03 febrero 2019

Premios Goya 2019: palmarés facilón en falso Reino de Campeones

Dadas las nominaciones, esperábamos un palmarés mediocre y así ha sido, con El reino, thriller de viva actualidad sobre la corrupción política, venciendo en número de galardones (hasta siete) pero Campeones, comedia en torno a un equipo de baloncesto compuesto de personas con discapacidad intelectual, llevándose a última hora el máximo laurel de la noche, el cual anunció Pedro Almodóvar en compañía de tres de sus mujeres al borde de un ataque de nervios: Julieta Serrano, Rossy de Palma y una Loles León que, poco después de escuchar al director manchego presentarla con el nombre equivocado, chilló emocionada «¡Te lo dijeeeee!» justo antes de que se confirmara el nefasto pero, dado el espíritu facilón de los académicos, comprensible resultado.

Goya 2019: Campeones
Campeones ganó tres premios, siendo el más festejado
el reportado a Jesús Vidal como actor revelación
Campeones, cuyo reparto completo subió al estrado al inicio de la velada para “intimidar” a Sorogoyen, sólo recogió dos laureles más: mejor canción original para la cansina “Este es el momento” de Coque Malla (interpretada en directo al igual que el resto de nominadas por Manu Guix, Rozalén, Judit Neddermann y una siempre fresca Amaia que con suma profesionalidad no temió pedir el reinicio del número al no haber escuchado bien la claqueta por culpa de uno de los problemas de sonido a los que TVE nos tiene acostumbrados) y mejor actor revelación para el joven discapacitado Jesús Vidal, quien protagonizó el momento más emblemático y conmovedor de la velada al dedicar su triunfo a sus padres afirmando que a él sí le gustaría tener un hijo como él para ser un padre como ellos. Su larguísimo (y perfectamente memorizado) discurso es más honesto, emotivo y revolucionario que cualquier escena de una película a cuyo manipulador recorrido ha puesto la guinda Javier Fesser al afirmar con suma irresponsabilidad que la terminología referente a las personas discapacitadas ha cambiado gracias a ella.

Goya 2019: Sorogoyen y Coixet
Ya en la Alfombra Roja previó Coixet que Sorogoyen
vencería como director pero no en el apartado principal
Entretanto, la muy superior pero en absoluto sobresaliente El reino ha reportado por fin a Rodrigo Sorogoyen los reconocimientos a mejor guion (junto a su habitual colaboradora Isabel Peña) y director, haciéndose también con los concernientes al montaje (Alberto del Campo), la música (Oliver Arson), el sonido (Roberto Fernández y Alfonso Raposo), la interpretación masculina de reparto (Luis Zahera, ganador claro desde que el filme fue exhibido por primera vez, y todo gracias a una sola escena en un balcón) y, por supuesto, la interpretación masculina protagonista para un casi tan nervioso como su personaje (y quizá algo colocado) Antonio de la Torre que sumaba esta vez sus candidaturas número 12ª y 13ª (la otra, como secundario por la pesadísima La noche de 12 años, de Álvaro Brechner, vencedora por descarte de la siempre lamentable sección de guiones adaptados) sin haber ganado desde la primera (allá por 2006 como actor de reparto por AzulOscuroCasiNegro, aplaudido debut de Daniel Sánchez Arévalo) y por fin se ha consolidado como uno de los grandes de nuestro cine, al menos en lo que a la perspectiva académica respecta.

Goya 2019: Mujeres al borde de un ataque de nervios
30 años después de triunfar en ellos, Mujeres al
borde de un ataque de nervios
ha vuelto a los Goya
Mientras que todas las quinielas apuntaban a los mismos actores, los apartados de las actrices estaban más reñidos y han dado lugar a las mayores sorpresas de la noche desde el anuncio de la primera categoría: mejor actriz de reparto para Carolina Yuste por su nada memorable trabajo en Carmen y Lola, controvertido romance lésbico en el seno de la comunidad gitana (donde, por cierto, no ha sido nada bien acogida, siquiera por el ala feminista de la misma) que ha permitido a Arantxa Echevarría, vencedora como mejor dirección novel, invitar a quienes no creen en la necesidad de una Ley de Violencia de Género o la protección al colectivo LGTBI a ver la ingenua pero luminosa película que la llevó hace unos meses a Cannes. Ambos premios deberían haber recaído en la maravillosa Viaje al cuarto de una madre (el primero, para Anna Castillo; el segundo para Celia Rico), por la que también ha perdido Lola Dueñas como protagonista simple y llanamente porque ya tiene dos cabezones en su casa.

Goya 2019: Eva Llorach y Belén Cuesta
Eva Llorach se llevó el único premio de la ninguneada
Quién te cantará: mejor actriz revelación
Esto último ha permitido a la veterana Susi Sánchez convertir su segunda candidatura en triunfo gracias también a ser la única representante del pretencioso dramón La enfermedad del domingo, de Ramón Salazar; y, claro, lo ha dedicado a Bárbara Lennie, afirmando sabiamente que todos la echábamos de menos anoche (ha participado en cuatro de las películas españolas más destacables del año sin ser nominada por ninguna). Eso sí, la gran interpretación de la edición es sin duda la de Eva Llorach en la ninguneada (y superior a cualquiera de las aspirantes al podio) Quién te cantará, del personalísimo Carlos Vermut, quien pese a su larga trayectoria ha vencido hoy como mejor actriz revelación, triunfo que ha aprovechado, tal y como hizo Frances McDormand en los Oscars hace ya casi un año, para poner en pie a todas las actrices de la sala y demandar igualdad real de una vez por todas.

Goya 2019: Berto Romero y David Broncano
Berto Romero y David Broncano protagonizaron uno
de los muchos momentos divertidos de la noche
Tres películas visualmente espléndidas pero narrativamente irregulares se han llevado la pedrea: tres premios para La sombra de la ley, de Dani de la Torre —fotografía (Josu Incháustegui), dirección artística (Juan Pedro de Gaspar) y vestuario (Clara Bilbao)—, dos para El hombre que mató a Don Quijote, de Terry Gillian —dirección de producción (Yousaf Bokhari) y maquillaje y peluquería (Sylvie Imbert, Amparo Sánchez y Pablo Perona)— y uno para Superlópez, de Javier Ruíz Caldera (mejores efectos especiales para Lluís Rivera y la primera jefa de efectos especiales premiada: Laura Pedro). La entrega de este último galardón ha dado lugar a uno de los momentos más icónicos de la noche, al quedar Berto Romero y David Broncano hilarantemente colgados de unos arneses que por un momento nos han hecho temer de verdad por sus entrepiernas. Mientras tanto, sin embargo, dos de las aspirantes a mejor película se han marchado con las manos vacías: Entre dos aguas, de Isaki Lacuesta, Concha de Oro de San Sebastián que sólo optaba a los dos máximos galardones y por tanto lo tenía difícil, y Todos lo saben, de Asghar Farhadi, que contaba con ocho candidaturas inmerecidas que por suerte no han fructificado (ojo, el iraní es uno de los grandes, pero España no es su espacio y se nota).

Goya 2019: Antonio de la Torre y Luis Zahera
Antonio de la Torre (por fin) y Luis Zahera vencieron
gracias a sus interpretaciones en El reino
Respecto a las por así decirlo secciones paralelas, la polaca Cold War, de Pawel Pawlikowski, ha triunfado como mejor película europea y la mexicana Roma, de Alfonso Cuarón ha hecho lo propio como mejor película iberoamericana, siendo curioso que ambas compitan por los reconocimientos a mejor filme de habla no inglesa, dirección y fotografía en los Premios Oscar. El silencio de otros, con la que Almudena Carracedo y Robert Bahar revelan la lucha silenciada de las víctimas del régimen franquista que continúan buscando justicia, se ha impuesto como mejor documental y Un día más con vida, homenaje de Raúl de la Fuente y Damián Nenow al emblemático periodista de guerra Ryszard Kapuściński, como mejor cinta animada, siendo altísima la competencia de la primera y bajísima la de la segunda. Todas ellas son, en cualquier caso, excelentes, como probablemente lo sean también los cortos premiados aun cuando casi nadie ha tenido forma de verlos: Cerdita, de Carlota Pereda (ficción); Cazatalentos, de José Herrera (animación) y Gaza, de Carles Bover Martínez y Julio Pérez del Campo (documental).

Simpáticos, pero más contenidos y nerviosos de lo que suelen estar, Silvia Abril y Andreu Buenafuente han sabido conducir la gala con discursos divertidos sin necesidad de poner en evidencia a nadie que no fueran ellos mismos (desnudados literalmente para hablar de la importancia del vestuario cinematográfico) ni dejarse llevar en exceso por reivindicaciones que, de forzarse, terminan perdiendo su efecto. Se ha echado en falta algo de interacción con un patio de butacas donde teníamos a gente tan mediática como Penélope Cruz, Najwa Nimri, José Coronado o Brays Efe, pero el resultado ha seguido siendo bastante superior al de las últimas galas. Eso sí, la estrella de la noche, como cabía esperar, ha sido Rosalía, quien ha interpretado un “Me quedo contigo” más memorable que cualquiera de la películas españolas premiadas. Suerte, eso sí, que no le ha tocado abrir ninguno de esos horribles sobres que, pareciendo estar pegados con Super Glue, han hecho pasar un mal rato a todos los entregadores para divertimento de redes sociales que, como la mayoría, sólo prestan atención a los Goya para criticarlos.

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