23 enero 2016

¿Es racista la Academia? ¿Ignoran los Oscars a los actores negros?

Por segundo año consecutivo, los veinte intérpretes candidatos a los Oscars interpretativos son caucásicos, o sea, blancos; procedentes, eso sí, de ambos lados del Atlántico. Y, claro, el mundo se ha levantado indignado hasta el punto de llevar a la Academia a replantearse su normativa. Pero, ¿es esto realmente necesario? ¿Son verdaderamente racistas los premios más ansiados de la industria? Mi respuesta es una rotunda negativa. Pero veamos por qué.

Halle Berry y Denzel Washington en los Oscars 2002
En 2002, Halle Berry y Denzel
Washingon ganaron el Óscar
A lo largo de los 88 años de estos galardones catorce estatuillas han ido a parar a actores negros, comenzando por Hattie McDaniel por la mítica Lo que el viento se llevó (George Cukor, Sam Wood y Víctor Fleming, 1939) y concluyendo (hasta ahora) con Lupita Nyong’o por 12 años de esclavitud (Steve McQueen, 2012). Bastan precisamente estas dos estatuillas para negar todo rasgo de racismo en los Oscars: McDaniel, una auténtica desconocida, arrebató la estatuilla a su propia compañera de reparto (la guapísima y blanquísima Olivia de Havilland) en los tiempos en que los derechos de las personas de color todavía eran inhumanos. Por su parte, Nyong’o obtuvo el suyo por el debut que le dio la fama, un trabajo notable pero bastante breve con el que se impuso a tres intérpretes estadounidenses de prestigio de la talla de June Squibb (Nebraska, de Alexander Payne), Julia Roberts (Agosto, de John Wells) y Jennifer Lawrence (La gran estafa americana, de David O. Russell), todas ellas asombrosas en sus papeles. ¿Encaja todo esto en unos premios racistas? Creo que no.

Hattie MacDaniel en los Oscars 1940
Hattie McDanield es la primera
intérprete negra ganadora del Óscar
Además de McDaniel y Nyong’o, otras tres actrices se hicieron con el Óscar a mejor actriz secundaria: Whoopi Goldberg por Ghost (Jerry Zucker, 1990), Jennifer Hudson por Dreamgirls (Bill Condon, 2006), Mo’nique por Precious (Lee Daniels, 2009) y Octavia Spencer por Criadas y señoras (Tate Taylor, 2012). En cuanto a ellos, cuatro actores se llevaron la estatuilla secundaria: Louis Gossett Jr. por Oficial y caballero (Taylor Hackford, 1982), Denzel Washington por Tiempos de gloria (Edward Zwick, 1989), Cuba Gooding Jr. por Jerry Maguire (Cameron Crowe, 1996) y finalmente Morgan Freeman, el intérprete negro más nominado, con 5 candidaturas, por Million Dollar Baby (Clint Eastwood, 2004). Sobra decir que las estatuillas recogidas por Whoopi Goldberg, Mo’nique, Denzel Washington eran imprescindibles, al honrar tres de las mejores interpretaciones de las últimas décadas, pero las demás son relativamente cuestionables. Vamos, que la Academia se decantó por intérpretes negros sin obligación alguna, destacando incluso trabajos que ninguna otra entidad había reconocido (y por cintas bastante irregulares).

Morgan Freeman, Cate Blanchett, Hilary Swank y Jamie Foxx en los Oscars 2005
En 2005 los 2 Oscars interpretativos masculinos fueron
para actores negros: Morgan Freeman y Jamie Foxx
Lo mismo sucede con el único Óscar protagónico concedido a una actriz negra, el recogido por Halle Berry por Monster’s Ball (Marc Foster, 2001). Recordemos que entre sus oponentes estaban Judi Dench (Iris, de Richard Eyre) —una de las mejores intérpretes de todos los tiempos, inexplicablemente sólo reconocida hasta ahora por la Academia por sus cinco minutos de Shakespeare in love (John Madden, 1998)—, Nicole Kidman (Moulin Rouge, de Bazz Luhrmann), que se alzaría con la suya al año siguiente, y Sissy Spaceck (La habitación, de Todd Field), quien se había hecho con todos los premios importantes de la temporada. ¿Merecía realmente Berry el Óscar? No, pero lo hizo de todos modos: el color de su piel no jugó en su contra. Recordemos que para ganar la estatuilla dorada no basta ser excelente, sino que hay que ser el mejor (en teoría, claro).

En 2007 tanto el protagonista Forest Whitaker como
la secundaria Jennifer Hudson ganaron el Óscar
Esa misma edición —una de las más injustas de la historia, más al respecto en 'Óscar a peor película'— fue histórica porque Denzel Washington también se alzó como mejor actor gracias a Día de entrenamiento, del realizador negro Antoine Fuqua, y el mítico Sidney Poitier recibió el Óscar Honorífico. Precisamente, este último había sido el primer intérprete negro en alzarse con la estatuilla protagónica gracias a Los lirios de valle (Ralph Nelson, 1963). Jamie Foxx (Ray, de Taylor Hackford, 2004) y Forest Whitaker (El último rey de Escocia, de Kevin Macdonald, 2007) completan el excelente cuarteto de intérpretes negros ganadores del Óscar a mejor actor; curiosamente, ambos ganaron por encima de Leonardo DiCaprio, el intérprete estadounidense al que todo el planeta quiere ver ya con la estatuilla entre las manos. [Más al respecto en: '¿Por qué no tiene DiCaprio el Óscar?']

Sidney Poitier en los Oscars 1964
Sidney Poitier es el primer intérprete negro ganador
del Óscar protagónico y el único poseedor del Honorífico
Si analizamos el recorrido de estos galardones, hallamos omisiones e injusticias con respecto a intérpretes negros, por supuesto, pero tanto positivas como negativas, al igual que sucede con los intérpretes blancos. Sin embargo, que los años 2014 y 2015 fueron flojos en cuanto a interpretaciones de actores y actrices negros es obvio. De hecho, este año el único con verdaderas opciones de conseguirlo era Idris Elba por Beasts of No Nation, de Cary Joji Fukunaga, una cinta notable pero demasiado descorazonadora para la Academia donde su papel, aunque impresionante, no es del todo novedoso. Probablemente su lugar lo ocupase uno de los intérpretes más queridos del momento: Tom Hardy por El renacido, de Alejandro G. Iñárritu; ¿alguna queja? Por lo demás, Will Smith (indiscutible protagonista de la irregular La verdad duele, de Peter Landesman) sólo optó al Globo de Oro gracias a la división entre interpretaciones cómicas y dramáticas, mientras que el reparto completo de Straigh Outta Compton, de F. Gary Gray, funciona como conjunto pero no destaca a nivel individual (lo que explica sus candidaturas a los Premios del Sindicato de Actores y los Critics Choice a mejor reparto sin que ninguno de sus desconocidos intérpretes fuera nominado). También hay quien cita la omisión de Samuel L. Jackson por Los ocho odiosos, de Quentin Tarantino, olvidando quizá que ninguno de sus compañeros blancos consiguió tampoco la nominación. ¿Podemos hablar de verdaderas injusticias a causa de todas estas omisiones? Preferencias personales aparte, creo que la respuesta es obvia. [Más al respecto en 'Nominaciones a los Oscars 2016: análisis de sorpresa y omisiones'.]

Lupita Nyong'g en los Oscars 2014
Lupita Nyong'o es la última ganadora negra de un
Óscar interpretativo gracias a 12 años de esclavitud
Catorce estatuillas (de cuarenta y seis nominaciones) recibidas por intérpretes negros son escasas, por supuesto, pero recordemos que sólo uno de los Oscars a mejor dirección ha ido a manos de una mujer o que ninguna película de temática LGTB se ha llevado el premio gordo, por citar dos estadísticas más. ¿Es la Academia machista y homófoba también? No. No más que el mundo del cine. No más que el mundo, a secas (de hecho, probablemente lo sea bastante menos). Sencillamente hay un tipo de película que triunfa entre los académicos. Y, lamentablemente, suele estar creada por hombres heterosexuales blancos porque así es como funciona el mundo. Luchemos por cambiar el mundo, pero no perdamos el tiempo acusando a Hollywood de racista cuando las consecuencias de la escasez de estatuillas recibidas por personas negras (las cuales, eso sí, aumentan con el paso del tiempo) van mucho más allá del derecho de cada votante a huir de la discriminación positiva y escribir el nombre que considere en su papeleta.


© El copyright del texto pertenece exclusivamente a Juan Roures
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6 comentarios:

  1. Comparto 100% tu conclusión: todo está pensado para el hombre heterosexual blanco. ¿Hace cuánto que un gay o una lesbiana no ganan el premio a mejor actor/actriz? ¡Hollywood es homófobo!

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  2. Hombre, estás dando por hecho que Hollywood/La Academia son lo mismo. Y no. Que La Academia es retrógrada, homófoba, misógina, racista y súper clásica?... sí! Sería demasiado inocente (para no usar otro término decir que no es así). Que siempre se ha sabido pero este año el tema reventó por lo absurdo de las nominaciones? (Hasta a GaGa la nominaron en lugar de Wiz Khalifah)... también! Si las dos respuestas no fueran afirmativas los organizadores no se habrían reunido para cambiar las reglas con urgencia. Con el perdón, pero creo que no se puede defender lo indefendible.

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    1. No creo que la nominación de Gaga sea absurda, su canción es excelente. La Academia se ha visto obligada a reunirse porque todo el mundo está hablando del tema y no puede dar a entender que le da igual. Por supuesto que habrá votantes racistas, homófobos, machistas, etc., pero no hay forma de corregir eso. Y no se puede culpar a la Academia en general, porque sus miembros son variados. Lo que explico en el artículo es que, pese a todo, los intérpretes negros se valoran en las mismas condiciones que los blancos, pero, obviamente, hay muchos menos en las superproducciones de Hollywood y, por tanto, son menos en las nominaciones. Por supuesto, puede darse una injusticia al respecto, pero también son muchos los intérpretes blancos omitidos injustamente año tras año, no podemos aferrarnos a una omisión concreta (por ejemplo, la de Idris Elba) para generalizar: hay que valorar el contexto y ver por qué es nominado cada actor.

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  3. Argumentas que la Academia no es racista, pero en los párrafos finales reconoces que es racista/homofobica/machista pero en menor medida que el mundo general.
    Totalmente de acuerdo en luchar por cambiar el mundo y dejar atrás estas discriminaciones, y una pequeña forma de empezar es cambiando la academia, hollywood, y el cine en general

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    1. Yo no digo que sea racista, homófoba y machista, sino que suele apoyar un tipo de cine donde los negros, homosexuales y mujeres suelen tener menos que decir, pero no por ser racista, homófoba y machista, sino por dejarse entusiasmar por las superproducciones. Lo machista sería nominar a una película protagonizada por un actor negro en todas las categorías salvo la interpretativa (suponiendo que dicho actor estuviese a la altura, claro), pero no omitir una interpretación de un actor negro en una película de por sí omitida por otros motivos.

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  4. No me parece que exista un "racismo" en la academia, es decir, este año las películas que fueron protagonizadas o dirigidas por sujetos de color fueron bastante flojas (a excepción de Creed para mi) por otro lado tampoco considero que exista homofobia, o por lo menos hace unos 10 años para acá, ya que han premiado y nominado actores que han hecho de transexuales u homosexuales (Jared Leto, Eddie Redmayne)

    Creo que estamos en otros tiempos, en los que esos temas de segregación y discriminación están mandados a recoger, si bien existen en diversos lugares, lo mejor que hay que hacer para que estas conductas se acaben del todo es dejar de hacerse el papel de victima y tener algo de dignidad.

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