Aunque Carrie Fisher falleció hace un año, sus escenas para Los últimos Jedi ya se habían rodado |
Mucho se ha echado en cara a George Lucas,
padre del universo Star Wars, durante
las últimas dos décadas. Quizá demasiado. Sin embargo, no se ha hablado
suficiente de la vergonzosa escasez de personajes femeninos que pueblan los
seis films escritos por él, desde La
guerra de las galaxias (1977) hasta La
venganza de los Sith (2005). Y es que, entre las decenas de personajes de
estas películas tan sólo encontramos dos protagonistas femeninas (la Leia
Organa de Carrie Fisher y la Padmé Amidala de Natalie Portman, ambas políticas
de armas tomar) y, lo que es peor, tres únicas secundarias (la líder rebelde Mon
Mothma y dos madres abnegadas: Beru Lars y Shmi Skywalker) a las que
prácticamente podríamos tachar de extras. Que sólo un cuarto de los miembros del
Consejo Jedi fueran mujeres es claro ejemplo de la mentalidad de Lucas (a
quien, eso sí, siempre se criticará en este espacio desde el cariño).