27 julio 2014

Los 15 directores cuyas películas han ganado más Oscars

[Artículo actualizado cada año] La mayoría de expertos en los Oscar sabe que John Ford es, con 4 galardones, el director más oscarizado, seguido de William Wyler y Frank Capra, poseedores de 3 premios cada uno. Sin embargo, recientemente me pregunté cuáles serían los directores cuyas películas han acumulado más premios. Al comprobar que no existe tal información, decidí investigar yo mismo, así que aquí tenéis la lista inédita hasta el momento de los cineastas que más Oscars han granjeado a sus productoras (lo que, sin duda, les habrá ganado el amor de éstas). Por cierto, he añadido asteriscos (*) a las producciones que ganaron el Oscar a mejor director.

Un lugar en el sol (1951)
Película de George Stevens con más Oscars:
Un lugar en el sol (1951), con 6 premios
15. George Stevens: 16 Oscars por En alas de la danza (1936) [1], Señorita en desgracia (1937) [1], La mujer del año (1942) [2], El amor llamó dos veces (1943) [1], Un lugar en el sol (1951) [6]*, Raíces profundas (1953) [1], Gigante (1956) [1]* y El diario de Anna Frank (1959) [3]. Aunque ninguna de sus obras consiguió el Oscar a mejor película, Stevens sí obtuvo dos premios para él (por la notable Un lugar en el sol y la irregular Gigante, ambas inferiores a su Raíces profundas) y otros tantos para sus colaboradores, comenzando por la canción “The Way You Look Tonigh” de En alas de la danza, uno de los mejores musicales de Fred Astaire y Ginger Rogers.

14 julio 2014

La ‘Maléfica’ de Angelina Jolie: el lado oscuro de ‘La bella durmiente’

En 1959 Clyde Geronimi dirigió para Walt Disney la versión animada de La bella durmiente, popularizando a nivel mundial este cuento de la tradición oral europea. Son muchas las versiones de esta historia —entre otras, destacan las versiones del italiano Giambattista Basiel (Sol, Luna y Talía, 1634), Charles Perrault (La bella del bosque durmiente, 1697, versión en la que se basa el clásico Disney) y los alemanes Jacob y Wilhelm Grimm (Rosita de Espino, 1812)—, pero, hasta ahora, ninguna había indagado en uno de los personajes más intrigantes: la malvada Maléfica, a la que situé en sexta posición en mi top de los mejores villanos Disney.

'Maléfica' (Robert Stromberg, 2014)
La escena de la maldición es la más esperada del film
y una de las más poderosas del mismo
Este es precisamente el propósito de la nueva producción de acción real del estudio Disney, Maléfica (2014), la cual, al igual que las recientes Blancanieves y la leyenda del cazador (Rupert Sanders, 2012) y Oz: un mundo de fantasía (Sam Raimi, 2013), crea más devoción por las antagonistas de los cuentos que por sus heroína. Sin embargo, Maléfica es la primera que se atreve a convertir a la villana en la indiscutible protagonista, aunque, tal y como explicaré a continuación, lo hace con trampa (aprovecho para mencionar que, al contrario que la mayoría de mis artículos, éste destapará la trama del film por completo, así que desaconsejo su lectura a quienes todavía no hayan visto la obra).

06 julio 2014

'Bajo la misma estrella', joya sobre la muerte... que celebra la vida

Shailene Woodley y Ansel Elgort pasan de hermanos
en Divergente a enamorados en Bajo la misma estrella
Con más de dos millones de dólares de recaudación y el beneplácito de la crítica, Bajo la misma estrella ha llegado a la taquilla española dispuesta a arrasar del modo en que producciones similares como Love story (Arthur Hiller, 1970), Un paseo para recordar (Adam Shankman, 2002) o El diario de Noa (Nick Cassavetes, 2004) lo hicieron en su día. Sin embargo, Bajo la misma estrella (2014), filmada entre Pensilvania y Holanda, las supera a todas ellas por la humanidad de sus personajes y la inteligencia de su guión, que convierten al manido romance con enfermedad de por medio en una película mágica con la que todos —enemigos del drama romántico incluidos— podemos identificarnos.

03 julio 2014

‘Amanece en Edimburgo’: musical sin historia repartidor de sonrisas

En 2001, el australiano Baz Luhrmann resucitó el cine musical (sobre el que podéis leer más en 'La alegría del musical') con la vibrante Moulin Rouge, y, al año siguiente, Bob Marshall consiguió seis —excesivos— premios Oscar para Chicago (2002). Todo parecía indicar la llegada de una nueva edad dorada del género hollywoodiense por excelencia.

‘Amanece en Edimburgo’ (Dexter Fletcher, 2013)
Sonrisas y lágrimas se intercalan en una de
las películas más entretenidas del año
Pero, con la excepción de la trilogía adolescente iniciada por High School Musical (Kenny Ortega, 2006) la popularidad del musical estadounidense no se ha recuperado. De hecho, durante el inicio del siglo XXI apenas ha surgido una decena de musicales (varios de ellos, independientes, como el fantástico Hedwig and the angry inch, de John Cameron Mitchell, 2001) y ninguno ha estado a la altura de Moulin Rouge o de los grandes musicales de los años 50 y 60. No obstante, el género ha vivido un pequeño impulso precisamente donde nunca destacó: en Europa.