22 noviembre 2012

Pixar y los dibujos con corazón

Cada estreno de un film Pixar es todo un acontecimiento para niños y mayores por igual. El último ha sido el de Brave (Indomable) (Mark Andrews, Brenda Chapman y Steve Purcell, 2012), con la que el estudio se ha distanciado de su estilo habitual para tomar uno más similar al de Disney. En esta ocasión, la protagonista es una princesa escocesa que se niega a casarse por conveniencia porque quiere forjarse su propio destino. Pero, para eso, hay que ser valiente.

Al contrario que las princesas Disney, la activa 
heroína de Brave (Indomable) no necesita ningún 
hombre para forjar su destino
Quizá por contar principalmente con creativos masculinos, Pixar ha tardado dos décadas en crear una protagonista femenina. Pero la espera ha merecido la pena: Merida es una joven llena de vida con un impresionante cabello rojizo nunca antes visto en el cine de animación. Fue el cabello de la protagonista de Enredados (Nathan Greno y Byron Howard, 2010) lo que instó al estudio a luchar por superar a Disney y superarse a sí mismos. Y lo consiguieron.

Además, el equipo creativo viajó a Escocia en busca de inspiración, lo que se materializó en una ambientación maravillosa. Cada detalle está cuidadosamente confeccionado para que todo transmita un aroma natural y realista. Incluso los trajes de los personajes son dignos de un Oscar a mejor vestuario. Lo que sin duda tendrán en cuenta dichos premios es la cuidada banda sonora del escocés Patrick Doyle, así como las tres bellas canciones (“Touch the sky”, “Into the open air” y “Learn me right”) que incluye la película, algo más propio de Disney que de Pixar.

Luxo Jr. era una primera muestra de la gran
habilidad del estudio para animar "objetos",
preferidos a los personajes humanos
Nos encontramos sin duda ante uno de los trabajos más cuidados a nivel técnico de este brillante estudio. Sin embargo, por una vez, Pixar ha fallado. Y lo ha hecho por descuidar la parte más importante: la historia. El fallo no consiste, como algunos han señalado, en dejar de lado los temas trascendentales de anteriores producciones para adoptar una visión más fantasiosa e infantil; no, el problema es que se trata de la historia de siempre, con tópicos a raudales y un guión simplón con un humor que roza lo vulgar. Se trata de un buen film, pero también de uno de los peores de Pixar, que, desde su creación, nunca ha dejado de sorprender.

Pixar surgió como una división de Lucasfilm llamada The Graphics Group en 1979 y fue vendida por 5 millones de dólares a Steve Jobs, cofundador de Apple, en 1986, a causa de un difícil momento financiero de George Lucas. En sus inicios, el estudio se dedicaba a efectos especiales e innovaciones informáticas, pero los conocimientos fueron pronto aplicados al cine. El mismo año de la compra nació Luxo Jr. a partir de la mente creativa de John Lasseter, considerado cofundador de Pixar junto a Jobs. Se trataba de un cortometraje muy sencillo en el que dos lámparas de mesa cobraban vida. El gran realismo de los volúmenes y la sorprendente personalidad mostrada por los objetos le valieron un gran éxito y marcaron las pautas del estudio.

Tin Toy (1988) fue mucho más sofisticada y claro precedente de lo que sería el primer gran éxito de Pixar. Se trataba de la historia de un juguete asustado del niño que quiere jugar con él. La animación del infante era muy mejorable, pero los volúmenes de los juguetes eran adorables, muestra de la preferencia de Pixar por los objetos, más sencillos de animar digitalmente con realismo que las personas. El corto ganó el primero de los 22 premios Oscars obtenidos por el estudio hasta el momento.

Toy Story habla del miedo a lo desconocido y la
necesidad de ganarse la aceptación popular
Estos y otros brillantes cortos obtuvieron el interés de Disney, que, en 1991, firmó un contrato con Pixar que estipulaba la colaboración en el estreno de dos largometrajes. Así, en 1995 surgió el primer film de la historia realizado íntegramente por ordenador, el mítico Toy Story, de nuevo dirigido por Lasseter. La película respondía a la clásica pregunta de qué hacen los juguetes cuando no miramos y marcaba una bella contraposición entre lo viejo (Woody, clásico muñeco de cowboy, western) y lo nuevo (Buzz, muñeco espacial lleno de prestaciones, ciencia-ficción). El cuidado guión ofrece un dilema sobre la maldad, ya que contrapone el obvio mal del niño torturador de juguetes con el mal indirecto de Andy, quien, sin quererlo, obliga a sus juguetes a pelear por su amor. Suponía la primera de muchas colaboraciones con el genial Randy Newman, que compuso canciones memorables como la alegre “You´ve got a friend in me” o la nostálgica “Strange things”. El film se convirtió en la primera cinta animada de la historia nominada al Oscar a mejor guión original y fue además nominado en las categorías de mejor canción y banda sonora, pero encontró demasiada competencia en Pocahontas (Mike Gabriel y Eric Goldberg, 1995), de Disney. No obstante, la Academia la premió con un Oscar honorífico por sus innovaciones, los Globos de Oro la nominaron a mejor comedia/musical del año y los premios Annie, concedidos a lo mejor de la animación, la premiaron como mejor producción del año por encima de El jorobado de Notre Dame (Gary Trousdale y Kirk Wise, 1996), primero de muchos premios que el estudio arrebataría al hasta entonces invencible Disney. Además, fue el film más taquillero del año y colocado en 6º lugar en el top 10 de AFI de 2008 de las mejores producciones de animación de todos los tiempos, por detrás de cinco producciones de Disney.

Bichos, una aventura en miniatura debe gran parte de
su éxito a sus inmejorables personajes secundarios
Le siguió la adorable Bichos, una aventura en miniatura (1998), en la que Lasseter contó con Andrew Stanton, guionista de Toy Story, como codirector. Se trataba de una especie de remake del clásico japonés Los siete samuráis (Akira Kurosawa, 1954) mezclado con la fábula de la cigarra y la hormiga. La polémica se desató cuando, meses antes de su estreno, otra historia de hormigas animadas, Antz (Hormigaz) (Eric Darnell y Tim Johnson, 1998), fue estrenada por Dreamworks. Nunca estará claro quién copió a quién, pero lo más probable es que Jeffrey Katzenberg, fundador de Dreamworks, ya tuviera el tratamiento de la película al abandonar la presidencia de Disney y que, por tanto, todos partieron de lo mismo para desarrollar sus films (bastante diferentes al margen del protagonismo de las hormigas). Un maravilloso diseño de personajes marcó el éxito de la cinta de Pixar, protagonizada por el clásico antihéroe: la torpeza de Flick no es bienvenida en el organizadísimo hormiguero, con lo que, en vez de seguir pretendiendo ser lo que no es, decide marcharse en busca de aventuras y una ayuda exterior. La importancia del trabajo en equipo y de explotar lo que nos hace diferentes dio vida a una película tan encantadora como divertida.

Toy Story 2 muestra el inevitable destino de todo
juguete, pero añade un mensaje de esperanza
Tras el éxito de estos dos primeros films, Pixar y Disney llegaron a un nuevo acuerdo por el que se comprometían a colaborar en cinco películas más. La primera de éstas fue un acertado remake de su primer éxito: Toy Story 2 (John Lasseter, Ash Brannon y Lee Unkrich, 1999), que, lejos de explotar el éxito de su predecesora, indagaba en sus temas con gran acierto. En esta ocasión, los juguetes se encontraban ante un dilema: vivir para siempre como piezas de trofeo o ser condenados al inevitable desgaste como meros juguetes. En otras palabras: vivir con riesgo o no vivir por miedo. La historia de cómo la vaquera Jessie fue abandonada por su querida dueña, unida a la canción “When she loved me”, afectaba al corazón más duro y podía relacionarse directamente con la relación de las personas con sus mascotas. Los Globos de Oro la nominaron en el apartado de mejor comedia/musical y los premios Annie la premiaron como mejor película animada del año.

Monstruos, S.A. refleja lo absurdo de los miedos
Pero no bajó por ello Pixar la guardia y su siguiente producción volvió a sorprender al mundo. La original Monstruos, S.A. (Pete Docter, Lee Unkrich y David Silverman, 2001) enseñaba que el miedo de los niños a los monstruos de habitaciones oscuras no es nada infundado, pero mostraba que los segundos tienen aún más miedo de los primeros. El film fue nominado a cuatro Oscars y, aunque Shrek (Andrew Adamson y Vicky Jenson, 2001) le arrebató el primer Oscar a película animada de la historia, Randy Newman obtuvo por fin su merecido galardón por la alegre canción "If I didn´t have you". Como curiosidad, en la película aparecen juguetes de Toy Story y de su siguiente proyecto, que se convertiría en uno de los más exitosos de la historia del cine.

Buscando a Nemo muestra una atmósfera marina
muy cuidada y científicamente correcta
El amor paternal nunca fue más fuerte que en Buscando a Nemo (Andrew Stanton y Lee Unkrich, 2003), la historia de un pez payaso que pierde a su hijo en el Océano y decide ir en su busca con la ayuda de una adorable acompañante con mala memoria. Los animadores estudiaron biología marina y oceanografía para conseguir una bella y realista ambientación del Océano. Thomas Newman, hijo de Randy Newman, aportó la banda sonora; padre e hijo se repartirían todas las producciones del estudio desde entonces junto al gran Michael Giacchino. Pixar volvió a enfrentarse a problemas de derechos por sus similitudes con el libro Pierrot el pez payaso, de Franck Le Calvez, quien demandó al estudio. Ambas ideas habían sido concebidas varios años antes (la de Pixar a partir de las visitas del joven Andrew Stanton al dentista, donde había una pecera que hacía pensar al futuro cineasta que los peces venían del mar y deseaban volver a casa) y el juez dio la razón a Pixar. En cualquier caso, la película fue un éxito rotundo, recopilando premios, alcanzando la 10ª posición del top 10 de películas animadas de AFI y convirtiéndose en el DVD más vendido de la historia. La película incluía un mensaje muy positivo para las personas discapacitadas, ya que Nemo logra hacer frente a todas las dificultades pese a contar con una aleta rota. Se trataba de un film tan tierno como divertido, con algunos de los golpes cómicos más acertados del estudio gracias en gran parte a la voz de Ellen DeGeneres (doblada en España con igual maestría por Anabel Alonso) como la despistada Dory. Con perdón de la “Calle falsa, 123” de Los Simpson, “P. Sherman, calle Wallaby, 42, Sidney” es ya la dirección más famosa de la historia.

Los increíbles enseña que, en el fondo, todas las
familias son iguales, con poderes o sin ellos
Pero Pixar nunca dejó de lado los cortometrajes, con los que solía acompañar sus películas para ofrecer un pack más completo. Entre estos se encuentran auténticas joyas como El juego de Geri (Jan Pinkava, 1997), donde un anciano juega al ajedrez consigo mismo, la cómica Pajaritos (Ralph Egglestone, 2000), la estúpidamente genial Saltando (Bud Luckey y Roger Gould, 2003) o Jack-Jack ataca (Brad Bird, 2005), que daba protagonismo al bebé de Los increíbles (2004) una película menos redonda que sus antecesoras pero igual de divertida. En este caso, los protagonistas eran los miembros de una familia de superhéroes retirados con poderes especiales referentes a los clásicos de Marvel. El padre y los hijos se mueren por utilizar sus habilidades, pero la madre tan solo quiere disfrutar de una vida normal: “todo el mundo es especial”, le dice a su hija, quien contesta que “esa es otra forma de decir que nadie lo es”. Para la dirección, Lasseter confió en su viejo amigo Brad Bird, quien se había ganado a la crítica pero no a la taquilla con la maravillosa El gigante de hierro (1999). Amante de los comics, Bird se tomó tan en serio el proyecto que incluso dobló al personaje de la genial Edna Moda, por el que obtendría el premio a mejor doblaje en los Annie, que concedieron al film 10 galardones, a los que se sumarían los de múltiples asociaciones más. Fue el primer film de Pixar en ganar dos Oscars: cinta animada y efectos sonoros.

Los simpáticos personajes de Cars (Coches) fueron
tan queridos que dieron origen a una serie de cortos
Llegó entonces el último film acordado por Disney y Pixar en su pacto de años atrás: Cars (Coches) (2006), que suponía el regreso de Lasseter a la dirección. Pixar ya había indagado en la mente infantil dando protagonismo a los juguetes, los bichos y los monstruos de los armarios, con lo que los coches parecían una opción segura. El maravilloso diseño de personajes y la perfecta animación de las carreras, llevó a los niños de todo el mundo a querer los juguetes de la película, pero ésta en sí no fue tan bien recibida a causa de un guión algo simple que le haría perder el Oscar pese a que la competencia –Happy feet: rompiendo el hielo (George Miller, 2006)– tampoco fuera gran cosa. Quizá su producción se vio perjudicada por la deteriorada relación entre Pixar y Disney. De todos modos, meses antes del estreno Disney compró Pixar por 7.400 millones de dólares y cedió el control creativo por completo a sus animadores, solventándose así el conflicto.

Con la parisina Ratatouille Pixar logra lo imposible: 
dar a una rata expresiones completamente humanas
El primer film realizado sin la participación de Disney fue también el más problemático, quizá por la presión de los creativos de Pixar, que querían demostrar que podían hacerlo solos. Dos años de trabajo en Ratatouille (Brad Bird, 2007) no parecían ir a ninguna parte y al final hubo que empezar prácticamente de cero, pero el resultado fue una auténtica delicia. El original protagonista era una rata cocinera, pero la sorpresa era que el espectador sabía en todo momento lo que el animal estaba pensando gracias a una animación maravillosa que suplía la falta de diálogos. Los creativos consultaron a chefs profesionales para conseguir que la comida digital pareciera deliciosa y pasaron una semana en París para poder embriagarse del aroma de la ciudad y transmitirlo en la película. Cinco nominaciones a los Oscar, más que cualquiera de sus predecesoras, y múltiples premios internacionales avalaron la opinión del famoso crítico Roger Ebert de encontrarse ante uno de los mejores films del año.

El cristiano director de WALL·E llamó EVA al amor del
protagonista, que le recordaba a Adán solo en el mundo
Llegó el turno de WALL-E (2008), la película más arriesgada y menos comercial del estudio hasta el momento. En 1994, Andrew Stanton había planteado a sus compañeros del estudio: “¿Y si la humanidad debe abandonar la Tierra y olvida apagar el último robot?” y a partir de ahí fue desarrollándose una de las ideas más originales y lamentablemente peor perfiladas del estudio. La película incluía un claro mensaje ecologista y una crítica a la sociedad presentando a la humanidad futura como un grupo de obesos esclavos de la tecnología, pero su intento de adaptar la historia para los más pequeños desembocó en un desenlace bastante simplón. La ternura del film fue muy bien recibida por la crítica especializada, que afirmó que merecía ser nominada como mejor película en los Oscar. No lo consiguió, pero sí seis nominaciones sin precedentes entre las que destacaban dos por el sonido de Ben Burtt, contratado tras su participación en la saga Star Wars por el propio Stanton, que quería repetir el éxito de R2-D2.

En Parcialmente nublado una cigüeña repartidora de
niños aprende a enfrentarse a una nube depresiva que
solo le da bebés de erizos y otros animales peliagudos
Entre brillantes y cómicos cortometrajes como Abducido (Gary Rydstrom, 2006), Presto (Doug Sweetland, 2008),  Parcialmente nublado (Peter Sohn, 2009) y Día y Noche (Teddy Newton, 2010) se estrenó la maravillosa Up (Pete Docter y Bob Peterson, 2009), una road movie muy especial (casa atada a globos incluida) en la que un anciano (basado en el clásico Spencer Tracy) descubre que la mayor aventura de todas fue la relación que tuvo con su esposa. Algunas de las escenas más emotivas de la historia del cine se alternaban con momentos desternillantes y una gran dosis de originalidad que, desgraciadamente, se perdió en el terrible final, con perros parlantes que se cargan el tono del film. Pese a ello, se trata de una de las películas más hermosas y profundas de los últimos tiempos. El propio film consiguió por fin una nominación a mejor película del año gracias a que la lista se ampliara a diez candidatas, aunque hubo de conformarse con la estatuilla a mejor cinta animada, además del de mejor banda sonora por la emotiva partitura de Michael Giacchino.

Los usuarios de Filmaffinity consideran a Up como el
film con mejor comienzo de la historia; con razón
Para su siguiente proyecto, Pixar alarmó al mundo anunciando una tercera parte de Toy Story en 3D. La búsqueda de dinero fácil parecía obvia, pero el estudio volvió a sorprendernos cerrando una brillante trilogía de la mejor manera posible. Al enfrentarse a la producción de Toy Story 3 (Lee Unkrich, 2010), los creativos se dieron cuenta de que habían crecido desde 1995 y ya no eran unos jovencitos, sino padres que atravesaban la misma situación que los juguetes de la historia: afrontar el crecimiento de los niños, el ciclo de la vida. Y eso fue bellísimamente plasmado en el guión. La genial canción “We belong together” triunfó en los Oscar, que, por tercera vez en la historia, nominaban a un film animado en la categoría de mejor película (la primera fue La bella y la bestia (Gary Trousdale y Kirk Wise, 1991), aunque su logro fue mayor al solo haber cinco nominadas). El discurso del rey (Tom Hooper, 2010) se llevó el galardón, pero 2010 será siempre el año del cierre de una de las trilogías más maravillosas de la historia del cine. Además, se convirtió en el noveno film más taquillero de todos los tiempos.

La bella Toy Story 3 enseña a los juguetes de siempre
(y a otros nuevos) a aceptar los cambios de la vida
Tras ello, Pixar se tomó un descanso con Cars 2 (John Lasseter y Brad Lewis, 2011), entretenida por su cuidada ambientación en variados países del mundo, pero muy simplona e infantil. No ganó premio alguno (es el primer film del estudio que no consigue una sola nominación a los Oscar) y obtuvo un 38% de críticas positivas en Rotten Tomatoes, web en la que todas las cintas de Pixar hasta el momento habían superado el 92% con la excepción de la propia Cars (74%), lo que muestra que esta saga es el mayor desliz del estudio. Eso sí, más quisieran otros tener deslices como éste y recaudar más de 500 millones (tras invertir 200, eso sí, lo que la convierte en la más cara del estudio junto a Toy Story 3, debido sin duda a la tecnología 3D). Con ella, el estudio volvió a enfrentarse a problemas de derechos, pero salió de nuevo airoso. Un año después, llegaba Brave, que habría de conformarse con un 78% de Rotten Tomatoes, críticas que alaban la técnica y criticaban la historia y pocas expectativas para los próximos Oscars con la excepción de las categorías musicales, en las que, no obstante, la propia Frankenweenie (Tim Burton, 2012) tiene las de ganar.

Pajaritos habla de lo genial de ser diferente.
Si algo es Pixar, es eso
Sin embargo, este último film no carece de logros, entre los que destaca la apertura del estudio a otros géneros y, sobre todo, una heroína femenina a tiempo de evitar que Pixar, hasta ahora al margen de polémicas, fuera acusado de estudio machista; se trata además del primer film del estudio que cuenta con una mujer entres sus directores: Brenda Chapman, cuyos cabellos se asemejan a los de la protagonista. De todos modos, Brave pone de manifiesto que, pese a las muchos nominaciones a los Oscar que ha conseguido Pixar en el apartado de guión, éste sigue siendo el punto débil del estudio, que suele partir de brillantes ideas y termina desembocando en la simpleza por intentar convertir temas profundos en entretenimiento para niños. Ahora que han alcanzando la cima a nivel técnico, los creativos de este brillante estudio deben dedicarse a perfilar sus historias antes de invertir millones de dólares en proyectos que, de todos modos, saben de antemano que triunfarán. En estos momentos, el estudio prepara el estreno de la esperada Monstruos University (Monstruos, S.A. 2), previsto para junio de 2013.

El cine de animación ha experimentado un auge en los últimos años que debe mucho a este brillante estudio. Desde su creación, Pixar ha obtenido seis de los once Oscars, cinco de los seis Globos de Oro, cuatro de los seis Bafta y siete de los veinte Annie concedidos, lo que lo convierte en el estudio de animación mejor valorado de la historia. Cada film de este creativo estudio asegura risas y lágrimas, aventuras e intimismo, creatividad técnica e historias originales. Un film de Pixar es, casi siempre, una apuesta segura por pasar un buen rato frente a cine de calidad. Y, lo más importante, por enfrentarse a una obra que te llega al corazón.


© El copyright del texto pertenece exclusivamente a Juan Roures
© El copyright de las imágenes pertenece a sus respectivos autores y/o productoras/distribuidoras


10 comentarios:

  1. Un artículo sublime.
    Hablar de la historia de Pixar me ha traído tantos recuerdos de mi infancia, tantas momentos geniales en el cine.
    Quizás debería ver de nuevo Ratatouille: j'aime Pixar, j'aime Paris, pourquoi non?
    =)

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  2. Te confieso que Ratouille y Wall-E ocupan un lugar preferente en mi videoteca, que integra otros muchos título de Pixar. Pocas veces ha sabido captar el cine el espíritu de Proust de recuperación del tiempo perdido, de recuerdo de la infancia feliz, como a través de ese crítico vampírico, que resucita ante el 'ratatouille' que le evoca a su madre. Realizada por Brad Bird, basa su desarrollo en elementos totalmente incompatibles: ¿Imaginamos una rata en un restaurante? Estos animales repugnantes, como las cucarachas, (Wall-E), se convierten en tiernos animales en la pantalla, lo que muestra cierta capacidad de disociar la ficción de la realidad, aunque este aserto sea, quizás, demasiado tajante.
    Pixar realiza productos inteligentes que animan a los padres a acompañar a sus hijos al cine, casi siempre satisfactorios, y es una fábrica de sueños que hace perdurar en muchos jóvenes, y no tan jóvenes, el síndrome de Peter Pan. ¿Recuerdas aquella campanilla que sólo algunos oyen en la película de Robert Zemeckis 'Polard Epress'?

    Si quieres ver algún aspecto más de mi opinión sobre Rataouille, puedes ler en cinelodeon.com.Brad Bird. Rataouille.

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  3. Veo que has cambiado el sistema para introducir comentarios. Es mucho más ágil y te anima a participar.

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  4. Pixar... algún día trabajeremos en alguno de los grandes estudios?¿? jajaja
    Yo no vi Cars 2, el resto creo que si y, como dices, un buen rato no te lo quita nadie. Con Brave me decepcionaron por el guión, pero salí de la sala de cine sorprendida por la caracterización y la genial animación. Espero que Monstruos S.A.2 sea buena!!!

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  5. No me sorprende para nada que el comienzo de UP sea valorado de tal manera..

    - Raquel :)

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  6. haces artículos realmente interesantes, lo siento pero la resaca me impide hacer un comentario mas pedante jejeje, te has ganado un seguidor :)

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    1. jeje, muchas gracias! lo valoro de verdad, con resaca o sin ella ;)

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  7. Magnifico reportaje sobre Pixar.Un saludo.

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  8. Hola, Juan. Finalmente he conseguido escribir sobre tu reportaje, que me ha gustado mucho. Como veía que me iba a alargar, he creado una nueva entrada en mi blog. Aquí lo tienes. ¡Gracias!

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