15 julio 2016

Entre el realismo y el impacto: 'Monstruoso' y 'Calle Cloverfield 10'

Popular donde los haya, el cine de terror y ciencia-ficción (para cuya fusión debería crearse un subgénero propio) busca cada año formas de reinventarse para seguir sorprendiendo al espectador. En 2008, el guionista Drew Goddard, el director Matt Reeves y el productor J. J. Abrams lo lograron con la excepcional Monstruoso, cinta para la que ocho años después ha surgido una secuela igual de lograda, repitiendo el todopoderoso Abrams al mando de la producción pero encargándose esta vez Damien ChazelleJosh CampbellMatthew Stuecken del guion y el debutante Dan Trachtenberg de la dirección. Hablamos de Calle Cloverfield 10, una de las mejores cintas del año.

Monstruoso (Cloverfield, 2008)
La cámara de vídeo es el alma de Monstruoso,
a la que otorga un personal estilo cinéma verité
Monstruoso (Cloverfield, 2008) sigue a varios jóvenes que cambian en cuestión de minutos una alocada fiesta por una espeluznante huida por las calles de un Nueva York infestado de peligros a raíz de la inexplicable llegada de una gigantesca criatura. Filmada (o pretendiendo estarlo) enteramente por una videocámara casera que rara vez deja de grabar (licencia narrativa que debemos aceptar para entrar en el hipnótico juego), la cinta es verdaderamente singular por su manera de atrapar en sus redes a un espectador rápidamente identificado con los aterrados protagonistas. Y es que desde que la cámara empieza a filmar, la escalofriante necesidad de conocer más y más se apodera de nosotros, algo a lo que había contribuido también una inteligente campaña viral que buscaba emular los efectos de El proyecto de la bruja de Blair (Daniel Myrick y Eduardo Sánchez, 1999), obra clave del cine de metraje encontrado. De hecho, toda la confección de Monstruoso estuvo envuelta en el máximo misterio, realizándose los castings (de los que salió un reparto eminentemente desconocido) con guiones falsos y cambiándose constantemente el nombre de la producción para despistar a los curiosos. Así, las dos metas principales de la cinta eran el realismo (rodando y editando al más puro estilo cinéma verité) y el impacto (manteniendo la intriga hasta el último momento), elementos ambos que, combinados, conforman una experiencia única en su especie.

Mary Elizabeth Winstead en Calle Cloverfield 10 (10 Cloverfield Lane, 2016)
A la joven Mary Elizabeth Winstead deberían
lloverle ofertas tras Calle Cloverfield 10
En la misma línea que su predecesora, Calle Cloverfield 10 (10 Cloverfield Lane, 2016) conjuga el realismo y el impacto con suma precisión, teniendo no obstante en la propia existencia de Monstruoso el principal hándicap de cara a sorprender al espectador. De hecho, nos encontramos ante una secuela libre (más bien, “pariente de sangre”, en palabras de Abrams) que probablemente se disfrute más sin conocer la obra original. Además, Calle Cloverfield 10 es una cinta de imagen más convencional, filmada en orden cronológico prácticamente en su totalidad en el interior de una vivienda donde un hombre solitario y excéntrico (un gran John Goodman que debería ser recordado durante la temporada de premios) obliga a permanecer a dos jóvenes (perfectamente solventes y relativamente desconocidos Mary Elizabeth Winstead y John Gallagher Jr.) a los que supuestamente ha salvado de un terrible ataque químico. La distinción entre amigos y enemigos o fantasía y realidad se apodera así tanto de los protagonistas como de los espectadores, desconocedores ambos de si se encuentran ante una pesadilla psicológica o más bien un terror tan real como la vida misma. Ingeniosos diálogos, potentes interpretaciones y un elegantísimo montaje contribuyen a la creación de uno de los thrillers más tensos e inteligentes de los últimos años.

Tanto Monstruoso como Calle Cloverfield 10 son potentes ejemplos del gran partido que puede sacarse a presupuestos relativamente ínfimos (recordemos, que estamos hablando de Hollywood). Así, los apenas 25 millones de dólares de presupuesto de la cinta original se tornaron en 170 de recaudación mundial, mientras que los 15 millones de la secuela ya se han traducido en más de 107 millones recaudados. Más allá de tener lugar en el mismo universo, ambas cintas carecen de conexiones, si bien J. J. Abrams ya ha anunciado tener un plan para unirlas en el futuro. Vamos, que estamos de suerte, porque tendremos Cloverfield para rato.


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