La 63ª edición
del Festival Internacional de Cine de San Sebastián ha concluido con una de las
secciones oficiales más flojas que se recuerdan, lo que se ha tornado en un
palmarés más que cuestionable. Sin embargo, las secciones paralelas (a destacar
Nuev@s Director@s, Horizontes Latinos y Perlas) sí han dejado un buen puñado de
títulos dignos de ser recordados. Por segundo año consecutivo, me he trasladado
a tierras donostiarras para vivir en primera persona el evento cinematográfico
más importante de nuestro país, viendo un total de 43 películas que procedo a
ordenar de la más floja a la más destacable:
La nostalgia se apodera de Un día perfecto para volar, uno de los muchos desconciertos de la Sección Oficial |
43. Paula (Eugenio Canevari, Argentina / España, Nuev@s Director@s): triste
historia sobre una joven pobre necesitada de abortar y un mundo que le da la
espalda repleta de planos largos y escasísimos diálogos. Aunque nada es baladí
en su realización, el resultado es soporífero y pretencioso; por ello, fue la
película peor puntuada por el Jurado de la Juventud.
42. La obra
del siglo (Carlos M. Quintela, Cuba / Argentina / Alemania / Suiza, Horizontes Latinos): confusa combinación de
ficción y documental que resulta tremendamente pesada para quienes no se adentran
en su oscuro universo con rapidez (o sea, casi todos).