Premios Oscar 2014: palmarés de ganadores y comentario de la gala

El discurso de la gran Ellen DeGeneres dejó clara la falta de emoción de la noche: “posibilidad número 1: 12 años de esclavitud gana mejor película; posibilidad número 2: sois todos unos racistas”. Pues bien, por suerte, hace tiempo que la Academia dejó de ser racista y la película de Steve McQueen se alzó con el principal galardón de la noche pese a que sus 3 galardones fueran menos de la mitad de la cosecha de la segunda gran triunfadora: Gravity, que obtuvo los 7 premios para los que partía como favorita.

La foto de Ellen Degeneres ya es viral gracias a Twitter

Y es que si algo faltó en la ceremonia de ayer fue emoción, pues, por primera vez en mi vida, acerté todos los galardones, tal y como podéis comprobar en mi quiniela de ayer; y, creedme, casi habría preferido equivocarme en alguno. El resultado de esto fue un reparto aburrido y repetitivo que hizo poco por una gala que, pese a estar estupendamente dirigida y presentada, distó mucho de la magia de otras ocasiones. Aún así, la comodidad con que Degeneres se movió por el escenario y la chispa de sus discursos hizo que la gala no resultase pesada. Entre sus aciertos estuvo el hacerse una foto con Meryl Streep, Jennifer Lawrence, Bradly Cooper, Julia Roberts, Kevin Spacey, Angelina Jolie, Brad Pitt y otras celebridades que no tardó en convertirse en la foto más retuiteada de la historia.

Steve McQueen y Brad Pitt está entre los productores
premiados por 12 años de esclavitud

Y es que, pese a que, como Degeneres nos recordó, los únicos perdedores son los que no ganan, aquello fue una gran fiesta donde no se faltó al respeto a nadie y las estrellas mantuvieron la sonrisa de principio a fin. Quien tenía motivos suficientes para ello es Alfonso Cuarón, primer cineasta hispano ganador del Oscar a mejor director, marcando una nueva división entre éste y el Oscar a mejor película. Lo ganó por la excepcional Gravity, pero en realidad era un reconocimiento a su impresionante carrera. Su fascinante film espacial debería haberse impuesto a 12 años de esclavitud como mejor película, pero, como ya dije, ésta última era la elección más fácil, sin ser necesariamente la mejor.

Como hizo el Argo de Ben Affleck el año pasado, 12 años de esclavitud se conformó con tres galardones: mejor guión adaptado (basado en la novela autobiográfica de Solomon Northup) para John Ridley y mejor actriz secundaria para Lupita Nyong’o. El primero debería haber ido a Julie Delpy, Ethan Hawke y Richard Linklater por Antes del anochecer y el segundo lo habría recibido sin duda Jennifer Lawrence (quien, por cierto, volvió a tropezar, esta vez en la alfombra roja) de no ser porque ya ganó el año pasado y su triunfo batiría demasiados récords de los que la Academia puede permitirse en una sola noche.

Salvo Cate Blanchett, todos los ganadores son
primerizos en los Oscar, incluso como nominados

Por culpa de esto, la emocionante La gran estafa americana, de David O. Russell, se fue de vacío pese a contar con 10 nominaciones, igualando el dudoso honor de Gangs of New York (Martin Scorsese, 2002) y Valor de ley (Joel y Ethan Coen, 2010), tan sólo por detrás de Paso decisivo (Herbert Ross, 1977) y El color púrpura (Steven Spielberg, 1985), con 11 candidaturas sin premio. De todos modos, no puede considerarse una sorpresa, ya que se trata del típico film brillante en muchos aspectos que se encuentra con oponentes ligeramente superiores en todas sus candidaturas. De todos modos, no fue la única perdedora, ya que Philomena, de Stephen Frears; El lobo de Wall Street, de Martin Scorsese; Nebraska, de Alexander Payne, y Capitán Phillips, de Paul Greengrass, tampoco lograron convertir ninguna de sus cuatro, cinco, seis y seis nominaciones respectivas en estatuilla.

Spike Jonze se quedó sin nominación a mejor director,
pero recibió el de mejor guión original por Her

Especialmente desafortunada resulta la omisión de Payne, quien optaba al Oscar por tercera vez con su mejor película hasta el momento. Todas y cada una de las candidaturas de su road movie eran dignas de Oscar, a destacar la labor interpretativa de los veteranos Bruce Dern y June Squibb y el guión novel de Bob Nelson. Éste último habría tenido el premio asegurado de no ser por la presencia de Spike Jonze y su Her, probablemente el film más original de la noche y, como tal, digno del premio al mejor guión original.

A este premio optaba por decimosexta vez Woody Allen, quien, de nuevo, no se molestó en aparecer en la gala pese a que su actriz principal, Cate Blanchett, tuviera el premio casi asegurado. Tan hermosa y elegante como siempre, la actriz australiana dedicó su merecidísimo premio por Blue Jasmine a sus compañeras de nominación, a las que alabó una por una personalmente. No es para menos, pues éstas eran Sandra Bullock, Judi Dench, Meryl Streep (nominada por decimoctava vez por su histriónico trabajo en Agosto, de John Wells, por la que también fue nominada, como secundaria, Julia Roberts trece años después de su único Oscar) y Amy Adams, quien volvió a quedarse con las manos vacías sumando 5 nominaciones sin premio, a tan solo uno de distancia de Glenn Close y Deborah Kerr. La gran diferencia radica en que la excepcional Adams tan sólo cuenta 39 años, con lo que, por suerte, tiene tiempo de ganar el Oscar que tanto merece.

Angelina Jolie entregó el premio a Alfonso Cuarón
como mejor director junto a Sidney Poitier

La misma edad y 4 candidaturas sin fruto colocan a Leonardo DiCaprio en una situación similar, pese a que éste optó al premio por primera vez hace mucho más tiempo: en 1993 con ¿A quién ama Gilbert Grappe?, de Lasse Halström, que debería haberle granjeado el Oscar en aquel momento. De todos modos, aún tiene tiempo de igualar las 8 nominaciones de Peter O’Toole, quien, por cierto, fue uno de los rostros que vimos en el emotivo momento “In Memorian”, que también rindió homenaje a las clásicas Shirley Temple y Joan Fontaine y los rostros contemporáneos de Richard Griffiths (el tío Vernon en la serie Harry Potter), Phillip Seymour Hoffman, cuya muerte por sobredosis dejó en shock a la industria, y James Goldonfini, a quien este mismo año pudimos ver protagonizar el film Sobran las palabras, de Nicole Holofcener.

A Menzel le pudieron los nervios, pero 
por suerte la Academia ya había votado

El emotivo momento fue seguido de la bella interpretación de Bette Miller de “Wind Beneath My Wings”, que resultó más acertada que la versión de Pink de “Over the rainbow” en honor a la mítica El mago de Oz (Víctor Fleming, 1939), quizá porque no quedaba del todo claro a qué venía esta última. Toda la noche estuvo plagada de música, ya que las cuatro canciones nominadas al Oscar fueron interpretadas en directo, algo que no ocurría desde hace tiempo. Pero, claro, pocas veces ha habido un listado tan glamuroso: U2 con “Ordinary love” (Mandela: del mito al hambre), Karen O con la intimista “The moon song” (Her), Pharrell Williams, quien sacó a bailar a Amy Adams, Meryl Streep y Lupita Nyong’o con su pegadiza “Happy” (Gru 2. Mi villano favorito 2, de Pierre Coffin y Chris Renaud, también nominada a mejor película animada), e Idina Menzel con la maravillosa “Let it go” (Frozen). En uno de los momentos más esperados de la noche por ser de los pocos que no estaba cantado (nunca peor dicho), ésta última fue designada la mejor canción del año con pleno merecimiento pese a que la interpretación de Menzel distara mucho de la fuerza mostrada en el film. El premio fue recogido por la pareja personal y profesional formada por Kristen Anderson-López y Robert López, que pronunciaron a dúo el mejor discurso de la noche.

Ethan Hawke y Julie Delpy, guionistas de Antes del
anochecer, parecían sentirse fuera de lugar

Frozen, de Chris Buck y Jennifer Lee, también se alzó con el premio a mejor película de animación y, aunque la francesa Ernest & Célestine, de Benjamin Renner, Stéphane Aubier y Vincent Patar, y la japonesa El viento se levanta, de Hayao Miyazaki, habrían supuesto apuestas más arriesgadas, da gusto ver el renacer del estudio Disney por fin reconocido. Y, pese a lo mucho que se ha hablado este año del pobre nivel de la animación, lo cierto es que el quinteto nominado (que incluye también a la divertida Los Croods, de Kirk de Micco y Chris Sanders) es muy superior al injusto ganador del año pasado, Brave, dirigida por Mark Andrews, Brenda Chapman y Steve Purcell para el estudio Pixar, que este año se quedó sin representación.

Al igual que Frozen, El gran Gatsby se alzó con las dos únicas estatuillas a las que optaba: vestuario y dirección artística, ambos muy merecidos por la extraordinaria belleza visual del film, aunque quizá excesivos. Los dos fueron recogidos por Catherine Martin, esposa del director del extravagante film, Baz Luhrmann, repitiendo la hazaña de 2001 con Moulin Rouge, que le valió los dos mismos galardones. Resulta curioso cómo films llenos de candidaturas se quedan sin nada y otros prácticamente ignorados terminan coleccionando galardones, pero así son los Oscar: hay que conseguir destacar en un campo concreto, pues la calidad notable media sirve de poco.

Jennifer Lawrence se quedó sin segundo Oscar,
pero entregó con gracia a McConaughey el suyo

Algo similar le sucedió a Dallas Buyers Club, de Jean-Marc Vallée, la película independiente del año, que, siendo probablemente la menos popular y aclamada de las nominadas a mejor película, se alzó con tres premios: mejor actor para Matthew McConaughey (cuya carrera ha dado recientemente un giro de 180º), mejor actor secundario para el polifacético Jared Leto (sobre Michael Fassbender y Barkhad Abdi, quien pasó de chofer a estrella de la noche a la mañana) y mejor maquillaje y peluquería. Gracias a la inexistente competencia de esta categoría (Bad grandpa, de Jeff Tremaine, y El llanero solitario, de Gore Verbinski, recién premiada como “peor secuela, copia o remake” en los Razzie), este último se convirtió en el Oscar más barato de la historia, ya que el presupuesto para maquillaje del film era de sólo 185€.

Joseph Gordon-Levitt y Emma Watson entregaron
el premio a los responsables de los efectos de Gravity

Estos últimos fueron los únicos premios técnicos que no fueron a parar a Gravity, que, tal y como se esperaba, arrasó en las categorías de mezcla de sonido, montaje de sonido y montaje, todos ellos por encima de Capitán Phillips (que debería haberse alzado, al menos, con alguno de ellos), efectos visuales (premio obvio desde hace meses pese al poderío de El hobbit: la desolación de Smaug, de Peter Jackson), banda sonora (por encima de La ladrona de libros, con la que el 5 veces oscarizado John Williams sumaba su nominación nº48, y Al encuentro de Mr. Banks, que debería haber convertido la candidatura nº11 de Thomas Newman en estatuilla) y fotografía (para el mexicano Emmanuel Lubezki, quien debería haberla ganado por El árbol de la vida, de Terrence Malick, en 2011 y se impuso a los trabajos de The grandmaster, de Wong Kar Wai; Prisioneros, de Roger Deakins, A propósito de Llewyn Davis, de Joel y Ethan Coen y la mencionada Nebraska, dejándolos a todos en números rojos). Se trata de la quinta vez consecutiva que este último premio cae en un film lleno de efectos especiales, tras Avatar (James Cameron, 2009), Origen (Christopher Nolan, 2010), La invención de Hugo (Martin Scorsese, 2011) y La vida de Pi (Ang Lee, 2012), lo que resulta, en mi opinión, preocupante. Por cierto, con sus 7 premios, Gravity se ha convertido en la segunda película más premiada que se queda sin el premio gordo, sólo detrás de Cabaret (Bob Fosse, 1972) y empatada con La guerra de las galaxias (George Lucas, 1977).

El equipo de 12 años de esclavitud celebra la victoria

Un film diametralmente opuesto a los triunfadores de la noche se alzó con el galardón a mejor película extranjera. Se trata de la aclamada La gran belleza, de Paolo Sorrentino, que da a Italia su decimocuarta estatuilla y lo convierte en el país con más premios Oscar, a dos de distancia de Francia y diez de España, Japón y la Unión Soviética. En contraste, la belga Alabama Monroe, de Felix Van Groeningen; la camboyana L´image manquante, de Rithy Panh, y la palestina Omar, de Hany Abu-Assad, representaban países que aun no poseen una sola estatuilla. Mi favorita para alzarse con este premio era el impresionante drama danés La caza, de Thomas Vinterberg, pero, viendo el clamor que la ganadora ha despertado, no puedo quejarme.

Dinamarca también perdió el galardón a mejor película documental, pues The act of killing, de Joshua Oppenheimer y Christine Cynn, vio esfumado su carácter de favorito en favor del documental musical estadounidense A 20 pasos de la fama, de Morhan Neville. No obstante, no se fue dicho país de vacío, ya que el cortometraje danés Helium, de Anders Walter, se alzó con el premio en la categoría de ficción por encima de la española Aquel no era yo, de Esteban Crespo. El mejor cortometraje documental también salió de EE.UU., aunque no fue muy lejos, pues el premiado fue el canadiense The lady in number 6, de Malcolm Clarke, mientras que el premio a mejor corto de animación fue a parar a la coproducción franco-luxemburguesa Mr. Hublot, de Laurent Witz y Alexandre Espigares, por encima de Micky Mouse: Get a horse!, dirigido por Lauran MacMullan para el estudio Disney.

Pharrell Williams sacó a bailar a todos con su
divertida interpretación de "Happy"

Todos estos premios se dieron con rapidez para dejar los más esperados para el final, pero ni siquiera la brevedad de los discursos evitó el sentimiento generalizado de que, sin haber ningún fallo concreto, no se trataba de una gran gala. Quizá faltó glamour, tanto en la alfombra roja (Charlize Theron con su collar de 15 millones de dólares, Emma Watson y Julia Roberts en color carbón, Jessica Biel y Naomi Watts en blanco pulcro y Sandra Bullock en azul marino fueron de las pocas realmente destacables en una alfombra roja demasiado clásica), como en el espectáculo, que tiró demasiado de la música, olvidando la auténtica magia del cine precisamente en uno de los mejores años de la historia del séptimo arte. A este respecto, sólo destacaron las cuidadas ilustraciones de las películas nominadas y las dedicatorias a los héroes y heroínas del cine, donde no faltaron algunos de los personajes más míticos de la historia del cine, desde Ben-Hur hasta Erin Brockovich, pasando por Luke Skywalker, Norma Rae, Frodo Bolsón y el capitán Phillips.

El auténtico capitán Phillips, por cierto, estaba entre los invitado a la ceremonia, al igual que la auténtica Philomena (al contrario que la actriz que le ha dado vida, Judi Dench, que se encuentra rodando en la India). También presente estaba Angelina Jolie, quien recientemente recibió el premio Oscar honorífico por su labor humanitaria y vio a su marido, Brad Pitt, recoger el premio a mejor película por 12 años de esclavitud como productor de la misma; son sin duda buenos momentos para la pareja más envidiada del mundo. Los demás premios honoríficos fueron a parar al diseñador italiano Piero Tosi, la actriz Angela Lansbury, leyenda de cine, teatro y televisión, y el actor Steve Martin por su contribución a la siempre infravalorada comedia.

Ellen Degeneres volvió a probar sus dotes carismáticas

Fue, como ya he dicho, una noche sin sorpresas donde unos pocos films se hicieron con todo sin ser necesariamente los mejores del año y grandes obras maestras se marcharon con las manos vacías. Pero así son los Oscar y lo cierto es que ningún galardón puede considerarse verdaderamente inmerecido. “No estoy diciendo que el cine es lo más importante del mundo porque todos sabemos que lo más importante del mundo es la juventud”, dijo con chispa Ellen Degeneres. Efectivamente, hay cosas más importantes que las películas en esta vida, pero, por suerte, hay tiempo para todo, y el cine sigue siendo un modo maravilloso de adentrarse en un mundo de sueños y héroes. Ahora que lo pienso, quizá el homenaje a El mago de Oz sí venía a cuento después de todo, porque en los ingenuos pasos de Dorothy por las baldosas amarillas hay ilusión, alegría, esperanza y deseos por adentrase en nuevos mundos, pero siempre sabiendo que, después, podremos volver a casa con nuestras vidas. El cine es eso, un viaje a otro mundo con ticket de regreso. Ni más ni menos.

Y ahora, para aquellos que tengan cosas mejores que hacer que leer mis impresiones sobre la gala, os dejo el listado de ganadoras, que es el mismo que pudisteis leer ayer en mi quiniela:

-Mejor película: 12 años de esclavitud (3 premios)

-Mejor director: Alfonso Cuarón, por Gravity (7 premios)

-Mejor actor: Matthew McConaughey por Dallas Buyers Club (3 premios)

-Mejor actriz: Cate Blanchett, por Blue Jasmine

-Mejor actor secundario: Jared Leto, por Dallas Buyers Club

-Mejor actriz secundaria: Lupita Nyong’o, por 12 años de esclavitud

-Mejor película extranjera: La gran belleza

-Mejor película de animación: Frozen (2 premios)

-Mejor guión original: Her

-Mejor guión adaptado: 12 años de esclavitud

-Mejor fotografía: Gravity

-Mejor montaje: Gravity

-Mejor banda sonora original: Gravity

-Mejor canción: “Let it go” (Frozen)

-Mejor dirección artística: El gran Gatsby (2 premios)

-Mejor vestuario: El gran Gatsby

-Mejor sonido: Gravity

-Mejor montaje de sonido: Gravity

-Mejores efectos visuales: Gravity

-Mejor documental: A 20 pasos de la fama

-Mejor cortometraje de ficción: Helium

-Mejor cortometraje de animación: Mr. Hublot

-Mejor cortometraje documental: The lady in number 6

Las más guapas de la alfombra roja:
Charlize Theron, Cate Blanchett, Julia Roberts, Emma Watson y Sandra Bullock

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