16 diciembre 2013

Premios de Cine Europeo 2013: ganadores, perdedores y críticas

Premios de cine europeo 2013
François Ozon, Catherine Deneuve, Pedro Almodóvar
y Toni Servillo con sus galardones
El pasado 6 de diciembre tuvo lugar la 26ª edición de Premios de Cine Europeo en Berlín. Dichos premios (que analicé con motivo de su 25ª edición en Premios de cine europeo) no poseen demasiado prestigio, pero son los únicos que centran su atención en el cine europeo y, como tales, merecen nuestro interés. Un año más, sus normas de centrarse en un reducido grupo de films han dado lugar a elecciones cuestionables, pero, pese a ello, los galardones entregados son muy interesantes. No pensaba dedicar un artículo a estos premios pero, ante la poca atención que han recibido, me veo obligado a escribir este breve artículo... aunque llegue con retraso.

La gran belleza
La gran belleza fue el único film ganador de más de
un premio: película, director, actor y montaje
La ganadora indiscutible de esta edición fue, por quinta vez (sin contar las coproducciones) un film italiano: La gran belleza, que, tras irse de vacío en el Festival de Cannes, se ha alzado con los dos premios principales: mejor película y mejor director para Paolo Sorrentino, quien, no obstante, no acudió a la gala. Se trata de un film único que, al más puro estilo de Federico Fellini, se centra en la sensación de decadencia y vacío de la burguesía romana, la cual capta con poderosas imágenes de la capital italiana. Sorprende que un film tan lento y poco convencional pasara desapercibido en Cannes y sea premiado aquí por encima de la Palma de Oro de este año: la maravillosa La vida de Adèle, de Abdellatif Kechiche. Esta sorprendente historia de amor entre dos jóvenes mujeres muy diferentes (maravillosas Adèle Exarchopoulus y Léa Seydoux) fue la gran perdedora, no sólo de la noche, sino de las nominaciones, ya que tan sólo optaba a las categorías de mejor película y dirección, siendo la omisión de sus actrices protagonistas un auténtico delito (sobre todo si se tiene en cuenta la práctica invisibilidad del trabajo de alguna de las nominadas).

Alabama Monroe
La desconocida actriz flamenca Veerie Baetens fue
premiada por Alabama Monroe
La gran belleza también se alzó con el galardón a mejor actor para Toni Servillo, quien ya tenía uno de estos premios en su haber por su trabajo en otro film de Sorrentino: Il Divo, en el año 2008. “Estoy muy feliz, nunca me habría imaginado ganar este prestigioso premio y aún menos por segunda vez con una película de Paolo Sorrentino”, dijo él. Es este por tanto un premio bastante exagerado, ya que la interpretación de Servillo no destaca demasiado dentro del poético film y había competencia de sobra.

En la casa
En la casa, ganadora del Festival de San Sebastián
de 2012, fue premiada por su brillante guión
La mejor actriz europea del año fue (según estos premios, al menos) Veerie Baetens por el duro drama belga Alabama Monroe, de Felix Van Groeningen, que optaba a los cinco galardones principales, incluido el de mejor actor para Johan Heldenbergh, cuya interpretación era aún más brillante que la de ella. Ambos encarnan con fuerza y sensibilidad a una pareja que trata de afrontar la muerte de su hija, con lo que el galardón de Baetens puede considerarse un premio compartido. Baetens obtuvo este premio por encima de la impresionante Naomi Watts de Lo imposible, de Juan Antonio Bayona, que, quizá por su carácter comercial, fue injustamente ignorada en el resto de categorías.

La mejor oferta
La mejor oferta fue la triunfadora de los premios
David di Donatello del cine italiano
De todos modos, el galardón más merecido de la noche fue el correspondiente a mejor guión para la original En la casa, brillantemente escrita y dirigida por el francés François Ozon (también nominado a mejor director), quien nunca se cansa de jugar con la fantasía y la realidad… y con el espectador. Dicho film también contaba con su actor protagonista, el gran Fabrice Luchini, entre los nominados, pero, sorprendentemente, fue dejada de lado en la categoría principal.

Blancanieves
Blancanieves, triunfadora de los premios Goya,
fue premiada por su bellísimo vestuario
La gran belleza, por cierto, llegó a la gala con un galardón en su haber: el destinado a mejor montaje (“por un montaje que continuamente estimula los sentidos y crea una ola de interminables significados para la historia”). Y es que en una decisión bastante aburrida y carente de emoción, se decidió entregar los premios técnicos con anterioridad a la ceremonia, supuestamente para resaltar su importancia. Así, un jurado compuesto por siete profesionales europeos designó al brillante Ennio Morricone como mejor compositor por la italiana La mejor oferta (también nominada a mejor película, director y guión: Giuseppe Tornatore) “por probar una vez más su extraordinaria capacidad de mantener su estilo pese a ser fiel al estilo del director y el film” y a nuestro Paco Delgado, recientemente nominado al Oscar por su trabajo en Los Miserables (Tom Hooper, 2012) como mejor diseñador por Blancanieves (también nominada a mejor película y dirección: Pablo Berger) “por un diseño de vestuario que combina una meticulosa investigación del arte tradicional español con la libertad de un cuento de hadas gótico”.

Anna Karenina
Anna Karenina obtuvo el premio a mejor diseño de
producción, por el que optó al BAFTA y el Oscar
Este último galardón es especialmente impresionante si tenemos en cuenta que entre las candidatas estaba la última ganadora del Oscar: la británica Anna Karenina, de Joe Wright, film visualmente extraordinario que fue merecidísimamente premiado “por un diseño de producción dramáticamente integrado que actúa como si fuera un personaje y contribuye esencialmente a la historia y el estilo del film”. Nada merecidas, no obstante, eran las nominaciones que este film obtuvo en las categorías de actor (Jude Law), actriz (Keira Knightley) y guión, ya que la falta de química entre sus protagonistas y la carente consistencia de la historia son precisamente sus grandes hándicaps. Decisiones como éstas son las que ponen el prestigio de estos galardones por los suelos.

Los dos premios técnicos restantes se los llevaron dos extraños films que no han dejado a nadie indiferente y fueron ignoradas por el resto de categorías: la israelí Fill the void de Rama Vurshtein y Yigal Bursztyn fue premiada “por un trabajo de fotografía intuitivo, tanto realista como poético, que estudia los personajes con ternura en un ambiente desconocido para la mayoría de nosotros y que, iluminándolos con sensibilidad, provee un acercamiento profundo a su psicología y emociones” y la austriaca Paraíso: Fe, de Ulrich Seidl, fue reconocida “por un diseño sonoro puro y radical que actúa como una banda sonora al convertir los sonidos del día a día en auténticas composiciones”.

The Congress
The Congress combina animación y acción real
con gran originalidad
Por lo demás, el imaginativo drama de ciencia-ficción israelí The Congress (de Ari Folman, director de Vals con Vashir, 2008) fue designado como mejor cinta de animación y la aclamada cinta austriaca The Act of Killing, de Joshua Oppenheimer y Christine Cynn, sobre el genocidio de Indonesia de los años 60 fue considerado como mejor cinta documental. Este film es, por cierto, el mejor del año según Pedro Almodóvar, quien recibió un premio de Honor que dedicó a su hermano, varios actores (Carmen Maura incluida) y las víctimas de “un gobierno sordo e insensible a sus problemas”. Se le escapó un galardón que parecía creado expresamente para él: el de mejor comedia del año, al que optaba con su irregular Los amantes pasajeros. No queda claro si esta categoría fue creada para que dicho film optara a algo o para fomentar la risa en tiempos oscuros, pero lo cierto es que la calidad de las nominadas era tan baja que ni siquiera sorprendió que la ganadora fuera la simplona Amor es todo lo que necesitas, de la danesa Susanne Bier. Eso sí, hay que agradecer a estos premios el centrarse en verdaderas comedias para dicha categoría (no puede decirse lo mismo de los irrisorios Globos de Oro).

Oh Boy
Rodada en blanco y negro, la bohemia Oh Boy muestra 
las dudas existenciales de un joven en las calles de Berlín
El segundo premio honorífico de la noche era también merecidísimo y lo recibía una actriz que, hasta ahora, sólo tenía un premio compartido en su poder (junto a las otras siete actrices de 8 mujeres, de François Ozon, en 2002): la gran Catherine Deneuve, protagonista de films tan diferentes como Belle de jour (Luis Buñuel, 1967) y El último metro (François Truffaut, 1980). Por último, no me quiero olvidar de la cinta alemana Oh Boy, fantástica ópera prima de Jan Ole Gerster que optaba a los galardones de mejor película y actor (Tom Schilling) y se hizo con el premio Discovery (por encima del documental español La plaga, de Neus Ballús), y de la divertida comedia francesa La cage dorée, que se alzó con el premio del público (y debería haber optado al de mejor comedia).

Una vez más, los Premios de Cine Europeo han levantado críticas por su dudoso proceso de elección. No obstante, quizá en su afán por criticar a los únicos galardones de cine europeo conocidos existentes, los cinéfilos suelen olvidar que no hay asociación de premios que contente a todos y que toda elección de “lo mejor del año” es subjetiva y, según se mire, injusta. Probablemente ninguno de los trabajos de los ganadores de esta 26ª edición de Premios de Cine Europeo sea realmente el mejor del año, pero todos ellos cuentan con méritos de sobra para ser reconocidos. Además, fomentar la unidad europea nunca está de más. Por cierto, el año que viene la ceremonia tendrá lugar en Letonia… Estaría bien contar con un film letón entre las nominadas, ¿no os parece?


© El copyright del texto pertenece exclusivamente a Juan Roures
© El copyright de las imágenes pertenece a sus respectivos autores y/o productoras/distribuidoras

12 comentarios:

  1. Como siempre, hay cosas que me gustan de estos premios (el reconocimiento a En la casa) y otras que me gustan menos (el olvido de La vie d'Adèle), sin embargo me parecen positivos porque sirven para dar a conocer muchas películas que, de otra manera, apenas tendrían publicidad.
    Me apunto The Congress, pero ¿por qué participa Israel? Es cierto que los límites entre Europa y Asia son difusos en algunos puntos, pero no ahí. A este paso dentro de unos años competirá Arabia Saudí xD

    Un saludo

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    1. Gracias por el comentario. A mi el olvido de La vie d´Adele, que debería, como poco, haber optado a mejor actriz me disgusta mucho. Sobre Israel, no sé que decir: es un país asiático que, en muchos aspectos, se siente más cercano a Occidente que a los países que le rodean y, por tanto, participa en Eurovisión y en estos premios, pero yo en político no me meto ;) Saludos.

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  2. Hola:
    Sólo escribo para decir que hasta que leí lo contrario en este blog, pensaba que los Premios del Cine Europeo gozaban de gran prestigio (yo veo la gala todos los años y el canal Arte, uno de los mejores de Europa, le dedica una gran cobertura), y lo mismo me pasaba con "La gran belleza", pensaba que era intensa, emotiva, hermosísima, probablemente una obra maestra, nada aburrida, hasta que leí lo contrario aquí.
    El premio a "En la casa" también me pareció muy justo. Lo mismo que el hecho de que su director lo compartiera con el autor de la obra de teatro que adapta.
    De resto, coincidí plenamente con los gustos de la Academia en cuanto las películas que he podido ver.
    Un abrazo. Aunque no coincida con algunas opiniones tuyas, me gusta mucho tu blog (perdona que usara un poco la ironía al principio).

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    1. Hola! jeje, sobre La Gran Belleza tienes todo el derecho a adorarla, porque la mayoría de los críticos lo hacen, pero yo simplemente doy mi opinión y debo admitir que tenía muchísimas ganas de que me gustara... pero simplemente no lo hizo.
      Sobre el prestigio de estos premios, me temo que no se trata de opiniones: a nivel general, tienen muy poco prestigio, apenas se les presta atención y sus decisiones suelen causar más disgustos que alegrías. De hecho, causan tan poco interés que es difícil encontrar un palmarés de nominaciones sin algún error. De todos modos, yo creo que son unos premios interesantes, de ahí que les haya dedicado más cobertura que la mayoría.
      Muchas gracias por tu comentario; por supuesto, todas las opiniones son bienvenidas siempre que se planteen desde el respeto, tal y como has hecho. Un saludo!

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  3. A mi es que cualquier tipo de premios no me genera demasiado interés, me parece una forma de medirse "a ver quién la tiene más larga" por no hablar de los intereses de productoras y distribuidoras que normalmente acercan el ascua a su sardina (hola, oscarizada Jenniffer Lawrence). Eso por no hablar de cómo y quién mide una obra de arte. ¿El criterio de un señor de pelo blanco es mejor que el mío o el de mi vecina? Pues no. Mientras el cine sea un arte subjetivo en el que influye tanto la creación como la atención del espectador, no me creeré ningún premio. Que los reconocimientos sean de taquilla y crítica no de juntar a un puñado de señores y señoras.

    Un saludo.

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    1. Una opinión muy respetable. No obstante, yo no me tomo los premios como verdades absolutas, sino como símbolos de una era y una forma de ver el cine. Una película puede pasar de recibir cientos de premios a no recibir ninguno dependiendo del momento de su estreno: competencia, contexto, estilo... Y eso hace interesante ver qué elecciones toman personas que entienden de cine. De todos modos, siempre son más fiables las elecciones de muchas personas (como los Oscar) que aquellas que dependen de una decena, por supuesto, por muy sabia que sea esa decena. Aun así, los premios pueden ayudar a que fijemos nuestra atención en determinados aspectos de una producción y directamente en determinadas producciones que, por un motivo u otro, carecen de medios para llegar al gran público pese a su calidad.
      No obstante, tampoco la taquilla no marca la calidad de un film en absoluto, solo hay que ver la saga Crepúsculo. Aun así, es un indicador de lo que la gente quiere ver (aunque sea un determinado sesgo de la población, claro) y de cómo llegar al máximo público posible... Para lo que a menudo la calidad estricta se deja de lado por otros parámetros.
      Un saludo :)

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  4. Me han gustado mucho La gran belleza, Alabama Monroe y En la casa. Creo que los premios que han recibido son bien merecidos.
    De Anna Karenina, aunque en su conjunto no me entusiasmó sí que hay que destaca su vestuario (y también la 'forma' en la que está hecha). Y Tornatore... en fin, una maravilla.
    Todavía no he visto Oh boy...
    Pues sí... Letonia no es un país del que conozcamos su cine ¿no? ¿Me equivoco?
    Saludos.

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    1. Gracias por compartir tu opinión! Me sucede lo mismo con Anna Karenina, me maravilló tanto visualmente que no puedo criticarla en exceso... Pero nominarla a mejor guión cuando es precisamente su punto débil me parece una vergüenza...
      Y no, Letonia por ahora no ha hecho ninguna película destacable, al menos que hayamos podido ver en otros países... Pero estaría bien que hicieran alguna interesante este año, ya que se celebrará allí la próxima ceremonia.
      Saludos.

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  5. Quisiera ver Alabama Monroe.
    Saludos
    David de observandocine.com

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  6. Estoy de acuerdo con alguno de tus lectores: La gran belleza me gustó mucho, porque no sólo logra que te mantengas atento a la pantalla viendo como se desenvuelve la sociedad envejecida y banal de la decadente Roma, sino como desacraliza Sorrentino ese gran museo que es la urbe por excelencia. Si desde tu propia casa vieras el Coliseo o la cúpula de San Pedro todos los días, le darías la misma importancia que a ese exprimidor de naranjas.

    Además refleja como pocas películas la desaparición de la juventud del protagonismo social, a diferencia de la revolución del 68 que la puso en primer plano y que jugó un papel tan importante en el cine de la Nouvelle Vague y especialmente en el cine de Truffaut. Le week- end de Roger Michell hace un bonito homenaje a 'Banda aparte (Bande à part). Es estremecedor que el único joven que sale en 'La gran belleza' se acabe suicidando, y no por necesidades económicas, sino por no encontrar un sitio en un mundo que aparentemente le ofrece todo. Creo que Sorrentino ha encontrado la forma de decir muchas cosas al mismo tiempo y de reírse, como Fellini, de la sacrosanta ciudad, ridiculizando al turista, en la persona de un asiático, cargado con su cámara de fotos, víctima del síndrome de Stendhal. Un saludo.

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    1. Gracias por tu comentario. Definitivamente le debo un revisionado. De todos modos, espero que mi artículo no de a entender que es un mal film; simplemente me sorprende que recibiera tanto premio por encima de películas muy interesantes, y que, sin embargo, fuera olvidada en Cannes, donde este tipo de cine suele tener más cabida. Pero interesante y bellamente filmado lo es, sin duda. Un saludo.

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