25 agosto 2015

10 canciones famosas por películas para las que no fueron compuestas

Gene Kelly en Cantando bajo la lluvia (Stanley Donen y Gene Kelly, 1952)
Canción: "Singing in the rain" (1929)
Película: Cantando bajo la lluvia (1952)
El cine y la música han estado relacionados desde el nacimiento del séptimo arte. Y muchas son las canciones originales que han nacido gracias a él [tema sobre el que podéis leer aquí]. Sin embargo, hay productores y directores que prefieren recurrir a canciones ya conocidas, bien para aprovechar su éxito entre el público, bien para darles el momento de gloria que merecen. Para bien o para mal, a menudo estas melodías quedan para siempre conectadas a las películas que las incluyeron, pese a haber sido compuestas tiempo atrás en un contexto completamente distinto. El artículo de hoy es un homenaje a diez de ellas, dedicado a conocer mejor su historia, así como su aportación a las películas que las volvieron imperecederas.

“Singing in the rain” fue compuesta a finales de los años 20 por Nacio Herb Brown (música) y Arthur Freed (letra). Este último es el letrista y productor de musicales más importante de la historia y clave del éxito de los musicales clásicos de la MGM, incluyendo, por supuesto Cantando bajo la lluvia (Stanley Donen y Gene Kelly, 1952), que hizo uso de la canción que le da título después de que otras tantas producciones lo hicieran. Sin embargo, la alegre versión de Gene Kelly bailando enamorado bajo el insistente aguacero logró que todas las demás quedaran olvidadas. De hecho, gracias a eso, la cinta está incluida en dos Top 10 de este blog: “Las películas más famosas de la historia” y, claro está, “Las escenas más famosas de la historia del cine”.

18 agosto 2015

La fotografía en 4:3 de 'Ida' y 'Jauja': la onírica verticalidad del universo

Si algo aprenden los estudiantes de comunicación audiovisual desde el primer día es que el formato 4:3 (también denominado 1.33:1) lleva décadas obsoleto. De hecho, muchos se preguntan quién tuvo la absurda idea de emplearlo desde los orígenes. ¿Qué ventajas presenta un formato casi cuadrado de cara a rodar bellos paisajes o dinámicas conversaciones? Aparentemente ninguna. A fin de cuentas, al poseer dos ojos alineados horizontalmente, nuestra propia visión es más cercana a la pantalla panorámica (si bien, según la ciencia, el ángulo de visión del ser humano es 40º en horizontal y 30º en vertical, o sea, 4:3). Pero, como faceta artística y expresiva que es, el cine admite todo tipo de miradas. Así, años después de la sustitución del arcaico 4:3 por el más moderno 16:9 incluso en televisión, se siguen rodando películas con el viejo formato. Concretamente, dos de las cintas más interesantes que han pasado recientemente por las salas fueron rodadas de este modo: la polaco-danesa Ida (Pawel Pawlikowski, 2013), triunfadora de los pasados Premios de Cine Europeo, y la argentino-danesa-estadounidense-etcétera Jauja (Lisandro Alonso, 2014), ganadora del premio FIPRESCI de la sección "Un Certain Regard" del Festival de Cannes. A ellas y su inolvidable fotografía va dedicado este artículo.

Fotograma de Ida (Pawel Pawlikowski, 2013)
La fría fotografía de Ida se hizo con el Premio de Cine Europeo y fue
nominada al Óscar, el BAFTA y el premio de la British Film Academy
Ida fue filmada en 4:3 por Lukasz Zal y su asistente, Ryszard Lynzewski, quien tomó el relevo de su maestro a mitad del rodaje a raíz de las desavenencias entre el arriesgado realizador y el contenido director de fotografía (la juventud de Zal ofrecía a Pawel Pawlikowski la fresca valentía que buscaba). La película se rodó en color pero fue convertida al blanco y negro en posproducción con el sistema Nucoda. Pawlikowski, que abandonó su Polonia natal en plena adolescencia, se decantó por una estética antigua que fomentara la esencia meditativa de la obra: “Ida es sobre Polonia, mi infancia, mis pensamientos sobre la religión. Uno de mis impulsos era traer esos tiempos a la vida, porque ya no sé qué recuerdos son reales y cuáles imaginados”. El formato visual de Ida es clave porque transmite una sensación de pérdida y soledad que refleja muy bien los sentimientos encontrados de la protagonista, que se debate entre empezar a tomar las riendas de su vida o dedicársela para siempre a la religión. El carácter vertical de las imágenes fomenta esta disruptiva: por un lado, los bordes del marco parecen oprimir a la protagonista; por otro, el aire que inunda la parte superior del plano acentúa la infinitud del universo y el carácter libre de la existencia. Además, situar a la joven Agata Trzebuchowska (tan inexperta como perfecta) en la parte inferior del cuadro deja mucho espacio para otro personaje clave: Dios, quien nunca la abandona, o, incluso, el propio cosmos. Así, mientras la imagen panorámica potencia la condición épica pero coherente de la vida terrenal, la imagen vertical hace hincapié en nuestra pertenencia a un universo infinito que nunca comprenderemos del todo.

04 agosto 2015

Las escenas más famosas de la historia del cine

Sharon Stone en Instinto básico
Hay películas famosas y escenas famosas. Hace años, dediqué un artículo a las películas más famosas de la historia (uno de los más populares de este blog, por cierto) y hoy haré lo propio con las escenas más famosas: diez momentos cinematográficos inolvidables que conocen incluso aquellos que no han visto las obras que los incluyen. Diez fragmentos de cine que ya forman parte del imaginario colectivo.

10. El provocador cruce de piernas de Instinto básico (Paul Verhoeven, 1992). Sharon Stone saltó a la fama gracias a un erótico cara a cara con Michael Douglas en el que tanto él como los espectadores vimos mucho más de lo que esperábamos. Por cierto, la actriz afirma que accedió a rodar la escena sin ropa interior confiando en que la cámara respetaría más su intimidad...