12 Muestra Syfy de Cine Fantástico. Día 4: fantasmas y mujeres oscuras

La 12 Muestra Syfy se cerró con Under the skin,
nominada al BAFTA a mejor film británico

Tras un fin de semana de emociones fantásticas, la duodécima edición de la Muestra Syfy llegó a su fin con una programación que, si bien decepcionó nuevamente a gran parte de los espectadores, hizo las delicias de los críticos. Los cuatro largometrajes proyectados lograban introducir la fantasía en dramas contemporáneos: LFO, Jamie Marks is dead, A girl walks home alone at night y Under the skin. Las dos últimas, protagonizadas por peligrosas mujeres (curiosa forma de honrar al Día de la Mujer) fueron acompañados por los pretenciosos cortometrajes Sprintertime y Ghost train. Como ya he hecho con los tres días anteriores [cuyos artículos podéis consultar aquí: día 1, día 2 y día 3], analizaré la cuarta jornada de un certamen muy interesante que, tristemente, se despidió teñido de homofobia.

La comedia ha reinado la 12 Muestra Syfy,
como muestra la sueca LFO

La tarde empezó con fuerza desde su "sesión de motivados" (que Leticia Dolera volvió a saltarse...) con la sueca LFO, de Antonio Tublén, donde un hombre solitario (Patrik Karlson) realiza interesantes experimentos hipnóticos con sus vecinos (Ahanna  Rasch y Per Löfberg). Para rizar el rizo fantástico, la fallecida mujer del protagonista (Izabelle Jo Tschig) se le aparece constantemente para criticarle por sus jueguecitos, los cuales se vuelven cada vez más intensos y peligrosos. Plagada de humor negro, la cinta es original y novedosa, pero su repetitivo ritmo termina perdiendo la atención del espectador. De hecho, el propio film no está a la altura de la original idea que lo inspira… ¿Remake a la vista?

Jamie Marks is dead es un raro (y bienvenido) ejemplo
de película fantástica de temática homosexual

El drama adolescente Jamie Marks is dead, nuevo trabajo de Carter Smith, realizador de Bugcrush (2006) y Las ruinas (2008), dio lugar al momento más bochornoso de la 12 Muestra Syfy. Así, el bello film, que cuenta la historia de un chico marginado (un Noah Silver con un aire a Harry Potter) que vuelve de la muerte para pasar más tiempo con el joven al que amaba en secreto (Cameron Monaghan, el genial hermano gay de la serie Shameless), fue recibido con innumerables carcajadas estúpidas y murmullos homófobos que demuestran que, diez años después de la aprobación del matrimonio gay en España, la normalización del tema está lejos de haber sido alcanzada. La maestra de ceremonias, Leticia Dolera, quien antes de la película repartió Huesitos entre el público, intentó arreglarlo con su “El amor es universal”, pero el daño ya estaba hecho. En otro contexto, la obra habría resultado bastante más intrigante y emotiva, pese a que algunos conceptos del guion no estaban bien hilados del todo. Hay que destacar la fantástica fotografía de Darren Lew, premiada en Sitges, y las actrices secundarias: Liv Tyler (Arwen en El señor de los anillos, de Peter Jackson, 2001-2003), Judy Greer (“la otra mujer” de Los descendientes, de Alexander Payne, 2011) y Morgan Saylor (Dana en la popular serie Homeland), que se encuentran entre los pocos intérpretes reconocibles de la Muestra.

A girl walks home alone obtuvo tres nominacioens a los
Spirit Awards: fotografía, film novel y 'someone to watch'

Quizá saciados por el lamentable momento que la precedió, los espectadores recibieron A girl walks home alone at night con pasmosa calma. Así, la ópera prima de Ana Lily Amirpour lo tenía todo para acabar con la paciencia del público: lenta esencia iraní (aunque es una coproducción con EE.UU.) e intensa fotografía en blanco y negro. En ella, la hipnótica Sheila Vand encarna a una vampiresa que vaga por las nocturnas calles de Bad City rodeada de personajes extraños. Heredera de David Lynch y Jim Jarmusch, Amirpour obtuvo el Gotham a mejor directora novel con pleno merecimiento, siendo esta cinta una de las obras más fascinantes del certamen gracias a su desafío de las convenciones del género. Por desgracia, la mayoría del  público —más friki que cinéfilo— no supo valorarla, pero hay que felicitar a la organización por su arriesgada inclusión.

La lógica brilla por su ausencia en Splintertime

Lo que no gustó ni a frikis ni a cinéfilos fue Splintertime, el insoportable cortometraje de animación holandés escrito y dirigido por Rosto (preseleccionado al Óscar por El monstruo de Nix en 2011) sobre una banda de músicos-espíritus. Reconozco que, aún cabreado por el trato a Jamie Marks is dead, apenas presté atención a esta obra y solo disfruté el cierre a negro final, pero verdaderamente sus 11 minutos se me hicieron extrañamente eternos. Si alguien la ve y tiene algo más interesante que comentar, le ruego que lo haga.

Tampoco me entusiasmó Tren fantasma (Ghost train), cortometraje irlandés que precedía al último film de la Muestra (algo que la propia Dolera olvidó en su discurso como suele hacer con los cortos…), pero al menos las sensaciones transmitidas y la gran calidad técnica contribuyeron a fortalecer su visionado. Escrita y dirigida por Lee Cronin, la obra muestra a dos hermanos bastante distanciados que se juntan una vez al año para visitar una atracción abandonada en la que perdieron a su mejor amigo treinta años atrás. Eso sí, hay que reconocer que Ghost train cuenta más cosas en quince minutos que muchos largometrajes en dos horas, siendo la fascinante atmósfera recreada perfecta para preparar al espectador para la cinta final de la Muestra.

El póster de Ghost train es bastante más oscuro
que el propio film, algo común en el cine de terror

Tras quince largometrajes y cinco cortometrajes, llegó, por fin, el turno del más esperado de todos: Under the skin, mutipremiado film experimental de Jonathan Glatzer protagonizado por una perfecta Scarlett Johansson cada vez más introducida en el género fantástico. Ella encarna a un alien que adquiere el cuerpo de una mujer hermosa para recorrer las calles de Escocia en busca de hombres confiados a los que arrastrar a un fatal destino. De fuerte carácter surrealista, la cinta nos envuelve en sus garras del mismo modo que el protagonista (cuyo género o físico original ignoramos) hace con sus víctimas. La magnífica banda sonora de Mica Levi ha recibido innumerables galardones por entidades como los Círculos de Críticos de Chicago, Los Angeles o Indiana y los Premios de Cine Europeo; no es para menos, pues su contribución a la onírica narración es excepcional. Y, si bien cuesta explicar por qué, el hipnótico efecto de la cinta en el espectador es majestuoso.

Leticia Dolera, la querida
maestra de ceremonias

Under the skin fue el broche de oro a una edición que deja films asombrosos como Lo que hacemos en las sombras, Song of the Sea o Spring, cuyos comentarios podéis leer en los artículos dedicados diariamente a la Muestra. Como cinéfilo, no suelo aprobar comentarios intrusivos y aplausos ruidosos durante las proyecciones, pero, en este caso, hay que tomárselos como una parte clave de la experiencia (siempre que no traspasen los límites del respeto, como en el caso de Jamie Marks is dead).  Se trata de la primera Muestra que cubro y ha sido una experiencia muy gratificante que espero repetir en el futuro. No puedo despedirme sin agradecer a Leticia Dolera su genial rol de maestra de ceremonias, único elemento de la Muestra que siempre pone de acuerdo a frikis y críticos. No sé si la Muestra Syfy es realmente un evento que espera con ilusión durante todo el año, como la actriz y cineasta llegó a afirmar, pero lo que está claro es que este fin de semana de fantasía, terror y ciencia ficción no habría sido lo mismo sin su permanente sonrisa. Como regalo, un poco de publicidad: Requisitos para ser una persona normal, primer largometraje de Dolera, se estrena el próximo 10 de julio y está, en palabras de su creadora, dedicada a todos aquéllos que alguna vez han sentido que no eran del todo normales. O sea, a todos.

© El copyright del texto pertenece exclusivamente a Juan Roures

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