino. Toni Servillo emociona con cada gesto. Y los toques de humor funcionan de maravilla.


«Los domingos» es una joya que te destroza cuando menos te lo esperas. Alauda Ruiz de Azúa explora el sentimiento religioso de manera respetuosa pero tajante, con un tratamiento musical hipnótico. Todo el reparto brilla, pero lo de Patricia López Arnaiz es de otro mundo.


Muy bien dirigida por Kleber Mendonça Filho y aún mejor protagonizada por Wagner Moura, la compleja «El agente secreto» habla del crudo pasado brasileño, pero también de su incierto porvenir. La festiva y enigmática atmósfera envuelve un thriller único en su especie.


Cuesta describir el impacto y la importancia de «Un simple accidente». Jafar Panahi no solo es uno de los mejores cineastas contemporáneos, sino que evoluciona con cada película que hace. Esta, además de proferir un potentísimo grito de rabia, divierte de inicio a fin. ¡Y qué reparto!

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