[Artículo ampliado año tras año] Al margen de los premios de los gremios, el Globo de Oro (de la Asociación de la Prensa
Extranjera de Hollywood) y el BAFTA (de la Academia Británica de las
Artes y las Ciencias Cinematográficas) constituyen la principal antesala de los Oscars por las claras similitudes que suele
haber entre los galardones de las tres entidades. Sin embargo, pese a que la
relación de películas nominadas y premiadas es siempre muy parecida, la
resolución suele ser bastante diferente. A lo largo de la historia del cine,
tan sólo unas pocas películas han obtenido los tres galardones más deseados de
la industria (los festivales son un mundo aparte). Y, como ya
sabéis que me encanta este tipo de datos, he decidido investigar qué películas
lo han conseguido y analizar cuál fue el motivo de ello. En orden cronológico,
las 19 películas ganadoras de estos tres premios son las siguientes:
Los mejores años de nuestra vida es el primer film ganador del Óscar, el Globo de Oro y el BAFTA |
1. Los mejores años de nuestra vida (William Wyler, 1946). En 1947 se inauguraron los premios BAFTA y
la triunfadora fue esta película patriótica sobre los soldados estadounidenses
que regresan a casa tras la II Guerra Mundial. Dicho enfrentamiento bélico
acababa de finalizar y la población estadounidense y británica estaba deseosa
de honrar a las personas que la sufrieron, con lo que no sorprende que el Óscar
y el Globo de Oro también fueran a parar a ella. Además, William Wyler es uno
de los cineastas más premiados de la historia y ésta una de sus mejores
películas. La pena es que Qué bello es
vivir, de Frank Capra, se quedó sin nada.
2. El puente sobre el río Kwai (David Lean, 1957). Debido a que, en sus orígenes, los BAFTA
prestaron bastante atención al cine italiano y francés, pasaron 10 años hasta
que otro film se alzó con estos tres galardones. La película en cuestión era
británica, volvía a estar ambientada en la II Guerra Mundial y narraba la
historia de un grupo de prisioneros ingleses obligados a construir un puente
para los japoneses. Al triple triunfo ayudó, sin duda, el protagonismo
compartido del estadounidense William Holden y el británico Alec Guinness,
ambos muy respetados en sus países de procedencia, la pegadiza banda sonora y
la dirección épica de David Lean, el cineasta británico más aclamado en EE.UU.
Ben-Hur se beneficia de un presupuesto colosal para la época para decorados y efectos |
3. Ben-Hur (William Wyler, 1959). De nuevo, el antaño sobrevalorado y ahora infravalorado
William Wyler fue el culpable de que un film ganara el Globo de Oro, el BAFTA y
el Óscar a mejor película (además de otras 10 estatuillas que no serían
igualadas hasta 1997 por James Cameron y su Titanic).
Esta película épica fue parte de la respuesta de Hollywood al avance de la
televisión: producciones visualmente impresionantes con efectos especiales que
sólo podían disfrutarse plenamente en pantalla grande. Además, su carácter
reaccionario —esencia religiosa y protagonismo de Charlton Heston incluidos—,
la convertía en una perfecta triunfadora del oscuro periodo que siguió a la
Caza de Brujas del senador McCarthy. Y, para qué negarlo, tanto narrativa como
visualmente, es todo un espectáculo.
4. El apartamento (Billy Wilder, 1960).
Pese a que la genial Con faldas y a lo
loco (1959) fue por completo olvidada a favor de Ben-Hur, al año siguiente el gran Billy Wilder se desquitó de ello
con otra obra maestra. Jack Lemmon encarnó con chispa y ternura a un ambicioso
trabajador que, como estrategia para ascender, presta su hogar a sus superiores
para que la visiten con sus amantes… hasta que se enamora de una de éstas
(Shirley McLaine). Considerada por muchos como la mejor comedia dramática de
todos los tiempos, esta película ofrece entretenimiento y crítica social a
partes iguales y enamoró a todos desde su estreno.
Lawrence de Arabia ofrece exotismo e imágenes vibrantes y poéticas de África |
5. Lawrence de Arabia (David Lean, 1962). Cinco años después de El
puente sobre el río Kwai, David Lean volvió a demostrar que la llave para colarse
en los premios estadounidenses con una producción extranjera es el cine épico.
Ambientada en Egipto durante la I Guerra Mundial, este film cuenta la historia
de T. E. Lawrence (Peter O’Toole), un enigmático oficial británico enviado al
desierto para apoyar a los árabes contra Turquía. Fascinante y envolvente, se
considera una de las mejores películas de la historia, abalada por 7 Oscars, 4
Globos de Oro y 4 premios BAFTA.
6. My fair lady (George Cukor, 1964). Pese a que ver sus canciones dobladas por traición
dificultó a Audrey Hepburn su paso por la temporada de premios, todo el mundo
se rindió ante su interpretación de una joven ordinaria convertida en dama de
alta sociedad por un lingüista snob (genial Rex Harrison). Visualmente perfecto
y lleno de canciones memorables, este film es la mejor adaptación del mito de
Pigmalión y uno de los mejores musicales de todos los tiempos, gracias a la
cuidada dirección de George Cukor. La bella ambientación londinense contentó a
los BAFTA y satisfizo la curiosidad de Hollywood.
Un hombre para la eternidad también granjeó varios premios a su protagonista, Paul Scofield |
7. Un hombre para la eternidad (Fred Zinnemann, 1966). El austro-estadounidense Fred Zinnemann,
que saltó a la fama con la oscarizada De
aquí a la eternidad (1953), volvió a demostrar que la mejor forma de hacer
coincidir a estos tres galardones es que Hollywood se fije en Inglaterra. Esta
es la historia del rey Enrique VIII (uno de los más queridos por el cine),
quien, a principios del siglo XVI, trata de cambiar los valores británicas para
poder divorciarse de Catalina de Aragón y casarse con Ana Bolena. La eterna
palabrería, excelentemente pronunciada por todo el reparto, ha envejecido mal,
pero en su día se impuso a ¿Quién teme a
Virginia Wolf?, aclamada ópera prima de Mike Nichols que se había llevado
el BAFTA el año anterior (por motivos de estreno, a veces los films compiten en
años ajenos al suyo, lo que permite a dos películas que compiten por el Óscar obtener
ambas el BAFTA en años consecutivos).
8. Alguien voló sobre el nido del cuco (Milos Forman, 1975). Además de hacerse con los 5 Óscar
principales, la obra maestra del checo Milos Forman se alzó con el premio
principal de los Globos de Oro y los BAFTA, así como con otra infinitud de
merecidos galardones. Jack Nicholson encarna a la perfección a un hombre
recluido en un hospital psiquiátrico cuya inflexible disciplina desencadena una
guerra entre los pacientes y el personal que invita a reflexionar sobre el
contraste entre el orden y la libertad.
El último emperador es la obra más ambiciosa de Bernardo Bertolucci, pero éste tiene películas mejores |
9. El último emperador (Bernardo Bertolucci, 1987). Tuvieron que pasar doce años para que un
nuevo film se alzara con estos tres galardones, los máximos que han
transcurrido nunca sin que esto tuviera lugar, lo que se explica por la ceguera
que experimentó la Academia durante los años 80. Finalmente, las impresionantes
imágenes que Bernardo Bertolucci obtuvo al ser el primer cineasta con permiso
para rodar en la Ciudad Prohibida, granjearon de nuevo el honor a este largo y
lento film sobre el último emperador de China, quien subió al trono con sólo 3
años. Se trata de una coproducción chino-italiano-británica rodada en inglés y
mandarín con una puesta en escena fascinante que arrasó en los premios gracias
a la mediocre calidad del año.
10. La lista de Schindler (Steven Spielberg, 1993). Convertido en el eterno olvidado de los
premios, Steven Spielberg obtuvo por fin el prestigio que merecía con este
emotivo drama sobre un hombre (Liam Neeson) que se ganó la simpatía de los
nazis para enriquecerse y ayudar a los judíos durante la II Guerra Mundial.
Gracias a la belleza de la banda sonora y la fotografía en blanco y negro y al
realista pero esperanzador trato de los horrores del nazismo, el film fue
enormemente aclamado en EE.UU., aunque probablemente fue la presencia de los
británicos Liam Neeson, Ralph Fiennes y Ben Kingsley lo que atrajo a los BAFTA
por encima de productos más nacionales como Lo
que queda del día, de James Ivory, y Tierras
de penumbra, de Richard Attenborough.
La historia de amor de El paciente inglés derramó lágrimas en todo el mundo un año antes que Titanic |
11. El paciente inglés (Anthony Minghella, 1996). Por quinta vez, un film británico obtuvo
los tres premios principales de la industria. Ni siquiera dos films tan
destacables como Fargo, de Joel Coen,
y Secretos y mentiras, de Mile Leigh
pudieron imponerse a esta superproducción épica ambientada en África, de nuevo
durante la II Guerra Mundial: un hombre gravemente herido (Ralph Fiennes)
cuenta a su enfermera (Juliette Binoche) su trágica historia de amor prohibido
con Kristin Scott-Thomas. Visual y sonoramente fascinante, el film emocionó al
mundo entero.
12. Shakespeare in love (John Madden, 1998). Pese a que su Óscar es uno de los más cuestionados, este drama romántico sobre la crisis de creación de Shakespeare
(Joseph Fiennes) y las similitudes entre Julieta
y Romeo y su propio amor por Lady Viola (Gwyneth Paltrow) fue todo un éxito
de público y crítica, tal y como muestran el Globo de Oro y el BAFTA. La
temática teatral, la cuidadísima ambientación y el brillante reparto (Judi
Dench, Colin Firth., Geoffrey Rush…) jugaron a su favor frente a films más
aclamados como Salvar al soldado Ryan,
de Steven Spielberg; La delgada línea
roja, de Terrence Malick; y La vida
es bella, de Roberto Benigni. Eso sí, a John Madden todavía no lo conocen
ni en su casa a la hora de comer.
American Beauty es un ataque a la hipocresía de la propia sociedad estadounidense |
13. American Beauty (Sam Mendes, 1999). Sam Mendes no pudo estrenarse como director de mejor
manera (y lo cierto es que aún no se ha superado). Pese a que no podría ser más
crítico con el sueño americano, este excelente drama que comienza contándonos
que el protagonista (perfecto Kevin Spacey) va a morir y prosigue destruyendo
los pilares morales de la sociedad estadounidense a través de varios personajes
cuya imperfección los vuelve enormemente humanos es la única ópera prima que ha
obtenido este honor. Se trata de una de las mejores vencedoras de la temporada de premios de todos los tiempos, con lo que sus 5 Oscars, 3 Globos de Oro y 6
BAFTA hasta saben a poco.
14. Gladiator (Ridley Scott, 2000). Pese a que Ridley Scott se quedó sin premio alguno a mejor
dirección a favor de Ang Lee (Tigre y
dragón) y Steven Soderbergh (Traffic),
las tres entidades tratadas en este artículo designaron a su cuarta y última
obra maestra como la mejor película del año con pleno merecimiento. Russell
Crowe encarna a la perfección a un general convertido en esclavo y
posteriormente gladiador en la Antigua Roma, historia que recuerda a Ben-Hur pero supera a ésta en emotividad
y realismo. Ningún otro film moderno ha retomado el cine épico con tal
magnificencia.
El Señor de los Anillos. El retorno del rey pone el broche de oro a la brillante trilogía |
15. El Señor de los Anillos. El retorno del rey (Peter Jackson, 2003). La tercera parte de una de las mejores
sagas de la historia obtuvo los honores que se habían negado injustamente a sus
predecesoras, con lo que sus 11 Oscars, 4 Globos de Oro y 4 BAFTA pueden verse
como una compensación a toda la trilogía (hasta entonces, el único premio
importante acumulado era el BAFTA a mejor película para La comunidad del anillo). La tercera parte supera en emotividad y
espectacularidad a las dos primeras, con lo que no premiarla habría sido
prácticamente un delito (pese a que Mystic
River, de Clint Eastwood, y Lost in
translation, de Sofía Coppola, suponían una digna competencia).
16. Slumdog Millionaire (Danny Boyle y Loveleen Tandan, 2008). Por sexta y última vez hasta la fecha, un
film británico fue el claro vencedor de la temporada de premios, imponiéndose a
El curioso caso de Benjamin Button,
de David Fincher, allí donde fue. Y es que la historia del joven pobre cuyas
increíbles vivencias le permiten conocer todas las respuestas de la versión
hindú de “¿Quién quiere ser millonario?” lo tenía todo para triunfar:
aventuras, amor, emoción… ¡y hasta baile! Eso sí: aquel año la selección de nominadas era una de las más mediocres que se recuerdan.
The Artist es la segunda película muda oscarizada (la primera fue Alas, de William A. Wellman, 1927) |
17. The Artist (Michel Hazanavicius, 2011). El primer film no anglosajón en obtener el Óscar a mejor película llegó a la ceremonia de premios con el BAFTA y el
Globo de Oro en su haber, pese a que Los
descendientes, de Alexander Payne, se llevó éste último en la categoría
dramática. La mejor película del año no era ninguna de las dos, sino El árbol de la vida, de Terrence Malick,
pero la complejidad narrativa de ésta jugaba en su contra y a favor de esta
bella historia contada a la antigua usanza (muda y en blanco y negro) sobre el
paso del cine mudo al sonoro. La historia no aportaba gran cosa, pero el
descubrimiento de Jean Dujardin y Bérénice Bejo y la nostalgia imperante
bastaron para ganarse el cariño de todos.
18. Argo (Ben Affleck, 2012). Si hace unos años nos hubieran dicho que un film de Ben
Affleck se llevaría el Óscar, el Globo de Oro y el BAFTA no lo habríamos
creído. La propia Academia dejó claras sus dudas al marginar al cineasta de la
categoría de dirección pese a que las otras dos entidades hubieran premiado su
trabajo, pero, finalmente, triunfó por descarte en un año de muchos films
notables y pocas obras maestras. Se trata de un emocionante thriller sobre la
operación secreta organizada por la CIA y el gobierno canadiense para rescatar
a seis diplomáticos estadounidenses en el Teherán ocupado por los seguidores de
Ayatolá Jomeini en 1979.
19. 12 años de esclavitud (Steve McQueen, 2013). "Si 12 años de esclavitud no se hace con el Óscar a mejor película, somos todos unos racistas", apuntó Ellen Degeneres con humor al inicio de la ceremonia de entrega de los Oscars. Y es que la impactante cinta se había hecho con casi todos los galardones de la temporada aun cuando Alfonso Cuarón soliera arrebatarle el concerniente a mejor dirección por su magistral Gravity. Criticado por su cuestionable mensaje (¿es mala la esclavitud sólo cuando se nace libre?), este drama es ante todo una potente reflexión sobre la naturaleza del mal en todas sus formas plagada de memorables interpretaciones y una impresionante factura técnica.
Argo es el cuarto film de la historia que gana el Óscar principal sin optar al de mejor dirección |
Como veis, en 67 años de premios BAFTA (que surgieron en
1947, evitando que obras maestras como Lo
que el viento se llevó (Víctor Fleming, George Cukor y Sam Wood, 1939) o Días sin huella (Billy Wilder, 1945)
pudieran optar a este honor), tan sólo en 19 ocasiones ha coincidido su premio
principal con los Globos de Oro y los Oscars. Seis films y medio (12 añs de esclavitud es una coproducción), o sea un tercio de ellos,
son británicos, siendo el resto estadounidenses con la excepción de la francesa
The Artist, aunque tan sólo seis están ambientados en EE.UU. En general, se trata de
superproducciones que destacan en el plano visual y sonoro (muchas recolectaron
merecidos premios a fotografía y banda sonora). Como suele suceder con los
premios, el drama se impone a los demás géneros siendo las comedias El apartamento y The Artist, el musical My
fair lady, la fantástica El señor de
los anillos. El retorno del rey y el thriller Argo las únicas excepciones. Resumiendo, que los votantes prefieren
llorar que reír, pues incluso los films mencionados ofrecen numerosos momentos
emotivos.
Conviene destacar, eso sí, que conforme ha pasado el tiempo
los gustos de las tres entidades se han ido pareciendo cada vez más,
correspondiendo la mitad de la lista a los últimos veinte años, lo cual no deja
de ser un ataque a la variedad. En cualquier caso, los 19 films que han
conseguido alzarse con el Óscar, el Globo de Oro y el BAFTA hasta ahora, sin
ser ni por asomo las mejores películas de la historia, presentan una altísima
calidad, y el visionado de cualquiera de ellas sigue siendo, a día de hoy, una
experiencia inolvidable.
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Todas las películas que he visto de esta lista destacan por su calidad; aún tengo pendiente "Shakespeare in love", espero que no me defraude. Me llama la atención como en ocasiones pasan años hasta que los tres premios vuelven a coincidir y como en otras no pasa tanto tiempo.
ResponderEliminarPues te falta una de las más cuestionadas, pero es muy agradable y emotiva y está fantásticamente realizada y ambientada. Y sí, en el pasado pasaban más de 10 años, pero recientemente la coincidencia se repite mucho.
EliminarSí, todas son buenas películas (independientemente de los gustos personales, claro).
ResponderEliminarLo cierto es que '12 años de esclavitud' no está arrasando... algo que 'choca' puesto que casi no le dan ningún premio 'específico' y luego le dan el de mejor película. A mi esto siempre me ha parecido extraño.... pero ocurre!
En cuando a los Oscars.... creo que la mejor película estará entre '12 años de esclavitud' y 'Gravity' (que arrasará en los ´técnicos').
Saludos.
Yo creo que "Gravity" tiene en contra el tipo de película que es y el número de excéntricos, mientras que "12 años de esclavitud" es la ganadora "fácil". De todos modos, este año hay grandes películas nominadas, con lo que "Her" o "Nebraska" también deberían ser tenidas en cuenta...
Eliminargravity es un asco de pelicula
EliminarTodas las opiniones se aceptan, pero se prefieren argumentadas...
EliminarPues de esta "coincidencia" ha quedado una lista de pelis magnífica de la que tengo algunas pendientes imperdonables como Los mejores años de nuestra vida, Un hombre para la eternidad o My Fair Lady. Creo que si tuviera que elegir una, me quedo con El Apartamento. Me parece una de las películas más encantadoras que he visto y que veré. Wilder y Lemmon son dos de mis referentes cinéfilos.
ResponderEliminarUn saludo.
Pues sí, un listado excelente. "Un hombre para la eternidad" es, en mi opinión, la menos destacable de todas, pero debes ver "My fair lady" cuanto antes! jeje, un saludo :)
EliminarDos semanas... cómo pasa el tiempo. Espero terminar 12 años de esclavitud antes de que den los Oscars!
ResponderEliminarMe encanta el recorrido que has hecho por las películas que han merecido los tres importantes galardones, de las que, como no puede ser de otra manera, me gustan más unas que otras.Pero te agradezco profundamente el espacio que has dedicado a 'Gladiator' de Ridley Scott, que ha convertido a Russell Crowe en el signo de la romanidad, como antes lo fuera Marlon Brando en 'Julio Cesar' de Mankiewicz para Roland Barthes. Profesionalmente me he servido mucho de este film para ilustrar algunos aspectos de la vida cotidiana y militar de los romanos, y me estremezco cada vez que vuelvo a ver la arenga militar de Maximo, que insta a sus soldados a avanzar 'confertim', apretados, y el papel que juega su perro en los primeros momentos del combate. ¡Magnífico! Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias. "Gladiator" es a menudo criticado por aquellos que insisten en afirmar que el cine murió en los 80, pero a mí me parece una película fascinante a todos los niveles; me alegro de que coincidamos. Un abrazo.
EliminarMe quedan algunas por ver: "Los mejores años de nuestra vida" y "Un hombre para la eternidad". Pero yo me quedo con mi adorado Billy Wilder y "El apartamento" y "My fair lady" con mi querida Audrey Hepburn.
ResponderEliminarNo sabría quedarme sólo con un título de esta fantástica lista... Menudos peliculones!!!
ResponderEliminarEn cuanto a "12 años de esclavitud" creo que lo tiene más que merecido y va a ser la segunda vez que esta coincidencia suceda por tercer año consecutivo como paso en el 98, 99 y 2000 con "Shakespeare in love", "American Beauty" y "Gladiator".
Fantástico artículo Juan!!!
Buen repaso, muy interesante. Me resulta curioso como todavía a día de hoy hay títulos que sigo sin comprender por qué causaron tanto revuelo, como Shakespeare in Love y Slumdog Millionaire. Me parecieron buenas películas, pero tampoco para tanto comparados con sus respectivas competidoras.
ResponderEliminarA ver quién gana este año.
¡Saludos, Juan!
A mi 12 Años de esclavitud me molestó mucho. Además de haber visto cosas mejores con idéntica temática, parece que condenaba que fuera un esclavo ilegal antes que un esclavo a secas.
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