27 diciembre 2012

Guía de 'El Hobbit' (del libro de Tolkien a la película de Jackson)


"¿Puedes prometerme que voy a volver?", pregunta Bilbo.
"No, y si lo haces no serás el mismo", contesta Gandalf
El Hobbit: un viaje inesperado fue probablemente el estreno más esperado de la historia del cine. Y así lo ha demostrado batiendo todos los récords de estreno y siguiendo a la cabeza de la cartelera de todo el mundo dos semanas después. Ya sabéis que éste no es un blog convencional de críticas de películas, pero ante el éxito de los dos artículos de El Señor de los Anillos (“La historia” y “El secreto”, los cuales recomiendo leer como base) y las muchas peticiones, hoy dedico, por primera vez en la historia de este blog, la entrada en exclusiva a una película. Espero que sirva como introducción para quienes aún no se hayan enfrentado a ella, como aclaración para quienes no la hayan entendido del todo y como información para quienes quieran saber más de ella. Empecemos.

McKellen vuelve como Gandalf y Weaving como Elrond
Durante años, las únicas adaptaciones cinematográficas de El Hobbit, la clásica novela fantástica de J. R. R. Tolkien, fueron un extraño cortometraje checoslovaco de 1966 y un mediocre film animado de 1977, con lo que superar esto era fácil. Pero cuando Gillermo del Toro anunció que dirigiría la adaptación cinematográfica definitiva de El Hobbit miles de fans de todo el mundo se pusieron alerta: el director de El laberinto del fauno (2006) no parecía el ideal de fidelidad al autor inglés. Sin embargo, el estudio MGM quebró, el rodaje se postergó y del Toro se retiró de la dirección tras tres años de preproducción. Para alivio de todos, Peter Jackson (que, de hecho, había pensado en rodar El Hobbit antes que El Señor de los Anillos pero no pudo por problemas de derechos) tomó el relevo. Además, Frank Walsh y Philippa Boyens se unirían a ambos en la escritura del guión, Alan Lee y John Howe sería los artistas conceptuales, Andrew Lesnie el director de fotografía y Howard Shore el compositor. Todos habían realizado trabajos sublimes en la trilogía de El Señor de los Anillos (2001-2003) y su nueva colaboración era un éxito seguro.

El Hobbit incluye un prólogo con Ian Holm como Bilbo
Pero no todo era tan fácil. El Hobbit es una obra que precede a El Señor de los Anillos tanto fuera como dentro de la historia y consta de una historia bastante simple: un reino por recuperar y trece Enanos con la misión de hacerlo. Tolkien la escribió veintidós años antes que su famosa trilogía pensando fundamentalmente en los niños y sin tener en mente toda la mitología que avalaría ésta. Y el resultado cinematográfico depende mucho de esto: El Hobbit es más infantil y menos trascendental que El Señor de los Anillos, pero, aún así, todo un espectáculo inolvidable.

Y los productores lo sabían bien. Por eso anunciaron que el libro daría lugar a dos películas, lo que permitiría explorar historias de la Tierra Media que no aparecen en el libro y alcanzar una mayor conexión con El Señor de los Anillos. Lo que nadie esperaba era una nueva trilogía a partir de un libro de unas trescientas páginas. Los motivos fueron, tanto las obvias ventajas económicas, como el hecho de que Jackson había rodado mucho material y no quería dejar nada de lado. Viendo el montaje de este primer film, aun no estoy seguro de que fuera la decisión más correcta, pero confío en Jackson.

Dwalin (Graham McTavish) y Balin (Ken Scott)
son primos de Gimli, quien descubrirá la tumba del
segundo en Moria en La comunidad del anillo
Al igual que El Señor de los Anillos, la trilogía de El Hobbit fue rodada a la vez durante 266 días de rodaje (del 21 marzo de 2011 al 6 julio de 2012) principalmente en Nueva Zelanda, donde se reconstruyeron viejos decorados y se crearon otros nuevos. El rodaje fue postergado varias veces por los problemas de derechos entre Jackson, los herederos de Tolkien y New Line Cinema y porque Martin Freeman, actor escogido para encarnar al protagonista, Bilbo Bolsón, se encontraba rodando la serie británica Sherlock (2010). Jackson tenía tan claro que quería a Freeman que reestructuró todo el rodaje para contar con él. Una vez más, se contó con actores desconocidos para los papeles de los trece Enanos protagonistas, pero esta vez el glamur estaba asegurado con el retorno de Christopher Lee, Ian Holm (quienes rodaron sus escenas en los estudios de London Pinewood por problemas de salud que les impedían volar a Nueva Zelanda), Cate Blanchett, Elijah Wood, Hugo Weaving e Ian McKellen como Saruman, el anciano Bilbo, Galadriel, Frodo, Elrond y Gandalf, pese a que tan sólo estos dos últimos personajes aparezcan en la novela.

El Concilio Blanco reúne a los más poderosos y 
sabios de la Tierra Media para debatir sobre ella
Con esto Jackson buscaba una conexión mayor entre las dos trilogías, al alternar la aventura de Bilbo, Gandalf y los trece Enanos liderados por Thorin Escudo de Roble para recuperar la Montaña Solitaria con acontecimientos que preceden a El Señor de los Anillos. Así, somos testigos de la reunión de Gandalf con el Concilio Blanco en Rivendel, en la que se trata el futuro de la Tierra Media, lo que explica la ausencia de Gandalf por un tiempo, algo que el libro omite. En esta reunión vemos los primeros síntomas de maldad en Saruman, quien empieza a considerar utilizar el mal para sí en lugar de enfrentarse a él, así como la preocupación de los Elfos Elrond y Galadriel por el destino del mundo. Mucho tiempo hace desde que éstos pisaron este mundo por primera vez, con lo que su amor por él es mayor de lo imaginable. Esta escena ha sido muy criticada por interrumpir la historia y alterar su ritmo, pero yo la considero primordial para entender que, en la Tierra Media, ningún asunto es simple y toda acción altera al resto (por ejemplo, Gandalf curó en el pasado al Señor de los Vientos, el águila Gwaihir, y ahora ésta acude en su ayuda cuando lo necesita, al igual que hace en la anterior trilogía). Se trata además de una bella conexión entre el pasado (Galadriel convivió con los propios Valar –Dioses– cuando éstos aún vagaban por la Tierra) y el futuro (como ya se ha dicho, la conversación es clave precedente de los acontecimientos de El Señor de los Anillos).

Elijah Wood retoma su papel diez años después, con lo
que los retoques digitales faciales fueron necesarios
Menos fiel es la aventura del mago Radagast el Pardo (interpretado por Sylvester McCoy, quien, por cierto, fue considerado para interpretar a Bilbo en El Señor de los Anillos). Éste, tal y como explica Gandalf, fue enviado a la Tierra Media junto a él, Saruman y otros dos magos cuyos nombres no recuerda (en realidad, sí los recuerda, son Alatar y Pallando, pero estos nombres aparecen en la obra Cuentos inconclusos y Jackson carece de derechos sobre ella) para ayudar a sus habitantes a enfrentarse al creciente mal. Los cinco magos tienen apariencia de ancianos, pero son en realidad Istari y forman parte de los Maiar, semidioses de la creación. Tienen un inmenso poder, pero deben controlar su uso para no inmiscuirse demasiado en los asuntos de la Tierra Media. Esto explica por qué Gandalf sólo recurre a ellos en situaciones límite.

La aparición de Radagast el Pardo es toda una sorpresa
Pero, volviendo a Radagast, el film le muestra como un personaje clave que descubre el mal en el Bosqueverde (renombrado Bosque Negro) y ayuda a la compañía a seguir en su aventura. En realidad, Radagast, amante de animales y plantas, apenas se preocupó por los asuntos de Hombres y Elfos, y no realizó ninguna de estas hazañas. Fue Gandalf quien avistó el mal en el Bosqueverde por primera vez, pero lo hizo 100 años antes de los acontecimientos de El Hobbit. El propio bosque llevaba más de 2000 años sumido en la oscuridad a causa del establecimiento allí de la nueva fortaleza de Sauron (el Nigromante) y los Espectros del Anillo. La película reduce 2000 años de historia a unos pocos minutos, pero el placer de ver estos acontecimientos recreados es tan grande que le perdonamos la inexactitud histórica.

En El Hobbit descubrimos dónde encontraron Bilbo y
Gandalf las espadas que portan en El Señor de los Anillos
De todos modos, dar hazañas de unos personajes a otros no es solo propio de El Hobbit: en el libro de La comunidad del anillo, por ejemplo, es Merry quien da la pista a Gandalf sobre la contraseña de la entrada a Moria y Glorfindel quien lleva a Frodo a Rivendel, pero el guión del film entregó estas heroicidades a Frodo y Arwen. Tampoco el personaje de Azog, el gran Orco que persigue a Bilbo y compañía, es igual en la mitología de Tolkien. Azog sí mató al abuelo de Thorin, Thrór, tal y como muestra la película, pero fue después decapitado por los Enanos en la batalla contra los Orcos. Sin duda Thorin le tendría resquemor, pero probablemente ni le conoció. El film inventa que Azog fuera dejado manco por Thorin y ahora busca venganza, lo que ayuda a dar una explicación a la persecución de los Enanos por este malvado grupo de Orcos y, a la vez, concibe un villano al que poner rostro y nombre, lo que lo hace más temible. Esto ya lo hizo La comunidad del anillo con la invención del personaje de Lurtz, cuyas flechas dan muerte a Boromir y El retorno del rey con el repugnante Gothmog, que debe su nombre a un antiguo Balrog.

La cueva de Gollum es triste, hipnótica y claustrofóbica
Pero que los fans no se asusten porque no todo es deslealtad al libro. El encuentro entre Bilbo y Gollum es tal y como todos imaginábamos y constituye una de las escenas más brillantes del film. En ella apreciamos la mente perturbada de Gollum, que lleva mucho tiempo en la oscuridad junto a su “precioso” Anillo, y la mezcla de desagrado, curiosidad y pena de Bilbo al contemplarle. El éxito se debe en gran parte al regreso de Andy Serkis, que volvió a convertirse digitalmente en Gollum con gran maestría y mejoras tecnológicas en la captura de movimiento. Serkis, por cierto, rodó esta escena el primer día para centrarse en ser el director de la segunda unidad, es decir, el encargado de dirigir las escenas en las que Jackson no esté presente.

Serkis dirige a Freeman vestido con las ropas que le
transformarán digitalmente en Gollum
De todos modos, el film también ha mejorado partes del libro, haciéndolas más entretenidas y asequibles para el gran público sin por ello descontentar a los fans. Los Enanos se vuelven más atléticos, activos y poderosos de lo que los mostraba Tolkien, mientras que los Elfos son menos repelentes que en el libro y más acordes a la idea de ellos que transmiten El Señor de los Anillos y la mitología tolkiana en general. Menos acertada es la estética de videojuego de algunas escenas y la busca de efectismo de otras. De modo más sutil y cuidado, El Señor de los Anillos lograba ser más impactante y emotiva.

Thorin (Richard Armitage) lidera la compañía y no entiende por qué
un Hobbit puede serle de ayuda en una misión que lo es todo para él
De hecho, el principal bache de El Hobbit: un viaje inesperado es su guión y, considerando que el único nuevo es del Toro, no puedo evitar mirarle con malos ojos. Algunas escenas son demasiado largas y carentes de contenido (como la introducción con los Enanos en la casa de Bilbo), otras incluyen conversaciones poco acertadas (como el primer encuentro entre Gandalf y Bilbo) y otras son directamente pésimas, especialmente al intentar introducir el humor por todas partes rompiendo a menudo con el tono de la obra. Esto se debe sin duda a la idea de hacer un film más entretenido y apropiado para los niños, aunque, pese a todo, no es recomendable para menores de trece años.

Gloin (Peter Hampleton) y Oin (John Callen)
son padre y tío de Gimli
Ante la temporada de premios, también juega en contra de El Hobbit la reutilización de escenarios y vestuario de la trilogía anterior, algo por otra parte necesario considerando que muchas localizaciones se repiten. Menos perdón tiene la poca renovación de la banda sonora, que apenas introduce un nuevo tema (precioso, eso sí). Ya que la música de El Señor de los Anillos siempre ha estado ligada a los personajes, localizaciones e ideas, es comprensible que ésta se repita al visitar de nuevo la Comarca o Rivendel, pero encontrarse con el tema del Rey Brujo acompañando al ataque de Thorin a Azog es un sacrilegio. Por suerte para Howard Shore, casi nadie se dará cuenta de esto e incluso se alabará el poderío de la escena con esa potente música, pero realmente debería avergonzarse.

Galadriel aporta el toque femenino inexistente en el libro
Al igual que le ocurrió a Las dos torres en su momento, El Hobbit perderá varias nominaciones a los Oscar por estos motivos, aunque podría hacerse con otras tan merecidas como: mejor canción (maravillosa “Song of the Lonely Mountain”, que sigue la tradición de canciones del libro), efectos sonoros, dirección artística, fotografía (El Hobbit es el primer film rodado a 48 fotogramas por segundo, lo que supone contemplar 48 imágenes en un segundo en lugar de 24 como es habitual), efectos visuales (por supuesto, recordemos que los tres films de la trilogía se hicieron con este premio) y maquillaje. Éste último es un premio seguro, pues no hay personaje sin un maquillaje específico y cuidado, recibiendo cada Enano horas de maquillaje diario para conseguir la imagen que vemos en pantalla. Este fue, por cierto, uno de los motivos por los que Jackson se sentía perezoso ante la idea de volver a “rodar la Tierra Media”. Por suerte, los pies de Hobbit fueron mejorados para llegar hasta la rodilla y ser más resistentes al uso y en general todo fue más rápido que la primera vez. La escala volvió a ser clave y todos los actores tenían sus dobles para lograr las proporciones adecuadas en pantalla. La gran novedad es el 3D, pero no creo que aporte demasiado.

Fili (Dean O´Gorman) y Kili (Aidan Turner) demuestran
que los Enanos también pueden ser atractivos
De todos modos, lo que realmente conecta a El Hobbit con El Señor de los Anillos es el empleo de una aventura fantástica para llegar al corazón de los espectadores con una historia que, en realidad, nos es muy cercana: el amor al hogar y la necesidad de tener un lugar al que volver pese a las muchas aventuras que vivamos. Bilbo lo tiene, pero los Enanos no. Hace tiempo que su hogar les fue arrebatado de las manos cuando el Dragón Smaug invadió la Montaña Solitaria y desde entonces han vagado sin rumbo. Los Enanos saben lo que es sentirse desplazados: ya en su creación, fueron obligados a permanecer bajo tierra para que fueran los Elfos quienes pisaran la Tierra Media por primera vez. A fin de cuentas, fueron creados en secreto por el Valar (Dios) Aüle el Herrero y eso no entraba en los planes del Dios supremo Ilúvatar. Quizá desde entonces han estado malditos por asuntos superiores a ellos mismos: sus dos grandes emplazamientos, Moria y Erebor, están en manos de un Balrog y un Dragón, semidioses Maiar (al igual que los Magos). Sólo cuando Bilbo entiende esto, descubre que el éxito de Thorin y compañía le incumbe más de lo que imaginaba.

Jackson y Freeman en el set de Bolsón Cerrado
Los trece Enanos (la mala suerte de esta raza les acompaña incluso en el número) recibirán la ayuda del gran mago Galdalf, tan sabio como poderoso y siempre repleto de enigmas, y el escurridizo Bilbo, que demuestra que las apariencias engañan y que la fuerza no lo es todo. Además, el Anillo hace su aparición... La aventura continuará en los cines las próximas navidades y finalizará en verano de 2014. La Tierra Media sigue viva. Gracias Jackson.


© El copyright del texto pertenece exclusivamente a Juan Roures
© El copyright de las imágenes pertenece a sus respectivos autores y/o productoras/distribuidoras


  

10 comentarios:

  1. Es un artículo envolvente que analiza cada uno de los aspectos de la película.
    Un análisis muy completo. Congratulations.

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  2. Buen post, que me trae algunas preguntas: ¿Qué opinas sobre la nueva estética de la saga? ¿Es más luminosa, no? ¿Además, el tipo de plano ha cambiado para batallas y demás o es cosa mía?

    Saludos!

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    Respuestas
    1. Hola! Pues, siendo sinceros, la estética me gusta cuando emula a la saga anterior y me disgusta cuando se va por el terreno del videojuego y la modernidad. Los cambios no me convencen porque no representan el espíritu de la saga como yo lo entiendo, pero aun así resulta una fotografía bonita, sin duda afectada por los 48 fotogramas, especialmente notable en las escenas de acción y efectos. Creo que El Señor de los Anillos era más sutil y acertado. Por cierto, me gustaría contestarte con nombre! Gracias por pasarte, saludos.

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  3. En el momento en que me enteré de que iban a rodar El Hobbit, uno de mis libros favoritos, me emocioné muchísimo; la emoción se pasó bastante cuando me enteré de que Guillermo del Toro la dirigiría y que iba a tener 2 partes. Por suerte nos libramos de del Toro, pero por otro lado al final tenemos 3 partes de un libro que no creo que incluya suficiente contenido para las casi 9 horas de películas que va a haber.
    Al final resulta que todos los añadidos a la historia original que tanto temía que destrozasen las películas son bastante amenos e interesantes. Pero por otro lado la introducción de escenas y comentarios clásicos de películas americanas del estilo de Piratas del Caribe sobraban completamente.
    Estoy de acuerdo en que la escena final con la música de los Nazgûl es de lo peor que se le pudo ocurrir a Jackson, quizás junto al comentario del rey orco cuando muere: ``Eso será suficiente´´.
    A mí tampoco me parece que el 3D aporte nada más que mareantes escenas borrosas, pero también puede ser culpa de los cines de España que no están preparados para las nuevas tecnologías. Tengo ganas de verla de nuevo en Estados Unidos para disfrutarla en todo su esplendor.
    En definitiva, yo creo que la película está bastante bien, pero al compararla con El Señor de los Anillos sale bastante mal parada. Habrá que esperar a ver la trilogía entera.

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  4. Tenía miedo de esta adaptación, pero al final ha resultado ser una película muy completa. No llega a la altura de El Señor de los Anillos y tiene escenas de relleno pero sí que es fiel al espíritu de la historia y consigue llevarnos de vuelta a la Tierra Media.

    ¡Saludos!

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  5. Me ha encantado tu post. Brillante, si señor. Había muchos datos que desconocía (no soy ningún erudito en la materia, sólo leí el Señor de los Anillos). Muy completo e iluminador.

    Sobre Kate Winslet, en The Reader se come al prota con patatuelas. Cada día es mejor actriz (y mira que yo la detestaba por Titanic) y tiene mejores interpretaciones -por no hablar que está mejor que cuando tenía 20 años-

    Saludos y feliz año.

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  6. La mejor amiga de tu hermano3 de enero de 2013, 13:04

    Gracias por hacer más cercano el mundo del anillo a través de tu blog. Muy bien escrito y estructurado. Confratulations :)

    La verdad es que a mi no se me hizo pesada, aunque coincido en que hacer 3 películas de un libro pequeño simplemete atiende a razones económicas. Coincido contigo en la escena de Gollum y los acertijos como la más brillante. Aunque yo me quedo también prendada con las imágenes de Rivendell y las extensas y áridas llanuras.

    Continúa con el Blog :)

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  7. Todo lo que pensé al ver la peli lo has escrito por aqui... hay escenas demasiado largar y diálogos que no dicen nada, pero me ENCANTÓ y no se me hizo nada larga, me hubiera quedado dos horas más viendo a los enanitos pelear :P
    Ahora me toca el libro :)

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  8. Acabo de descrubir tu blog y esta ha sido la primera entrada que he leido, me ha parecido estupenda, asi que a partir de ahora te seguire y leere todas las entradas que vea interesantes.
    Enhorabuena y un saludo!

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  9. Excelente crítica hermano, muy muy buena. Vengo desde Filmaffinity y descubriendo tu blog. Un abrazo amigo.

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