Lucía y Marcelo, una pareja de
treintañeros, se dirige en coche con cien mil dólares a pagar su futura casa, pero
el vendedor no llega a tiempo y la escritura se posterga. Alterados y
frustrados, regresan a un apartamento alquilado devenido en cárcel. Esconden el dinero, pero no todo es tan fácil de esconder. “Tranquila,
es un día como cualquier otro”, dice él. Pero no lo es: durante las
siguientes veinticuatro horas, los sentimientos explotan y los problemas se magnifican,
revelándose toda la oscuridad acumulada a lo largo de una relación durante la
que ninguno de los dos ha sido plenamente sincero con el otro. Todo por el azar más nimio. Hablamos de El incendio (2015).
El incendio obtuvo dos nominaciones a los Premios Sur: mejor dirección novel y mejor actriz |
La primera película de Juan Schnitman en solitario es un desgarrador drama que
concentra en apenas un día todas las vicisitudes de una pareja cuya relación ha
desembocado en gélido nerviosismo a raíz de una acumulación de rencillas no
superadas. Amparándose en el extraordinario trabajo protagónico de Pilar Gamboa (quien perdió el Premio
Sur frente a la poderosa Dolores Fonzi de Paulina,
de Santiago Mitre) y Juan Barberini,
el joven realizador argentino reduce el montaje al mínimo de forma que no sea
este, sino el reparto, el motor de la tensión suprema generada. Además, en
consonancia con una relación que se tambalea, la cámara de Soledad Rodríguez se mantiene perennemente inestable, estando los planos
a menudo torcidos o incluso mal iluminados (área en la que el bajo presupuesto
también influye, claro).
Aunque El incendio es justa con ambos protagonistas, el cartel revela el punto de vista elegido |
Cuidadosamente escrito por la sensible Agustina Liendo a partir de una idea del propio realizador, el
guion evita explicaciones innecesarias sobre el pasado de los protagonistas
para centrarse en un presente que lo representa todo. Un presente en el que la
relación se incendia poco a poco y las personalidades opuestas de la pareja protagonista
amenazan con destruirla para siempre, atrapando a ambos personajes en una relación tóxica que la sombría puesta en escena oprime todavía más. Mas no todo es desolación en El incendio, logrando los sutiles
diálogos que, incluso en los momentos en que el amor parece dar paso al odio
más espeluznante, el afincado cariño que ambos personajes se profesan consiga
hacerse paso. Pero, ¿se bastará ese afecto por sí solo para salvar una relación incontestablemente tóxica? Poco tiempo y pocos escenarios dan como resultado una experiencia
asfixiantemente fascinante dominada por desgarradores primeros planos de dos
intérpretes en estado de gracia. Nos encontramos, sin duda, ante una de las grandes
pequeñas películas del año.
Interesante inmersión en los lados oscuros de una pareja. Leyendo tu reseña me ha venido a la memoria Bergman y sus asfixiantes pelis sobre la relación hombre - mujer. Creo que no estaría de más verla, pero ¿dónde?
ResponderEliminarUn abrazo
Todo por el azar más nimio...tomo nota.
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