La 91ª edición de los Premios Oscar será recordada como un auténtico horror por partida doble. Para empezar, la gala fue tremendamente cutre, aburrida e impersonal, no logrando la Academia compensar la falta de maestro de ceremonias pese a que las siempre ingeniosas Amy Poehler, Tina Fey y Maya Rudolph nos hicieran olvidarla por un momento con su discurso inicial. Para seguir, el palmarés es tan esperpéntico como populista, exento por completo del prestigio del que luego busca presumir. Tanto el evento como los premios en él repartidos se cuentan, de hecho, entre los peores de la historia de esta mítica entidad... y eso que varios de sus records son dignos de celebración.
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Tres de los cuatro intérpretes premiados
lo fueron por personajes LGTB |
Dos películas harto facilonas han triunfado a nivel
cualitativo y cuantitativo. Así, Green Book, de Peter Farrelly ―sí,
el codirector de Dos tontos muy tontos (1994) y Algo pasa con Mary (1998)― se
ha llevado los reconocimientos a mejor película, guion original y actor de
reparto (Mahershala Ali, quien ya
ganó hace dos años con Moonlight (2016)
y es por tanto el segundo intérprete negro con dos estatuillas en su haber,
tras Denzel Washington), continuando la tradición reciente de vencedoras con
colecta escasa. En número de menciones la supera Bohemian Rhapsody, biopic
de Freddy Mercury que dirigió Bryan
Singer hasta que fue despedido por su conducta pasota y acosadora en el que
han recaído tres premios técnicos ya acostumbrados a ir de la mano (montaje, mezcla
de sonido y montaje de sonido), además del esperado reconocimiento a Rami Malek, actor de nombre y
ascendencia egipcia que brilla bastante más en la serie Mr. Robot. Ambas películas, además, están envueltas en polémica a
propósito tanto de su escasa verosimilitud histórica como del tratamiento
reaccionario que, con supuestas buenas intenciones, dan al racismo y la
homofobia, algo que quizá pueda perdonarse a Green Book por tratarse de una (divertidísima) comedia pero no a la
supuestamente seria Bohemian Rhapsody (la cual, por cierto, terminó Dexter Fletcher, quien estrena pronto otro biopic musical: Rocketman, sobre la vida de Elton John).