Premios BAFTA 2016: la noche de Leonardo DiCaprio y Kate Winslet

¡Todo listo para los BAFTA 2016!

Tras vencer en los Globos de Oro y los premios del Sindicato de Directores, Alejandro González Iñárritu se ha sumado otro importante tanto en la ceremonia de la premios de la academia de cine y TV británica, donde anoche El renacido se alzó con cinco galardones, incluidos los dos principales (película y dirección), así como el primer BAFTA para Leonardo DiCaprio (tras tres nominaciones fallidas), quien aprovechó su discurso para reconocer la fuerza de los intérpretes británicos y ya tiene el Óscar asegurado. [Más al respecto en: ‘¿Ganará DiCaprio el Óscar por El renacido?’.]

Alejandro G. Iñárritu y Leonardo DiCaprio están
arrasando esta temporada de premios con El renacido

Sin embargo, los laureles más merecidos de la cinta son indudablemente los dos técnicos, mejor sonido y mejor fotografía, verdaderas claves de la apasionante fuerza de El renacido. Se trata del cuarto BAFTA (tercero consecutivo) para el extraordinario director de fotografía mexicano Emmanuel Lubezki, cuya bella mirada a la naturaleza virgen americana es uno de los milagros cinematográficos del año (capaz, incluso, de disimular las debilidades de un film cada vez más sobrevalorado). Ambas menciones fueron arrebatadas de las manos de Mad Max: furia en la carretera, magistral cinta de acción de George Miller inexplicablemente apartada de las categorías principales. De sus siete insuficientes candidaturas técnicas, prosperaron cuatro: montaje, diseño de producción, vestuario y maquillaje y peluquería, todos ellos merecidísimos (y proclives a repetir el próximo 28 de febrero) dado que nos encontramos ante uno de los triunfos visuales del año. Se le escapó, eso sí, el concerniente a mejores efectos visuales, recogido por la también encomiable Star Wars: el despertar de la Fuerza, de J. J. Abrams, gracias a la cual John Boyega se alzó sorprendentemente como mejor estrella británica emergente.

Kate Winslet alabó con su discurso a su excelente
compañero de reparto Michael Fassbender

A este último premio también optaba Brie Larson, quien sigue triunfando gracias a su apabullante trabajo en La habitación, de Lenny Abrahamson, desmarcándose claramente del resto de nominadas al Óscar a mejor actriz. Mientras tanto, las categorías secundarias siguen siendo una divertida incógnita, inclinándose esta vez la balanza del lado de los británicos Mark Rylance y Kate Winslet, indudablemente las mejores bazas de las notables pero relativamente decepcionantes El puente de los espías (Steven Spielberg) y Steve Jobs (Danny Boyle). El ausente Rylance se benefició a su vez de la ausencia de Sylvester Stallone (favorito sentimental al Óscar por Creed, de Ryan Coogler), mientras que la siempre perfecta Winslet, esta vez con refinado acento polaco, se apuntó su tercer galardón en casa por encima de Rooney Mara y Alicia Vikander, las almas de Carol (última joya de Todd Haynes) y Ex Machina (sorprendente debut de Alex Garland), dos cintas que se fueron de vacío pese a su producción británica, triste adelanto a su derrota en los Oscars. Por cierto, ¿no es bonito ver a Winslet y DiCaprio premiados en la misma noche, aunque sea por películas distintas?

Carol se fue de vacío, pero Cate
Blanchet fue la estrella de la noche

Con respecto a los guiones, El renacido no estaba nominada por razones obvias, lo que evitó que dos de las favoritas se fueran de vacío. Así, Josh Singer y Tom McCarthy se llevaron el guion original por la polémica Spotlight, centrada en el equipo de periodistas que destapó los primeros escándalos de pederastia por parte de la Iglesia, y Adam McKay y Charles Randolph hicieron lo propio con el guion adaptado de La gran apuesta, una mirada distinta al origen de la crisis económica. Ya que tanto McCarthy como McKay son a su vez directores de dichas cintas, esta fue la forma perfecta de reconocer su trabajo (en ambos casos, la agudeza del guion, revelador de hechos reales que merecían ser contados, es mucho más relevante que la poco sorprendente dirección, aun cuando ambos fueron nominados por la Academia en ambas categorías). Quien perdió como guionista fue Quentin Tarantino, cuya irregular Los odiosos ocho dio al compositor italiano Ennio Morricone el sexto BAFTA de su carrera pese a residir la fuerza de su última banda sonora en un único tema (eso sí, memorable).

El joven John Boyega (Finn en Star Wars) se
alzó como mejor estrella británica emergente

Por lo demás, alegría por el premio a la hispano-argentina Relatos salvajes, de Damián Szifrón, como mejor cinta extranjera y confirmación con respecto a las excelentes Del revés, de Pete Docter y Ronnie del Carmen, y Amy, de Asif Kapadia, en los campos concernientes a la animación y el documental. En el plano British, Edmond, de Nina Gantz, se alzó como mejor cortometraje animado; la deliciosa británico-irlandesa Brooklyn, de John Crowley, como mejor película británica del año;  y la extraordinaria británico-jordana Theeb, candidata sorpresa al próximo Óscar a mejor film extranjero, dio a Naji Abu Nowar (guionista y director) y Rupert Lloyd (productor) la importantísima mención a mejor debut. Sumadas estas dos valiosas cintas a Langosta, de Yorgos Lanthimos; La chica danesa, de Tom Hopper, y las mencionadas Carol y Amy, nos encontramos ante un excelente año en lo que a coproducciones con los británicos se refiere. Parece que el séptimo arte es un reino cada vez más unido.

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