10 agosto 2017

Historia de 'El planeta de los simios': entre secuelas, remakes y reboots

El estreno de El planeta de los simios en 1968 dio lugar a una de las franquicias más exitosas de todos los tiempos. El último ejemplo de ello ha sido La guerra del planeta de los simios, uno de los grandes estrenos del 2017 y una buena muestra de blockbuster inteligente. Mi admiración por estas dos películas me ha llevado a repasar la historia cinematográfica de una saga tan interesante como irregular.

El planeta de los simios (1968)
El icónico final de El planeta de los simios (1968)
nació con la versión cinematográfica
Todo comenzó en 1963 con la publicación de la novela distópica El planeta de los simios (La planète des singes), de Pierre Boulle, quien ideó un mundo dominado por los primates tras observar el comportamiento tremendamente humano de los gorilas del zoológico. Pese a que su propio autor la consideraba una obra menor, la novela llamó la atención del productor Arthur P. Jacobs, quien, lamentando no poder producir King Kong  (“ojalá no estuviera ya hecha para poder hacerla”, expresó), se hizo rápidamente con los derechos.

El francés Pierre Boulle tenía buena experiencia con el cine, ya que su anterior obra, El puente sobre el río Kwai (1952), había sido adaptada con éxito en 1957 bajo la dirección del gran David Lean. Dicha obra ganó siete premios Oscar e, insólitamente, granjeó el galardón a mejor guion adaptado a Boulle, pese a no escribir este una sola palabra del mismo. ¿El motivo? Que los verdaderos guionistas (Michael Wilson y Carl Foreman) habían sido tachados de comunistas en la vergonzosa lista negra de McCarthy, no pudiendo así firmar el libreto. Pero no nos desviemos del tema del artículo, que da para bastantes curiosidades por sí solo.

Póster de El planeta de los simios (1968)
Charlton Heston fue el principal
reclamo comercial del primer film
Tras obtener los derechos de la novela, Arthur P. Jacobs se encontró con que ningún estudio quería arriesgarse con el proyecto. Al margen del productor asociado Mort Abrahams, el primero en unirse al mismo fue el guionista Rod Serling, creador de la popular serie La dimensión desconocida (The Twilight Zone), quien insertó importantes cambios en la historia, añadiendo elementos de la Guerra Fría, especialmente el icónico final. Finalmente, Jacobs logró persuadir al mítico Charlton Heston (indebidamente oscarizado por la apoteósica Ben-Hur, de William Wyler, 1959), quien recomendó como director a Franklin J. Schaffner, con quien había trabajado en El señor de la guerra (1965). El recién creado equipo grabó unas pruebas que terminaron convenciendo a la 20th Century Fox de que el film podía ser un éxito; eso sí, reduciendo el plan de 10 millones de dólares a casi la mitad.

Además, el estudio exigió la revisión del guion por parte del mencionado Michael Wilson, guionista de El puente sobre el río Kwai, quien confeccionó una sociedad primate más primitiva que la del libro para ahorrar costes en efectos especiales y ambientación. Gran parte de la trama fue cambiada en esta revisión, pero la esencia original perduró. A Heston se unieron Kim Hunter (oscarizada por Un tranvía llamado deseo, de Elia Kazan, 1951), Roddy McFowall y Maurice Evans, todos ellos cubiertos de maquillaje primate, así como Linda Harrison como la primitiva —y, por supuesto, bella al estilo de Raquel Welch en Hace un millón de años (Don Chaffey, 1966)— humana que el protagonista convierte en la "Eva" con la que dar un nuevo comienzo a la vida humana.

El planeta de los simios (1968)
El planeta de los simios dio la vuelta a la
relación del ser humano con los animales
Aunque el resultado final no carecía de las típicas incongruencias que —por desgracia— parecen inevitables en el género de la ciencia-ficción, la película resultó fascinante y, junto a la excepcional obra de Stanley Kubrick 2001: Una odisea del espacio, estrenada ese mismo año, marcó un antes y un después en un género productor de obras tan míticas como La guerra de las galaxias (George Lucas, 1977) o Blade Runner (Ridley Scott, 1982). No obstante, a diferencia de todas estas, que basaron su fuerza visual en los efectos especiales, El planeta de los simios cobró vida gracias principalmente al maquillaje, que daría a John Chambers un merecidísimo Oscar honorífico (el primero otorgado a un maquillador). Por lo demás, al igual que la obra de Kubrick, que se hizo con el galardón a mejores efectos visuales, la película fue prácticamente ignorada por la Academia, que tan sólo la nominó en los apartados de música original (Jerry Goldsmith) y vestuario (Morton Haack), demostrando una vez más su ceguera ante géneros ajenos al drama.

La película fue todo un éxito de público y crítica; donde el primero vio un genial entretenimiento, la segunda encontró un fascinante ataque al afán de dominación del ser humano. Y es que, al convertir a los humanos en bestias y a los simios en seres civilizados, el film hizo una interesante apreciación sobre nuestro abuso de poder sobre la naturaleza y los demás seres con que la compartimos. Contemplar a seres humanos encerrados, doblegados y diseccionados fue el modo perfecto de invitar a la reflexión sobre la imposición de estas mismas prácticas en el resto de seres. Por supuesto, esta lectura es clave de todas las cintas que componen la franquicia, siendo especialmente latente en la nueva trilogía.

Estrenada el 8 de febrero de 1968, El planeta de los simios marcó un punto de inflexión en la carrera de Schaffner, quien dos años después ganaría el Oscar a mejor dirección por la excelente cinta bélica Patton (1970). Su éxito llevó a la Fox a sugerir a Jacobs y Abrahams la realización de una secuela y, aunque estos no lo habían tenido nunca en mente, accedieron, no tardando la misma ni dos meses en empezar a planearse. Los productores consideraron algunos tratamientos de Rod Serling y Pierre Boulle, pero terminaron contratando al británico Paul Dehn, ganador del Oscar por el tratamiento de Ultimátum (John & Roy Boulting, 1950), quien se convertiría en el guionista de todas las secuelas de la franquicia.

Regreso al Planeta de los simios (1970)
Regreso al planeta de los simios fue una decepción, pero
triunfó en taquilla gracias a la fama de su predecesora
Dando muestra de más luces de las habituales, Charlton Heston no se interesó en absoluto por el proyecto, pero accedió a rodar algunas escenas a cambio de que su personaje muriese y su salario fuera donado a la beneficencia. Esto llevó a Dehn a alterar el guion para centrarlo en un nuevo personaje interpretado por James Franciscus, un actor bastante desconocido que había intervenido como secundario en la mencionada The Twilight Zone. Ya que Shaffner estaba ocupado con la dirección de Patton, se contrató al director televisivo Ted Post (en cuya carrera vuelve a destacar la serie The Twilight Zone, además de otra secuela importante: Harry el fuerte, 1973) para sustituirlo.

Pese a contar con gran parte del reparto original (Linda Harrison, Kim Hunter y Maurice Evans retomaron sus papeles, pero Roddy McDowall fue sustituido por David Watson por conflicto de horarios), Regreso al planeta de los simios (1970) dio serios problemas a Post desde el principio, especialmente debido al relativamente escaso presupuesto (3,4 millones de dólares). La trama de la misma nos adentraba en la misteriosa Zona Prohibida de la película original y desvelaba la existencia de un grupo de seres humanos mutantes dispuestos a detonar una bomba atómica si los primates invaden su santuario. Carente de la profundidad de la primera entrega y, para colmo, tremendamente aburrida, la película fue muy mal recibida por los críticos y está justamente considerada como una de las peores obras de la franquicia.

Huida del planeta de los simios (1971)
Huida del planeta de los simios es la única
secuela del film bien recibida por la crítica
Aun así, gracias al éxito de la película clásica, esta mediocre secuela volvió a triunfar en taquilla y, pese al final apocalíptico, llevó a la Fox a solicitar una nueva secuela. Rápidamente, Jacobs instó a Dehn a escribir un nuevo guion con el telegrama “los simios existen; secuela requerida”. Con un triste presupuesto de 2,5 millones de dólares, el director televisivo Don Taylor empezó el rodaje de Huida del planeta de los simios (1971). Para ahorrar dinero en efectos, decorados y maquillaje, la película tomó un nuevo rumbo trasladando a los dos primates Zira (Kim Hunter) y Cornelius (Roddy McDowall, retomando su papel) a los EE.UU. contemporáneos. Al reparto se sumaron Natalie Trundy, Bradford Dillman, Eric Braeden y Ricardo Montalbán, así como el mítico Sal Mineo (el torturado Platon de Rebelde sin causa, de Nicholas Ray, 1955) en su último papel cinematográfico (eso sí, cubierto de maquillaje primate) antes de ser tristemente asesinado por un repartidor de pizzas con amplio historial delictivo que aseguró no reconocer a la estrella al acuchillarla.

Aunque la excusa para introducir el viaje en el tiempo no podría ser más manida, la película funciona gracias al ritmo del guion y a la introducción del importante tema racial, que cobraría fuerza en la saga a partir de entonces. La relación entre los dos primates y la sociedad estadounidense, que los ve primero como monstruos y luego como mascotas, sirvió para hacer un interesante comentario sobre el racismo y el rechazo al diferente. Gracias a ello, se convirtió en la secuela más interesante de todas (logro que, por otro lado, no es difícil de alcanzar) y en la única bien recibida por los críticos, que aplaudieron el nacimiento de la primera serie mítica de ciencia ficción (a la galaxia muy muy lejana le quedaba un quinquenio por surgir). Además, fue un nuevo éxito de taquilla (aunque inferior al de sus predecesoras, sin duda debido a la baja calidad de la primera secuela), con lo que la Fox exigió una nueva continuación.

La conquista del planeta de los simios (1972)
La rebelión de los simios dio inicio a la relación entre
los simios y los afroamericanos, ambos oprimidos
Se inició así el rodaje de La rebelión de los simios (también conocida como La conquista del planeta de los simios, 1972, pues de lo contrario sería la única integrante de la saga sin el vocablo planeta en su título), para cuya dirección se contrató a J. Lee Thompson, quien había trabajado con Jacobs en el desarrollo del film original. El nuevo guion de Dehn se centró más que nunca en los temas raciales, asociando a los primates con los afroamericanos y modulando la historia a partir de los tristes incidentes raciales del área de Watts en los años 60. Con un insuficiente presupuesto de 1,7 millones, la acción fue trasladada a 1991, cuando los hombres toman a los monos como mascotas-sirvientes después de que una epidemia acabe con todos los gatos y perros. El nuevo protagonista fue César —hijo de Zira y Cornelius (interpretado por el actor de este último, Roddy McDowall) criado por el dueño del circo (Ricardo Montalbán, quien retoma su papel convertido en el único miembro salvable del reparto)—, quien encabeza un grupo de insurrectos para poner fin a la servidumbre de los monos (con los que se comunica telepáticamente). Entre otros innumerables problemas de guion, destaca la falta de credibilidad en la rápida evolución de los primates con respecto al film anterior.

Maquillaje de Roddy McDowall para El planeta de los simios
La magia del maquillaje es la clave de los films originales
Pese a recibir críticas irregulares, la película fue bastante popular, especialmente entre el público afroamericano (como cabía esperar, pues el único personaje humano empático estaba interpretado por el afroamericano Hari Rhodes), y dio pie a una nueva secuela que desde el principio fue planteada para ser la última. Dos elementos se repitieron con respecto al film anterior: el presupuesto de 1,7 millones y la dirección de Thompson. No obstante, Dehn tuvo que dejar el rodaje por enfermedad, siendo sustituido por John William Corrington y Joyce Hooper Corrington, quienes, siguiendo los deseos de los productores, descartaron el tratamiento pesimista original y aportaron una resolución ambiguamente esperanzadora.

Batalla por el planeta de los simios, 1973
Batalla por el planeta de los simios marcó el fin de
la serie original, compuesta por cinco películas
Nuevamente centrada en el racismo y la dominación, esta cuarta secuela siguió la historia de César (de nuevo, McDowall, convertido así en el actor que ha aparecido en más films de la saga, un total de cuatro) en un mundo donde coexisten humanos y primates. Tal y como destapa el título (Batalla por el planeta de los simios, 1973) el conflicto es inevitable, y el propio plano final no deja claro si la resolución es positiva (pues los simios han puesto final a la opresión) o negativa (ya que la barrera racial todavía no ha sido derruida). Tales temas fueron explorados por unos críticos que ya no sabían cómo defender a la franquicia. La película fue denominada como la peor de toda la serie y puso momentáneamente fin a la misma tras cuatro años sin descanso.

No obstante, la saga probó ser enormemente rentable gracias a las reposiciones televisivas, que instaron a Arthur P. Jacobs a concebir un especial televisivo. Sin embargo, el productor murió en 1973, con lo que el ejecutivo de la Fox Stan Hough quedó al mandó del proyecto, que finalmente fue la serie televisiva El planeta de los simios (1974), situada 900 años antes del film original. Aunque entretenida y revalorizada con el tiempo por los fans, la serie se vio perjudicada por el carácter repetitivo y el intento fallido de atraer a todos los públicos, combinando elementos demasiado infantiles con otros trágicamente apocalípticos que dejaban claro que la interpretación correcta del último film de la saga era la negativa. El reparto volvió a contar con McDowall, al que se unieron rostros tan desconocidos entonces como olvidados ahora. Ese mismo año se estrenó en Japón la serie Apocalipsis en el planeta de los simios (1974), una nueva copia del pueblo nipón que dio lugar años después a la película Time of the apes (Kiyo Sumi Fukazawa, Atsuo Okunaka, 1987), distribuida en EE.UU. por el productor Sandy Frank. Y es que Japón es el único país que hace competencia a EE.UU. en lo que a remakes absurdos respecta.

Regreso al planeta de los simios (1975)
Al margen de la serie de acción real, la saga probó 
suerte con la animada Regreso al planeta de los simios
Volviendo a América, pese al fracaso de la serie de acción real, la NBC decidió probar suerte en otro terreno y concibió la producción televisiva animada Regreso al planeta de los simios (1975), que abandonó los temas raciales de las producciones anteriores y retomó la atmósfera de Vietnam y la Guerra Fría de los dos primeros films. La pobre animación y las repetitivas tramas la sumieron rápidamente en el olvido pese a que el merchandising ayudara a recuperar la inversión. Unos años después se estrenó en televisión el mediocre telefilm La vida en el planeta de los simios (Alf Kjellin y Arnold Laven, 1981), que volvía a contar con el insaciable McDowall en el reparto. Poco a poco, la franquicia perdió el poco orgullo que le quedaba.

En 1988 Adam Rifkin inició los preparativos para un remake protagonizado por Arnold Schwarzenegger, dirigido por Phillip Noyce y producido por Oliver Stone, Don Murphy y Jane Hamsher, pero el proyecto fue cancelado. Durante este tiempo, personalidades como Chris Columbus, Sam Hamm, James Cameron, Peter Jackson o los hermanos Hughes se involucraron en el proyecto, que finalmente fue dirigido por Tim Burton (quien ya tenía en su haber obras maestras como Eduardo Manostijeras, 1990, y Ed Wood, 1994) sobre el guion de William Broyles Jr. (que sería reescrito por Lawrence Konner y Mark Rosenthal).

Apocalipsis en el planeta de los simios (1974)
Japón ofreció una serie y un film
basados en la franquicia
La película fue protagonizada por Mark Wahlberg, a quien se unió la esposa del director (y habitual de sus películas) Helena Bonham Carter, convertida en primate por el fantástico maquillaje prostético de Rick Baker, quien sería nominado al BAFTA por su trabajo (al igual que el vestuario de la fantástica Colleen Atwood, quien, eso sí, tiene trabajos mucho más destacables, como prueban sus cuatro merecidos premios Oscar). La inquietante banda sonora de Danny Elfman fue nominada en los premios Grammy, pero los Oscar ignoraron al film. Curiosamente, este contó con la presencia secundaria de Charlton Heston, quien fue "premiado" con el Razzie a peor actor secundario del año; del mismo modo, Estella Warren fue designada como peor actriz secundaria y el film, como peor remake.

Y es que, pese al considerable talento involucrado, la película no lograba encontrar el rumbo. Los temas ecologistas y antibelicistas de la película clásica eran dejados de lado en favor del melodrama y el efectismo y nadie parecía especialmente inspirado (de hecho, fue el primer resbalón de Burton, quien desde entonces se ha movido en la irregularidad). Situado en 2029, el remake contaba la historia de un astronauta que pierde el control de su nave y aterriza en un extraño planeta gobernado por los simios, donde se convierte en el líder de una revolución que trata de poner fin a la opresión de la raza humana (que, distanciándose del clásico, sí puede hablar). La confusión del final fue especialmente criticada, declarando el propio Tim Roth (nominado al Saturn Award por su papel en el film) que no lo entendía.

Aun así, gracias a la cuidada ambientación y al cambio de trama con respecto al film original (que lo alejan del remake y lo acercan al reboot), la película resulta bastante entretenida, lo que explica su enorme éxito en taquilla. No obstante, la 20th Century Fox desechó la idea de hacer una secuela (pese a que Burton había diseñado el confuso final precisamente para dar pie a la misma). De hecho, el siguiente film de la franquicia tardaría exactamente una década en realizarse y marcaría un nuevo —y necesario— comienzo.

Remake de El planeta de los simios (2001)
El remake de El planeta de los simios modernizó
la saga para las nuevas generaciones
En 2006, el productor y guionista Rick Jaffa leyó un artículo sobre mascotas chimpancés que se rebelaban contra sus dueños y, junto a su mujer, Amanda Silver, desarrolló la idea de una revolución primate. Consciente de la relación de la misma con El planeta de los simios, la pareja ofreció la idea a la productora de la franquicia, la Fox. Entonces desarrollaron la idea para conectarla mejor con la saga original, acercando la trama a la de Batalla por el planeta de los simios.

Surgió así El origen del planeta de los simios (2011), dirigida por Ruper Wyatt (quien había debutado tres años atrás con El escapista, 2008) y protagonizada por James Franco, cuya popular carrera acababa de dar un paso agigantado con la nominación al Oscar por la asombrosa 127 horas (Danny Boyle, 2010). Este encarnaba a un joven científico que investiga con monos para obtener un tratamiento contra el Alzheimer; entre estos destaca César (quien comparte nombre con el protagonista de las dos últimas secuelas del film original), un primate que desarrolla una inteligencia prodigiosa que le impulsa a cuestionarse la naturaleza de su opresión. La magnífica animación de este y el resto de primates corrió a cargo de Weta Digital, estudio de efectos visuales encargado de El señor de los anillos (Peter Jackson, 2001-2003). De hecho, Andy Serkis, famoso por su impresionante encarnación de la criatura Gollum, volvió a demostrar las maravillas de la captura de movimiento convirtiéndose en César con gran naturalidad. El reparto fue completado con Brian Cox, John Lithgow y Freida Pinto, siendo la cinta filmada entre Vancouver, San Francisco y Oahu (zona de Hawaii convertida en jungla africana); la banda sonora corrió a cargo del siempre delicioso Patrick Doyle.

El origen del planeta de los simios (2011)
El origen del planeta de los simios dio origen a
una nueva serie al margen de las secuelas originales
Aunque la película está considerada como una precuela del clásico original, Wyatt insistió en que debía ser vista como una nueva parte de la mitología del planeta de los simios, es  decir, como un reboot (tal y como Christopher Nolan había hecho con Batman Begins en 2005). Para sorpresa de todos, el estreno fue todo un éxito de público y crítica, siendo considerado el mejor film de la franquicia hasta el momento (al margen del clásico de 1968, por supuesto). Aunque la escasa verosimilitud científica y la relativa falta de ritmo afectaron a algunas escenas que podrían haber sido magistrales, la cinta volvió a plantear los conflictos de la experimentación con animales con acierto, trascendiendo el concepto de blockbuster.

El film fue nominado al Oscar a mejores efectos visuales (por primera vez en la historia de la franquicia) y recibió el Critics Choice Award correspondiente por encima de La invención de Hugo, de Martin Scorsese. Además, obtuvo un merecidísimo premio Annie a mejor animación de personajes en película de acción real y algunas asociaciones incluso premiaron la interpretación de Andy Serkis, quien gracias a Gollum, King Kong (Peter Jackson, 2005) y César es ya el representante más importante de este nuevo sistema de actuación digital, al cual ha dado lo que parecía imposible: humanidad.

Stop-motion de El amanecer del planeta de los simios (2014)
En la nueva serie, el stop-motion es la clave
de la creación de los simios
Y así es como llegamos al penúltimo film de la franquicia: El amanecer del planeta de los simios (2014), cuyo título es fácilmente confundible con el de su predecesora, la cual se produjo con decenas de secuelas en la mente de sus creadores. Pero no todos tenían la misma idea y Rupert Wyatt terminó apartándose de la nueva saga que había ayudado a levantar, cediendo el relevo a Matt Reeves (director de la sorprendente Monstruoso, 2008, y el innecesario remake Déjame entrar, 2010); lo más curioso es que el proyecto que Reeves dejó apartado para ello no fue otro que la versión cinematográfica de The Twilight Zone, prevista para 2015… ¿Os suena? Entretanto, Jaffa y Silver también sufrieron un pequeño revés al ser su guion revisado por Mark Bomback, quien ya había colaborado en la producción del primer filme. Además, casi todo el reparto fue dejado de lado en favor de Jason Clarke (en su primer papel protagonista importante), Gary Oldman, Keri Russell, Toby Kebbell y el joven Kodi Smit-McPhee (protagonista de la mencionada Déjame entrar). Por suerte, Andy Serkis sí regresó para encarnar de nuevo a César, quien, tiempo después de los acontecimientos relatados por el primer film de la nueva serie, resulta haber fundado una colonia de primates en los bosques que bordean San Francisco mientras el mundo de los humanos se ha colapsado debido al virus primate que ellos mismos desarrollaron.

El amanecer del planeta de los simios (2014)
El protagonista del reboot comparte nombre con el
protagonista de las últimas dos secuelas: César
Con más acción y profundidad emocional que su predecesora, la cinta es un canto antibelicista que expone las causas absurdas de la mayoría de las guerras: desconfianza e ignorancia, y cómo las buenas intenciones pueden tener consecuencias letales que escapan a nuestras manos. Además de contar con un guion muy bien hilado, el filme es visualmente impresionante, sumergiendo al espectador en un nuevo mundo en el que los primates tienen tanta humanidad como las personas (en algunos casos, bastante más). Michael Giacchino sustituye a Patrick Doyle al cargo de la potente banda sonora, que, junto al sonido, la fotografía, el montaje y los efectos visuales (nuevamente candidatos al Oscar), conforma una experiencia sensorial memorable carente de precedentes dentro de tan variada saga.

Aunque moderna, la estética de la
nueva trilogía se hace eco del clásico
En la línea de su inmediata predecesora, La guerra del planeta de los simios (2017) nos traslada a una envolvente jungla donde César y compañía luchan por la supervivencia de los suyos mientras la raza humana se hace más y más débil a raíz de un terrible virus. De hecho, con la excepción del infame general encarnado por Woody Harrelson y la desamparada niña encarnada por Amiah Miller —quienes despiertan en los personajes y en nosotros mismos sentimientos tan opuestos como la irreflexiva ansia de venganza y la desinteresada necesidad de salvaguardia—, el protagonismo de esta cinta pertenece exclusivamente a los primates, lo que dota de especial relevancia al impresionante trabajo de efectos especiales que los ha dado vida. Ya acomodado dentro de la saga, Matt Reeves se atreve esta vez también a firmar el elegante libreto, puesto que comparte con uno de los guionistas de la cinta anterior, Mark Bomback. En el plano técnico volvemos a encontrar a dos artificies de la magnificencia de El amanecer del planeta de los simios: el director de fotografía Michael Seresin, máximo responsable de la inquietante belleza que domina ambos filmes, y el mentado compositor Michael Giacchino, quien aporta piezas musicales de suma sutileza capaces de engrandecer cada escena sin llamar la atención sobre sí mismas; bravo por ambos. Al final, pese a que la palabra “guerra” esté incluida en su título, esta cinta sobresale, al igual que las otros dos piezas que componen tan magnífica trilogía, por los sentimientos reconocibles en los ojos de chimpancés, gorilas y orangutanes, los cuales nos recuerdan que los humanos no somos en absoluto los únicos capaces de sentir amor por nuestros seres queridos, dolor ante la posibilidad (o constatación) de perderlos para siempre y esfuerzos sobrenaturales para evitar que esto último suceda.

Que los primates monten caballos es símbolo de su
creciente supremacía sobre las demás especies
La guerra del planeta de los simios demuestra, así, que ninguna saga está terminada mientras se tenga talento para seguir explotándola, aportando una nueva dimensión a una de las franquicias más importantes de la historia del cine. Resulta innegable afirmar que la mayoría de las producciones que han surgido desde el estreno del clásico de 1968 hace ya cincuenta años han sido tan mediocres como olvidables, pero todas han puesto su granito de arena a la expansión de este fascinante universo donde los humanos y los primates pelean por la dominación… tan sólo para descubrir que, para bien y para mal, son más semejantes de lo que imaginaban.

20 comentarios:

  1. Excelente revisión de toda la saga! Desconocía que había tantas películas, me ha parecido muy interesante como siempre. Sin duda las mejores son las dos últimas y el clásico de 1968

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  2. Pues a mi la batalla... me parece la mejor de las secuelas originales y origen está a la altura de la original. Amanecer ha estado muy bien, aunque un poco predecible...
    Buena entrada

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    1. Gracias por compartir tu opinión :) La verdad es que en general las secuelas originales me parecen todas muy mejorables... Y la nueva serie reboot está siendo muy interesante, siendo el Origen un fantástico comienzo y Amanecer una fascinante continuación, pero la verdad es que ha sido esta película la que ha despertado mi interés por la franquicia de nuevo (justo antes de verla, volví a ver el clásico de 1968 y me pareció que daba mil vueltas a cualquiera de las demás); un saludo.

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  3. Buenísima la entrada y el análisis de una de mis películas favoritas cuya esencia se ha ido perdiendo a medida que precuelas y secuelas iban llegando al cine
    Besos

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    1. Muchísimas gracias, me alegro de que te haya gustado; parece que la nueva serie reboot por fin ofrece un productor de calidad, pero el clásico de 1968 siempre será especial. Un saludo.

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  4. Muy buena entrada y un excelente repaso a la saga. La primera ve que vi El planeta de los simios (1968), me encantó e impactó. La caracterización de los actores para interpretar a los Simios, impresionante.

    El origen del planeta de los simios (2011), cuando vi en su día el trailer, no me llamó en principio la atención. Pero le di una oportunidad y he de decir, que me encantó.

    Andy Serkis, es un actor del cual su trabajo, creo que está poco valorado y que sin él, desde luego, no habría sido posible personajes como Gollum o como César. Me da rabia que los miembros de la Academia del cine, no reconozcan el trabajo de Andy. Personalmente creo que ya va siendo hora que se lleve un Oscar. Que se lo merece, en mi opinión, más que otros actores que se lo han llevado años atrás. Pero ya sabemos por donde van los de Hollywood.

    El amanecer del planeta de los simios (2014), me gustó también y mucho! Historia de dos familias, una simia y otra humanda, que intentan ver cómo pueden coexistir o si una tiene que dominar o destruir a la otra para sobrevivir. Cuidado a la hora de posicionarse en un bando u otro. La historia no muestra que los humanos o los simios, sean mejores unos que otros, porque realmente lo que se muestra es que hay simios buenos y malos, así como humanos buenos y malos.

    Un saludo!

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    1. Muchas gracias! Yo también creo que Serkis merece reconocimiento... Quizá deberían darle un Oscar especial; y coincido plenamente en tu visión de 'El amanecer del planeta de los simios', por eso me gustó; un saludo :)

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  5. Hola Juan:

    Excelente post a propósito de "El amanecer del planeta de los simios". Me ha impresionado tu conocimiento sobre toda la saga con sus precuelas, reboots, remakes y demás. No sabía muchas cosas, por ejemplo, que Tim Burton había dirigido uno de los remakes.

    A mí esta peli me ha gustado aunque me ha empalagado un poquito todo ese canto a la "familia" que sale por boca de César; creo que cae un mucho en lugares comunes del tipo "buenos buenísimos" frente a "malos malísimos" (aunque he de reconocer que justifica la maldad de éstos atribuyendo su origen a los bárbaros experimentos con simios por parte de los seres humanos.

    Como te digo y reitero un excelente artículo sobre la franquicia "planeta de los simios". Es por artículos, posts y reseñas como ésta por lo que te he nominado para los "Premios Dardo". Si quieres ver en qué consisten estos premios y conocer a los otros blogs nominados pásate por esta dirección: http://elblogdejcgc.blogspot.com.es/2014/08/premio-dardos.html

    Un saludo cordial y te sigo leyendo.

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    1. Hola, muchas gracias por el comentario y por la mención! Sobre buenos buenísimos y malos malísimos, quizá tengas razón: si bien cada bando tiene cosas buenas y cosas malas, es cierto que los personajes, como tales, son bastante planos en su mayoría, aunque César es bastante complejo; un saludo.

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  6. Como se te ocurre poner la foto del final de la primera película??, esta bien que a esta altura de la vida todos la deberian haber visto, pero imagina que exista algún ser humano que lea esta columna y no la haya visto nunca?, le arruinas un gran momento cinefilo, jajaja.
    En las secuelas solo te falto mencionar las escenas que salen en los Simpson, pero has echo un gran trabajo de recopilación. En lo personal también me gustan la primera y tercera parte de la saga original (sobre todo cuando interrogan a Cornelius, jaja), y el nuevo remake de estos años ha venido a hacerle honor a la saga,
    Gracias por escribir sobre esta película tan importante para la ciencia ficción.
    PD: no solo esta la coincidencia del nombre Cesar, también la mama de Cesar se llama Ojos Claros, como le apodaron a Charlon Heston en la película original

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    1. jeje, que conste que lo pensé mucho, pero luego comprobé que incluso uno de los posters más típicos del film incluye precisamente la escena final... Así que, al igual que sucede con 'Titanic' o 'Romeo y Julieta', me temo que éste es un caso en que se da por sentado que todo el mundo conoce el final jeje; gracias por tus aportaciones, tienes razón en Ojos Claros! Un saludo.

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  7. Buen artículo y gran repaso.
    La original me gusta mucho y su primera secuela, Regreso al Planeta de los simios, me parece abominable.
    En cuanto a la nueva saga, sólo he visto El origen del Planeta de los simios. Reconozco su valía como superproducción artesana con conciencia, pero no me termina de convencer. Uno de los puntos que precisamente más me gustaban del clásico original era que nunca sabíamos exactamente qué había podido pasar para que la Tierra se convirtiera en el planeta de los simios, y que ahora intenten contarnos todo esto no despierta en mí demasiado interés.

    ¡Saludos, Juan!

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    1. Gracias, la verdad es que te doy la razón; sin embargo, ya las secuelas originales se cargaron el misterio de forma bastante molesta, así que la saga reboot sencillamente lo está haciendo de nuevo, pero en condiciones, con lo que es bastante bienvenida por mi parte. Un saludo.

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  8. EN MI CASO PARTICULAR, VI LA VERSION ORIGINAL EN LOS CINES CUANDO ERA CHICO Y ME IMPACTO HONDAMENTE LA CELEBRE ESCENA FINAL CON LA ESTATUA DE LA LIBERTAD, YA QUE EN ESE MOMENTO NO SABIA EN LO ABSOLUTO QUE ERA EL PROPIO PLANETA TIERRA. ESA IMAGEN SE TRANSFORMARIA EN UN AUTENTICO ICONO DEL CINE DE CIENCIA FICCION. LAMENTABLEMENTE QUISIERON EXPRIMIR LA FRANQUICIA Y EL PRODUCTO FUE EMPOBRECIENDOSE A LO LARGO DE LOS AÑOS. PARTICULARMENTE NO SOY UN FAN DE LA SERIE Y LA VERSION DE TIM BURTON ME PARECIO BASTANTE DESACERTADA, MUY ALEJADA A LO QUE ESTER GENIAL DIRECTOR SUELE MOSTRARNOS. LA VERSION MODERNA MUY LINDA, PERO NO APORTA ABSOLUTAMENTE NADA. EN MI SIGUE FIRME LA IMAGEN DE TAYLOR FRENTE A LA ESTATUA DE LA LIBERTAD!!!!

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    1. Gracias por el comentario, la mejor y más memorable será siempre la película clásica; eso sí, evita comentar en mayúsculas, por favor, pues dificulta la lectura; un saludo!

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    2. y en Internet significan gritar :/

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  9. Esta saga es un gran ejemplo de como a veces se olvida la calidad para centrarse en buscar un éxito fácil en taquilla. Me sorprende cómo por un lado se querían hacer más y más secuelas y cada una tenía un presupuesto inferior al anterior.

    Regreso al Planeta de los Simios me pareció un auténtico despropósito siendo lo peor las escenas eternas que no aportaban nada y ese final sin pies ni cabeza.

    Los nuevos reboots me gustan porque aportan algo nuevo y sí son entretenidos.

    Un artículo genial. ¡Saludos!

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  10. Una entrada completísima, repleta de información, creo que no le falta ni un detalle.
    Soy una gran apasionada del cine y como veo que en este blog voy a encontrar muchos contenidos sobre el tema te sigo.
    Un saludo :)

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  11. Hola!! Les dejo mi lista de reproduccion sobre la serie por si la quieren ver
    https://www.youtube.com/playlist?list=PLj4SAFyoWC0A9nf5vJgfGLDdHWclpmbl-

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