30 diciembre 2012

Las 10 mejores películas del 2012


Los jóvenes protagonistas de Moonrise Kingdom 
dan comienzo a la aventura al estilo scout
Cada año nos ofrece cosas buenas y multitud de sorpresas. Lo mismos sucede en el mundo del cine, que nunca deja de sorprendernos. 2012 no ha sido un año de estrenos especialmente brillantes, pero sí ha ofrecido unas cuantas películas de calidad, otras tantas originales y algunos regresos muy esperados. Ya que ser objetivo es imposible y aburrido, he preparado un top 10 de las películas que más han marcado mi año. Diez películas muy diferentes entre sí, pero que, como yo, comparten un gran amor por el cine.

10. Moonrise Kingdom. El siempre original Wes Anderson consigue dejar la absurdez descontrolada de algunos de sus films anteriores sin perder por ello su peculiar estilo. Esta es la tierna aunque estrambótica historia de dos niños que deciden escaparse a vivir una aventura campestre lejos del aburrido mundo de los adultos. Los protagonistas son geniales, el guión rezuma ironía y la imagen nos llena de color. Una auténtica joya del cine independiente. (Más en "Wes Anderson: director irregular, genio postmodernista".)

Pocas veces fue el primer amor tan tierno como en
Amor bajo el espino blanco
9. Amor bajo el espino blanco. Esta película se estrenó en China hace dos años, pero la cartelera española se tomó su tiempo para recibirla. No se trata del film más brillante del gran Zhang Yimou, pero sí del esperado regreso de este gran director chino al cine intimista tras su incursión en las artes marciales con Hero (2002) y La casa de las dagas voladoras (2005). Aquí observamos una tierna historia de amor entre dos jóvenes que tratan de vivir con normalidad pese a los conflictos históricos que atraviesan. Zhang recupera el telón de fondo de la Revolución Cultural, que ya criticó con agudeza en su brillante ¡Vivir! (1994), pero desde una perspectiva más dulce e inocente, al estilo de su maravillosa El camino a casa (1999). El cuidado del director por la música y la fotografía sólo es comparable a la ternura transmitida por la inexperta pareja protagonista. Ideal para adentrarse en el cine chino. (Más en: “Zhang Yimou y la fuerza de China”.)

Lo imposible es el film español más taquillero de la
historia e incluso va camino de los Oscar
8. Lo imposible. El film español más taquillero de todos los tiempos es también uno de los más entretenidos, impactantes y emotivos. Juan Antonio Bayona nos adentra en el horror del Tsunami a través de la historia real de una familia española. La estética y el reparto son completamente hollywoodienses, pero ello no debe empañar el resultado: una historia bien contada, con interpretaciones sublimes por parte de Naomi Watts, Ewan McGregor y Tom Holland e imágenes que se clavan en la retina. (Más en: Lo imposible y otras catástrofes”.)

Argo se enfrenta a la temporada de premios
con grandes posibilidades
7. Argo. Ben Affleck llevaba tiempo sorprendiendo como director y ha alcanzado la cima con este excelente thriller político, fantásticamente montado y envuelto por la música y el sonido. Se trata de la historia real del rescate de embajadores estadounidenses en Irán en 1979, una información que había permanecido como secreto de la CÍA hasta 1999 y es ahora una emocionante película que solo peca de excesivo amor por la patria, algo casi inevitable en las superproducciones estadounidenses.

6. Los descendientes. Alexander Payne da un paso más siete años después de su aclamada Entre copas (2004). Se trata de la historia de un hombre (maravilloso George Clooney) que descubre que su mujer le era infiel cuando ésta cae en un coma. La mezcla de humor y nostalgia que caracteriza al director está presente en este brillante film de autodescubrimiento. Su logro es reflejar la vida humana tal y como es, sin dejar de lado por ello el entretenimiento. (Más en: “Alexander Payne: la escalera hacia Los descendientes.)

Los descendientes se llevó el último Oscar a mejor
guión adaptado y fue nominado a mejor película
5. La invención de Hugo. Martin Scorsese, famoso por sus films de gánsteres, quería hacer una película que pudiera ver junto a su hija. El resultado es una bella historia que entrelaza la vida de un huérfano en una estación de tren con la etapa de declive del cineasta pionero George Méliès. Tal mezcla de aventura y nostalgia es la clave de una película en la que todos los detalles técnicos brillan y tan sólo el guión deja algo que desear. El 3D nunca lució más y el cine dentro del cine nunca brilló con más fuerza.

4. Kiseki (milagro). Tras la excelente Still walking (2008), el japonés Kore-eda Hirozaku nos regala un nuevo film sobre la vida en el Japón contemporáneo y la crisis familiar debida a la modernización. En esta ocasión, cuenta la historia de dos niños que deciden que, ante el rumor de que los deseos de quienes contemplen el primer cruce entre dos trenes de una línea recién inaugurada se harán realidad, deciden escaparse de casa para conseguir pedir la reconciliación de sus divorciados padres. Simpática y emotiva a partes iguales, la película respira melancolía y añoranza por el pasado, pero también un mensaje optimista que insta a disfrutar de la vida tal y como es. (Más en: “El cine, el tren y la vida”.)

La invención de Hugo obtuvo 5 premios técnicos en los
pasados Oscar, incluyendo fotografía y efectos visuales
3. El Hobbit: un viaje inesperado. Peter Jackson y casi todo el equipo que dio vida a El Señor de los Anillos (2001-2003) regresan a la Tierra Media para rodar una precuela basada en la famosa obra de J. R. R. Tolkien. Aunque el guión es mejorable y el humor excesivo, el resultado es una maravillosa aventura con escenarios y efectos visuales impresionantes que nos traslada a un mundo inexplorado y ayuda a entender mejor la trilogía original. Las comparaciones son odiosas y El Señor de los Anillos la supera en todo, pero no por ello deja El Hobbit de ser uno de los mayores espectáculos cinematográficos de los últimos años. (Más en: “Guía de El Hobbit.)

Kiseki refleja con gran belleza la tristeza de Japón
ante los cambios en la estructura familiar
2. Declaración de guerra. Entre tanto éxito del cine francés, esta dulce cinta de Valérie Donzelli ha pasado tristemente desapercibida. Con tierno tono de cuento, la película muestra una bellísima historia de amor entre Roméo (maravilloso Jérémie Elkaïm) y Juliette (interpretada con gran acierto por la propia directora), y la lucha de éstos por afrontar la dura enfermedad de su hijo. Noble, divertida, emotiva e impactante, la película es toda una delicia que llegará al corazón más duro.

1. Arrugas. Sí, el mejor film del año es una cinta de animación española. ¿Quién lo iba a decir? La cinta de Ignacio Ferreras logra la emotividad sin efectismo, la diversión sin vulgaridad, el realismo sin crudeza y la tristeza sin melodrama. Dibujado con sencillez pero cuidado, el film cuenta la historia de los ancianos de una residencia, donde afrontan la vejez como pueden conscientes de que el ciclo de la vida juega en su contra, pero decididos a aprovechar ésta al máximo. (Más en: Arrugas, la vejez y la flor del cerezo”.)

El Hobbit es una apuesta segura para varios 
premios técnicos en los próximos Oscar
Pero 2012 ha ofrecido películas para todos los gustos: acción en Looper, comedia en Ruby Sparks… Además, ha habido estrenos tan esperados como el de Los juegos del hambre, adaptación del best-seller homónimo, la continuación de la saga Bourne con El legado de Bourne, con Jeremy Renner en lugar de Matt Damon, o el regreso de Batman en El Caballero oscuro: la leyenda renace. Ésta ha sido la película más taquillera del año por detrás de Los vengadores, lo que demuestra que los superhéroes están en auge. Bastante más cutre ha sido el regreso de The Amazing Spider-Man.

Los protagonistas de Declaración de guerra son
también sus guionistas y ella la directora
Los niños y no tan niños han tenido ¡Rompe Ralph! a mano, aunque los que empiecen a desarrollar el ojo crítico se habrán sentido decepcionados con Brave y John Carter. El que por fin no decepciona es Tim Burton con su Frankenweenie. Mientras Los Muppets atacaba a  nuestra nostalgia, la canción “Te voy a esperar”, de Las aventuras de Tadeo Jones, recorría todas las discotecas españolas.

Woody Allen sigue en su reciente línea mediocre en A Roma con amor y Steven Spielberg mantiene a su público con War Horse, mientras que Sam Mendes logra el James Bond más aclamado en la excelente Skyfall y Ang Lee sorprende con la original La vida de Pi. Además, aunque mejorable, Los miserables ha devuelto al protagonismo al género musical y ha habido Blancanieves para dar y tomar: una cómica, una frígida y una muda. Pero nadie ha desnudado física y psicológicamente a sus personajes como Shame.

Los ancianos de Arrugas son realistas, pero no
por ello amargados ni carentes de vida
Meryl Streep se ha convertido en Margaret Thatcher en La dama de hierro y Michelle Williams en Marilyn Monroe en Mi semana con Marilyn. Mientras tanto, Daniel Radcliffe y Robert Pattinson trataban de cambiar de registro con La mujer de negro y Cosmopolis, respectivamente, pero los resultados no eran los esperados. El segundo alcanzó el éxito una vez más con la culminación de la espantosa saga crepuscular en Amanecer - Parte 2. La sorpresa del año fue Chronicle, exitoso film de bajísimo presupuesto en el que varios jóvenes descubren tener superpoderes. Aunque no tanto como Intocable, que retrata la relación entre un ricachón discapacitado y su asistente y se ha convertido en una de las obras más queridas del año. Si para gustos colores, este año ha habido colores para todos.

Y vosotros, ¿Qué os lleváis del 2012?

¡Feliz año!

(Muy pronto, los premios del blog a lo mejor del año.)


© El copyright del texto pertenece exclusivamente a Juan Roures
© El copyright de las imágenes pertenece a sus respectivos autores y/o productoras/distribuidoras


27 diciembre 2012

Guía de 'El Hobbit' (del libro de Tolkien a la película de Jackson)


"¿Puedes prometerme que voy a volver?", pregunta Bilbo.
"No, y si lo haces no serás el mismo", contesta Gandalf
El Hobbit: un viaje inesperado fue probablemente el estreno más esperado de la historia del cine. Y así lo ha demostrado batiendo todos los récords de estreno y siguiendo a la cabeza de la cartelera de todo el mundo dos semanas después. Ya sabéis que éste no es un blog convencional de críticas de películas, pero ante el éxito de los dos artículos de El Señor de los Anillos (“La historia” y “El secreto”, los cuales recomiendo leer como base) y las muchas peticiones, hoy dedico, por primera vez en la historia de este blog, la entrada en exclusiva a una película. Espero que sirva como introducción para quienes aún no se hayan enfrentado a ella, como aclaración para quienes no la hayan entendido del todo y como información para quienes quieran saber más de ella. Empecemos.

McKellen vuelve como Gandalf y Weaving como Elrond
Durante años, las únicas adaptaciones cinematográficas de El Hobbit, la clásica novela fantástica de J. R. R. Tolkien, fueron un extraño cortometraje checoslovaco de 1966 y un mediocre film animado de 1977, con lo que superar esto era fácil. Pero cuando Gillermo del Toro anunció que dirigiría la adaptación cinematográfica definitiva de El Hobbit miles de fans de todo el mundo se pusieron alerta: el director de El laberinto del fauno (2006) no parecía el ideal de fidelidad al autor inglés. Sin embargo, el estudio MGM quebró, el rodaje se postergó y del Toro se retiró de la dirección tras tres años de preproducción. Para alivio de todos, Peter Jackson (que, de hecho, había pensado en rodar El Hobbit antes que El Señor de los Anillos pero no pudo por problemas de derechos) tomó el relevo. Además, Frank Walsh y Philippa Boyens se unirían a ambos en la escritura del guión, Alan Lee y John Howe sería los artistas conceptuales, Andrew Lesnie el director de fotografía y Howard Shore el compositor. Todos habían realizado trabajos sublimes en la trilogía de El Señor de los Anillos (2001-2003) y su nueva colaboración era un éxito seguro.

El Hobbit incluye un prólogo con Ian Holm como Bilbo
Pero no todo era tan fácil. El Hobbit es una obra que precede a El Señor de los Anillos tanto fuera como dentro de la historia y consta de una historia bastante simple: un reino por recuperar y trece Enanos con la misión de hacerlo. Tolkien la escribió veintidós años antes que su famosa trilogía pensando fundamentalmente en los niños y sin tener en mente toda la mitología que avalaría ésta. Y el resultado cinematográfico depende mucho de esto: El Hobbit es más infantil y menos trascendental que El Señor de los Anillos, pero, aún así, todo un espectáculo inolvidable.

Y los productores lo sabían bien. Por eso anunciaron que el libro daría lugar a dos películas, lo que permitiría explorar historias de la Tierra Media que no aparecen en el libro y alcanzar una mayor conexión con El Señor de los Anillos. Lo que nadie esperaba era una nueva trilogía a partir de un libro de unas trescientas páginas. Los motivos fueron, tanto las obvias ventajas económicas, como el hecho de que Jackson había rodado mucho material y no quería dejar nada de lado. Viendo el montaje de este primer film, aun no estoy seguro de que fuera la decisión más correcta, pero confío en Jackson.

Dwalin (Graham McTavish) y Balin (Ken Scott)
son primos de Gimli, quien descubrirá la tumba del
segundo en Moria en La comunidad del anillo
Al igual que El Señor de los Anillos, la trilogía de El Hobbit fue rodada a la vez durante 266 días de rodaje (del 21 marzo de 2011 al 6 julio de 2012) principalmente en Nueva Zelanda, donde se reconstruyeron viejos decorados y se crearon otros nuevos. El rodaje fue postergado varias veces por los problemas de derechos entre Jackson, los herederos de Tolkien y New Line Cinema y porque Martin Freeman, actor escogido para encarnar al protagonista, Bilbo Bolsón, se encontraba rodando la serie británica Sherlock (2010). Jackson tenía tan claro que quería a Freeman que reestructuró todo el rodaje para contar con él. Una vez más, se contó con actores desconocidos para los papeles de los trece Enanos protagonistas, pero esta vez el glamur estaba asegurado con el retorno de Christopher Lee, Ian Holm (quienes rodaron sus escenas en los estudios de London Pinewood por problemas de salud que les impedían volar a Nueva Zelanda), Cate Blanchett, Elijah Wood, Hugo Weaving e Ian McKellen como Saruman, el anciano Bilbo, Galadriel, Frodo, Elrond y Gandalf, pese a que tan sólo estos dos últimos personajes aparezcan en la novela.

El Concilio Blanco reúne a los más poderosos y 
sabios de la Tierra Media para debatir sobre ella
Con esto Jackson buscaba una conexión mayor entre las dos trilogías, al alternar la aventura de Bilbo, Gandalf y los trece Enanos liderados por Thorin Escudo de Roble para recuperar la Montaña Solitaria con acontecimientos que preceden a El Señor de los Anillos. Así, somos testigos de la reunión de Gandalf con el Concilio Blanco en Rivendel, en la que se trata el futuro de la Tierra Media, lo que explica la ausencia de Gandalf por un tiempo, algo que el libro omite. En esta reunión vemos los primeros síntomas de maldad en Saruman, quien empieza a considerar utilizar el mal para sí en lugar de enfrentarse a él, así como la preocupación de los Elfos Elrond y Galadriel por el destino del mundo. Mucho tiempo hace desde que éstos pisaron este mundo por primera vez, con lo que su amor por él es mayor de lo imaginable. Esta escena ha sido muy criticada por interrumpir la historia y alterar su ritmo, pero yo la considero primordial para entender que, en la Tierra Media, ningún asunto es simple y toda acción altera al resto (por ejemplo, Gandalf curó en el pasado al Señor de los Vientos, el águila Gwaihir, y ahora ésta acude en su ayuda cuando lo necesita, al igual que hace en la anterior trilogía). Se trata además de una bella conexión entre el pasado (Galadriel convivió con los propios Valar –Dioses– cuando éstos aún vagaban por la Tierra) y el futuro (como ya se ha dicho, la conversación es clave precedente de los acontecimientos de El Señor de los Anillos).

Elijah Wood retoma su papel diez años después, con lo
que los retoques digitales faciales fueron necesarios
Menos fiel es la aventura del mago Radagast el Pardo (interpretado por Sylvester McCoy, quien, por cierto, fue considerado para interpretar a Bilbo en El Señor de los Anillos). Éste, tal y como explica Gandalf, fue enviado a la Tierra Media junto a él, Saruman y otros dos magos cuyos nombres no recuerda (en realidad, sí los recuerda, son Alatar y Pallando, pero estos nombres aparecen en la obra Cuentos inconclusos y Jackson carece de derechos sobre ella) para ayudar a sus habitantes a enfrentarse al creciente mal. Los cinco magos tienen apariencia de ancianos, pero son en realidad Istari y forman parte de los Maiar, semidioses de la creación. Tienen un inmenso poder, pero deben controlar su uso para no inmiscuirse demasiado en los asuntos de la Tierra Media. Esto explica por qué Gandalf sólo recurre a ellos en situaciones límite.

La aparición de Radagast el Pardo es toda una sorpresa
Pero, volviendo a Radagast, el film le muestra como un personaje clave que descubre el mal en el Bosqueverde (renombrado Bosque Negro) y ayuda a la compañía a seguir en su aventura. En realidad, Radagast, amante de animales y plantas, apenas se preocupó por los asuntos de Hombres y Elfos, y no realizó ninguna de estas hazañas. Fue Gandalf quien avistó el mal en el Bosqueverde por primera vez, pero lo hizo 100 años antes de los acontecimientos de El Hobbit. El propio bosque llevaba más de 2000 años sumido en la oscuridad a causa del establecimiento allí de la nueva fortaleza de Sauron (el Nigromante) y los Espectros del Anillo. La película reduce 2000 años de historia a unos pocos minutos, pero el placer de ver estos acontecimientos recreados es tan grande que le perdonamos la inexactitud histórica.

En El Hobbit descubrimos dónde encontraron Bilbo y
Gandalf las espadas que portan en El Señor de los Anillos
De todos modos, dar hazañas de unos personajes a otros no es solo propio de El Hobbit: en el libro de La comunidad del anillo, por ejemplo, es Merry quien da la pista a Gandalf sobre la contraseña de la entrada a Moria y Glorfindel quien lleva a Frodo a Rivendel, pero el guión del film entregó estas heroicidades a Frodo y Arwen. Tampoco el personaje de Azog, el gran Orco que persigue a Bilbo y compañía, es igual en la mitología de Tolkien. Azog sí mató al abuelo de Thorin, Thrór, tal y como muestra la película, pero fue después decapitado por los Enanos en la batalla contra los Orcos. Sin duda Thorin le tendría resquemor, pero probablemente ni le conoció. El film inventa que Azog fuera dejado manco por Thorin y ahora busca venganza, lo que ayuda a dar una explicación a la persecución de los Enanos por este malvado grupo de Orcos y, a la vez, concibe un villano al que poner rostro y nombre, lo que lo hace más temible. Esto ya lo hizo La comunidad del anillo con la invención del personaje de Lurtz, cuyas flechas dan muerte a Boromir y El retorno del rey con el repugnante Gothmog, que debe su nombre a un antiguo Balrog.

La cueva de Gollum es triste, hipnótica y claustrofóbica
Pero que los fans no se asusten porque no todo es deslealtad al libro. El encuentro entre Bilbo y Gollum es tal y como todos imaginábamos y constituye una de las escenas más brillantes del film. En ella apreciamos la mente perturbada de Gollum, que lleva mucho tiempo en la oscuridad junto a su “precioso” Anillo, y la mezcla de desagrado, curiosidad y pena de Bilbo al contemplarle. El éxito se debe en gran parte al regreso de Andy Serkis, que volvió a convertirse digitalmente en Gollum con gran maestría y mejoras tecnológicas en la captura de movimiento. Serkis, por cierto, rodó esta escena el primer día para centrarse en ser el director de la segunda unidad, es decir, el encargado de dirigir las escenas en las que Jackson no esté presente.

Serkis dirige a Freeman vestido con las ropas que le
transformarán digitalmente en Gollum
De todos modos, el film también ha mejorado partes del libro, haciéndolas más entretenidas y asequibles para el gran público sin por ello descontentar a los fans. Los Enanos se vuelven más atléticos, activos y poderosos de lo que los mostraba Tolkien, mientras que los Elfos son menos repelentes que en el libro y más acordes a la idea de ellos que transmiten El Señor de los Anillos y la mitología tolkiana en general. Menos acertada es la estética de videojuego de algunas escenas y la busca de efectismo de otras. De modo más sutil y cuidado, El Señor de los Anillos lograba ser más impactante y emotiva.

Thorin (Richard Armitage) lidera la compañía y no entiende por qué
un Hobbit puede serle de ayuda en una misión que lo es todo para él
De hecho, el principal bache de El Hobbit: un viaje inesperado es su guión y, considerando que el único nuevo es del Toro, no puedo evitar mirarle con malos ojos. Algunas escenas son demasiado largas y carentes de contenido (como la introducción con los Enanos en la casa de Bilbo), otras incluyen conversaciones poco acertadas (como el primer encuentro entre Gandalf y Bilbo) y otras son directamente pésimas, especialmente al intentar introducir el humor por todas partes rompiendo a menudo con el tono de la obra. Esto se debe sin duda a la idea de hacer un film más entretenido y apropiado para los niños, aunque, pese a todo, no es recomendable para menores de trece años.

Gloin (Peter Hampleton) y Oin (John Callen)
son padre y tío de Gimli
Ante la temporada de premios, también juega en contra de El Hobbit la reutilización de escenarios y vestuario de la trilogía anterior, algo por otra parte necesario considerando que muchas localizaciones se repiten. Menos perdón tiene la poca renovación de la banda sonora, que apenas introduce un nuevo tema (precioso, eso sí). Ya que la música de El Señor de los Anillos siempre ha estado ligada a los personajes, localizaciones e ideas, es comprensible que ésta se repita al visitar de nuevo la Comarca o Rivendel, pero encontrarse con el tema del Rey Brujo acompañando al ataque de Thorin a Azog es un sacrilegio. Por suerte para Howard Shore, casi nadie se dará cuenta de esto e incluso se alabará el poderío de la escena con esa potente música, pero realmente debería avergonzarse.

Galadriel aporta el toque femenino inexistente en el libro
Al igual que le ocurrió a Las dos torres en su momento, El Hobbit perderá varias nominaciones a los Oscar por estos motivos, aunque podría hacerse con otras tan merecidas como: mejor canción (maravillosa “Song of the Lonely Mountain”, que sigue la tradición de canciones del libro), efectos sonoros, dirección artística, fotografía (El Hobbit es el primer film rodado a 48 fotogramas por segundo, lo que supone contemplar 48 imágenes en un segundo en lugar de 24 como es habitual), efectos visuales (por supuesto, recordemos que los tres films de la trilogía se hicieron con este premio) y maquillaje. Éste último es un premio seguro, pues no hay personaje sin un maquillaje específico y cuidado, recibiendo cada Enano horas de maquillaje diario para conseguir la imagen que vemos en pantalla. Este fue, por cierto, uno de los motivos por los que Jackson se sentía perezoso ante la idea de volver a “rodar la Tierra Media”. Por suerte, los pies de Hobbit fueron mejorados para llegar hasta la rodilla y ser más resistentes al uso y en general todo fue más rápido que la primera vez. La escala volvió a ser clave y todos los actores tenían sus dobles para lograr las proporciones adecuadas en pantalla. La gran novedad es el 3D, pero no creo que aporte demasiado.

Fili (Dean O´Gorman) y Kili (Aidan Turner) demuestran
que los Enanos también pueden ser atractivos
De todos modos, lo que realmente conecta a El Hobbit con El Señor de los Anillos es el empleo de una aventura fantástica para llegar al corazón de los espectadores con una historia que, en realidad, nos es muy cercana: el amor al hogar y la necesidad de tener un lugar al que volver pese a las muchas aventuras que vivamos. Bilbo lo tiene, pero los Enanos no. Hace tiempo que su hogar les fue arrebatado de las manos cuando el Dragón Smaug invadió la Montaña Solitaria y desde entonces han vagado sin rumbo. Los Enanos saben lo que es sentirse desplazados: ya en su creación, fueron obligados a permanecer bajo tierra para que fueran los Elfos quienes pisaran la Tierra Media por primera vez. A fin de cuentas, fueron creados en secreto por el Valar (Dios) Aüle el Herrero y eso no entraba en los planes del Dios supremo Ilúvatar. Quizá desde entonces han estado malditos por asuntos superiores a ellos mismos: sus dos grandes emplazamientos, Moria y Erebor, están en manos de un Balrog y un Dragón, semidioses Maiar (al igual que los Magos). Sólo cuando Bilbo entiende esto, descubre que el éxito de Thorin y compañía le incumbe más de lo que imaginaba.

Jackson y Freeman en el set de Bolsón Cerrado
Los trece Enanos (la mala suerte de esta raza les acompaña incluso en el número) recibirán la ayuda del gran mago Galdalf, tan sabio como poderoso y siempre repleto de enigmas, y el escurridizo Bilbo, que demuestra que las apariencias engañan y que la fuerza no lo es todo. Además, el Anillo hace su aparición... La aventura continuará en los cines las próximas navidades y finalizará en verano de 2014. La Tierra Media sigue viva. Gracias Jackson.


© El copyright del texto pertenece exclusivamente a Juan Roures
© El copyright de las imágenes pertenece a sus respectivos autores y/o productoras/distribuidoras


  

23 diciembre 2012

Navidades para todos los gustos

“Navidad, Navidad, dulce Navidad…”. Una temporada tan amada como odiada da comienzo y, para compensar la copiosidad de las comidas de estas fechas, os regalo (nunca mejor dicho) un artículo ligero dedicado a estas alegres (aunque a veces no tanto) fiestas.

El origen de los guardianes ha obtenido 10 nominaciones
a los premios Annie; la de mejor guión no es una de ellas
Cada Navidad surge un nuevo film creado especialmente para ella. El año pasado se trató de Historias de San Valentín (Garry Marshall, 2011), acertadamente definida por la crítica de cine Claudia Puig como “tan apetecible como una copa de champán barato que quedó de las últimas vacaciones” y ésta es la de El origen de los guardianes (Peter Ramsey, 2012), típica película infantil que, como ya es habitual, podría ser mucho más si cuidara el guión. La base la tiene: un diseño de personajes brillante y una animación maravillosa que nos transporta a un mundo fantástico en el que unos superhéroes muy navideños deben luchar por los sueños de los niños.

20 diciembre 2012

Adaptados: del libro a la pantalla

Orgullo y prejuicio es un ejemplo fácil
de buena adaptación cinematográfica
Hace ya varios años tuve que discutir con una profesora de inglés que nos pidió títulos de películas adaptadas de libros y afirmó mi error al mencionar Slumdog Millionaire (Danny Boyle y Loveleen Tandan, 2009). “Are you sure?”, preguntó. “Absolutely”, respondí. Lo estaba: el autor es el novelista indio Vikas Swarup y de hecho la película acababa de ganar el Oscar a mejor guión adaptado. Probablemente mi profesora, que sólo había lanzado la pregunta por hablar de algo en inglés, ni siquiera estaba segura de la diferencia entre los premios a guión adaptado y guión original. Está claro qué respuesta esperaba: Orgullo y prejuicio, Harry Potter y El Señor de los Anillos. Es decir, esas películas creadas a partir de clásicos literarios o best-sellers. Películas adaptadas de libros que todo el mundo conoce.

16 diciembre 2012

La alegría del género musical

Nada como un buen musical para alegrar un día gris o hacer juego con uno feliz. Desde su aparición junto al sonido, el género musical ha traído a millones de personas a los cines para ver cantar y bailar a las estrellas. Lo que para algunos es un simple sinsentido, para otros es todo un espectáculo y, sobre todo, una gran fuente de entretenimiento. Tras más de veinticinco años en los teatros de Londres, el estreno de Los miserables (Tom Hooper, 2012) en gran pantalla promete ser uno de los eventos cinematográficos del año, especialmente por su decisión de grabar las canciones en directo. Pero la historia de este género es larga.

"La vida es un cabaret", nos dice la brillante Cabaret
El cine musical vio su aparición gracias a la introducción del sonido en el cine en 1927 con El cantor de jazz, de Alan Crossland. Su calidad era muy mejorable, pero la mezcla de los clásicos intertítulos del cine mudo con canciones fue muy bien recibida por el público de la época. Dos años después, La melodía de Broadway (Harry Beaumont, 1929) se convertía en el primer film “All talking, all singing, all dancing” y, pese su tópica historia, obtuvo gran popularidad y el primer Oscar a mejor película para un film sonoro. Desde entonces, otros siete musicales han recibido dicho galardón, demostrando el aprecio de Hollywood hacia este género.

13 diciembre 2012

El secreto de El Señor de los Anillos

La verde Comarca representa todo lo bueno por lo
que merece la pena luchar en este mundo
Como continuación del artículo dedicado a la historia cinematográfica de El Señor de los Anillos, hoy me dispongo a profundizar en esta maravillosa saga. La historia de El Señor de los Anillos no es un simple enfrentamiento entre el bien y el mal. En la Tierra Media hay mal porque algunos han sido dominados por las ansias de poder y corresponde al resto corregir sus errores. Los villanos llevan tanto tiempo siéndolo que ya ni se plantean por qué. Esto es banalizado como simplista por algunos críticos, pero ¿no ocurre lo mismo con los conflictos de hoy en día? ¿Hay verdadero bien y mal en la crisis palestino-israelí o se trata sencillamente de un odio tan cultivado que es imposible de superar? J.R.R. Tolkien (escritor) y Peter Jackson (director) son conscientes de que la absoluta desaparición del mal es imposible, pero no la capacidad de enfrentarse a él y dominarlo. El Señor de los Anillos puede estar repleta de batallas, mas no es una película de guerra: lo importante no son las estrategias de combate –o sea, la acción, sino aquellos que luchan por lo que consideran correcto –o sea, los personajes. Quizá por ello Jackson renuncia a toda muestra de efectismo y a los detalles sangrientos, mas no a una dimensión épica que acompaña a los protagonistas desde el momento que abandonan su hogar precisamente porque, al igual que nosotros como espectadores, estos han sido lanzados a un universo que los supera.

09 diciembre 2012

La historia de El Señor de los Anillos


Frodo y Sam dejan atrás la campechana Comarca,
tal y como el propio Tolkien lo hizo en su día
El próximo viernes llega a España y EE.UU. el estreno más esperado de la década (incluso, me atrevería a decir, de la historia). Se trata, por supuesto, de El hobbit, adaptación de la famosa novela de J. R. R. Tolkien. Pero, mientras esperamos con indescriptible impaciencia, he decidido dedicar esta semana a la saga que precede a esta película (según estreno, no cronología de la historia), una de las grandes maravillas de la historia del cine: El Señor de los Anillos. El artículo de hoy está dedicado a su creación como obra cinematográfica, mientras que el próximo jueves me dispondré a profundizar en los mensajes de tan completa historia.

En concordancia con las novelas que adapta, El Señor de los Anillos consta de tres films –La comunidad del anillo (2001), Las dos torres (2002) y El retorno del rey (2003)–, pero la mayoría las consideran como una unidad irrompible debido a la continuidad cronológica y, sobre todo, al hecho de que fueran rodadas a la vez con el mismo equipo. Pero empecemos por el principio.

06 diciembre 2012

Vestuario: cine a la moda

Blancanieves es una apuesta segura para
la categoría de vestuario del próximo año
Cada vez que salimos de casa, rebuscamos en el armario para escoger lo más adecuado para ponernos. Si vamos al trabajo, debemos vestir con formalidad, mientras que, si sólo se trata de comprar el pan, escogemos lo primero que encontramos y confiamos en no cruzarnos con ningún conocido…; algo que, por supuesto, siempre sucede cuando peor vestidos vamos. Del mismo modo, cuando salimos con amigos o vamos a un lugar en el que sabemos que la gente se fijará en nosotros, solemos prestar más atención que nunca al vestuario. Y si tratamos de atraer la atención de alguien en concreto, la decisión puede ser muy difícil.

Sin embargo, el éxito de un buen vestuario es estar perfecto para la ocasión sin que parezca que le hemos dado demasiadas vueltas. A veces, incluso, el subconsciente nos lleva a vestir de una determinada manera. ¿Quién no ha repetido el mismo conjunto grisáceo toda la semana al pasar por una depresión? Y, claro, nada mejor que una camiseta colorida para un día animado. La ropa es reflejo, tanto de lo que experimentamos en el momento, como de nuestra forma de ser; es reflejo de nuestra personalidad.

02 diciembre 2012

Los Premios del Cine Europeo

Ayer dio comienzo la temporada de premios con la 25ª edición de los Premios del Cine Europeo, celebrada en La Valeta, Malta. Pese a que se trata de reconocer los mejores trabajos del cine de los países europeos, las decisiones pasadas y la poca difusión han restado prestigio a estos premios, que hoy apenas influyen en la opinión colectiva.

Haneke dirige a los ancianos Trintignant y Riva para
Amor, por la que todos ellos han sido premiados
En esta ocasión, la triunfadora indiscutible ha sido la durísima coproducción franco-austriaco-alemana  Amor  (Michael  Haneke), un excelente retrato de la vejez, la muerte y la dureza (aunque también belleza) de la vida. Ésta se ha hecho merecidamente con los premios principales: mejor película, actor (Jean Louis Trintignant), actriz (Emmanuelle Riva) y director para Michael Haneke, con lo que la Academia demuestra una vez más su admiración hacia uno de los cineastas más impactantes de los últimos años. Éste, lanzado a la fama con la terrible Funny games (1997), tiene ya tres premios en su haber por los films Caché (2005), La cinta blanca (2009) y, ahora, Amor (2012), lo que lo convierte en el director más premiado junto al italiano Gianni Amelio, que se hizo con el premio por Puertas abiertas (1990), Niños robados (1992) y Lamerica (1994).

29 noviembre 2012

Óscar a peor película

Desde su nacimiento en 1928, los premios Óscar han sido fruto de una gran controversia. Ya en su primera edición, fueron desacertados y en sus primeros años metieron la pata hasta el fondo. No obstante, los premios fueron encontrando su lugar y acertando en cuatro ceremonias seguidas premiando a las excelentes La vida de Émile Zola (William Dieterle, 1937), Vive como quieras (Frank Capra, 1938), Lo que el viento se llevó (Víctor Fleming, 1939) y Rebeca (Alfred Hitchcock, 1940) demostraron que, si bien la innovación no era lo suyo, al menos la calidad sí lo era. Sin embargo, con el paso de los años se han cometido algunos errores bastante imperdonables, dejando a grandes films sin premio mientras que otros completamente olvidados se unían a la lista de “mejores películas del año”. Por supuesto, todo es relativo y ningún premio satisface a todos, pero algunos casos han llevado a preguntarse a la mayoría: ¿En qué estaban pensando? Y a ellos me dedico hoy.

1ª Edición. Alas (William A. Wellman, 1927). Rotten Tomatoes: 97%. Los Óscar empezaron con mal pie premiando en su primera edición a un film bélico de impectable factura técnica pero guion mejorable por encima de la maravillosa Amanecer (F. W. Murnau), que, no obstante, se llevó el galardón de “mejor película por calidad artística”, que no volvería a concederse.

Ganó: Alas. Lo merecía: Amanecer

25 noviembre 2012

El medallero de Kate Winslet

Una elegantísima y sobria Winslet se encuentra por
primera vez con la reina de su querida Inglaterra
Kate Winslet, una de las actrices más conocidas y alabadas del cine contemporáneo, acaba de recibir la medalla de Comandante del Imperio Británico de manos de la mismísima reina de Inglaterra. Ante la pregunta de ésta sobre si le gustaba ser actriz, Winslet contestó que “sí, pero más ser madre”, a lo que la soberana respondió que “ese es el único trabajo que importa”. Sin duda ha influido en este galardón el hecho de que la actriz nunca se cansa de hablar de lo orgullosa que se siente de ser inglesa y lo mucho que ama su país. Con este reconocimiento, Inglaterra reconoce a Winslet como una de sus actrices más destacadas, algo que muchos ya sabíamos pero que nunca viene mal recordar.

Winslet nació en 1975 en el seno de una familia de actores teatrales, con lo que su destino parecía marcado, pero su éxito es solo suyo. Con solo once años, comenzó estudios de actuación en el Redroofs Theatre School y con doce hizo su primera aparición en televisión, en un anuncio. Pero sus auténticos comienzos en el medio vinieron en 1991, cuando protagonizó la miniserie de aventuras Dark Season, sobre tres adolescentes que luchan por salvar el colegio de un siniestro villano.

22 noviembre 2012

Pixar y los dibujos con corazón

Cada estreno de un film Pixar es todo un acontecimiento para niños y mayores por igual. El último ha sido el de Brave (Indomable) (Mark Andrews, Brenda Chapman y Steve Purcell, 2012), con la que el estudio se ha distanciado de su estilo habitual para tomar uno más similar al de Disney. En esta ocasión, la protagonista es una princesa escocesa que se niega a casarse por conveniencia porque quiere forjarse su propio destino. Pero, para eso, hay que ser valiente.

Al contrario que las princesas Disney, la activa 
heroína de Brave (Indomable) no necesita ningún 
hombre para forjar su destino
Quizá por contar principalmente con creativos masculinos, Pixar ha tardado dos décadas en crear una protagonista femenina. Pero la espera ha merecido la pena: Merida es una joven llena de vida con un impresionante cabello rojizo nunca antes visto en el cine de animación. Fue el cabello de la protagonista de Enredados (Nathan Greno y Byron Howard, 2010) lo que instó al estudio a luchar por superar a Disney y superarse a sí mismos. Y lo consiguieron.

Además, el equipo creativo viajó a Escocia en busca de inspiración, lo que se materializó en una ambientación maravillosa. Cada detalle está cuidadosamente confeccionado para que todo transmita un aroma natural y realista. Incluso los trajes de los personajes son dignos de un Oscar a mejor vestuario. Lo que sin duda tendrán en cuenta dichos premios es la cuidada banda sonora del escocés Patrick Doyle, así como las tres bellas canciones (“Touch the sky”, “Into the open air” y “Learn me right”) que incluye la película, algo más propio de Disney que de Pixar.

18 noviembre 2012

El cine es un montaje

De todas las artes cinematográficas, no hay otra más infravalorada que el montaje. Todo el mundo ha oído hablar de él e intuye de qué trata, pero casi nadie entiende realmente su importantísima función. Por eso, tal y como hice con el también infravalorado maquillaje, mi blog está hoy dedicado al maravilloso arte del montaje.

El ultimátum de Bourne es vibrante, emocionante,
y está llena de giros y shocks, igual que su montaje
En los inicios del cine (espero no perder a la mitad de los espectadores por remitirme a tan atrás, pero es imprescindible para entender este laborioso proceso), no había montaje alguno. Los cineastas se limitaban a grabar una porción de realidad y cortar en cuanto la imagen no diera más de sí. Y eso era todo. La primera proyección cinematográfica, organizada en Francia por los famosos hermanos Lumière, incluía films como Salida de los obreros de la fábrica (1895), que se limitaba a mostrar un minuto de lo que su título indica.

15 noviembre 2012

'Los juegos del hambre' vs. 'Battle Royale'

Los juegos del hambre fue estrenada el pasado abril y recaudó 152,5 millones de dólares en el primer fin de semana, convirtiéndose en la 5ª película con más ingresos en su debut de la historia. ¿El motivo? Millones de fans hambrientos por ver su libro favorito convertido en película. No todos los días cobra vida en pantalla el bestseller del momento, la novela homónima de Suzanne Collins publicada en 2008.

En un acto de heroicidad, Katniss entra a "Los juegos del 
hambre" para evitar que su hermana pequeña lo haga 
Ya antes de su estreno, el film fue criticado por sus semejanzas a la película japonesa Battle Royale, que, creada doce años antes, comparte con ella la base de la historia: varios jóvenes obligados por un poder superior a competir en una especie de “Gran Hermano” del que sólo uno puede salir con vida. Ante esto, me vi obligado a ver ambos films y realizar una –siempre odiosa pero, espero, interesante– comparativa que, si algo demuestra, es que ninguno de los films es mera violencia y entretenimiento como algunos quieren hacernos creer.