31 marzo 2016

'KIKI, el amor se hace': naturalizando filias sexuales

Tras sorprender a todo el país con el díptico conformado por la interesante Carmina o revienta. (2012) —que granjeó candidaturas al Goya a la familia León al completo: mejor actriz revelación para Carmina Barrios, mejor actriz secundaria para María León y mejor dirección novel para él mismo—  y la absolutamente maravillosa Carmina y amén. (2014) [más al respecto en: 'Carmina o revienta y amén. El triunfo de la familia León'], Paco León ha confirmado sus dotes de director con su tercer largometraje, la alocada comedia sexual KIKI, el amor se hace (2016), cuyo visionado escandalizará a más de uno. Y es que su temática no es otra que la dacrifilia, la somnofilia, la elifilia, la harpaxofilia y otras curiosas filias sexuales difíciles de integrar en la vida que la sociedad actual ha establecido como normal. Y es que, si la sexualidad es de por sí un tema tabú, ¿qué decir del deseo provocado por contemplar a alguien llorar, dormir, llevar determinado tipo de tela… o incluso asaltarnos violentamente?

Paco León en el rodaje de Kiki, el amor se hace
(en el fondo: Álex García y Natalia de Molina)
Natalia de Molina —ganadora de sendos premios Goya por Vivir es fácil con los ojos cerrados (David Trueba, 2011) y Techo y comida (Juan Miguel del Castillo, 2015)—, Álex García (candidato al Goya revelación por La novia, Paula Ortiz, 2015), Alexandra Jiménez (genial protagonista de Embarazados, de Juana Macías, este año junto al propio Paco León), Candela Peña —flamante ganadora de tres premios Goya por grandes trabajos en Te doy mis ojos (Icíar Bollaín, 2003), Princesas (Fernando León de Aranoa, 2006) y Una pistola en cada mano (Cesc Gay, 2011), Luis Callejo (Mi gran noche, de Álex de la Iglesia, 2015), Luis Bermejo candidato al Goya por Una palabra tuya (Ángeles González-Sinde, 2008) y Magical Girl (Carlos Vermut, 2014), Belén Cuesta (una de las pocas novedades de Ocho apellidos catalanes, de Emilio Martínez-Lázaro, 2015), Ana Katz (protagonista y directora de Mi amiga del parque, 2015), el adorable descubrimiento David Mora (Los amigos raros, de Roberto Pérez Toledo, 2014) y el propio Paco León son los valientes integrantes de un genial reparto coral cuyo talento cómico resulta imprescindible precisamente para tomarse el film en serio.

27 marzo 2016

'Nuestra hermana pequeña': la magia cotidiana de Kore-eda

Dice Kore-eda Hirozaku que no se siente particularmente cómodo rodando historias sobre la familia. Sin embargo, más de la mitad de su filmografía tiene en los lazos familiares el eje central, estando estos presentes incluso en los casos en que, sencillamente, no están (Nadie sabe, 2006). Durante los últimos años, el maestro japonés ha perdido a sus dos progenitores y formado una nueva familia en forma de nueva generación, algo latente en sus maravillosas Still Walking (2008), Kiseki (Milagro) (2011) y De tal padre, tal hijo (2013), a las que ahora se suma la encantadora Nuestra hermana pequeña (Umimachi Diary, 2015), erróneamente considerada como una obra menor del cineasta pese a —o, mejor dicho, debido a— ser todo un canto a la sutileza. Curiosamente, los espectadores sí la han recibido como merece, otorgándole el Premio del Público del Festival de San Sebastián meses después de ver la luz en el seno de una Sección Oficial de Cannes verdaderamente memorable que también nos ofreció otras joyas como el The Assassin de Hou Hsiao-Hsien o la Carol de Todd Haynes.

Nuestra hermana pequeña (Umimachi Diary, 2015)
Nuestra hermana pequeña recibió cinco premios de
la Academia Japonesa: película, dirección, fotografía,
iluminación e intérprete revelación (Suzu Hirose)
A diferencia de la mayoría de las obras de Kore-eda, basadas en sus propias experiencias personales, Nuestra hermana pequeña parte del manga Umimachi Diary, de Akimi Yoshida. Sin embargo, la cinta posee la fuerte esencia del guionista, realizador y montador nipón a raíz del elegante tratamiento del tema del duelo (presente ya en su primera obra: Maborosi, 1995) y la relevancia de las escenas culinarias —clave de la excelente Still Walking— como parte de una sutil narrativa, que, en la línea del cineasta clásico japonés Ozu Yasujiro (gran influencia del cineasta a raíz de obras maestras como Primavera tardía (1949), Cuentos de Tokio (1954) y Buenos días (1959), por mucho que él lo niegue), se basa en transmitir lo máximo a través de lo mínimo. De esta forma, una ingenua reacción ante un plato de comida, una mirada despertada por una frase intrascendente o una conversación aparentemente banal significan a menudo mucho más de lo que aparentan.

22 marzo 2016

'El regalo': cuando el pasado regresa

El regalo (The Gift, 2015)
La química entre Rebecca Hall y Jason Bateman
es clave del éxito de El regalo
No todos los regalos son bienvenidos. Sobre todo cuando los recibes de un antiguo compañero de clase del que no guardas muy buen recuerdo… Joel Edgerton ha aprovechado el gran momento que atraviesa como actor —durante el último lustro ha aparecido en la poderosa Warrior (Gavin O’Connor, 2011), la polémica La noche más oscura (Kathryn Bigelow, 2012), la exuberante El gran Gatsby (Baz Luhrmann, 2013), la espectacular Exodus: dioses y reyes (Ridley Scott, 2014) y la interesante Black Mass (Scott Cooper, 2015)— para dar el salto a la realización de largometraje. Y lo ha hecho por la puerta grande con El regalo (The Gift, 2015), por la que se llevó el premio a mejor actor en Sitges —sin duda como reconocimiento a su completa labor como guionista, director, productor e intérprete— y fue nominado al recién creado galardón del Sindicato de Directores a mejor dirección novel. ¿Quién lo iba a decir cuando le vimos interpretar al joven Owen Lars de la saga Star Wars? [Más curiosidades sobre los quehaceres del reparto de Star Wars aquí]

Un perturbador Joel Edgerton
protagoniza el cartel de El regalo
Protagonizada por unos perfectos Jason BatemanJuno (Jason Reitman, 2007), Desconexión (Henry Alex Rubin, 2012)— y Rebecca HallEl desafío: Frost contra Nixon (Ron Howard, 2008), La promesa (Patrice Leconte, 2013— como el clásico matrimonio de superficie dorada y corazón quebrantable, El regalo es un thriller psicológico cuya ingeniosa ejecución nos hace olvidar que se trata de una ópera prima. Recién entrado en los cuarenta, Joel Edgerton firma un elegante libreto que sumerge al espectador rápidamente en la narración; la clave radica en presentar a los personajes con un par de agudas pinceladas que vuelven particularmente perturbador el destino que les depara. La puesta en escena no se queda atrás, situándose la cámara del catalán Eduard Grau —candidato al Goya por Buried (Rodrigo Cortés, 2010)— siempre en el lugar más adecuado para confeccionar una sofocante atmósfera de perenne tensión.

18 marzo 2016

'El cuento de la princesa Kaguya' y 'El recuerdo de Marnie': la despedida (temporal) de Ghibli

Tras años de espera (sin exagerar) por fin llegan a la cartelera española las dos últimas joyas del Studio Ghibli, las primeras en hacerlo desde el retiro del maestro Hayao Miyazaki. Se trata de El cuento de la princesa Kaguya (Kaguya-hime no Monogatari / The Tale of Princess Kaguya, 2013) y El recuerdo de Marnie (Omoide no Mânî / When Marnie Was There, 2014), las únicas cintas del estudio no dirigidas por Miyazaki que han logrado ser candidatas al Óscar a mejor película de animación. Frente a la obra cumbre del veterano Isao Takahata, encontramos uno de los primeros brotes de la principal esperanza actual de Ghibli, el relativamente joven Hiromasa Yonebayashi, quien ya sorprendió en 2010 con Arrietty y el mundo de los diminutos, su ópera prima tras años de dedicación invisible a la querida productora.

El cuento de la princesa Kaguya recibió 3 nominaciones
a los Annie: película, dirección y música original
El estreno conjunto de El cuento de la princesa Kaguya y El recuerdo de Marnie es un perfecto ejemplo de las dos vertientes de Ghibli, personificadas por sus dos fundadores: la vertiente realista liderada por Isao Takahata (La tumba de las luciérnagas, 1988), y la vertiente fantástica representada por Hayao Miyazaki (El viaje de Chihiro, 2001). Sin embargo, ambas corrientes están mucho más entrelazadas de lo que parece, siendo en esta ocasión Takahata el responsable de la fantasiosa El cuento de la princesa Kaguya (que, eso sí, concede más atención a la vida tradicional japonesa que a los propios elementos fantásticos) y Yonebayashi (heredero de Miyazaki), el director de la dramática El recuerdo de Marnie (donde, no obstante, fantasía y realidad nunca dejan de convivir, aunque sea en formato naturalista). Y es que la conexión entre el onirismo fantástico y la sencillez del día a día es la máxima de un estudio no por casualidad representado por Mi vecino Totoro (1988), obra cumbre de Miyazaki conectada a su vez con el drama rural Un verano en casa del abuelo (Hou Hsiao-Hsien, 1984). [Más al respecto en: 'Nostálicos veranos']

12 marzo 2016

'Mustang': 5 hermanas, un destino

Pocas óperas primas brillan tanto como Mustang (2015), una pequeña joyita justísimamente nominada a todos los galardones concernientes a mejor película de habla no inglesa de la temporada. En ella, Deniz Gamze Ergüven (Premio Discovery en los European Film Awards) nos traslada a un pueblecito al norte de Turquía donde cinco hermanas huérfanas pasan el verano contradictoramente situadas entre apetitosos juegos inocentes y ofuscadas obligaciones ancestrales. Criada en Francia (donde estudió cine en La Fémis) pero nacida en Ankara, la escritora y directora de treinta y siete años conoce bien la triste realidad de la que habla, ofreciéndonos una obra tan emotiva y entretenida como fiel a sus potentes hechos.

La puesta en escena de Mustang amplifica la bella
relación entre las cinco hermanas protagonistas
Gran parte del éxito internacional de Mustang corresponde a la fresca labor interpretativa de Güneş Şensoy, Doğa Doğuşlu, Elit İşcan, Tuğba Sunguroğlu y İlayda Akdoğan, absolutamente perfectas como el innegable corazón del film. Carismáticas, hermosas y llenas de vida, ellas dotan a las cinco hermanas de un encanto capaz de conquistar la empatía del espectador prácticamente desde el primer fotograma. Voyerista pero siempre cortés, la cámara de David Chizallet las retrata con cariño y honestidad, dotando de un fuerte lirismo al rítmico guion de la parisina Alice Winocour (quien debutó como realizadora en 2012 con Augustine) y la propia Ergüven. Cierto es que todos ellos parecen tener en mente esa prometedora ópera prima de Sofía Coppola denominada Las vírgenes suicidas (1999) —influida a su vez por el sugerente Picnic en Hanging Rock (1975) de Peter Weir—, pero Mustang supera con creces ambos trabajos al aportar un contexto mucho más real, impactante y doloroso que la acerca más a la comprometida Offside (2005) de Jafar Panahi (sí, la última película que el aclamado realizador iraní pudo dirigir libremente antes de que se le prohibiera hacer cine o abandonar el país).

08 marzo 2016

13ª Muestra Syfy: 'Absolutamente todo', 'High-Rise' y 'Buffy musical'

La 13ª Muestra Syfy de Cine Fantástico de Madrid ha concluido dejándonos un buen puñado de títulos dispuestos a convertirse en obras de culto (al menos, de cara a aderezar divertidas tardes frikis entre amigos). En esta segunda parte de mi crónica del festival, hablo de Absolutamente todo, High-Rise y el capítulo musical de Buffy cazavampiros, completando así la cobertura de seis de las piezas más destacables de este icónico evento cinematográfico.

High-Rise (Ben Wheatley, 2015)
High-Rise optó a 4 British Independente Film Awards:
actor, secundaria (Miller), secundario (Evans) y guion
“¿Os acordáis de Snowpiercer? Pues esto es igual pero en vertical”. Así presentó Leticia Dolera una de esas películas que no dejan indiferente: High-Rise (2015). Y es que, si la coreana Rompenieves (Snowpiercer) (Bong Joon-ho, 2013) ofrecía un metafórico retrato social en forma de un tren forzado a dar vueltas y vueltas a un mundo congelado para evitar enfriarse, la última película de Ben Wheatley (a quien debemos la interesante Turistas, mejor guion y mejor actriz en Sitges, 2012) parte de la novela de J.G. Ballard para ofrecer una reflexión sobre la sociedad moderna a través de un rascacielos convertido en un mundo propio. Tom Hiddleston —el Loki de Marvel— y Luke Evans —el Bardo de El Hobbit— encabezan con carisma un perfecto reparto donde también brillan Elizabeth Moss (recién salida de la serie Mad Men), Jeremy Irons y, sobre todo, una explosiva Sienna Miller. Ellos y la imaginativa puesta en escena (que juega excitantemente con los colores, las texturas, los sonidos, los movimientos y los reflejos), salvan un enrevesado guion que empieza bien pero desemboca poco a poco en desconcertante locura (firmado, por cierto, por Amy Jump, esposa del realizador). Presentada sin pena ni gloria en el pasado Festival de San Sebastián, la obra tiene innegablemente su público, pero podría resultar mucho más satisfactoria de haber medido mejor sus pretensiones.

06 marzo 2016

13ª Muestra Syfy: 'La invitación', 'Bone Tomahawk' y 'The Piper'

La 13ª Muestra Syfy de Cine Fantástico de Madrid, la 10ª conducida por la siempre genial Leticia Dolera, ha vuelto a traer a la capital española lo mejor (y lo peor) del cine de género independiente del año, congregando a los fans con su habitual espíritu desenfadado, políticamente incorrecto y, claro está, hilarantemente friki. Este año no he podido cubrir el evento en su totalidad como hice el año pasado, pero sí estoy intentando degustar algunos de sus platos fuertes, los cuales separaré en dos partes. Comencemos con La invitación, Bone Tomahawk y The Piper.

La invitación (The invitation, Karyn Kusama, 2015)
Tras triunfar en Sitges, La invitación inauguró
la 13ª Muestra Syfy entusiasmando al público
Tras las espantosas Oz: un mundo de fantasía (Sam Raimi, 2013), 300: el origen de un imperio (Noam Murro, 2014) y Chappie (Neill Blomkamp, 2015), la 13ª Muestra Syfy por fin se ha inaugurado por todo lo alto con la vencedora del Festival de Sitges, la obra perfecta para este siempre peculiar evento cinematográfico. La invitación (The invitation, 2015) supone el regreso de Karyn Kusama a su cine más personal, o sea, el que la dio a conocer al mundo a través del drama independiente pugilístico Girlfight (2000, mejor película y mejor dirección en Sundance). Y es que, tras las mediocres Æon Flux (2005) y Jennifer’s Body (2009), la cineasta ha retomado el control creativo, entregando con La invitación su película más madura hasta la fecha. En ella, una pareja que se separó tras la muerte de su hijo (sugerentes Logan Marshall-Green y Tammy Blanchard) se reúne por primera vez junto a varios amigos (a destacar Michiel Huisman, el Daario Naharis de la popular serie Juego de Tronos) en una casa invadida por un halo de inquietante extrañeza. Entretenidos por los ingeniosos diálogos y embaucados por la misteriosa puesta en escena, intuimos lo que va a pasar con rapidez sin dejar por ello de disfrutar del meticuloso desarrollo. Y es que Kusama juega bien sus cartas para entregar un thriller que, si bien peca de artificiosidad por momentos (sobre todo a raíz del inexperto reparto), mantiene el buen ritmo hasta el desconcertante final.

04 marzo 2016

'Spotlight': el triunfo del cine (y el periodismo) con valor social

Ni Mad Max: Furia en la carretera, de George Miller, ni La gran apuesta, de Adam McKay, ni siquiera El renacido, de Alejandro G. Iñárritu. Al final la mejor película del 2015 es Spotlight; al menos para una Academia que, eso sí, la ha convertido en la vencedora con menos entorchados desde la olvidada El mayor espectáculo del mundo (Cecil B. DeMille, 1952) al entregarle sólo una mención más: mejor guion original para Josh Singer y el propio director Tom McCarthy. [Todo sobre los Oscars 2016 aquíPero, ¿merece la película tal honor o simplemente se ha beneficiado del hecho de que nadie sabía a quién premiar? Veamos… 

Spotlight (Tom McCarthy, 2015)
Spotlight obtuvo 6 nominaciones al Óscar: película,
dirección, guion, actor secundario (Mark Ruffalo),
actriz secundaria (Rachel McAdams) y montaje
Aún poco conocido, Thomas McCarthy tiene a sus espaldas tres largometrajes muy estimables de factura independiente —Vías cruzadas (2003, un debut por todo lo alto galardonado en Sundance y  San Sebastián), The Visitor (2007) y Win Win (2011)—, además de un bodrio de la talla de Con la magia en los zapatos (2014) por el que Adam Sandler y “cualquier par de zapatos” fueron candidatos al último Razzie a peor pareja en pantalla. Aunque cumple como realizador, McCarthy brilla especialmente como guionista (de hecho en 2009 optó al Óscar por la emotiva historia original de Up, de Pete Docter), si bien curiosamente empezó su carrera como actor de cine y televisión. Todo esto explica el reducido pero importante palmarés de su Spotlight, una obra impulsada por un libreto excepcional pero relativamente contenida por una puesta en escena tan efectiva como sobriamente impersonal.