18 octubre 2012

Por una mirada... de la actriz Cate Blanchett

Aunque muchos son los rostros del cine hoy en día, tan sólo unos pocos logran dominar la pantalla con la maestría de Cate Blanchett, quien se apodera de las salas de cine incluso con los papeles más secundarios.

Elizabeth se estrenó meses después de la muerte de
Diana de Gales. Ambas mujeres tenían mucho en común
Nacida en Melbourne (Australia) en 1969, Blanchett debutó en el cine con Parklands (Kathryn Millard, 1994), pero alcanzó fama internacional como la reina Isabel I en Elizabeth (Shekhar Kapur, 1998). Fue su impresionante actuación lo que lanzó a la fama a esta interesante cinta británica y, probablemente, el motivo de que obtuviese una nominación a los Oscar a mejor película. Al final, tan sólo el maquillaje fue premiado, pese a que la actuación de Blanchett, galardonada con un Bafta y un Globo de Oro, era sin duda merecedora de ello.

Diez años después, la secuela Elizabeth: la edad de oro (Shekhar Kapur, 2007) le volvería a suponer una nominación al Oscar (pese a que se barajase su nombre para los Razzie), pero para entonces Blanchett ya habría sido galardonada con la estatuilla dorada por su histriónica aunque impactante actuación en Aviador (Martin Scorsese, 2005), donde encarnaba a la mismísima Katherine Hepburn. Sólo una actriz de la talla de Blanchett podría estar a la altura de una de las más grandes actrices del cine clásico americano.

"I so didn´t expect this", exclamó al
ganar el Oscar por El aviador
La habilidad de Blanchett para escoger papeles le ha valido el aprecio de críticos y público por igual. Así, la actriz ha pasado por la lírica Oscar y Lucinda (Gilliam Armstrong, 1997), la extraña Life Aquatic (Wes Anderson, 2004), la profunda Babel (Alejandro González Iñárritu, 2007) y la grandilocuente Robin Hood (Ridley Scott, 2010) con una habilidad incomparable, sin importar la calidad de los films en sí, a menudo mejorables pero raras veces mediocres: películas como El talento de Mr. Ripley (Anthony Minghella, 1999) prometen más de lo que dan, y probablemente esa promesa fue lo que llevó a Blanchett a aceptar ése y otros papeles por encima de otros más previsibles y comerciales. Quizá por ello obtuvo la posición 45 en el ranking de “las personas más inteligentes de Hollywood” elaborado por la revista Entertainment Weekly en 2007.

Sus dotes de transformación vieron la cima en la arriesgada Coffe and cigarettes (Jim Jarmusch, 2003), donde se interpreta a sí misma teniendo una conversación con Shelly, un personaje imaginario que también interpreta ella; sólo cuando “Cate” abandona el bar, es Shelly informada de que está prohibido fumar. Su capacidad para bordar tal variedad de papeles le ha ganado el apodo de “la nueva Meryl Streep”, actriz que la reemplazó en Fantástico Sr. Fox (Wes Anderson, 2009) y con la que lamentablemente aún no ha compartido pantalla.

En la original Coffee and cigarettes la actriz conversa consigo misma
Tampoco ha tenido Blanchett miedo a introducirse en cines nacionales, como demuestran la australiana Camino al paraíso (Bruce Beresford, 1997), la alemana Heaven (Tom Tykwer, 2002), la irlandesa Verónica Guerin (Joel Schumacher, 2003) o la británica Diario de un escándalo (Richard Eyre, 2006), en la que nos ofreció un duelo interpretativo con una potente Judi Dench que, en este caso, tenía las de ganar. Ella nunca baja la guardia, y, aún así, admite que, cada vez que se ve en pantalla, se siente decepcionada.

Uno de sus papeles más originales tiene lugar en El curioso caso de Benjamin Button (David Fincher, 2009), donde vive una historia de amor de lo más peculiar: mientras ella crece, el amor de su vida (brillante Brad Pitt) decrece. Blanchett está delicada y correcta, aunque sabe que en este caso Pitt es la estrella. Aunque acierta en los papeles más dulces, es como mujer poderosa e intrigante como más se luce, aunque sea en dramas de acción mejorables como Charlotte Gray (Gillian Armstrong, 2001), El buen alemán (Steven Soderbergh, 2006) o Hanna (Joe Wright, 2011).

Unos segundos bastan a Blanchett para transmitir
esperanza entre las sombras en El retorno del rey

A la hora de localizar a alguien para encarnar a la poderosa reina élfica Galadriel para la saga de El Señor de los Anillos (2001-2003), Peter Jackson pensó rápidamente en Blanchett y ésta, poco entusiasmada con adentrarse en el mundo de los efectos especiales y la pantalla azul, aceptó para cumplir su sueño de llevar orejas picudas, cuyas prótesis aún conserva. La actriz convirtió a un personaje muy secundario en clave de la trilogía gracias a su poderosa interpretación: una sonrisa de apoyo o una mirada de reflexión le bastan para hacer memorables sus lamentablemente breves apariciones. Fue tal su maestría que, a la hora de adaptar El hobbit, Jackson decidió contar con ella de nuevo pese a que su personaje no aparezca en la novela.

Su encarnación como Bob Dylan para I´m not there
 es la prueba definitiva de su inmenso talento
Pero quizá la actuación de Blanchett por excelencia hasta la fecha sea la del cantante Jude (en realidad, Bob Dylan) en I´m not there (Todd Haynes, 2007). La difícil estructura del film no impide disfrutar de una actuación llena de matices en parte calcada de la personalidad del gran Dylan y en parte llena de la fuerza habitual de Blanchett, pese a que en este caso todas sus armas quedaban en principio descartadas al deber interpretar un personaje masculino. Con este papel, Blanchett se hizo con multitud de premios, entre los que destacan el Globo de Oro y la Copa Volpi del Festival de Venecia. La Academia de Hollywood la había premiado incorrectamente en el 2004 por encima de Natalie Portman (Closer) y Virginia Madsen (Entre copas) y ahora le negaba un segundo galardón tan seguido pese a que sin duda lo mereciese; así son los Oscar. En cualquier caso, al año siguiente Blanchett obtuvo su estrella en el Paso de la Fama.

En la durísima Babel sus ojos atraviesan la pantalla
Consciente de que la expresión de su rostro es su mayor arma, Blanchett se declara enemiga del botox: ¿Quién quiere una cara sin humor, sin historia?, dice sabiamente. (No hay datos sobre la reacción de su amiga Nicole Kidman ante esto.) Blanchett es, pese a la fama, una mujer sencilla, fiel a su marido y atenta a sus tres hijos, que disfruta de hacer listas cuyos elementos puede tachar según los consigue. Próximamente, la veremos en Blue Jasmine, la esperada película de Woody Allen.

Cate Blanchett ha sabido añadir poderío a la belleza, talento al poderío y constancia al talento para convertirse en una actriz querida por el público y aclamada por la crítica. Contar con ella en el reparto de un film es siempre un éxito parcial garantizado.


© El copyright del texto pertenece exclusivamente a Juan Roures
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6 comentarios:

  1. La recuerdo por "El retorno del rey", pero donde yo realmente quisiera verla es en "Diario de un escándalo", dicen que es buena peli.
    Saludos
    David de observandocine.com

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    1. Ambas son películas muy buenas en las que ella hace papeles muy diferentes. "Diario de un escándalo" es un drama sobre la obsesión muy interesante, pero en ese caso Judi Dench es la estrella.

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  2. Yo también quiero conocer la respuesta de Nicole Kidman!
    Su caracterización como Bob Dylan es impresionante.

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  3. Yo me pregunto... sigue con las prótesis de elfa? Cómo es eso, explain me, please! jajaja
    Desde luego una magnifica actriz, estoy deseando ver y leer el Hobbit!!!
    Y ni idea de que salía en I´m not there!!!

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    1. Ha conservado las prótesis de elfa, pero en una caja, ¡no en sus orejas! La pregunta es si volverá a ponérselas para El Hobbit o le darán otras.

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  4. Excelente actriz. Una pena que últimamente esté semiretirada del cine.

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