Desde su nacimiento en 1928, los premios Óscar han sido fruto de una gran controversia. Ya en su primera edición, fueron desacertados y en sus primeros años metieron la pata hasta el fondo. No obstante, los premios fueron encontrando su lugar y acertando en cuatro ceremonias seguidas premiando a las excelentes La vida de Émile Zola (William Dieterle, 1937), Vive como quieras (Frank Capra, 1938), Lo que el viento se llevó (Víctor Fleming, 1939) y Rebeca (Alfred Hitchcock, 1940) demostraron que, si bien la innovación no era lo suyo, al menos la calidad sí lo era. Sin embargo, con el paso de los años se han cometido algunos errores bastante imperdonables, dejando a grandes films sin premio mientras que otros completamente olvidados se unían a la lista de “mejores películas del año”. Por supuesto, todo es relativo y ningún premio satisface a todos, pero algunos casos han llevado a preguntarse a la mayoría: ¿En qué estaban pensando? Y a ellos me dedico hoy.
1ª
Edición. Alas (William A. Wellman,
1927). Rotten Tomatoes: 97%. Los Óscar empezaron con mal pie premiando en su primera edición a un
film bélico de impectable factura técnica pero guion mejorable por encima de la maravillosa Amanecer (F. W. Murnau), que, no obstante, se llevó el galardón de “mejor
película por calidad artística”, que no volvería a concederse.