El verano ya está aquí y este blog se toma sus merecidas vacaciones. A finales de julio, La estación del fotograma perdido estará de vuelta, pero, antes de irme, quiero dar las gracias a siete blogs que, a lo largo de los últimos meses, me han hecho entrega del Liebster Award, un galardón entregado entre blogueros:
07 junio 2013
Las 10 estrellas del cine musical
Aunque
puede parecer un género banal, muchos consideran al musical como el género
cinematográfico hollywoodiense por excelencia. Hoy en día, apenas se ruedan
musicales, pero a partir del surgimiento del sonido, el musical fue uno de los
géneros más queridos por el público. No voy a hablar de la historia de este
género porque ya dediqué un artículo al respecto (“La alegría del género musical”). Lo que hoy me interesa son los protagonistas de estas películas.
Este artículo va dedicado a diez actores y actrices que sumaron a sus dotes
interpretativas un talento innato para la danza y el canto. Diez intérpretes
–diez artistas– que han convertido al musical en el símbolo de la grandeza del
sistema de estudios y el cine clásico.
Ginger Rogers y Fred Astaire revolucionaron el cine musical con sus bailes llenos de química |
10. Ginger Rogers (1911-1995). Aunque esta
fantástica actriz y bailarina actuó en 73 películas, son los nueve musicales de
la RKO que protagonizó junto al gran Fred Astaire los que la convirtieron en
rostro clave del cine clásico. Ginger Rogers se adentró en el mundo del
espectáculo gracias a ganar un concurso de baile de charlestón, lo que la llevó
a realizar una gira con un teatro de variedades con tan solo 14 años. Tras
protagonizar varios cortometrajes fue elegida para actuar en el musical de
Broadway Girl Crazy. Gracias a ello,
conoció a Fred Astaire y fichó para la Paramount. No obstante, pronto se
desvinculó de dicho estudio y, tras saltar a la fama con Calle 42 (Lloyd Bacon,
1933), se convirtió en la pareja artística de Astaire en La alegre divorciada
(Mark Sandrich, 1934). Aunque Rogers ganaría un Oscar por el drama romántico Espejismo de amor (Sam Wood, 1940),
demostrando que también podía destacar por sí sola, siempre la recordaremos
como la irresistible pareja de baile de Fred Astaire. “Él le da clase, ella le
da sexo”, dijo de ellos una vez Katherine Hepburn. Hollywood nunca la olvidó y,
tres años antes de su muerte por angina de pecho, le concedió un Oscar
honorífico.