26 julio 2015

'Requisitos para ser una persona normal': ¿qué es la normalidad?

“Me gustaría hacerte una pregunta: ¿eres una persona normal? Y después te haría otra: ¿qué es ser normal? Responder a estas dos preguntas, que yo misma me he hecho tantas veces, ha sido el motor para escribir y rodar esta película”. Así presenta Leticia Dolera su sorprendente ópera prima, tercera joya española del 2015 tras Felices 140, de la veterana Gracia Querejeta, y A cambio de nada, otro aclamado salto a la dirección de un joven intérprete patrio. Tal y como anunció en la pasada Muestra Syfy, Requisitos para ser una persona normal está dedicada a todos aquellos que, alguna vez, han sentido que no eran del todo… normales. O sea, a todos nosotros.

Manuel Burque y Dolera en Requisitos para ser una persona normal (Leticia Dolera, 2015)
Él quiere adelgazar; ella, "ser normal", pero...
¿qué es ser normal?
Pese a haber dirigido los premiados cortometrajes Lo siento, te quiero (2009), A o B (2010), Bloguera en construcción (2013, junto a Borja González Santaolalla) y Habitantes (2013), Leticia Dolera es más conocida por sus interpretaciones en cintas irregulares como Un café en cualquier esquina (Ramin Bahrani, 2005), Semen, una historia de amor (Inés París y Daniela Féjerman, 2005), De tu ventana a la mía (Paula Ortiz, 2011) y, sobre todo, [•REC]³: Génesis (Paco Plaza, 2012). Requisitos para ser una persona normal es, indudablemente, su obra más redonda y personal, no sólo por estar escrita, dirigida y protagonizada por ella misma, sino porque plantea una pregunta muy importante para ella (y para infinitas personas de nuestro país y otros rincones del mundo): ¿qué nos exige la sociedad y qué nos exigimos nosotros mismos?

Cartel de Requisitos para ser una persona normal (Leticia Dolera, 2015)
El simpático cartel de Requisitos
para ser una persona normal
Requisitos para ser una persona normal reflexiona en clave de comedia sobre las siete metas de toda persona supuestamente normal: casa, pareja, trabajo, vida social, vida familiar, pareja y, claro está, ser feliz. Por supuesto, ninguna de las seis primeras importa si no se alcanza la última, un requisito que vuelve prescindibles todos los demás. A través de situaciones plagadas de humor, honestidad e imaginación, la cinta dibuja un universo de personas perdidas decididas a encontrar su lugar en un mundo siempre dispuesto a sorprendernos. Influida por la libertad de cineastas contemporáneos como Woody Allen, Noah Baumbach, Julie Delpy, Miranda July y Joe Swanberg, Dolera sabe que la fuerza de la mayoría de grandes películas radica en sus personajes, con lo que trata con sincero afecto a dos treintañeros con síndrome de Peter Pan empeñados en ser normales (Dolera y el tierno Manuel Burque), un mujer madura deseosa de ser comprendida y perdonada (Silvia Munt) y un joven homosexual con síndrome de Down con las ideas muy claras (Jordi Llodrá). Rompiendo con toda clase de tópicos, es precisamente este último quien, pese a haber tenido una vida especialmente difícil —o quizá precisamente por eso—, sabe mejor que nadie qué hacer para ser alcanzar la felicidad. Aunque el reparto protagonista es relativamente desconocido, el plantel de secundarios incluye a Carmen Machi (Goya a mejor actriz de reparto por 8 apellidos vascos, de Emilio Martínez-Lázaro, 2014), David Verdaguer (nominado al Goya por 10.000 km, de Carlos Marqués-Macet, 2014), Alexandra Jiménez, Miki Esparbé, Núria Gago, José Luis García Pérez, todos ellos conocidos rostros televisivos.

Leticia Dolera, Jordi Llodrá, Miki Esparbé y Manuel Burque en el Festival de Málaga
Dolera, Jordi Llodrá, Miki Esparbé y Manuel Burque
presentaron la película en el Festival de Málaga
Como toda ópera prima no llamada Ciudadano Kane (Orson Welles, 1941) o American Beauty (Sam Mendes, 1999), la película es deliciosamente imperfecta, dejando puntos sueltos en el guion y dejándose llevar por la ingenuidad en varias ocasiones (especialmente, con respecto a la historia de amor y, sobre todo, el final), pero consigue mantener completamente entretenido al espectador desde la primera hasta la última escena gracias al encanto desprendido por la historia y sus personajes. Además, lejos de ser un mero divertimento, la cinta nos recuerda que sólo aprendiendo a aceptar nuestros defectos y valorar nuestras particularidades podremos ser realmente felices. Perfecto mensaje para un país al que la difícil situación económica ha sumido en una grave crisis de identidad, un problema igual de preocupante del que rara vez hablan las noticias.

Aunque fue superada por A cambio de nada en las categorías principales, Requisitos para ser una persona normal se hizo con tres galardones en el pasado Festival de Málaga: mejor guion novel (Dolera), mejor fotografía (Marc Gómez del Moral) y mejor montaje (David Gallart). Precisamente con A cambio de nada competirá de nuevo por el próximo Goya a mejor dirección novel, aunque, si los premios son justos, los dos films deberían aparecer en muchas más categorías (por ejemplo, mejor banda sonora para Luthea Salom por las bellas composiciones folk e indie pop que envuelven a la perfección el prometedor debut de Dolera). Aunque están lejos de ser perfectas, ambas cintas suponen un bienvenido soplo de aire fresco para nuestra cinematografía, así como la confirmación de que un tipo de cine español comercial pero inteligente es posible. Afortunadamente, ninguna cumple los requisitos para ser una película normal.


© El copyright del texto pertenece exclusivamente a Juan Roures
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2 comentarios:

  1. Juan Roures,
    había leído que tenía una valoración negativa en alguna cartelera,pero tras leerte la verdad es que me ha entrado curiosidad,por no mencionar que no me fío de los críticos:)
    A cambio de nada,por otra parte me pareció una película más que digna.
    Te dejo la reseña que le dediqué en Zinéfilas por si te quieres pasar:
    http://zinefilaz.blogspot.com.es/2015/05/a-cambio-de-nada_17.html
    Saludos

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  2. Hola Juan.
    Pienso que la gente normal es la gente Cognoscible.

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