28 mayo 2013

La importancia del festival de Cannes (historia y curiosidades)

Tras varios días de emocionantes jornadas del festival de Cannes, son muchos los que se preguntan a qué viene tal admiración hacia una entrega de premios cinematográficos más. La maravillosa cinta francesa La vie d´Adele (Abdel Kechiche, 2012), sobre una tierna aunque abiertamente sexual relación entre dos chicas adolescentes, acaba de unirse a la lista de ochenta películas que pueden presumir de tener en su haber una Palma de Oro de Cannes, quizá el premio más prestigioso de la industria del cine, con perdón del Oscar.

Abdel Kechici sostiene la Palma de Oro por  La vie d´Adele rodeado de sus jóvenes actrices
Abdel Kechici sostiene la Palma de Oro por
La vie d´Adele rodeado de sus jóvenes actrices
Pero, ¿cómo se ha ganado Cannes su prestigio? ¿Qué lleva a millones de cinéfilos a esperar con ansia el palmarés de este festival para abalanzarse sobre las películas premiadas? Cannes se ha ganado la confianza de la comunidad cinéfila poco a poco, gracias a una historia muy interesante que hoy me dispongo a analizar.

Antes de nada, debo decir que si alguien esperaba un artículo sobre el último palmarés de Cannes, lo mejor es que visite uno de los miles de blogs que ha hecho exactamente eso, ya que me niego a comentar unos premios a películas que no he tenido la ocasión de ver. Y es que una de las principales diferencias entre una ceremonia como los Oscar y un festival como Cannes es que la primera premia películas que han pasado por los cines, mientras que el segundo hace lo propio con películas que han sido estrenadas en el mismo festival por elección de un estricto comité.

Cartel de la cuarta edición del Festival de Cannes
Cartel de la cuarta edición del
Festival de Cannes
El festival de Cannes inaugura la temporada de premios en mayo, dos meses después de que los Oscar cierren la temporada anterior, y lo hace con las premieres de las primeras joyas del año. No hay nada más prestigioso que estrenar una película en Cannes, donde, durante unos pocos días, se acumula la crème de la crème del panorama cinematográfico.

Pero, ¿cuál fue el origen de este prestigioso encuentro? Pues, curiosamente, otro festival: el de Venecia, el más antiguo de todos. Durante los años 30, la recién creada Mostra de Venecia parecía más un enfrentamiento político que una competición cinematográfica. La objetividad brillaba por su ausencia y el cine alemán e italiano recibía toda la atención. La derrota del film francés La gran ilusión (Jean Renoir, 1937) frente a la alemana Olympia, de Leni Riefensthal, y la italiana De una misma sangre, de Goffredo Alessandrini, es decir, una película nazi y otra que nadie recuerda, fue la gota que colmó el vaso.

Gus Van Sant en Cannes
Gus Van Sant ganó por Elephant la Palma de Oro y
el premio a mejor dirección en 2003, hazaña solo antes 

conseguida por Joel Coen y su Barton Fink (1991)
Fue entonces cuando un grupo de críticos y cineastas franceses que incluía a  Philippe Erlanger, Robert Favre Le Bret y Louis Lumière pidió al gobierno francés que sufragase los gastos de un festival internacional de cine en Francia. Aunque se temía que Mussolini se tomará esto como una ofensa, el grupo fue persuasivo y la ciudad de Cannes se comprometió a construir la sede. Allí se inauguró el 1 de septiembre de 1939 el Festival International du Film. Ese mismo día Alemania invadió Polonia dando comienzo a la II Guerra Mundial y poniendo un rapidísimo fin al festival, que tan sólo duró un día.

Wim Wenders con el premio de Cannes
Wim Wenders agradece el premio a Paris, Texas
rodeado de  Faye Dunaway y Dirk Bogard en 1984
El Festival de Cannes no se retomó hasta que la guerra llegó a su fin. Fue esta una triste época para el cine europeo, que vio enormemente reducida su cinematografía y tardaría mucho en recuperarse. De hecho, en septiembre de 1946 se celebró, por fin, la primera edición del festival y la película premiada fue la estadounidense Unión Pacífico, de Cecil B. DeMille, un western muy diferente a lo que hoy entendemos por “mejor película de Cannes”. Con intención de contentar a todos, al año siguiente se decidió premiar a once títulos de todo tipo de nacionalidades, desde la francesa Sinfonía pastoral, de Jean Delanny, hasta la mexicana Maria Candelaria, de Emilio Fernández, pasando por las obras maestras Roma, ciudad abierta, del neorrealista Roberto Rossellini y Breve encuentro, del británico David Lean.

Marty
Marty es la única película con Oscar y
 Palma de Oro, premio creado en 1954
Con intención de alcanzar la objetividad, el jurado estaba formado por un miembro de cada país participante. Y es que por aquel entonces cada país presentaba una película que le representara, una metodología que no cambió hasta 1972. Desde entonces, cualquier película puede presentarse a este festival sin importar su nacionalidad y es un comité el encargado de decidir qué películas forman parte de la sección oficial. Aunque el festival trata de premiar a películas de todas las nacionalidades, no hace falta ser muy listo para comprobar que ocho de los veintidós contrincantes de la última ceremonia eran francesas.

Pero sigamos con la historia, que es muy interesante. Por motivos financieros, el festival no pudo celebrarse ni en 1947 ni en 1950, años en que el premio quedó desierto. En 1952, se decidió trasladar la ceremonia a primavera, ya que las películas preferían presentar en Venecia o en el recién creado Berlin a hacerlo en Cannes tan tarde. La nueva situación fue muy positiva para el festival, que se convertía así en el primero del año y en uno de los más prestigiosos, gracias a premiar a grandes películas como El tercer hombre (Carol Reed, 1949) o Milagro en Milán (Vittorio de Sica, 1951).

Simone Silva
Las fotos de Simone Silva dieron
 al festival su carácter sensual
1954 fue clave para el festival, ya que la orfebre parisina Suzanne Lazon propuso la palma como motivo para el galardón principal (hasta entonces se hablaba tan sólo de “Grand Prix”) y Jean Cocteau creó la mítica Palme d’Or (Palma de Oro). La primera en recibirla fue Marty (Delbert Mann, 1955), única película que puede presumir de poseer este premio y el Oscar (Días sin huella (Billy Wilder, 1946) también fue premiada por ambas entidades, pero la Palma de Oro no se había creado aun). Además, una sesión fotográfica de Robert Mitchum a la actriz inglesa Simone Silva en top less llevó la sensualidad al festival. Sin embargo, los asistentes al festival, principalmente turistas de clase alta, todavía mostraban mayor interés por las fiestas y el glamour que por las películas en sí.

Fue la creación del Marché du film (“Mercado de películas”) 1959 lo que convirtió a Cannes en un punto de encuentro clave para cineastas. Desde entonces, Cannes ha adquirido fuerza como lugar de distribución cinematográfica, hasta convertirse en la principal plataforma internacional de comercio de películas. Para fomentar el cine alternativo, en 1962 se creó la Semana Internacional de la Crítica (conocida hoy simplemente como “Semana de la Crítica”), la primera sección paralela al festival.

Marché du film
El Marché du film es una ocasión perfecta para hacer
contactos y negocios cinematográficos
En mayo de 1968, con motivo de las protestas de estudiantes liberales ante la sociedad de consumo por toda Francia (y gran parte del mundo), Louis Malle, François Truffaut, Jean-Luc Godard y otros cineastas pidieron la cancelación del festival como muestra de solidaridad y la Palma de Oro quedó desierta. Fue esto lo que llevó en 1969 a la aparición de la segunda sección paralela al festival: la Quincena de Realizadores, creada sin afán de competición con la intención de que al menos una parte del festival no dependiera en absoluto de la situación política.

Las actrices de Volver (2006) en Cannes
En ocasiones, el premio de interpretación va a todo
el reparto, como con las actrices de Volver (2006)
Mientras tanto, el festival ganaba fama gracias a excelentes Palmas de Oro como La dolce vita (Federico Fellini, 1960), Viridiana (Luis Buñuel, 1961) y El gatopardo (Luchino Visconti, 1963), que se alternaban con ganadoras menos aparentes pero siempre interesantes, como Orfeo negro (Marcel Camus, 1959) o Los paraguas de Cherburgo (Jacques Demy, 1964). En 1978 se creó la sección Un Certain Regard (“Una cierta mirada”) como condensación de tres  secciones recién creadas: Les Yeux Fertiles (cines sobre otras artes), L’Air du Temps (cine sobre hechos contemporáneos) y Le Passé Composé (cine sobre el cine). Esta nueva sección fomentaba el visionado de películas distintas y originales y a partir de 1998 da sus propios premios. La primera premiada fue Killer, de Darezhan Omirbayev, la primera película de Kazajstán que alcanza reconocimiento.

También en 1978 nació el premio de la Caméra d’Or (Cámara de oro), que recompensa la mejor película novel. La india Mira Nair (Salaam Bombay!, 1988), el iraní Jafar Panahi (El globo blanco, 1995) y el británico Steve McQueen (Hunger, 2008) son algunos de los cineastas impulsados por este último premio, siendo Benh Zeitlin, director de Bestias del sur salvaje (2012) el primero en conseguir el inaudito honor de ganar este premio y ser nominado al Oscar a mejor director unos meses después.

Anthony Chen acaba de ganar la Cámara de Oro por  Iloilo (Ilo Ilo)
Anthony Chen acaba de ganar la Cámara de Oro por
Iloilo (Ilo Ilo), un drama sobre la inmigración
Con el paso de los años Cannes se convirtió en un festival cada vez más prestigioso y la Palma de Oro en el mayor síntoma de calidad que una película puede poseer. No en vano, algunas de las premiadas fueron las estadounidenses Taxi driver (Martin Scorsese, 1976), Apocalypse now (Francis Ford Coppola, 1982), Sexo, mentiras y cintas de video (Steven Soderbergh, 1989) y Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994), películas que precisamente los Oscar habían dejado de lado ante obras mucho más comerciales y menos destacadas. Aunque EE.UU. es el país que más Palmas de Oro acumula, lo cierto es que Cannes ha sido bastante equitativa en su reparto, premiando a grandes obras internacionales como la iraní El sabor de las cerezas (Abbas Kiarostami, 1997), la belga El niño (Luc y Jean-Pierre Dardenne, 2005) o la rumana 4 meses, 3 semanas, 2 días (Christian Mungiu, 2007), todas ellas fieles pero duras representaciones de sus países de origen. Además, Cannes se adelantó dieciséis años a los Oscar para dar el máximo galardón a una mujer: Jane Campion por El piano (1993), aunque hubo de compartirlo con Chen Kaige y su Adiós a mi concubina (1993). Eso sí, tan importante como recibir premios es dejar una buena impresión como la alcanzada por El laberinto del fauno (Guillermo del Toro, 2007), que no obtuvo premio alguno pero recibió nada más y nada menos que ¡22 minutos de aplausos!

A cada uno su cine
33 directores mostraron su amor hacia
Cannes y el cine en A cada uno su cine
En 1997 el festival cumplió medio siglo y se decidió celebrarlo con una foto de todos los ganadores de la Palma de Oro. Diez años después se optó por una celebración mucho más cinematográfica: 33 cineastas de prestigio aportaron sus cortos sobre el tema de la sala de cine para crear la película A cada uno su cine (2007). Los hermanos Coen, Elia Suleiman, Ken Loach, Wong Kar-Wai, Walter Salles, Tsai Ming-liang y Zhang Yimou fueron algunos de los participantes de este bello homenaje al cine donde la cohesión brilló por su ausencia pero el amor por el cine fue más importante.

De todos modos, si algo caracteriza a Cannes es la falta total de interés por el carácter comercial de las películas y su afán por el riesgo. De hecho, la mayoría de las películas premiadas en este festival son poco conocidas por el gran público o directamente denostadas, como sucedió con El árbol de la vida (Terrence Malick, 2011), que incluso llevó a cientos de espectadores a abandonar las salas antes de que finalizara pese a ser categorizada por muchos críticos (entre los que me incluyo) como una de las mejores películas de la historia. No obstante, a veces este carácter excesivamente “elitista” ha sido criticado hasta por los fieles seguidores del festival, como sucedió en 2001 a causa de que no se permitiera a la deliciosa Amelie, de Jean Pierre-Jeunet, la entrada al festival por considerarse “falta de interés” por su presidente Gilles Jacob, quien acababa de suceder a Pierre Viot (quien, a su vez, sustituyó a Robert Favre-Le Bret, sustituto de Henri Genre, sustituto del mítico Louis Lumière). Para el público medio, Cannes premia películas extrañas que se olvidan de la labor “principal” del cine: entretener. Pero los cinéfilos lo ven de un modo muy distinto, porque saben que el cine es un arte que tiene mucho que ofrecer, siempre preparado para sorprender al espectador que quiera ser sorprendido.

Yagira Yuuya fue el mejor actor de 2004 por Nadie sabe
Con solo 14 años, Yagira Yuuya fue
el mejor actor de 2004 por Nadie sabe
Aunque Cannes no presenta tantas categorías como los Oscar, sí realiza un reparto mucho más equilibrado (como suele suceder en los festivales), con lo que cada año se premia aproximadamente una decena de películas. Los premios de mejor director, actor y actriz son buenas formas de reconocer grandes películas que no han podido obtener el máximo galardón y a la vez de premiar trabajos más sutiles y originales que los reconocidos por los premios. Los directores Ingmar Bergman (En el umbral de la vida, 1958), Wim Wenders (Las alas del deseo, 1987) y Pedro Almodóvar (Todo sobre mi madre, 1999), los actores Marlon Brando (¡Viva Zapata!, de Elia Kazan, 1952), Tony Leung (Deseando amar, de Wong Kar Wai, 2000) y Javier Bardem (Biutiful, de Alejandro González Iñárritu, 2010) y las actrices Bette Davies (Eva al desnudo, de Joseph L. Mankievitz, 1950), Maggie Cheung (Clean, de Olivier Assayas, 2004), Kirsten Dunst (Melancolía, de Lars von Trier, 2011) son algunos de los muchos premiados. Como curiosidad, ningún director ha ganado el Oscar y la Palma de Oro por la misma película, y tan solo una actriz y tres actores han alcanzado este honor: Ray Milland por Días sin huella (Billy Wilder, 1946), Sally Field por Norma Rae (Martin Ritt, 1979), Christoph Waltz por Malditos bastardos (Quentin Tarantino, 2009) y Jean Dujardin por The Artist (Michel Hazanavicius, 2011).

El árbol de la vida, 2011
El árbol de la vida llegó en 2011 a las salas de cine 
con gran fama, tras su polémico paso por Cannes
Tampoco hay que olvidar los premios concedidos por la organización de críticos y periodistas FIBRESCI, que acude a éste y otros festivales con intención de dar sus propios premios a las mejores películas presentadas y en ocasiones premian del mismo modo que el festival, como ha sucedido este año con La vie d´Adele, que ha puesto de acuerdo a todos. La película aun no ha sido vista por el público, ya que una de las condiciones para ser presentadas en el festival es no haber sido difundidas más allá de su país de origen. No podemos augurar todavía el recibimiento que esta película tendrá en el público medio, pero lo más probable es que sea relegada a cines alternativos en versión original.

Y es que Cannes no está hecho para cualquiera. De hecho, ni siquiera existe crítico que aprecie todas las Palmas de Oro de este festival, no tanto porque “para gustos colores”, sino porque nuestra recepción ante el riesgo y la sorpresa depende mucho del momento en que nos encontremos ante ellos y de nuestra propia situación personal. Lo que sí es innegable es que películas como París, Texas (Wim Wenders, 1984), Bailando en la oscuridad (Lars vin Trier, 2000) o Amor (Michael Haneke, 2012) sólo podrían ser premiadas en Cannes, donde han encontrado su lugar. Todo cinéfilo dispuesto a mirar más allá del cine comercial estadounidense, dispuesto a dejarse llevar por la verdadera magia del cine, tiene en el palmarés de Cannes una cita obligada.


© El copyright del texto pertenece exclusivamente a Juan Roures
© El copyright de las imágenes pertenece a sus respectivos autores y/o productoras/distribuidoras


13 comentarios:

  1. Es cierto que cuando en una película ves que ha ganado algún premio en el Festival de Cannes esperas que tenga un toque de frescura y originalidad que no abunda. Leyendo tu artículo me han entrado ganas de ver tantas películas! :)

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    1. La verdad es que como poco son interesantes. Yo tengo ganas de verme todas la Palmas de Oro, aunque algunas son difíciles de encontrar.

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  2. Iba a decir que "Investigación sobre un ciudadano libre de toda sospecha", de 1970, ganó también un premio importante en Cannes y el Oscar a mejor película extranjera, pero ese premio fué el Gran Premio del Jurado FIPRESCI, no la Palma de Oro. Fué nominada también al Oscar a mejor guión. Volonté está genial en ésta película. La aconsejo. Un saludo Juan.

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    1. Gracias por el comentario. Efectivamente, la película que mencionas recibió premios por ambas entidades, pero solo Días sin huella y Marty recibieron el máximo premio por ambas y solo Marty tiene en su haber el Oscar a Mejor Película y la Palma de Oro de Cannes (ésta no existía todavía cuando ganó Días sin huella).
      No obstante, hay varias películas que han ganado la Palma de Oro y el Oscar a Mejor Película Extranjera: la dolce vitta, Orfeo negro, Un hombre y una mujer, El tambor de hojalata, Pelle el conquistador y Amour.
      Me apunto la película que mencionas. ¡Un saludo!

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  3. Respuestas
    1. ¡Gracias! La verdad es que a mí mismo me resultó muy interesante investigar para escribirlo.

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  4. He descubierto tu blog en Google Plus, he de decirte que está muy bien! Hay pocos blogs de cine buenos, la verdad, y el tuyo es uno de ellos. Te sigo por aquí.
    Saludos.
    http://humanidadesyalgomas.blogspot.com.es

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    1. Muchas gracias! Me alegro de que te haya gustado! Un saludo!

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  5. Hola! mi blog "Club de Cinéfilos" ha sido agraciado con un premio virtual de esos de cadena, y para continuarla, he seleccionado tu blog entre los elegidos . Te dejo el enlace a la entrada:

    http://clubcinefilos.blogspot.com.es/2013/05/premio-bloguero-liebster-award.html

    Un saludo.

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  6. La verdad es Cannes ha premiado películas muy buenas. Pero los Osos de oro de Berlín también me parecen geniales y apenas tienen la fama de Cannes. Sin duda, hay un mejor marketing de los franceses, que ya nos la jugaron posicionando su vino como el mejor, en detrimento del español, que no tiene nada que envidiar.

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    1. Desde luego Berlín es también muy interesante. En 2011 premiaron a una de la mejores películas del año: Nader y Simin, pero su elección de 2012 no me convence en absoluto (César debe morir). Confío más en Cannes, pero no te preocupes, porque dedicaré otra entrada al festival de Berlín (tengo pensado dedicar una a cada festival).

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  7. Muy interesante adentrarse más en el Festival de Cannes, el cual siempre sirve como gran punto de referencia a la hora de agendar películas para ver. Buen artículo! Saludos

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  8. A mí me encanta el Festival de Cannes, tiene una selección de películas magnífica. No diría que lo que más me interesa del cine sea que me entretenga, aunque no me sobra. Pero sí me basta con que una película sea buena. Al fin y al cabo el arte no tiene como finalidad la de entretener. Acabo de descubrir tu blog. Parece que está muy bien, pero tengo que seguir leyéndolo. Me vienen bien tus vacaciones, así tengo tiempo. Saludos. Pásalo bien

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