Globos de Oro 2015: comentario del palmarés de la antesala del Óscar

Las divertidas amigas Tina Fey y Amy Poehler
presentaron los Globos de Oro por tercera y última vez

Si la última ceremonia de los Oscars siempre será recordada por su previsibilidad, la 72ª edición de los Globos de Oro ha destacado por las sorpresas, manteniendo la intriga hasta el final en todas sus categorías cinematográficas. No obstante, los premios han tratado como se merece a la extraordinaria Boyhood, encumbrándola con tres galardones: mejor película dramática, mejor director para Richard Linklater (genio creador de la cinta, archiconocido por su estupenda trilogía iniciada por Antes del amanecer en 1995) y mejor actriz secundaria para Patricia Arquette. Todo el equipo de la cinta ve así reconocido un impresionante trabajo realizado a lo largo de doce años.

Richard Linklater celebra los 3 premios de Boyhood
rodeado de su maravilloso reparto

Boyhood sólo perdió dos galardones: mejor actor secundario, con un J. K. Simmons decidido a arrasar en la temporada de premios como el villano de Whiplash, y mejor guion, recogido por Alejandro González Iñárritu y compañía por la brillante Birdman, que también dio al renacido Michael Keaton el premio a mejor actor cómico. Sin embargo, cuando parecía que las dos favoritas de la temporada empatarían a tres premios cada una, Birdman perdió la máxima mención, yendo el premio a mejor comedia a las manos de Wes Anderson por la original El gran hotel Budapest. No parece, no obstante, que este triunfo pueda repetirse en la Academia, donde es probable que el éxito de la cinta se limite al plano visual (para el que parte como favorita con pleno merecimiento).

Michael Keaton dio las gracias a la Asociación por
la cuestionable categoría de comedia/musical

El tercer galardón de la categoría cómica también fue sorprendente. Muy sorprendente. La siempre perfecta Amy Adams se alzó como mejor actriz por Big Eyes, consiguiendo su segundo galardón consecutivo (el año pasado lo obtuvo por La gran estafa americana). Cierto es, no obstante, que se trataba de una de las categorías más flojas de la noche, con Emily Blunt (fantástica en Into the Woods) como única posible alternativa. Por consiguiente, este triunfo no es suficiente para considerar a Adams como factible nominada por parte de la Academia. Y casi mejor, porque supondría su sexta nominación fallida.

Un sorprendido Wes Anderson  recoge el inesperado
galardón a mejor comedia por El gran hotel Budapest

Entre las contrincantes de Adams también figuraba la ganadora del premio interpretativo de Cannes de este año: Julianne Moore por Maps to the stars. Empero, jugaba en contra de la candidatura el hecho de que la actriz fuera favorita para el galardón de la categoría dramática, que finalmente recogió por Siempre Alice, por encima de las resucitadas Rosamund Pike (Perdida) y Jennifer Aniston (Cake). Es este un gran alivio para la intérprete, cuyas posibilidades parecían levemente desinfladas tras los últimos galardones entregados en EE. UU. Por su parte, Eddie Redmayne fue designado como mejor actor dramático por su sorprendente transformación en Stephen Hawkins para La teoría del todo, por encima de Benedict Cumberbatch (lo mejor de la demasiado convencional The Imitation Game) y Jake Gyllenhaal (Nightcrawler), cuyas cintas se fueron de vacío. Hace tan sólo unos meses, nadie se habría tomado en serio la candidatura de Redmayne como mejor actor, pero, poco a poco, se ha convertido en el principal contrincante de Keaton.

Eddie Redmayne gana el Globo de Oro
por el mejor papel de su carrera

La teoría del todo también dio la campanada en la categoría de mejor banda sonora, recogido por el islandés Johann Johansson con pleno merecimiento por encima del gran Hans Zimmer (Interstellar). Mucho más floja era la categoría de mejor canción, donde se echaban en falta el “The Last Goodbye” de El Hobbit: la Batalla de los Cinco Ejércitos, el “Lost stars” de Begin Again, el “Split the difference” de Boyhood y el “The hunging tree” de Los Juegos del Hambre: Sinsajo. Parte 1 (que optaba al premio por otra canción, “Yellow Flicker Beat”, al no ser considerada la anterior por completo original). Afortunadamente, esta es la categoría en que menos coincide esta entidad con la Academia. Poco le costó al “Glory” de Selma alzarse como triunfadora. Gracias a ello, la cinta de Ava DuVernay no se fue de vacío. La directora podría —y debería— convertirse en la quinta directora nominada al Óscar, para lo que, ante la frialdad con que los gremios la han recibido últimamente, todo apoyo es bienvenido por pequeño que sea.

J. K. Simmons ya es el absoluto favorito para el Óscar
a mejor actor secundario por Whiplash

Por último, conviene destacar que tanto la categoría foránea como la animada dieron grandes sorpresas. Cuando parecía que la primera sería una lucha eterna entre la polaca Ida y la sueca Fuerza Mayor, la rusa Leviatán se ha hecho con el Globo de Oro, ganando puntos de cara al Óscar para el que las tres están preseleccionadas. Por su parte, Cómo entrenar a tu dragón 2 venció a Big Hero 6 y La LEGO Película como mejor cinta animada de un año poco competitivo. Sobra decir que la auténtica mejor obra de animación del año es El cuento de la princesa Kaguya, del japonés Isao Takahata, pero los Globos de Oro siempre dejan esta categoría en casa (el año pasado El viento se levanta, de Hayao Miyazaki, fue nominada a mejor film extranjero, pero no a mejor cinta animada). Cosas de la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood.

Las galardonadas Amy Adams y Julianne Moore
se hacieron un selfie viral durante la ceremonia

Por motivos como ése, el prestigio de estos premios sigue siendo mejorable, pero si algo destilan las ceremonias es auténtico glamour, gracias a las innumerables categorías interpretativas (catorce, sumando las cinematográficas y las televisivas, sobre las que no he hablado por no ser ese el campo de este blog). Además de las personalidades mencionadas, entre los invitados de la gala figuraban Meryl Streep, Jessica Chastain, Joaquin Phoenix, Keira Knightley, Kevin Spacey, Clive Owen, Claire Danes, Viola Davis, Robin Wright, Naomi Watts, Don Cheadle, Julia Louis Dreyfuss, Mark Ruffalo, Matthew McConaughey, Frances McDormand, Jessica Lange, Martin Freeman, Bill Murray, Kathy Bates, Emma Stone, Edward Norton, Helen Mirren, Ralph Fiennes, Christoph Waltz, Reese Witherspoon y Felicity Jones. ¿Alguien da más?

¿Realmente necesita George Clooney,
ganador de 4 Globos de Oro, otro honorífico?

Y hablando de estrellas, durante los últimos cinco años, los cuatro intérpretes ganadores del Óscar habían obtenido con anterioridad el Globo de Oro con la única excepción de Lupita Nyong’o (12 años de esclavitud), que batió a la ganadora del Globo de Oro, Jennifer Lawrence (La gran estafa americana) gracias a la reticencia de la Academia a premiar a la joven intérprete dos años seguidos (el año anterior se había alzado como mejor actriz por El lado bueno de las cosas). Por consiguiente, los cuatro favoritos de la temporada, Michael Keaton, Julianne Moore, J. K. Simmons y Patricia Arquette, han afianzado firmemente sus candidaturas. Estos galardones también han allanado el terreno para Boyhood y Birdman, que, probablemente, repetirán honores en febrero. En contraposición, las categorías de film extranjero y cinta animada, así como las musicales, siguen siendo una incógnita. En cualquier caso, si algo hemos aprendido de estos Globos de Oro es a no dar nada por sentado. Por cierto, George Clooney, poseedor de 4 Globos de Oro, recogió un Premio Honorífico con absoluta elegancia entre chistes sobre la relatividad del fracaso, acordándose de las películas pequeñas y de los fallecidos Lauren Baccall y Robin Williams. Ni siquiera las geniales presentadoras del ligeramente aburrido evento, Amy Poehler y Tina Fey, consiguieron superar el discurso del galán contemporáneo por excelencia. Por cierto, gracias a todos los que siguieron mi primera retransmisión de este evento por Twitter.

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