“Navidad, Navidad, dulce Navidad…”. Una temporada tan amada como odiada da comienzo y, para compensar la copiosidad de las comidas de estas fechas, os regalo (nunca mejor dicho) un artículo ligero dedicado a estas alegres (aunque a veces no tanto) fiestas.
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El origen de los guardianes ha obtenido 10 nominaciones
a los premios Annie; la de mejor guión no es una de ellas |
Cada Navidad surge un nuevo film
creado especialmente para ella. El año pasado se trató de Historias de San Valentín (Garry Marshall, 2011), acertadamente definida
por la crítica de cine Claudia Puig como “tan
apetecible como una copa de champán barato que quedó de las últimas vacaciones” y ésta es la
de El origen de los guardianes
(Peter Ramsey, 2012), típica película infantil que, como ya es habitual, podría ser
mucho más si cuidara el guión. La base la tiene: un diseño de personajes
brillante y una animación maravillosa que nos transporta a un mundo fantástico
en el que unos superhéroes muy navideños deben luchar por los sueños de los
niños.
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Qué bello es vivir es la película más querida del patriota
Frank Capra y símbolo del ideal navideño estadounidense |
La Navidad, para qué negarlo,
suele ser sinónimo de telefilm barato sin trascendencia en el que padres e
hijos aprenden a amarse y respetarse unos a otros y encuentran el significado
de estas fechas. En Un padre en apuros
(Brian Levant, 1996) el horrible Arnold Schwarzenegger vive una odisea por encontrar
el juguete que su hijo quiere como regalo (emocionante, ¿eh?), en Jack Frost (Troy Miller, 1998) un padre
vuelve de la muerte como muñeco de nieve para recuperar el tiempo perdido con
su hijo y en Family Man (Brett Ratner,
2000) Nicolas Cage ve ante sí la vida que habría podido tener de haber puesto
el amor por delante del éxito. Los ejemplos de padres dedicados al trabajo y
molestos hijos incomprensivos son interminables. Y las madres suelen estar de
por medio estupendamente vestidas y sin aportar nada. Vista una, vistas todas.
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Bad Santa parte de una divertida aunque vulgar historia
de los hermanos Coen, cuyo humor negro conserva |
Papá Noel es el gran protagonista
de estas fiestas y el cine a menudo juega con la necesidad de que los niños (y,
por qué no, los mayores) crean en él. En ¡Vaya
Santa Claus! (John Pasquin, 1994) Tim Allen debe convertirse en el gordo hombre
de rojo tras matarle accidentalmente y, con peores intenciones, Billy Bob
Thornton se disfraza de Bad Santa
(Terry Zwigoff, 2003) para infiltrarse en un centro comercial. En Fred Claus, el hermano gamberro de Santa
Claus (David Dobkin, 2007) Santa (Paul Giamatti) debe soportar a su hermano
fracasado. Entre la risa fácil (o no tan fácil) la consecuencia siempre es el
descubrimiento del verdadero sentido de la Navidad. Bla bla bla. Por suerte, De ilusión también se vive (George Seaton,
1947) sí trató el tema con acierto mediante una agradable comedia sobre un
anciano contratado para disfrazarse de Santa Claus en un desfile navideño… ¡que
afirma ser el auténtico Santa!
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Plácido utiliza la Navidad para ofrecer tanto un
retrato costumbrista como una crítica social |
De hecho, es en el cine clásico
donde encontramos los mejores films sobre Navidad, quizá porque los grandes
estudios aún no eran conscientes de la facilidad de hacer películas familiares
de este tema cambiando un poquito la misma historia. Entre ellas, está la
película navideña por excelencia, Qué
bello es vivir (Frank Capra, 1946), en la que un hombre (imprescindible James
Stewart) al borde del suicidio por problemas financieros tiene la oportunidad
de contemplar qué habría sido del pueblo sin él gracias a la visita de un
ángel: “La vida de cada hombre toca muchas vidas. Si tú no estás, dejas un
agujero”, aprende. Una maravilla irrepetible de programación obligatoria cada
Navidad en los televisores de todo el mundo.
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Entre Los amigos de Peter se encuentran los entonces
casados Emma Thompson y Kenneth Brannagh |
Conmovedora a la par que
divertida es Historias de Navidad
(Bob Clark, 1983), en la que un niño pide un rifle como regalo
navideño. Mucho menos optimista fue Luis García Berlanga en la sarcástica Plácido
(1961), donde expone la hipocresía de la
sociedad a través de la historia de unas mujeres que organizan una subasta de
pobres inspirada por la campaña navideña franquista “Siente a un pobre a su
mesa”.
Cada
país vive la Navidad de una forma distinta, aunque ninguno con tanta cursilería
como EE.UU. La original cinta de animación japonesa Tokyo Godfathers (Satoshi Kon y Shôgo Furuya, 2003) muestra a tres extravagantes vagabundos que
encuentran a un bebé abandonado y deciden buscar a su familia, mientras que la
británica Los amigos de Peter
(Kenneth Branagh, 1992) aprovecha una reunión de viejos amigos en Nochevieja para
destapar antiguos sueños y conflictos. Ambas son muy recomendables.
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Polar Express tiene la magia; sólo falta la historia |
Sin
duda la obra más típica sobre la magia de estas fechas es la historia Cuento de Navidad, de Charles Dickens,
en la que un viejo avaro es visitado por los fantasmas del pasado, presente y
futuro. El primero le llena de añoranza, el segundo le enseña la felicidad de
su pobre empleado al celebrar la Navidad y el tercero le muestra las
consecuencias de ser cómo es. Curiosamente, esta famosa historia aún no ha sido
llevada al cine con verdadero acierto, siendo la olvidada versión de Brian
Desmond Hurst de 1951 la mejor considerada. Robert Zemeckis logró más fama con
su película animada de 2009, perfecta a nivel técnico pero carente de verdadero
sentimiento y demasiado oscura. Zemeckis ya había tropezado con la Navidad en la nostálgica aunque
fallida Polar Express (2004), sobre un
extraordinario viaje en tren al Polo Norte acompañado de la bella canción
navideña “Believe”.
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The Holiday es tan tópica como agradable |
Al
final la mejor solución para disfrutar de una agradable tarde navideña es optar
por un film que se limita a ambientarse en estas fechas en lugar de tratar de
extraer tramas inexistentes de la Navidad. En The Holiday (Vacaciones) (Nancy Meyers, 2006) Kate Winslet y Cameron Díaz
intercambian sus vidas. La primera es una excelente periodista británica
enamorada de un jefe que la ignora y la segunda es una exitosa publicista que
acaba de romper con su novio. Ambas son triunfadoras a nivel laboral, pero
fracasadas a nivel emocional, lo que les impide alcanzar la felicidad.
Intercambiar la acogedora casita inglesa por la moderna mansión californiana
será su solución, sobre todo porque incluyen a los hombres perfectos: Jude Law
y Jack Black (el primero es el perfecto para cualquiera, el segundo sólo es el
perfecto para Winslet). La maravillosa banda sonora de Hans Zimmer hace el
resto.
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En EE.UU. hay auténticas fiestas de jerseys feos, como el
vestido por Colin Firth en El diario de Bridget Jones |
Pero
el film moderno navideño por excelencia es sin duda Love Actually (Richard Curtis, 2003), que, con el lema de que “el amor
está en todas partes” (sólo entre heterosexuales, por lo visto, pero se lo
perdonamos) muestra historias divertidas, emotivas, curiosas, tristes,
románticas… entrelazadas al ritmo de música navideña, desde “All I need for Christmas is you” hasta la versión navideña de “Love is all around” (“Christmas is all around”). Un guión brillante y un reparto de lujo crean uno de los films
más populares de la cinematografía británica. Seguía la línea de la genial El diario de Bridget Jones (Sharon Maguire, 2001), en la que Reneé Zellweger y Colin
Firth no empezaban con buen pie cuando ella ridiculizaba el feo jersey navideño
de él.
Quienes
odien estas fechas tienen un aliado en El
Grinch (2000), un monstruo verde, harto de villancicos y tonterías, que decide
robar todos los regalos del pueblo y estropear la Navidad. No obstante, el
director es Ron Howard, con lo que el espíritu americano no debe dejarse de
lado y al final el resultado no es muy distinto del de La Bella y la Bestia 2: Una Navidad Encantada (Andy Knight, 1997).
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Pesadilla antes de Navidad crea una Navidad gótica
y es uno de los films animados más originales |
Probablemente,
Howard no soportaría la navidad que Jack Skellington, Señor de Halloween, trata de crear en la original Pesadilla antes de Navidad (Henry Selick,
1994). La idea del ya mítico personaje está lejos del espíritu navideño e
incluye secuestrar a Santa Claus y llenar el pueblo de detalles macabros. Fue
la primera incursión de Tim Burton en la animación stop-motion y ya es una obra
de culto y una de las formas más originales de celebrar estas fiestas.
Al
margen de calidad, la película navideña con la que muchos hemos crecido es Solo en casa (Chris Columbus, 1990) en la que
un todavía joven para las drogas Macaulay Culkin era olvidado por sus padres en
casa mientras ellos se iban de viaje. No podemos culparles: no es tan fácil
contar a tantos hijos.
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Nada como la emotiva y divertida Love Actually
para envolverse en la magia de estas fiestas |
La
Navidad tiene un significado diferente para cada uno, pero la familia y el amor
suelen ser las bases. Para mí no hay nada más navideño que Judy Garland
cantando “Have Yourself A Merry Little Christmas” en el maravilloso musical Cita en San Luis (Vincente Minnelli, 1944). En
estas fechas buscamos despedir el año con una sonrisa y somos menos críticos de
lo habitual ante los tópicos y las cursilerías. A fin de cuentas, es Navidad e
incluso este blog se ha tomado unas ligeras vacaciones con un artículo más
corto y tonto de lo habitual. Os regalo unos minutos para que digáis algo
bonito a las personas que queréis; seguro que están deseando escucharlo. Feliz
Navidad.
Y tú, Juan, ¿con cuál te quedas? =P PD: a mi, me gusta romper los sueños. Me quedo con El Grinch y Pesadilla, jeje.
ResponderEliminarYo soy clásico. Para Navidad me quedo con "Love actually" y dejo a Tim Burton para Halloween.
EliminarMe vienen bien tus comentarios. Lo cierto es que me gustan los clásicos (quizá por que soy mayor) o porque me parece que cuidaban la calidad también en el mensaje "del espíritu de la Navidad". Pero lo cierto es que si veo alguna peli de Navidad, en estos momentos de mi vida prefiero que sea divertida y me haga reir.
ResponderEliminar¡Genial resumen! En el blog somo dos los que hemos visto 'El origen de los guardianes', uno le pone un 6 y la otra entre 7 y 8 (la ilusión y encanto que desprende es la perdición de una servidora, como le pasó con 'Arthur Christmas', superior sin embargo, al nuevo DreamWorks). En cuanto al resto de la lista, no hay Navidad sin 'Qué bello es vivir', inolvidable y encantadora. Genial 'Plácido' con su satírico lema. Y, por supuesto, de las modernas vamos a quedarnos con 'The holiday' (muy de acuerdo con la música de Hans Zimmer) y 'Love Actually', claro, sin olvidar 'Pesadilla antes de Navidad', una de las favoritas otra de las redactoras del blog!
ResponderEliminarPor cierto, no habíamos pensado nunca en 'Los amigos de Peter' como película de Navidad, pero la verdad es que da el toque Brannagh perfecto a la lita!
¡Saludos!
¡¡¡ Feliz 2013!!! Mucha suerte para tí y tu magnífico blog.
ResponderEliminar"El origen de los guardines" era pasable... Yo creo que no hay Navidad sin "Love Actually" & "The Holiday".
ResponderEliminarUn poco tarde, pero FELIZ NAVIDAD jajaja. Ya me ha tocado vivir estas fiestas en varios lugares, como dices cada quien la vive a su manera y es incrieble como cambian las cosas de familia a familia.
ResponderEliminarCon suerte vi muchas de las pelis que citaste :D y he de reconocer que de pequeña a mi me ENCANTABA ver películas sobre la Navidad en Navidad, cuanto más tontas mejor... ajjajaa
¡Feliz Navidad!, yo adoro los clásicos, pero para estas fechas me quedo con "Love Actually" y "The Holiday". Saludos a todos!
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