24 enero 2016

‘La gran apuesta’: ironías de la crisis

Christian Bale en La gran apuesta (Adam McKay, 2015)
Christian Bale ha optado a todos los premios de la
temporada por su genial trabajo en La gran apuesta
La crisis financiera de 2008, la peor desde la debacle de la Gran Depresión, pilló a nuestro confiado mundo completamente desprevenido. Pero no todos se vieron sorprendidos por ella: algunos, incluso, la previeron con años de adelanto, lo que les dio la oportunidad, bien de enriquecerse, bien de luchar por ponerle solución, conscientes todos ellos de que no serían los peces gordos de Wall Street, sino la gente de a pie, quienes saldrían peor parados del desastre económico que se avecinaba. Con occidente en proceso de recuperación, La gran apuesta (The Big Short, 2015) ofrece una aguda reflexión sobre tan desesperante situación, ganándose cinco de las nominaciones al Óscar más importantes —película, dirección, guion adaptado, montaje y actor secundario— que la convierten, a priori, en una de las favoritas de la temporada, lo que acaba de confirmarse con su triunfo en los premios del Sindicato de Productores. [Más sobre las nominaciones al Óscar aquí.]

Steve Carell y Ryan Gosling en La gran apuesta (Adam McKay, 2015)
La gran apuesta triunfó en los Critics Choice: mejor
comedia, actor cómico (Bale) y guion adaptado
Christian Bale, Ryan Gosling, Steve Carell y Brad Pitt encabezan el lujoso reparto masculino-blanco-heterosexual de una película que, efectivamente, no podría ser más masculina, blanca y heterosexual, algo que también comparten el director Adam McKay y su coguionista Charles Randolph —autor del polémico libreto de La vida de David Gale (Alan Parker, 2003)—, así como el escritor del libro en que se basa la cinta, Michael Lewis, a quien también debemos la base de las películas Moneyball: rompiendo las reglas (Bennett Miller, 2011) y The blind side (Un sueño posible) (John Lee Hancock, 2009), ambas candidatas al Óscar inmerecidamente (hasta el punto de que la inclusión de la segunda llevó a la Academia a flexibilizar el número de candidatas anuales). Vamos, que la forma más sencilla de conseguir una entrada para la noche más especial de Hollywood es adaptar alguna novela de este popular periodista financiero de Nueva Orleans.

Cartel original de La gran apuesta (Adam McKay, 2015)
El peculiar cartel origina de La gran
apuesta
es bellamente irónico
Graduado en economía en la London School of Economics, Lewis ofreció en The Big Short: Inside the Doomsday Machine (2010) uno de sus mejores trabajos gracias a su amplio conocimiento del tema, el cual se vuelve complicado de seguir en el guion de Randolph y McKay al sumarse la exhaustiva colección de términos económicos al acelerado ritmo del montaje de Hank Corwin —quien da un giro brusco a su carrera tras participar en las contemplativas cintas de Terrence Malick El nuevo mundo (2005) y El árbol de la vida (2011)— y la fotografía de Barry Ackroyd —colaborador habitual de Paul Greengrass, a destacar las vibrantes United 93 (2006) y Capitán Philips (2012)—, siendo el resultado espinoso de abarcar para el espectador medio. Y eso que, a modo de ayuda, la cinta recurre a Margot Robbie y Selena Gomez para explicar algunos de los conceptos más complicados, una elección tan simpática como marcadamente machista. Por desgracia, ese no es el único toque sexista de una película que, en la línea de la excesiva El Lobo de Wall Street (Martin Scorsese, 2013), sólo se interesa por los personajes femeninos cuando escasea el vestuario. Que esta película sea candidata al Óscar por encima de la elegante cinta de temática lésbica Carol, de Todd Haynes, es toda una declaración de intenciones. [Más al respecto en '¿Es racista la Academia?'.]

Brad Pitt en La gran apuesta (Adam McKay, 2015)
Brad Pitt, coproductor e intérprete de La gran apuesta,
también produjo y protagonizó Moneyball
Reivindicación aparte, La gran apuesta es una apuesta segura para aquellos interesados en explorar el contexto de la burbuja inmobiliaria desde una perspectiva tan inteligentemente humorística como mordazmente dolorosa. Además, el hasta ahora irregularmente recibido Adam McKay —Los otros dos (2010), Los amos de la noticia (2013)— se confirma como un joven talento al que tener en cuenta, si bien es indudablemente Christian Bale quien domina la función al ofrecer un trabajo tan potente como entrañable encarnando el autista Michael Burry —caracterizado por el ojo de cristal—, uno de los muchos personajes reales presentados por la cinta. Y es que, por desgracia, el poder de La gran apuesta se debe, precisamente, a la dura realidad que, como si de un jarro de agua fría se tratase, derrama sobre nuestras exhaustas mentes. Que lo logre a través del humor no hace sino maximizar la desconsoladora ironía. 


© El copyright del texto pertenece exclusivamente a Juan Roures
© El copyright de las imágenes pertenece a sus respectivos autores y/o productoras/distribuidoras

2 comentarios:

  1. Muy buen artículo.

    te invitao que leas mi crítica en calve de comic a esta película:

    http://webargas2.blogspot.com.co/2016/01/criticomic-la-gran-apuesta-big-short_25.html

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    1. Jajaja esto mas que un comentario parece publicidad para tu blog

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