04 marzo 2016

'Spotlight': el triunfo del cine (y el periodismo) con valor social

Ni Mad Max: Furia en la carretera, de George Miller, ni La gran apuesta, de Adam McKay, ni siquiera El renacido, de Alejandro G. Iñárritu. Al final la mejor película del 2015 es Spotlight; al menos para una Academia que, eso sí, la ha convertido en la vencedora con menos entorchados desde la olvidada El mayor espectáculo del mundo (Cecil B. DeMille, 1952) al entregarle sólo una mención más: mejor guion original para Josh Singer y el propio director Tom McCarthy. [Todo sobre los Oscars 2016 aquíPero, ¿merece la película tal honor o simplemente se ha beneficiado del hecho de que nadie sabía a quién premiar? Veamos… 

Spotlight (Tom McCarthy, 2015)
Spotlight obtuvo 6 nominaciones al Óscar: película,
dirección, guion, actor secundario (Mark Ruffalo),
actriz secundaria (Rachel McAdams) y montaje
Aún poco conocido, Thomas McCarthy tiene a sus espaldas tres largometrajes muy estimables de factura independiente —Vías cruzadas (2003, un debut por todo lo alto galardonado en Sundance y  San Sebastián), The Visitor (2007) y Win Win (2011)—, además de un bodrio de la talla de Con la magia en los zapatos (2014) por el que Adam Sandler y “cualquier par de zapatos” fueron candidatos al último Razzie a peor pareja en pantalla. Aunque cumple como realizador, McCarthy brilla especialmente como guionista (de hecho en 2009 optó al Óscar por la emotiva historia original de Up, de Pete Docter), si bien curiosamente empezó su carrera como actor de cine y televisión. Todo esto explica el reducido pero importante palmarés de su Spotlight, una obra impulsada por un libreto excepcional pero relativamente contenida por una puesta en escena tan efectiva como sobriamente impersonal.

Rachel McAdams, Michel Keaton y Tom McCarthy en el set de Spotlight (2015)
Thomas McCarthy en el set de Spotlight
con Rachel McAdams y Michael Keaton
En la línea del clásico drama periodístico Todos los hombres del presidente (Alan J. Pakula, 1976) y la aplaudida serie The Newsroom (2012-2014), Spotlight renuncia a toda sombra de artificio para exponer con exhaustiva fidelidad la investigación periodística que aconteció en 2002 cuando un equipo de reporteros de investigación del Boston Globe abrió la caja de Pandora al destapar los escándalos de pederastia cometidos durante décadas por curas de Massachussets. Entre tanta producción crítica con la profesión (como es el caso de la reciente y excelente Nightcrawler, de Dan Gilroy, 2014), resulta reconfortante encontrarse con un filme completamente alejado del sensacionalismo, aunque es inevitable plantearse que llega con algo de retraso considerando que los terribles hechos denunciados ya son de sobra conocidos (al menos, por aquellos que oirán hablar de la película).

Cartel alternativo de Spotlight (Tom McCarthy, 2015)
El imponente cartel de Spotlight saca
partido de las críticas cosechadas
Aunque la finalidad de Spotlight no es por consiguiente tanto la denuncia como la honra a la labor periodística, encontrarse ante una película multipremiada que expone sin tapujos algo que la Iglesia católica se esfuerza más por esconder que por solucionar es un importante paso en lo que a la concienciación colectiva se refiere. Además, la obra es tan respetuosa con el tema presentado que nadie debería sentirse ofendido. Empero, en su afán por la objetividad la cinta deja de lado el desarrollo de la psicología de los personajes, clave de la generación de empatía: las escenas donde la acción se aparta de la investigación para conceder importancia al trabajo interpretativo son muy escasas, lo que vuelve sorprendente que la cinta haya arramplado con todos los premios a mejor reparto de la temporada, a destacar el Critics Choice y el galardón del Sindicato de Actores. Michael Keaton, Rachel McAdams, Liev Schreiber, Stanley Tucci y un John Slattery recién salido de la serie Mad Men están perfectamente correctos, pero tan sólo Mark Ruffalo, único intérprete al que el guion permite dejarse llevar por la pasión de vez en cuando, logra brillar con luz propia. Consiguiendo su tercera candidatura al Óscar en sólo cinco años —tras Los chicos están bien (Lisa Cholodenko, 2010) y Foxcatcher (Bennett Miller, 2014)— este siempre sutil actor nacido en Wisconsin hace 48 primaveras está en la cima de su carrera.

Mark Ruffalo en Spotlight (Tom McCarthy, 2015)
Mark Ruffalo encarna al reportero real Mike Rezendes,
ganador junto a su equipo del Premio Pulitzer
El inteligente guion de Singer y McCarthy y la conmovedora interpretación de Ruffalo son innegablemente las mejores bazas de una película necesaria y bien desarrollada que podría ser una obra maestra de conceder tanta atención a sus personajes como hace con el tema periodístico per se. Aun así, dada la mediocridad del año, se trata de una receptora del Óscar más que digna. Eso sí: que no nos lo vendan como una victoria arriesgada: lo arriesgado habría sido laurear a Mad Max: Furia en la carretera; y es que: ¿qué tiene que hacer el cine de género para conquistar a la Academia? Reivindicación aparte, Spotlight es una pequeña gran película con la que el valor social tanto del periodismo como del propio cine es puesto de manifiesto una vez más.


© El copyright del texto pertenece exclusivamente a Juan Roures
© El copyright de las imágenes pertenece a sus respectivos autores y/o productoras/distribuidoras

2 comentarios:

  1. La vi ayer y me gustó su ritmo y también el argumento vínculado a un tema tabú que aún hoy sigue siendo un tema espinoso sobre el que la iglesia no actúa con la contundencia esperada a nivel social.Aún con todo,no sé si merece el Oscar a la mejor película,porque aunque es cierto que hay un retrato acertado de la actividad periodística,tampoco es que los y la actriz se luzcan demasiado.
    Un saludo

    ResponderEliminar